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Channel: EL NIDO DEL XUAN
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EL GORRIÓN ALPINO (Montifringilla nivalis)

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Hola amigos/as de la natura!!
Hoy ,aún con agujetas y algún calambre, toca hablar de una bonita y escasa ave a la cuál tenía personalmente muchas ganas de dar con ella y poder observar especialmente en esta época, toca hablar de uno de los "especialistas" alpinos, de la alta montaña: el Gorrión alpino (Montifringilla nivalis).
Al que también parece ser que se le llama "gorrión nival",  o "pardal de alta montaña" ambos nombres en este caso son muy apropiados por el entorno por el que se mueve este bello pájaro.
Y es que recordando la discursión/conversación de un gran conocedor de la fauna como es Xuan y un desafortunado espontáneo, todo ello mientras colocábamos unas cajas-nido en un parque de la ciudad, me recordé de la trampa que sagazmente preparó el amigo Xuan, preguntando a aquél hombre (que se autodefinia "el mejor conocedor de páxaros del mundo") por cuántos tipos de gorrión conocia el infeliz hombre para así poner en prueba sus "grandes conocimientos" en aves... Claro está que el incauto paisano cayó en la trampa pensando que le tomaba el pelo y respondiendo que solamente había una sola especie de gorrión, el Gorrión común"el de toda la vida".
Como suelo repetir: no soy biólogo  ni experto pero seguramente hace miles de años todos los gorriones sí procedían de uno sólo, y tal vez tuviera razón de aquella el paisano y procedieran todos de nuestro gorrión común, ave abundante y urbano que todos conocemos y que es el ave que habita en mayor parte del mundo, pero ciertamente el gorrión debió de especializarse según el entorno en el que iba habitando, apareciendo por ejemplo: el gorrión chillón, el moruno, molinero, alpino...
Cómo veís no solamente existe el típico gorrión de ciudad, urbano, oportunista y que se adapta a todo tipo de edificaciones y entornos, sino que también existe un gorrión de la montaña y no precisamente en cualquier montaña, sino que al Gorrión nival le gusta subir bien alto.
Personalmente desde las fugaces y lejanas observaciones que había tenido hace ya mucho tiempo, casi en la era "pre-réflex digital", tenía interés en acercarme a la montaña y dedicarle unas horas a esta bonita ave que puede que por ser gorrión parezca de antemano que es un ave normal, abundante y sencilla, pero que en cambio observada en su medio es un ave sorprendente ya desde el duro hábitat en el que vive pasando por su bello y adaptado plumaje. Cómo digo solamente en las estribaciones situadas en una cota de entre unos 1.700 y 2.000 y hasta 3.000 metros podemos encontrarlo, y tampoco sirve cualquier altitud, sino que tiene que ser o bien en dos reductor: en la Cordillera cantábrica /Picos de Europa y en los Pirineos.
De los gorriones es quizás el más llamativo y singular en cuanto plumaje, pues observándolo de cerca predomina en su pecho, parte de la cola, paneles alares y partes inferiores el blanco sobre el tradicional pardo característico de esta familia. 
Ese blanco lógicamente tiene su finalidad cuando se desplaza por el suelo de los canchales en busca de alimento, pues en un suelo nevado (o con neveros) será más complicado detectarlo para cualquier enemigo que pretenda desayunarlo.
De buen porte es el más grande y robusto de la familia y junto con ese singular plumaje hacen que cuando lo ves no hay error o confusión con otra especie en estas latitudes y más aún cuando vuela, pues con tanto blanco en su fuselaje hacen que de el cante al instante.
No conozco censo alguno ni situación actual de la especie, pero pienso que como muchas otras aves alpinas, por la singularidad y el aislamiento de su hábitat unido a las dificultades y dureza de la vida allá arriba o la presencia de múltiples depredadores, nunca debió ser un ave muy abundante. Por el contrario, al igual que el Acentor alpino, es un ave que puede sorprender en su primera observación primero por el gran tamaño o el color de su plumaje, pero también porque se muestra extrañamente confiado ante la presencia del hombre.
El gorrión alpino es teoricamente un avesedentaria, si bien cuando llega el crudo invierno a los cordales más altos e inóspitos de la montaña, pues como el resto de animales que viven por allá, se ve obligado a desplazarse a otros lugares más bajos y con condiciones climatológicas más benignas, pudiendo desplazarse a otros lugares no tan propios y característicos que se le presuponen, pero eso sí nunca bajando menos de los 1.000 metros.
Montaña y altura, canchales y laderas, roquedos con neveros y pastos alpinos son los lugares idóneos para buscar a este ave, por lo que en este caso tocaba ponerse las botas, disfrazarse de montañero y cargar con equipo y víveres. Con las aves y más especialmente con las especializadas en alta montaña ocurre lo siguiente (o al menos esa mi experiencia) puede ser que llegues y cómo se suele decir sea "llegar y besar el santo", o puede ocurrirte cómo a mi en este caso que en un espacio concreto, con presencia segura de la especie y con citas en días anteriores o en el mismo día, no sea capaz de ver ninguno o al menos de manera decente; en cambio otros días puede que literalmente y con la confianza que tiene la especie, se te posen al lado a comer flores como en mi última visita.
De las tres salidas que le dediqué subí la primera vez con la esperanza de poder verlo rodeado completamente de nieve, en un ambiente de postal (o esa era mi idea desde casa), la realidad es que a pesar de que el invierno había pasado y no era de los peores en cuanto a nieve, antes tan siquiera de llegar al puerto éste ya se encontraba cerrado por la acumulación de nieve, por lo que además de subir el puerto a pata dejando el coche abajo, tocó ponerse serio para poder ir avanzando por dónde en teoría transcurría el asfalto.
Una vez coronado y a unos 1600-1700 m. las polainas y las patas largas no fueron suficientes para avanzar sobre la nieve blanda, por lo que acabé desistiendo a falta de 2 kms y con nieve por la cintura en algunos tramos. Además dado la ausencia de otras alpinas (chovas, treparriscos o acentores...) me daba que me había adelantado a la llegada de los gorriones a sus cuarteles de primavera-verano.
En la segunda ocasión ya iba con lección aprendida y "jarto" de pisar nieve (que bonita es para fotografiarla, pero para caminar por ella...) por lo que fuí con un radiante y primaveral día de sol, tampoco es que fuera a piñón por este ave y no me sirviera otra cosa, sino que también hay que dejarse llevar y ver lo que nos ofrece la montaña que por otro lado no es poco.
Bicho aquí bicho allá. cuando después de comer llegó el turno de centrarse en el gorrión y su localización, pero las cosas como son, antes de la que la densa niebla me echara de allá no había ni rastro del plumado. Así que tocaba irse para casa y nueva disculpa para darle a la Tamy... Por lo menos al gran Roberto y a mi un zorrete nos dejó unos minutos de observación mientras buscaba algún topo o roedor en las amplias praderas, hasta que la niebla también se lo tragó... Y es que un día de sol aquí arriba en cuestión de minutos se puede volver desapacible.
A la tercera cómo se suele decir va la vencida o en mi caso: va mi cabezonería, porque esta vez ya eran más horas, más pronto, más pateada y más centrado en esta y quizás otras dos especies más, que por compartir el mismo espacio, podría dedicarle algún tiempo, eso sí: con la cabeza puesta en el gorrión. Cada ave en la montaña tiene su sitio; los bellos y llamativos Escribano cerillo en la zona baja, la de piornal, recién llegados pues éstos son de los que vienen a criar y han invernado en otros continentes.
Comparte espacio con otros de la familia, el también bonito pero menos llamativo Escribano montesino
Dejando el piornal atrás, comienza el territorio fielmente defendido por la bella Collalba gris, praderas alpinas pero con algo de piedra en dónde críar en sus huecos y utilizarlas además como perchas:
Más arriba aún, cuando el verde se acaba y comienza la piedra comienza el reinado del Acentor alpino, quizás el más conocido de las aves alpinas y desde luego, de los que más se dejan fotografiar. Además este es de los primeros en llegar tras las nevadas y de los últimos en marchar.
Ya en la propia base de la montaña, en dónde ya hay que trepar, habitan otras aves rupícolas, como por ejemplo el estival y bello Roquero Rojo, que ya con su nombre lo dice todo. Ave que se posa en las crestas más inaccesibles y que mantiene las distancias mientras emite su bonito y melódico trino. A este habrá que dedicarle un buen reportaje próximamente pues el ave bien se lo merece:
O también el pájaro más emblemático de cualquier montaña, el más esquivo y deseado por todo ornitólogo cuando sube a la montaña: el Treparriscos. En este caso aparece en la lejanía entrando y saliendo de un prometedora grieta en la base de la montaña. La foto no hace justicia del espectáculo que me dio "mariposeando" de lado a lado de la pared seguramente buscando alimento y de cuando en cuando con su característico reclamo.
Todo ello con las tradiciones Chovas de banda sonora, tanto la abundante Chova piquiroja como la alpina Chova piquigualda, éstas lo mismo andan arriba en los riscos posadas que abajo en los prados alimentándose. Cómo buen córvido, oportunistas e inteligente, se entretienen cortando el aire haciendo malabarismos casi impropios de un ave de ese porte.
Y por el cielo patrullado por las grandes rapaces: Aguila Real, Cernícalo, Alimoche, culebreras, algún Milano negro o el Buitre leonado:
Imposible no tirarles una foto, pero centrándonos en el título de la entrada de hoy, cualquiera que hubiera venido conmigo las dos primeras veces seguramente se llevaría una impresión completamente diferente del Gorrión alpino que en cambio en esta última visita, pues si en las dos primeras cierto es que no hubo ni rastro de ellos, en esta última y definitiva ocasión fueron los gorriones los que dieron conmigo y no yo con ellos. Lo fácil sería hacer referencia a lo vivido positivamente con la especie y omitir los intentos infructuosos anteriores, pero hay que ser justo y decir que me ha costado mucho más de lo deseado y me ha hecho sudar como hacía mucho tiempo que no hacía.  Cómo digo otros (amigos incluso) les fue mucho más sencillo, menos épico y desde luego más placentero la observación de este bello ave días atrás.
Por ello quizás la primera observación buena que he tenido con el gorrión fue doblemente grata, primeramente por lo anteriormente descrito y en segundo lugar por la situación de ver llegar volando a una pareja de gorriones emparejados, cortejando y de cuando en cuando comiendo florecillas, todo ello solamente a unas decenas de metros de mi posición.
Fotograficamente hablando, lo malo de subir a la montaña en estas fechas (o con días despejados de sol) es que puedes caer en el error de pensar que así tendrás mejor luz (y más los del norte que nos pasamos el año a "oscuras") pero cuando la distancia es amplia, el ave encima no ayuda al ser blanca y se mueve entre piedras que absorven el calor... hace que ya a media mañana se produzca una incómoda reveración y refracción de la luz del sol, por lo que si además el fotografo es malo el resultado es que las fotos lógicamente sean una mierda, y que encima pierdas más el tiempo en corregirlo inútilmente en los parámetros de la cámara que en la observación en sí.
Aún así (y borrando muchas de las fotos obtenidas) en algunas imágenes "salvables" se puede también apreciar el dorso marrón en contraste con el blanco de las partes inferiores y todo ello coronado con una cabeza gris y un pico en esta época negro y en invierno amarillo.
Visto de cerca desde luego se cumple la descripción de lo que marcan las guías, no deja de ser un gorrión esbelto (especializado en la montaña) con el comportamiento y los gestos que se asemejan a los gorriones de ciudad, pero eso sí con un plumaje que llama la atención ya a lo lejos (en especial los panales alares y de la cola) y con algo soprendente: una variedad en el repertorio de trino, mucho más rica que sus parientes y quizás acentuada por la época en la que nos encontramos, que hace que ir a cualquier sitio de la montaña sea un placer visual y ahora también sonoro.
Ladera arriba en pleno pedregal observo un pequeño grupo de tal vez 4-6 aves, no deben de ser grupos muy amplios, pero estos dos que tengo más cerca se ve que ya van a lo suyo y pasan de multitudes, se han alejado del resto del pequeño grupo y el macho hace un Camachuelo, básicamente seguir a la hembra pero realmente hacer poco, pues es la hembra la que pronto se dedicará (si no lo está haciendo ya en esos momentos) a la construcción del nido y puesta de la única nidada del año. El macho en cambio a pesar de que ayuda a la hora de empollar, esperará a la hembra pacientemente y la acompañará allá dónde ésta vaya. 
Al marcharse volando el macho hace lo propio tras ella, montaña arriba parecen dos bolas de nieve en movimiento, y a la vez me dan una pista de en dónde pueden estar fabricando su chabolo.Toca subir entonces ladera arriba, sin más senderos que los que marcan los mismísimos rebecos que me miran desconfiados a lo lejos, pues los humanos aún no somos muy frecuentes por sus dominios y menos aún cuando se juega una final de liga...
Encuentro una posible explicación del porqué no he dado con ellos en mis anteriores visitas y es que los gorriones (al contrario de lo que se puede pensar) veo que prefieren moverse por la cara norte de la montaña, formada completamente por paredes verticales de piedra caliza, más fría y expuesta a los vientos y que podríamos pensar que es menos adecuada para criar  sin embargo la ladera sur, más llana, soleada y con vegetación herbácea solamente la utilizan para alimentarse y moverse en grupo, pues están más expuestos a los depredadores y los nidos serían también más accesibles por tierra.
Vuelvo a sentarme en una vaguada entre dos montañas emblemáticas, el paso de ruidosos grupos de multicolores ataviados montañeros no parece molestar en demasía a las aves, tampoco algunos de los escaladores que ya comienzan a trepar por las cumbres soleadas. En este estratégico lugar y relajado (sin la intención ya prioritaria de fotografiar) y sí de observar y disfrutar del paisaje, apuro los últimos momentos del día. 
Además desde aquí veo cómo aprovechan este punto más bajo para pasar del lado vertical y rocoso del Norte a las praderas del sur. No hay mejor manera de relajarse al sol en un estupendo día primaveral en la montaña asturiana.
Espero que os haya gustado la breve entrada de hoy; por último os dejo un breve vídeo que recomiendo ver en calidad HD.


Gracias por las visitas y los comentarios!!

CHORLITEJO CHICO. (Charadrius dubius)

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Hola amigos/as!!
¿Estáis cansados de tanta final de Champions y de tanta elecciones europeas?, pues entonces este hoy es vuestro sitio porque hoy toca hablar de uno de los limícolas que personalmente más me atraen tanto por su plumaje como por sus características o su escasa presencia en la región, así que hoy toca falar del pequeño y bello Chorlitejo chico.(Charadrius dubius).
Por aquí en el Norte ya conocemos bien al otro chorlitejo, el grande, pero la diferencia entre el escaso Chorlitejo chico y el desconfiado Chorlitejo grande(Charadrius hiaticula) son bastante evidentes, por lo que con una observación buena no puede haber lugar a la confusión. Descarto de la comparación con el Chorlitejo patinegro dada su escasez en Asturias durante los pasos.
En primer lugar morfológicamente el Chorlitejo chico es cómo su nombre indica más pequeño que el C.grande, no solamente es más pequeño en cuanto a tamaño sino que es más estilizado, con unas largas patas color carne o un pico más fino, éste además es más largo y más oscuro, y con plumas terciarias más alargada.
Pero la principal diferencia que se observa incluso a larga distancia es el anillo ocular amarillo tan característico de la especie y que lo hace inconfundible. Al parecer más marcado y grueso en el macho que en los ejemplares jóvenes o en las hembras.
Otro dato que puede ayudarnos a diferenciar (aunque el factor anillo ocular amarillo es definitivo) es el tipo de hábitat, ya que al Chorlitejo grande es un limícola marino, le gusta el acantilado ("el pedreru"), litoral marítimo, playas etc. En dónde se muestra como un ave cauteloso y que marca bien las distancias. En cambio, si bien puede aparecer en este mismo ambiente (preferentemente fuera de la época de reproducción) el hábitat idóneo del C. chico son las aguas dulces interiores de recodos de ríos, lagunas, embalses y graveras. Allí se instala en las orillas, islas o bancos de grava y arena, estableciendo el nido en el suelo. Es un ave que por el contrario, se muestra muy confiada.
Esta especie también se ha adaptado curiosamente a zonas de tierras removidas por el hombre y sus obras (autopistas, dragados de ríos, márgenes de polígonos industriales, canteras etc.) siempre que el terreno tenga escasa vegetación y sea compuesto mayoritariamente por áridos. El hecho de utilizar este tipo de "nuevos hábitats artificiales" tiene el handicap añadido del riesgo a que en un momento dado esa misma mano del hombre que creó estos espacios, influya ahora negativamente en la destrucción o modificación de los mismos. 
Si bien el chorlitejo chico debe de recurrir a ellos ante la impasible destrucción de los espacios tradiciones de cría por culpa del encauzamiento de ríos, la contaminación o la destrucción del hábitat. Hay que sumarle a que siendo una especie que anida en el suelo y en zonas descubiertas, tiene una gran tasa de depredación natural por parte de animales o por el contrario de las molestias que causamos al caminar por esas áreas sensibles.
Muy escasa durante los pasos migratorios, aunque algún ejemplar puede aparecer. No deben de existir muchos datos sobre el número de parejas que crían en Asturias, pero seguramente sean muy pocas, pues las observaciones en esta época son muy escasas. Migrador tranahariano,  inverna en el Sahen, es decir más abajo del conocido desierto del Sahara.
Hembra:
Ave que aparece cómo de Interés Especial dentro del Catálogo de Especies amenazadas, es un auténtico lujo primero que al menos seís parejas nidifiquen (o al menos lo intenten) en el concejo en el que vivo, Gijón; y más aún que gracias a un buen amigo Pablo Fernández que siempre me ha ayudado (especialmente desde que vivo en Gijón) en esto de los bichos, yo haya podido observar a placer (gracias a él) las evoluciones de una de estas escasas y esquivas parejas de Chorlitejos chico que han decidido criar este año en Asturias.
Macho:
Solamente con su permiso expreso he decido publicar las fotos de estas visitas realizadas esta misma primavera, pero por lo escaso y significativo del ave, su momento actual de nidificación (además en el suelo), la excesiva confianza que muestra ante los humanos y potenciales peligros, y porque así se me ha pedido expresamente, voy a omitir el lugar en el que se han realizado las fotos, ya que cualquier perturbación (con la mejor o peor de las intenciones) pueden suponer un factor desencadenante para el abandono de la misma.
Por otro lado, siendo un ave dificil de ver y en escaso número en la región y además estéticamente preciosa, puede ser desgraciadamente el blanco de muchos fotografos que ,amparados en el difuso mensaje de la conservación y de la naturaleza, tienden inevitablemente a molestar al bicho en la simple búsqueda del "cromo", de sumar a su lista de aves, o de lograr la mejor foto etc. cómo vemos que ya ha ocurrido en anteriores ocasiones. 
Dicho lo cuál me queda añadir de que las fotos obtenidas fueron tomadas en dos visitas solamente, con diez días de diferencia entre ambas y por escaso tiempo (unos 10 minutos) además se realizaron en aquellos momentos en los que la hembra había depositado dos huevos de los cuatro que suele constar la nidada de esta especie, esto quiere decir que con solamente dos huevos la pareja de chorlitejo chico no estaba echada incubando de manera constante en el nido, sino que éste aún permanecía mucho tiempo vacío (cosa que puede sorprender) con los dos huevos al descubierto y con la pareja alimentándose alejada del mismo. 
Toda medida y cautela es poca en estos casos, por lo que las dos únicas fotos que hay del nido se han tomado en aquellos momentos sin la presencia de los Chorlitejos cerca y cuando la puesta no estaba completa; siempre a distancia, con prudencia y tomadas con el teleobjetivo (fotos a 500mm y con recorte). 
Mi experiencia es que al chorlitejo chico puedes tenerlo delante y no darte cuenta de su presencia, cómo me ocurrió a mi, solamente una localización precisa anterior, un golpe de suerte o un oído muy fino pueden ayudarte a encontrarlo en el ambiente en el que se mueve, pero yo por más que lo escuchaba, no conseguía localizarlo en la distancia en aquellas amplias tierras degradadas.  En cambio cuando se mueve o mejor aún cuando vuela, da el cante al instante; pero en estas fechas ya pasado el celo, el chorlitejo es más bien discreto, confiado en el camuflaje de su plumaje, en su quietud (a una pata) y siempre atento con un ojo puesto en el cielo, pues el limícola sabe que uno de los mayores peligros le vendrá por arriba.
Con estas características soprende cómo observándolo a lo lejos, pasan a su lado numerosos potenciales peligros cómo por ejemplo: perros y gatos, otras aves (Gaviotas, Milano negro, Halcón o las astutas Cornejas...) los irremediables humanos y hasta camiones apenas a unos metros suyo (sí: camiones) y en cambio el bicho permanece impasible, en su sitio, sin moverse.
Del nido destaca su tremenda simplicidad, apenas consiste en un pequeño hoyo excavado en el suelo por el macho, de pocos centímetros de profundidad y con forma de cuenco. Apenas han depositado unas hierbas en su interior y desde luego está completamente al descubierto; quizás esa simplicidad sea la clave del éxito de que el nido pase desapercibido. Los huevos nada más verlos llaman la atención por su desmedido tamaño en comparación al del pequeño ave y por su forma de pera y con puntos negros/marrones. Visto desde arriba deben de pasar totalmente desapercibidos en un fondo de decorado compuesto por piedras, guijarros y arena.
Cómo decía anteriormente la puesta consiste en cuatro huevos que no va poniendo a la vez, sino que pueden pasar días hasta que a partir del tercer huevo es cuando el chorlitejo se dedica exclusivamente ya a la incubación durante unos 25 días. Los pollos cuando nacen son alimentados por macho y hembra indistintamente, pero rápidamente abandonan el nido en la búsqueda seguramente de una mayor cobertura o seguridad y a los otros 25días ya tienen la ansiada capacidad para el vuelo. Cómo podéis ver estos bichos funcionan rápido, pues no es moco de pavo el ambiente peligroso en el que nacen y el viaje que posteriormente deben de emprender.
Resulta curioso como en esa confianza que muestran ante el peligro, el chorlitejo chico te recibe quieto y apoyado en una sola pata, dando pequeños saltos cuando se quiere mover del sitio.  He observado que cuando el potencial peligro ya es irremediable y ya se convierte en peligro, el chorlitejo chico adopta dos estrategias: por una parte puede agitar el cuerpo de arriba hacía abajo nerviosamente, pero sin moverse del sitio, o bien utilizar la táctica del ave herida, dejando caer un ala y alejándose de la posición del nido, con ello llamando irremediablemente la atención de cualquier depredador que pensará ante esta estampa que el ave está herida, por lo tanto vulnerable y fijando su atención en ella. 
Es una de las aves que primero se puede presentar aquí, en abril ya lo podemos encontrar en nuestra región, pero por tanto también es de las primeras en criar e irse, allá entre julio a septiembre. El invierno lo suele pasar en el este o bien del Mediterráneo o bien de África. Cuando están de paso en sus viajes pre- y post- apenas se deja caer por nuestras costas y casi siempre ejemplares solitarios, por lo que es relativamente raro encontrarlo en grupo migrando, aunque también hay algún ejemplo lo hay: 
Paso Chorlitejo chico Asturias
Para ir terminando os dejo un vídeo, os recomiendo si podéis verlo en calidad HD a 720p:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, como siempre: gracias por pasaros por aquí y especialmente a los que dejáis unas letras.

Un saludo!!

EL PECHIAZUL. (Luscinia svecica)

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Hola amigos/as!!
Hoy seguimos por los montes pues aprovechando el buen tiempo y los fines de semana libres de cualquier otra ocupación, los he estado aprovechando pateando por la montaña. Cómo os explicaba anteriormente, cuando llega el frío y la nieve la mayoría de los habitantes de las zonas alpinas obtán por diversas estrategias de supervivencia; la más común es que los animales simplemente desciendan hacia los valles o cotas aledañas más bajas, a expensas de obtener allí una climatología más benigna y alimento que llevarse a la boca, otros seres vivos deciden quedarse e invernar bajo el manto de nieve, aletargados y gastando la despensa y grasa que han ido acumulando y finalmente esta el caso de otros animalejos que deciden darse el piro e irse a pasar los meses fríos a otras zonas, otros continentes, otros mundos. Vamos, lo mismo que va a hacer nuestro ex-Rey a partir de ahora...
Volviendo al tema que nos ocupa: hoy hablaremos del Pechiazul!!
Este último ejemplo es el caso del Ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica)"el ruiseñor sueco" o cómo se le conoce popularmente: el Pechiazul.  He de decir que normalmente (y al igual que otras especies como por ejemplo la Collalba gris o la Tarabilla norteña) es una especie que observo durante su época de paso y en un hábitat completamente diferente al que luego ocupa en primavera, pues son siempre observaciones en humedales y casi a nivel de mar
Esta primavera la estrategia que he seguido (por ejemplo con el Pico mediano, el Gorrión alpino y otras especies que veremos próximamente por aquí) es la de salir de casa con los deberes hechos previamente por la semana y con la idea de observar (e intentar fotografiar, si es posible) solamente a un par de especies concretas por jornada; de esta manera (y salvo sorpresas mayúsculas) me permite aprovechar mejor el tiempo, "perderme" menos y centrarme en las especies por las que siento curiosidad o cierta gana de observar. Y es de lo contrario ya se sabe que:" quién mucho abarca...". Eso no quiere decir que si llegando allí me encuentro con un Quebrantahuesos de frente vaya a cerrar los ojos y seguir fotografiando Acentores comunes...

Asi que paso a paso y con cierto rigor espartano, esta primavera he ido viendo casi por completo a toda la fauna aviar alpina, aves que habitan nuestras montañas más altas, sin duda esto ha sido posible gracias en parte a la ayuda y el consejo inestimable de algunos buenos amigos de los que tengo suerte de poder rodearme, y que desde aquí aprovecho para agradecer.
Volviendo al Pechiazul, pájaro insectívoro estéticamente bello dónde los haya, me apetecía observalo en primavera y además ya puestos a pedir: en su hábitat alpino. También es cierto que cuando lo he observado durante el paso y en humedales, el ave se muestra muy desconfiada y mantiene las distancias, en cambio en la montaña permite más confianzas y buenas observaciones.
En España generalmente se encuentra en algunos puntos concretos de la península, básicamente: Cordillera cantábrica (Palencia, León, Zamora, Asturias) y en el Sistema Central (Sierras de Somosierra, Guadarrama, Gredos, Béjar, en Segovia, Madrid, Ávila, Salamanca, Cáceres, hasta la Serra da Estrela, ya en Portugal). Seguramente haya más sitios o lugares en los que lo hayáis podido ver, pero la población "pechiazulesca" se debe de aglutinar entorno a estos lugares principalmente o al menos eso dicen los libros.
En la Península Ibérica podemos encontrarnos con varias situaciones en esta especie; por un lado aves reproductoras (subespecie cyanecula) estivales que viene en los meses de primavera, crían y luego al final del verano se van de aquí (migración nocturna) a invernar a lugares remotos cómo por ejemplo las sabanas africanas o el sur del Oriente Próximo. Estos deben de ser la mayoría de ejemplares. 
Por otro lado hay otros pocos individuos que deciden no irse e invernar aquí pero eso sí, en zonas más cálidas y bajas como riberas de las cuencas de ríos interiores (Tajo, Guadiana...), creo que no es el caso de nuestros Pechiazules "norteños", pero al parecer haberlos haílos por el sur. Y finalmente nos queda el tercer tipo que son los ejemplares que huyendo del frío del Norte, vienen ainvernar a nuestros humedales litorales y riberas de ríos (que son los que yo observo por ejemplo en la Ría de Villaviciosa) por tanto siguen la misma conducta que otras muchas especies de aves. Este último grupo que llega coincide con los Pechiazules que han pasado la primavera y el verano aquí criando y que ahora se van a invernar a otro lado.
En este páxaro los que saben de la pluma al parecer no se ponen muy de acuerdo con el numero de subespecies que existen dentro del mismo ave, unos dicen que son 10-11 tipos otros reconocen solamente 7, pero si nos dejamos de rollos aquí normalmente observamos a la subespecie svecica, en la que los machos presentan medalla roja y la cyanecula, con medalla blanca (que es la que cría en la península Ibérica). El tercero en juego viene pero no cría (cómo el svecica) es la subespecie denominada namnetum, mucho más pequeña y que procede del este de Francia, por lo que utiliza o pasa por nuestros humedales cantábricos. Algunos entendidos dicen que dado que la gran mayoría de Pechiazules que crían aquí carecen de la medalla blanca típica de los de centroeuropa y además viven aislados geograficamente, podrían ser considerados de la subespecie azuricollis. Este puede ser el caso del Pechiazul que he fotografiado en esta última salida. 
¿Creo que se le ve bien el famoso pecho azul, no?. Además los estudios (no me he enterado de mucho la verdad con tanto ADN mitocondrial y citocromo...) dicen que los Pechiazules de aquí, geneticamente están bastante alejados de la subespecie cyanecula.
Y ya para complicarnos la vida más, también hay algunos estudios que dicen que la población española es diferente a la del resto de subespecies conocidas, por lo que estarían catalogados en otra subespecie diferente y propia exclusivamente de aquí...
Pechiazul España
He de decir también que a pesar de estas variables no es un ave nunca abundante, más bien cómo muchas otras aves alpinas es escasa, pero siempre aparece alguno y por lo llamativo de los colores de su plumaje y la tendencia a cantar en perchas le hacen inconfundible ya a larga distancia.
Dar con el Pechiazul en primavera no ha sido sencillo pero tampoco muy dicicil, primero hay que subir arriba hasta su hábitat (sin datos concretos) seguramente allá dónde voy a buscarlo en Asturias ronde por encima de los 1.500 mt. Normalmente puede habitar desde los 800mt en zonas de León a los 2.100mt de Gredos. Una vez llegado allí arriba, que nadie espere encontrar bandadas de ellos de un lado para otro, sino que suele ser un ave bastante territorial y que escoge laderas de montaña pero poco escarpadas y bien orientadas al sur, suelos húmedos y especialmente con piornal/brezal/escobal bastante denso cómo modo de vida.
Una vez llegados aquí en el comienzo de la primavera, la hembra de colores más apagados que el macho, será la encargada tanto de la construcción del nido en la zona seguramente más densa, con forma de cuenco a base de hierbas y musgo, en el que depositará entre abril y junio de 5-6 huevos, como seguramente también llevará las riendas en cuanto a la alimentación.
Allá arriba en estas fechas todo es sonidomovimiento a un ritmo frenético, pues todo el que viva allá sabe que tiene que darse prisa en sus tareas ya que aunque suene raro el frío y posteriormente la nieve no tardarán en volver de nuevo, aunque aún no se haya ido del todo de las cumbres más altas y las zonas más sombrías de las laderas. Al llegar allá me encuentro con un día gris y plomizo y me reciben unos acogedores 8 grados de temperatura nada más poner el pie en el puerto, toca tirar de armario/maletero y ponerse ropa de abrigo. Además para complicar más las cosas comienza a llover, cosa que no parece contentar mucho ni a servidor ni a las propias aves, que en el interior del piornal  y los matorrales formados por brezo se resguardan en silencio, esperando que cese la lluvia.

Poco a poco voy subiendo por la montaña, me entretengo con alguna especie que no entraba en el plan del día esperando mientras que cese la lluvia. He dedicado la mañana prácticamente a llegar hasta allá arriba a paso tortuga perdiendo el tiempo mientras se arregla lo metereologico, pero una vez llegado allí veo que seguramente sea la zona más óptima (o al menos tiene toda la pinta) para ver a esta especie, mientras ha parado de llover y comienzan a aparecer los primeros claros del día, el cielo se convierte poco a poco en azul.
Es curioso cómo tras la lluvía con el primer rayo de sol que aparece en muchas horas, los pájaros comienzan a salir del interior del escobal, acentuado todo ello por la época de reproducción en la que nos encontramos inmersos. Mientras se hace la luz y proporcionalmente el ISO va bajando, no pierdo el tiempo y aprovecho para ir buscando un sitio bueno de observación y de paso quitarme la comida de encima. Del pequeño pero denso escobal empiezan a brotarle sonidos de dentro, y al poco a salir aves de él utilizando las puntas del arbusto como perchas. Salen a escena los abundantes Acentores comunes y Escribanos montesinos, algún que otro Chochín y una bonita y llamativa pareja de Escribano cerillo
No solamente hay que mirar en esa dirección o este lugar concreto, pues por la propia ladera también anda por el suelo la astuta Alondra común.
Y por el aire patrullan las rapaces y carroñeras, siempre es bueno pararse a observarlas detenidamente, pues puede caer alguna sorpresa cómo en este caso un joven Buitre negro, especie poco común aquí en el Norte, pero que de vez en cuando se deja ver algún ejemplar en dispersión. Pena que aún el día no estaba del todo claro, porque el bicharraco este (o la "tabla de planchar" con alas, que es lo primero que se me vino a la cabeza al verlo) bien cerca me pasó..
En una zona de pastoreo como esta, el brezal y el piornal van retrocediendo exponencialmente al número de rumiantes y mecheros que entran en escena, por lo que estas zonas sin poder regenerarse y a su vez mengudas por el fuego, se han convertido en verdaderas  "islas" y oasis en medio de la pradera desnuda en las que toda ave que intente sobrevivir o criar allí debe de recurrir a ellas. 
Por fín tras estas aves aparece un receloso Pechiazul, sin duda el más "gallu" del lugar, el que más se mueve por la parte baja del matorral como si de un ratón se tratase...
Pero en cuento tiene la oportunidad no duda en exponerse sacando pecho en los lugares más altos y destacados. 
Aquí estoy yo...
La cosa se complica y surge el dilema interior cuando más arriba, posado en un árbol seco, a la vez aparece también un bonito y cada vez más escaso Escribano hortelano.
Resulta simpático como en mitad de aquél paraje, en completo silencio, sin viento, y aún sin mucho ganado paciendo por medio, el trino tanto del Pechiazul como del Hortelano hacen eco en la cercana pared de la montaña y pensando el ave que otra semejante le reta, aquél más se esfuerza todavia y se inquieta en conocer a su contricante imaginario. 
Si no saliera al escenario a cantar en todo lo alto, podría pasar por allí cien veces y decir que no habría ningún pajaro en aquél lugar.
Observando los movimientos del ave y tirando alguna foto mala y lejana sorprende la querencia que tiene por utilizar siempre las mismas ramas y puntas para posarse y reclamar, por lo que la estrategia hoy pasa por apostarse cerca de uno de estos posaderos o perchas habituales, confiar en el camuflaje y en la quietud, esperar a que con un poco de suerte más tarde o temprano se pose el pájaro azul en aquella rama escogida.
En algunos intentos la cosa fracasa totalmente por la situación concreta del posadero del ave, en la que me deja muy al descubierto y sin cobertura en la que poder esconderme, el ave es recelosa y además el ruido del obturador no ayuda mucho. Es posarse y al segundo marcharse, por lo que habrá que cambiar de lugar. Muchas de las conductas se me asemejan a las del apreciado y conocido Petirrojo europeo, cierta manera de moverse, las perchas que utiliza para cantar, cómo caza los insectos regresando a la misma percha, la forma de expulsar a otros parientes... 
En cambio el Pechiazul a mi me parece más vivo y nervioso que el "pechonaranja" y ya no digo cuando expulsa a otro Pechiazul que aparece en escena por el mismo escobal, lo cuál no hace sino "encenderlo" más aún, pues se persiguen agresivamente volando de ladera arriba ladera abajo planeando con la  preciosa cola naranja con borde negro, bien abierta y descendiendo a cámara lenta antes de posarse en otro punto.
Con el paso del tiempo el ave se vuelve más confiada y tolera mejor mi presencia, en posición de cuclillas o literalmente echado en el suelo, metido entre sus ramas solamente espero tres cosas en esos momentos: que la lavadora tenga un programa largo, que no me vaya con muchas garrapatas para casa y sobretodo: moverme lo mínimo para no asustar o molestar al ave. Me he dado cuenta de que lo bueno de observar aves alpinas es que muchas veces una vez pasado el "susto" inicial del contacto con el humano, suelen ser aves más confiadas que otras de diferente hábitat, eso sí siempre y cuando no te pases de la raya imaginaria que dibujan y no hagas movimientos bruscos, ruidos etc. e incluso son ellas las que se te acercan a ti, ya sea por curiosidad o porque asocian a los humanos a la comida fácil.
Aprovecho estos espacios de tiempo muertos en el que el ave no aparece más por la percha para estas filosofadas mentales y además para revisar las fotos tomadas con la cámara, borrar y configurar los parámetros de la cámara e ir corrigiendo los defectos que voy observando. Ensayo y error lo llamaban.
No hay disculpa alguna para permanecer allí más tiempo, pienso que vale más regresar otro día (o quizás incluso otro año) pues es un ave que tiene mucho apego a la zona en la que cría (regresando al año siguiente al mismo lugar) que en cambio insistir mucho tiempo en el mismo lugar, pues no somos invisibles y cualquier molestia en esta época (por mínima o ingenua que sea) puede alterar el curso de las cosas.
Me queda solamente deshacer el camino, visitar otras especies montanas que pronto aparecerán por aquí y volver desriñonado y puerco para casa, me espera un largo camino pero regreso contento.
Cómo siempre hago, os dejo un vídeo de propina, no es de muy buena calidad (ruego verlo en calidad HD que pa´eso lo trae la máquina... jajaja) y además esta grabado a pulso, pero por un lado escuchareis perfectamente el repertorio que tiene el bicho, y por otro veréis que tanto las fotografías cómo el vídeos que aparecen aquí se han obtenido con el mayor respeto hacía el animal, pues lo veréis tranquilamente en su percha.
Las fotos han sido tomadas a distancia a 500mm con el teleobjetivo y en su mayoría tienen también un buen recorte antes de subirlas aquí.

 Un saludo y muchas gracias por los comentarios/visitas.

EL ESCRIBANO HORTELANO. (Emberiza hortulana)

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Aunque la casa del pueblo está a menos de un kilómetro en línea recta del Mar Cantábrico y las gaviotas costean por encima de mi tejado, me he considerado fundamentalmente "más de monte que de arena", esto es una contrariedad puesto que mi infancia básicamente ha transcurrido al lado de un bote de Nivea y un bocata lleno de arena en la orilla de cualquier playa llanisca. 
Vivir actualmente en una ciudad costera como Gijón y tener una novia "playera" tampoco me ha ayudado mucho a apaciguar este "instinto montuno", pues siempre que hay que planear una escapada, planificar un domingo libre etc. siempre la primera idea mía es marchar hacía la montaña. 
Que te guste la montaña (o que camines habitualmente por ella) no quiere decir que te convierta en un gran observador de aves alpinas, muchas veces subes y no ves nada y he de reconocer que a día de hoy hay especies que no he podido observar aún allá arriba, o que su observación ha sido lejana y mala (por no hablar ya de intentar fotografíar...). Esto lejos de desanimarme, me sirve para tener la disculpa perfecta para coger la mochila, salir de la ciudad y dirigirme al monte.
Y es que además de tener que "carretar" con el equipo hasta allá arriba, depender de la climatología cambiante y de la época del año en la que nos encontremos, toca muchas veces buscar pequeñas aves que se cobijan en la inmensidad de las praderas, laderas o montañas y además acceder a ellas muchas veces no es tan fácil cómo moverse por otros hábitats. A veces es lo más parecido a buscar una aguja en un pajar.
Continuando con el hilo de la entrada anterior, el principal objetivo fijado de aquél día gris y frío de alta montaña no era sino que el precioso Escribano hortelano, ave estival que solamente encontramos aquí en la primavera/verano y además en unos espacios característicos, además su número tampoco es que sea muy abundante.
Por lo tanto, si queremos observar a este ave no solamente debemos de procurar ir en unas fechas adecuadas en el año, sino que también hay que coger altitud y seguramente subir algún puerto o montaña. Aún haciendo todo esto, no tenemos asegurado su observación puesto que su número o su localización puede varíar de una temporada a otra.

Este año he ido a buscarlo en teoría a zonas idóneas, en su época justa y con observaciones anteriores de otros años en aquel mismo lugar, y en cambio no lo he visto. Por el contrario a pocos kilómetros (o incluso en la ladera de enfrente) es un ave que abunda, aunque ojo: nunca en grandes números.
Al escribano hortelano, al igual que a muchos parientes de la familia (Escribano montesino o el amarillo y precioso E. cerillo) le gusta el "matu":  matorral de escobales, piornal y pequeños árboles que le sirven de perchas, también espinos y arbustos que resisten el paso del tiempo y la mano del hombre o de la cuerna del rumiante.
Laderas bien orientadas, soleadas y con algo de inclinación, todo esta mezcla sea tal vez el lugar adecuado para buscar a este precioso ave. Una vez escogido el posible lugar en el que puede habitar y llegado a él, tocará tirar de prismáticos y con paciencia y suerte (y algún rayo de sol que anime la fiesta...) esperar a que por alguna percha de matorral o árbol, o quizás en una piedra destacable de aquella ladera, aparezca algún simpático y rechoncho hortelano cantor.
Lo bueno de la especie es que es un ave relativamente colorida y de buen porte si lo comparamos con otras especies, y bien parece que no se esconde ni vive oculto cómo otras aves del hábitat alpino. No difiere en exceso del comportamiento de los otros escribanos montanos, por lo que si estamos acostumbrados a observar a éstos, ahora tan sólo nos quedará amoldarnos a un ave de la misma familia, pero más escasa y estival.
Salvo en Sierra Nevada y quizás algún otro punto aislado, la especie habita más bien en la mitad del norte peninsular, esta distribución se debe a la selección de hábitats de montaña en los principales macizos montañosos (Cordillera cantábrica y Montes de León, Sistema Central, Pirineos, Sistema Ibérico o Sierra Nevada).
La población europea y asiatica de esta especie es migradora de largo recorrido, desplazándose a África a invernar (África oriental Sudán, Abisinia, Somalia, Eritrea, Nigeria y Senegal) durante este paso el ave es tristemente famosa por ser cazada para ser comida, sobretodo por nuestros apreciados vecinos franceses, tan gastrónomos ellos...
Escribano
Ave que puede habitar en diferentes ambientes, desde el nivel del mar hasta superar ampliamente los 2.000 mts. en teoría prefiere zonas de media montaña, con espacios abiertos y que tenga algún posadero. También podemos encontrarlo en los bordes de cultivos o huertos de pueblos de media montaña, que debe ser por ello lo de denominarlo  "hortelano", aunque yo eso de verlo por los huertos no lo veo claro hoy en día, tal vez cuando lo bautizaron sería una especie abundante en paso y aprovecharía el recurso de buscar alimento en las huertas de los pueblos.
El E. hortelano no pierde el tempo cuando llega aqui, ya que a finales de mayo ya está manos a la obra con el tema de perpetuar la especie y suele terminar a mediados de julio. El nido lo realiza en el suelo, protegido por las vegetación o incluso entre piedras. 
Cómo en muchas otras especies es la hembra la que básicamente se dedica a estos menesteres (unos 14 días de incubación) aunque en la alimentación de los pollos también participa el macho de manera secundaria. A los 10-14 días los pollos ya abandonan el nido y a la semana de volar ya suelen independizarse. Los juveniles son dificiles de distinguir de otros escribanos hasta que alcanzan el plumaje de adultos allá por el otoño. Si se han dado la suficiente prisa cabe la posibilidad de una segunda puesta.

Una vez localizado solamente quedará observarlo tranquilamente, pues no es ave de grandes vuelos o maniobras, sino que parece tener queherencia a un mismo espacio, sentarse y escuchar su bello trino en la inmensidad (y a veces en el silencio) de la gran montaña. 
Como es costumbre en esta casa os dejo un breve vídeo del bicho. (si lo veís en HD casi que mejor...)
Con este vídeo voy cerrando la entrada de hoy, en definitiva seleccionando las especies que me gustaría observar, esta primavera estoy teniendo buena suerte con las aves alpinas, pero la próxima entrada será un poco diferente.
Gracias por las visitas y los comentarios.
Un saludo!!

LOS HALCONES Y ESPARTA

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Hola amigos/as!!

Los nidos de Halcón peregrino ya han quedando vacíos de nuevo, atrás han quedado semanas de constante actividad y ruido en los acantilados tanto de las montañas como de nuestras costas, ya se han terminado las idas y venidas constantes durante la primavera de los adultos al nido, la hembra echada durante días incubando en silencio, los huevos han dado paso a los pollos emplumados del níveo blanco y éstos a su vez se han convertido ,en tan sólo unas pocas semanas, en unos preciosos y pardos juveniles halcones, siendo constantemente vigilados y alimentados por sus entregados padres.
Normalmente, pese a todo este esfuerzo y dedicación, no todos los huevos de la puesta llegan a eclosionar, de los pollos que logran nacer siempre quedará alguno por el camino (por otro lado algo habitual en aves de presa) y los restantes, pasarán las semanas en el nido peleando por la comida entre sus hermanos y acechados por otros peligros propios de la naturaleza. Finalmente ya emplumados de pardo tendrán que abandonar el nido con un primer vuelo un tanto accidentado, pues evidentemente lanzarse por primera vez desde las alturas desde un acantilado ,y sin antes haber volado nunca, no suele tener un fín nada halagüeño...
Después de esta dura criba y de lograr salir del nido exitosamente, no penseís por verlo volar que el joven halcón ya superado todas las dificultades del mundo y que ahora simplemente le quede por perfeccionar su característico vuelo, aprender a cazar, esquivar peligros etc.  Equivocados estareís, pues al cabo del primer año de vida de la joven veloz rapaz, solamente 3 de cada 10 halcones lograrán sobrevivir a ese primer año, el resto irán desapareciendo por diferentes causas y motivos varios.  
Esta terrible selección natural a la que se ven sometidos hace que ,al igual que en Esparta, solamente los sanos y los más fuertes sobrevivan, el resto: los más débiles, raquíticos (o los que no han tenido fortuna) son descartados uno a uno durante todas estas pruebas a los que se ven sometidos, y finalmente serán arrojados al barranco de "Apóthetas".
Observando estos últimos años estas diferentes etapas de mi especie favorita, comprendo que la vida del Halcón peregrino ciertamente es similar a la de un espartano de la Antigüedad clásica, a pesar de la fama y de las películas, la infancia del niño espartano transcurre feliz para ambos sexos, que viven medio asalvajaos en pelotas haciendo prácticamente lo que les viene en gana, al igual que las primeras semanas de vida de los pollos de halcón. Básicamente transcurren comiendo rica y fresca carne de paloma sin moverse del sitio, cagar y dormir acurrucado entre el plumón suave y caliente de tus hermanos (o bajo el protector ala de tus padres) todo ello bajo el resguardo de la seguridad del nido y siempre bajo la atenta mirada vigilante de uno de los adultos de la pareja.
Los padres de unos y otros ciertamente no se prodigan en cariños y mimos, pues son conscientes de que pronto ellos mismos serán los encargados de echarlos primero de casa y de seguido de su territorio, tras unas semanas de aprendizaje junto a ellos. Además tampoco conviene que el paladar de niño y halcón se vuelvan "delicado" y el estómago grande, dándoles de comer "lo que hubiera" en ese momento y siempre en la cantidad justa, cuando la palabra justa en este sentido no quiere decir adecuada, sino escasa.
Los jóvenes halcones a las semanas de aprender a volar y los espartanos a los siete años de edad son repentinamente separados de su compañeros de infancia, se entregarán a la naturaleza y al Estado respectivamente, e iniciarán un solitario y duro camino de aprendizaje basado en la pelea entre sus semejantes cómo forma de entrenamiento, el hambre cómo mejor acicate para el aprendizaje y finalmente la guerra o la caza como simple supervivencia diaria.
Una vez perdido el blanco plumón y ya con el plumaje pardo deberán de esmerarse diariamente en cuidar cada una de sus plumas, pues gracias a ellas podrán volar más rápido que ninguna otra especie y por tanto podrán alimentarse. Al joven espartano solamente cumplidos los doce años se le daba su primer "himatión", una especie de manto de una sola pieza que deberá de cuidar como el peregrino sus plumas, pues será su única protección frente a la adversa climatología.
Me gusta ver a los halcones cerca del nido pero ya fuera de él, cuando aún no han sido expulsados del territorio, "engarrándose" entre ellos en el aire cuando ya ni tan siquiera las astutas gaviotas (o incluso otras rapaces) los soportan en su juegos, persecuciones y entrenamientos. No debe de ser muy de buen gusto sentirte perseguido por uno de éstos, por muy jóven o por mucho que se esté entrenando en perseguir cualquier objeto móvil en el aire.
Los jóvenes espartanos se entretenían durante su juventud básicamente robando y quitándose comida para comer, si bien cuando eran pillados eran castigados no por el robo en sí, sino por ser torpemente descubiertos en ellos, podían también pasar las horas matando leones a cuchillo como mero entretenimiento, o al menos hacer lo propio con un "ilota" (esclavo espartano muy  fuerte y habilidoso en la guerra) esto simplemente para poder ser aceptado como adulto en la sociedad. En cierta manera dentro de esta eugenesia, matar es básico o bien el halcón para comer, o bien el lacedonio para poder sobrevivir y ser aceptado entre tus iguales.
Puede ser que fruto del hambre a la que someten los padres intencionadamente a los jóvenes antes de abandonar el nido, los pollos ya emplumados inician su primer vuelo desde el nido en la búsqueda de alimento, a veces es un modesto salto seguido de un planeo, a veces estos primeros vuelos son torpes, pues domar al viento no debe de ser fácil.
Peregrinos y espartanos se basaban por tanto primeramente en una cruel selección natural, seguida esta criba de una juventud basada en la disciplina, el hambre y el entrenamiento físico entre sus iguales, pues finallmente en la edad adulta, los ejemplares que queden de unos y otros serán los más temidos por el resto de aves y humanos y matar será su pan de cada día (nunca mejor dicho...). 
Desde luego la vida de un ave no es envidiable, pero hasta los cansinos y ruidosos volantones de Carbonero persiguen a sus padres piando y persiguiéndoles incesantemente desde que sale el sol hasta que se pone durante semanas hasta que consiguen la comida fácil de pico a pico. Otras aves también siguen cebando constantemente a los pollos que ya crecidos han abandonado el nido, e incluso cuando su tamaño es muy superior al de sus padres... Pero por el contrario el halcón se limita a ir regulando la comida y ésta cada vez llega al nido más escasa y menos continua,  incentivando con ello el aprendizaje del joven, alejándole el trozo de carne y que se moleste en ir a buscarlo cada vez más lejos del nido. "El hambre agudiza el ingenio". 
Puede parecernos bajo nuestro prisma protector del siglo XXI una táctica un tanto cruel, a nadie se le ocurriría dejar por ejemplo la comida al final del pasillo y que nuestro bebé fuera gateando a buscarla para poder alimentarse, pero lejos de nuestras reglas y bajo la mirada del animal que simplemente sobrevive en un medio hostil, seguro que ese niño cuando creciera sería mucho más espabila do, autosuficiente y más fuerte que sus semejantes.
No penséis que los halcones son malos progenitores, todo lo contrario, si la comida abunda en el territorio por inanición pocos morirán, pero el peregrino sabe que si regula el alimento, sus descendientes aprenderán primero a espabilar y moverse tras estos despojos, agudizar los sentidos, ejercitarse, y finalmente a sobrevivir cómo el joven espartano, la comida sabrá mejor si es lograda a la fuerza entre sus propios hermanos. 
El halcón sabe que dejando a sus jóvenes descendientes a merced de los peligros proporcionados por gaviotas, urracas y otros vecinos molestos, adquirirán la agresividad y el verdadero carácter de ave de presa, todo ello observado desde la tranquilidad y la confianza de saber que muy pronto serán ellas las víctimas de los ahora jóvenes indefensos que chillan lastimeramente mientras los hostigan. Todo ellos bastante similar a las peleas y los apaleamientos diarios a los que eran sometidos los jóvenes espartanos.
Por desgracia la vida de las aves debe de ir un poco más deprisa que la de estos jóvenes, pero a ambos les esperan largas temporadas en solitario, permaneciendo ocultos inmóviles en los posaderos del cantil pétreo, confiados en su quietud y su camuflaje, hasta que el hambre los vuelve activos, y claro está que entre sus quehaceres diarios está la de al menos matar a otras mismas aves para poder sobrevivir.
Al igual que las elegias de Tirteo que entonaban a voz viva por los espartanos antes de ir a la guerra, intimidando así a sus rivales (olvidaros del televisivo ¡¡auuu auuu auuuu!!) los halcones suelen permanecer posados en silencio durante horas hasta que cualquier peligro o un posible rival en su territorio les hace chillar de esa manera característica que seguramente produzca escalofríos entre el resto de aves, anunciando en el acantilado y con eco que el ave de presa más completa y mejor dotada para dar muerte está allí cerca, activa y despierta (y seguramente con hambre..).
Sea la fecha que sea, a cada poco tiempo paso a observar a los halcones de las zonas cercanas en las que vivo. Sea cual sea el plan ,o cuando simplemente no hay plan, muchas veces siempre termino allá observándolos, sin intención ninguna de ver algo en concreto o con las manos en el bolso sin intentar fotografiarlos. No será la especie más fotografíada por mí, pero desde luego que echando cuentas puede que sea la que más horas he invertido en observar.
Este año la pareja tradicional de Gijón ha decidido felizmente volver a anidar en un lugar visible que por algún motivo habían abandonado el año anterior, con el resultado de que han criado a tres hermosos pollos, pero por causas que desconozco en el último momento y cuando ya estaban todos bien emplumados, han volado solamente dos de ellos.
 Seguramente la puesta haya sido de cuatro huevos, de los cuales han eclosionado tres huevos, de los cuáles solamente han volado dos... Cómo veís la selección natural"espartana" se cumple y seguramente uno o ninguno de ellos logre pasar el primer y crucial año de vida.
Este año sorprende por un lado el buen tamaño de los "pajarracos" y lo rápido que han crecido, admiro también su destreza ya adquirida en el difícil arte de volar entre las siempre dificiles y cambiantes corrientes de aire marinas, y más cuando tan sólo unas semanas atrás estaban aún con restos de plumón suplicando comida en el nido o saltando torpemente en el mismo posadero. 
 Por último estos "jóvenes espartanos" destacan sobremanera por su gran agresividad con todo bicho que vuele a su alrededor. Mientras adquieren los hábitos que les harán sobrevivir en su difícil independencia, no dejan tranquila a ninguna de las gaviotas que anidan por los alrededores, y cuando ya ni siquiera las agresivas y astutas gaviotas pueden con ellos, se dedican a perseguirse entre ellos...
En segundo lugar, la sorpresa este año es que además este año felizmente se puede afirmar que la pareja que intentó el año pasado criar en un edificio en plena ciudad, este año finalmente lo han logrado, pese al fracaso del año anterior. 
Ciertamente todo era cautela y hasta cierto pesimismo cuando este año en fechas tempranas la pareja "urbanita" de halcones volvía a repetir el mismo comportamiento que el año pasado, mostrando claros indicios de que lo volverían a intentar este año y además en el mismo lugar. El problema de que quizás era una pareja inexperta que ya había fracasado en su primer intento, se le añadía el hecho de que el lugar elegido para anidar era la accesible jardinera de un edificio, con los riesgos humanoides que ello supone...
Para la pareja inexperta de halcones seguramente no habría lugar mejor que ese "acantilado" vertical de ladrillo con extraños habitantes dentro, agujeros acristalados y ruidos desconocidos, pero lo cierto es que yo temblaba cuando aparecía algún humano por las ventanas y terrazas aledañas, especialmente cuando más ruidosos se mostraban los bichos (ajenos lógicamente a todos estos peligros) y llamaban con ello la atención hasta del más ignorante en pájaros que paseara abajo por la acera en esos momentos. 
Por suerte (o casualidad) la gente que conocía este nido actuó sin levantar muchas sospechas (salvo excepciones...) y nadie los echó o los molestó de aquella jardinera, nadie usurpó los huevos o pollos, nadie tiró este años cohetes y petardos celebrando éxitos deportivos en el bar de abajo del nido y felizmente el amigo Santiago un día (cuando he de reconocer que yo ya tiraba la toalla) nos enseñó por el telescopio a lo lejos un hermoso y blanco pollo asomando la cabeza por aquella jardinera para ser convenientemente cebado. Aquí abajo deambolando por la cornisa os lo presento en sociedad:
Sólo un pollo (y ciertamamente el más apijotado que he visto en mi vida) pero ciertamente el bicho consiguió salir adelante y ser cebado por sus progenitores hasta que un día Pablo, el gran Albalá logró inmortalizar su primer vuelo.
un-dia-decisivo
Esto tiene su importancia pues puede ser el primer halcón peregrino nacido en la ciudad o al menos que se tenga constancia y se documente, y esperemos que visto lo ocurrido estos últimos dos años, se repita a cada nuevo año.
Finalmente otro amigo, Iván, gran conocedor y orgulloso del concejo en el que nació y en el que vive descubre esta primavera otro territorio de peregrino que al menos a mi me había pasado totalmente inadvertido en el concejo. No solamente observa a otra pareja  de halcones diferente a la tradicional, sino que además en el momento de la observación le acompañan dos hermosos y jóvenes halcones:
Blog Iván
Por lo que la temporada "halconil peregrinil" en Gijón puede finalizar con un mínimo de tres parejasseguras y cinco pollos que han logrado volar, lo cuál no está nada mal si hablamos solamente del entorno de la ciudad (y no del amplio concejo) por lo que las expectativas pueden ser aún mayores en otras zonas menos visitadas del concejo.  
En otros lugares y épocas del año han quedado observaciones puntuales de halcones en Gijón este año, hasta por encima de mi tejado de cuando en cuando dan pasadas a las palomas del tejado de enfrente, o escuchas a los cernícalos residentes chillar y echar al intruso peregrino una vez que lo localizan en su territorio urbano. 
 Estas observaciones yo no las puedo adjudicar a algún mienbro de las parejas conocidas (por otro lado están bastante lejos de mi casa) ya que se pueden tratar o bien de aves solitarias sin pareja, ejemplares en paso/divagantes/invernantes, o quizás algún ejemplar de una pareja diferente a las ya conocidas.
Bueno amig@s del blog, espero que os haya gustado la entrada de hoy, gracias por los comentarios y visitas; espero que me perdoneís lo que estoy tardando en actualizar el blog pero entre el trabajo y las salidas cuando tengo tiempo libre, me impiden actualizar el chisme este todo lo que yo quisiera.

ÉPOCA DE MIGRACIÓN

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Hola amigos y amigas!!

Tras mi retiro estival retomo firmemente las riendas del blog el cual últimamente reconozco que está especialmente abandonado y ha caido en el hastío de vuestras "listas negras" de "blogs sin actualizar". La época en la que nos encontramos tampoco ayuda demasiado a cambiar esta situación, pues los que tenemos el privilegio de vivir cerca de la costa, aprovechamos estas semanas para salir de casa y asistir a un espectaculo solamente al alcance de los que detenemos nuestras vidas y rutinas para poder observar detenidamente el curso imparable de la naturaleza.
El mes de septiembre es el mes en el que muchas aves que ,antes incluso de que la primavera llegara aquí, ya se habían ido al Norte a perpetuar la especie (o al menos intentarlo); finalizada la estación de reproducción allá arriba ahora se dejan ver de una forma más notoria por nuestras tierras en su camino de regreso al Sur para prepararse para el invierno lo mejor posible.
Quizás muchas de ellas no lo lograrán bien por causas naturales, pues para estas aves pequeñas (en las que su peso se mide muchas veces en gramos) recorrer miles de kilómetros supone un esfuerzo y una pruebas que no lograrán superar; además se le suman enemigos naturales que están a la espera de estos momentos de debilidad, enfermedad, quizás una mala climatologia durante su viaje.. Finalmente nos encontramos con la acción del hombre y su modo de vida destructivo o su escopeta al hombro, mermando las diferentes especies de aves que ya de por sí debilitadas tienen la mala idea de posarse a descansar aquí. Por todo ello para muchas de estas aves será su primer y a la vez su último viaje. pues se verán sometidas a los dictados de la suerte y por ende: de la selección natural.
Pero no os vengaís abajo ahora, porque millones de ellas sí que superarán (una vez más) satisfactoriamente este largo viaje de miles de kilómetros. Solamente unas pocas (que hasta se podrán cuantificar en censos) por diversos motivos imprevisibles, hacen una escala en nuestras costas y se detienen por un tiempo limitado. Será por poco tiempo, lo justo para descansar, esperar un tiempo favorable o simplemente recuperar fuerzas, alimentarse y proseguir su viaje hacia el sur.
A veces unos años el paso postnupcial es más entretenido para los observadores, otras veces pasa y no nos damos cuenta, o quizás es inapreciable al ojo humano; todo parece condicionado a la situación metereologica del momento y evidentemente del tiempo que uno disponga para ir a los lugares más apropiados en dónde las aves tradicionalmente paran a descansar. Todo ello sumado a la suerte o al estar en el lugar preciso en el momento oportuno..
Blog Jorge Valella
Cuaderno del Migue
Después de los meses anodinos del verano en los que julio y agosto parecen meses de transición en las aves, de finalizar la época de reproducción, de aprendizaje e independencia para las jóvenes aves nacidas semanas atrás, ahora llega el turno a salir de casa con la emoción de no saber lo que te vas a encontrar fuera, pero lo que es seguro es que en el mismo sitio que has visitado días atrás, algo nuevo y diferente vas a encontrar, pues las aves están en estos momentos en continuo movimiento.
Muchos aprovechamos estos momentos para intentar observar aves raras o escasas que de otra manera sería imposible observar en nuestras tierras el resto del año, aves de especies que igual hace años que no se han observado en la Península, y por casualidad aparecen en un punto indeterminado y quizás solamente por un corto tiempo.
Correlimos Acuminado
Otros se dedican a fotografiar los confiados limícolas en nuestras costas como por ejemplo: "Pablo, el señor del pedreru":
Fotografia de Asturias
O incluso otros a salir en barco en su búsqueda para poder observar en vivo esta migración de especies, aves que incluso en estos momentos ni se aproximan a nuestras costas.
Salida en barco
Yo básicamente me he dedicado a un poco de todo, primeramente a contemplar la migración desde mi propia casa en Llanes, observando cómo las fincas y los prados se iban llenando de pequeños pájaros que, bien por número de ejemplares o por tipo de especie no habitual, no se dejan ver así en otras épocas del año por allí.
Es el momento de lospequeños "pajarillos", que destacan sobremanera de los que residen todo el año aquí: Mosquiteros musicales, Tarabillas norteñas, Papamoscas cerrojillos o grises, Collalbas, Pechiazules, Torcecuellos, Currucas zarceras... etc.
A veces no es necesario irse muy lejos y simplemente sentado en la propia finca de casa te das cuenta de que la tranquila "rutina aviar" del año se ve interrumpida estos días por un movimiento de aves continuo, bien por abajo o bien por arriba...
En líneas generales, para mí ha sido buen momento para ver a estos pajarracos en diferentes zonas:
Aprovechando la estancia en el oriente astur, es también momento para escaparse desde mi "campamento base"del pueblo a otras zonas propicias para la migración de aves, rasas costeras cómo la zona de la Talá (Llanes) o rías en este caso cómo la cercana de Niembru (Llanes) o la Ría de Tinamayor (Ribadedeva) o también las más lejanas y magnificas Marismas de Santoña, Victoria y Joyel (Cantabria) , parando en mis idas y venidas en la tradicional Ría de Villaviciosa.
Es impresionante acercarte a la costa y ver en directo cómo muchas de estas pequeñas aves llegan literalmente agotadas a la costa, provenientes del inmenso mar. Muchas de estas aves recién llegadas compartirán territorio, posadero y alimento durante un tiempo determinado con las poblaciones locales, que además de verse incrementadas por los juveniles que han sobrevivido hasta el momento, tendrán que observar cómo por otro lado van llegando la otra horda de aves, la de las invernantes, dispuestas también a ocupar sus espacios y su alimento.
Hasta el momento había tenido la oportunidad de ver cómo pequeños "pajarillos" llegaban de la mar tocando tierra agotados, pues bien este año he tenido la gran inmensa fortuna de ver cómo de la mar de Llanes entraba directa hacía mi una Lechuza campestre (Asio flammeus). Venía con fuerzas, pues aún me pasó por encima a buena altura:
Impresionante el vuelo y la envergadura que tien y lo "sobrada" que venía. Así la dejé, con la Sierra del Cuera de telón de fondo. Fotografia no muy buena técnicamente, pero que especialmente me gusta por la historia de fondo y por lo dificil que es ver un bicho de estos por aquí.
Pero si hablamos de la migración de aves, sin duda nos vendrá a la mente el paso del Alcatraz atlántico (Morus bassanus) por nuestras costas. Ya le he dedicado en concreto una entrada en este blog anteriormente:
El paso de los Alcatraces
Unas fotos en plan "remember":
Por otro lado nos recordaremos también del paso de aves limícolas, por lo que no nos quedará otra que estar atento y acercarse al "pedreru", en él durante estas fechas seguro que nos encontraremos a los limícolas descansando o alimentándose de manera resguardada y segura.
Vivir en Gijón es un privilegio en este sentido, pues aprovecho el tiempo de la comida en el trabajo o lo que me resta de tarde para acercarme a los lugares más habituales para detectar la presencia de estas aves en la ciudad. Hay que aprovechar las horas de luz (que ya van menguando...) para intentar fotografiar a los limicolas más comunes o habituales (pero no por ello menos bellos), pues siempre hay entre ellos un plumaje una composición en la foto o una postura pendiente de retratar.
Aprovechando la coyuntura y ya metidos en faena, tocará revisar los bichos uno a uno en busca de ese ave desconocida, menos habitual y que a veces se diferencia de otra especie similar por alguna pequeña singularidad morfologica, en su plumaje etc. También hay que reconocer que hay que estar atento a los foros y redes sociales para ver dónde "salta la liebre" y acudir así a los sitios a "tiro fijo" con la idea de que puedes encontrarte "x" especie que te interesa sobremanera observar gracias a la colaboración y divulgación desinteresada de otras personas.
Este año además sí que he podido observar algunas aves limícolas que personalmente no había tenido la oportunidad o de verlas de cerca o tantos días seguidos. He tenído la fortuna de observar especialmente "bien" tanto al Correlimos gordo, el Correlimos Zarapitín, al Combatiente o el singular y bello Correlimos menudo. Todo ello gracias a buenos amigos, dispuestos a compartir sus observaciones.
Estas aves ya estaban observadas y fotografiadas anterioremente por un servidor, pero tenía ganas de tener unas buenas observaciones y fotos especialmente de estas tres últimos limícolas y que además se han podido (y actualmente se pueden) ver en diferentes lugares de la región.
Normalmente a la hora de fotografiar los limícolas suelo ser bastante conservador (o "cagón", según se mire), bien es verdad que tener un objetivo que aunque sea una castaña me permite llegar a los 500mm, lo que me facilita mucho las cosas a la hora de aproximarse a este tipo de aves, pues me ahorra unos pasos hacía adelante. 
En unos meses cumpliré 10 años de mi primera cámara réflex, en todo este tiempo también he aprendido de los demás y de la propia experiencia adquirida en el tiempo para saber qué especies son más asustadizas y que por tanto no conviene acercarse mucho a riesgo de que salgan volando, y cuáles por contra son ellas las que se acercan tanto a tí que no te queda ni distancia de enfoque para poder fotografiarlas y tienes que recular.
También he depurado un poco la técnica de aproximación, de no ir de frente con tanta alegría y de trazar esa línea imaginaria que el ave ha interpuesto entre nosotros y que no debes dar un paso más y traspasar, bajo riesgo de hacer volar a un ave que acaba de llegar seguramente exhausta de un largo viaje, y a la que le queda otro tanto para llegar a su destino final.
Personalmente siempre que haya posibilidad de ello, cuando quiero fotografiar "bien" prefiero ir a la playa antes que al pedrero. En la playa observo que normalmente las aves están mucho más relajadas que en el "pedreru" gijonés (salvo por los pesados de los perros...) aquí observas a los limícolas agrupados con otros de su misma especie, o asociados a otras especies diferentes, todo ello en un marco más accesible y amplío y menos urbano, lo cuál me proporciona una imagen totalmente diferente. Esto es una apreciación personal.
Con un poco de paciencia, buena luz, suerte y llamar "hijodemilpadres" a cualquier sujeto de tara mental subvencionada que piensa que su perro es su hijo y que por tanto tienes que comprenderlo y joderte, puedes lograr alguna foto decente sin tener que molestar al ave en cuestión (por mínima que sea o sin mala intención) o quizás siendo justos y sinceros con los más puristas: interfiriendo lo mínimo posible.
También hay que contar con otro de los factores "limicoleros" que es el estado de la marea, dado que generalmente este tipo de aves especializadas en alimentarse entre los limos se dedican plenamente a ello en especialmente durante la bajamar, dedicándose durante la pleamar a buscar un sitio seguro lejos de las olas y descansando hasta que la marea baje de nuevo.
Además muchas de nuestras playas tienen algo que casi toda ave necesita en algún momento determinado del día: agua dulce. Agua dulce en forma de río o arroyo, bien para limpiar un plumaje que tiene que estar en un estado óptimo para continuar su viaje, o bien para saciar la sed; por lo que quedarse cerca de estos puntos de agua dulce en una playa, es sinónimo de que por allí más tarde o temprano han de pasar las aves.
La temporada estival ha terminado, las playas por fortuna se vuelven a vaciar de humanos, ya no huele a crema solar y por tanto te encuentras en un ambiente relajado y distendido, eso lo notas tú y también las aves.
No solamente se trata de fotografiar por cojones (con perdón), sino que también es buen momento para averiguar la procedencia de muchas aves que se han detenido aquí, porque ¿quién no se ha preguntado alguna vez de dónde vendrá o adonde irá el ave que estás observando en esos instantes?, pues a no ser que el pájaro te lo cuente en persona, no quedará otra que remitirse a las anillas que portan algunas de estas aves para hacernos una idea del lugar del que proceden, a veces incluso con solamente unos meses de vida. Además podremos averiguar su edad, incluso adonde se dirigen, el tiempo que han tardado en recorrer miles de kilómetros o incluso una posible ruta trazada etc.
Cómo veís es una época interesante para apagar el ordenador o la televisión y salir de casa, aprovechando los recursos gratuitos que nos ofrece la naturaleza cómo por ejemplo el paso de aves, la berrea del venado etc.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, gracias por los comentarios y las visitas.
Un saludo!!

EL QUEBRANTAHUESOS (Gypaetus barbatus).

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Hola amigos/as!!
Hoy vamos a hablar de una de las especies más emblemáticas de nuestra fauna peninsular, de un ave en peligro de extinción cuya población ha sido mermada de tal manera que por ejemplo en Asturias (año 1956) o en toda la Cornisa Cantábrica desapareció como nidificante hace ya unas cuántas décadas y que se vió reducida a la mínima expresión, de tal manera que solamente logró sobrevivir una pequeña población salvaje en los Pirineos. No en vano en 1975 solamente quedaban allí apenas 30 parejas más un ejemplar solitario en la Sierra de Cazorla (desaparecido ya en 1986). 
La Península Ibérica alberga el 90% de la población europea de Buitre leonado, negro, Alimoche y el 63% de los Quebrantahuesos, hoy precisamente vamos a hablar de éste último: así que hoy toca hablar del "buitre-águila-barbuda" o lo que es lo mismo: del Quebrantahuesos. Y para ello nada mejor que ver un mapa para explicar todo lo dicho:
Quizás haya otras aves en la Península cómo la Focha moruna, el Alcaudón chico o la Cerceta pardilla etc. que estén hoy en día en condiciones peores que las del Quebrantahuesos y además sus poblaciones peninsulares se hayan visto aún más mermadas que el ave protagonista de hoy,  pero sin embargo para el público general nos pasan más desapercibidas, ni que decir ya del caso de la Pardela Balear, la única Catalogada actualmente cómo en Peligro críticoPero el Quebrantahuesos ,al igual que por ejemplo el Aguila imperial o el Urogallo, gozan de un status popular, de ave totémica, incluida su aparición en programas de televisión míticos como "El hombre y la tierra" y con multitud de estudios y trabajos por los grandes gurús de la plumaY es que en apariencia lejos han quedado ya los tiempos en los que a nuestra especie de hoy se la perseguía abiertamente (Juntas de Exterminio..), se la envenenaba impunemente o simplemente se la tiroteaba hasta su completa desaparición por coleccionismo, ignorancia o pasatiempo.
Hasta finales del siglo XIX el Quebrantahuesos era un ave incluso sorprendentemente común (dentro de lo que se le supone a un ave rapaz y de su hábitat especializado...) pero por todo lo dicho anteriormente, además de otros factores negativos (molestias, expolio de nidos, caza indirecta etc.) primero se extingue en los años sesenta aquí en el Norte, y en 1983 se documenta por última vez su reproducción en Andalucia, finalmente en 1986 deja de observarse al único ejemplar que quedaba en su último bastión andaluz: Cazorla, quedando por tanto el último reducto de población ibérica en los ya citados Pirineos.
Orgullosos en la prensa
Si hablamos del caso andaluz...
La Junta de Andalucia dos años después (1988) de la extinción (1986) del último ejemplar inician los estudios para ver la viabilidad de un futuro proyecto de reintrodución, pero no es hasta 1991 cuando afirman que en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (214.000 Ha.) podría albergar hasta 15 parejas reproductoras de Quebrantahuesos; asi que por ejemplo en 1996 arranca el programa de reintroducción con la creación del centro de cría de "Guadalentín". 
En el año 2.000 se autorizan las sueltas de ejemplares en Andalucia, siempre que hubiera unos niveles mínimos de mortalidad post-suelta; un año después se estudian ocho espacios naturales y su viabilidad futura y finalmente casi veinte años después , concretamente el 13 de mayo de 2.006 el Quebrantahuesos vuelve a volar en Andalucia (Cazorla, Segura, Las Villas y la Sierra de Castril, en Granada) soltándose los tres primeros ejemplares.
Después de todos estos años se han liberado un total de 31 aves, de las cuáles creo que sobreviven 21 ejemplares. Las causas de la muerte de estos diez ejemplares (incluido un ejemplar desaparecido y que no sabe nada de él desde el año 2008) va desde el envenamiento (4 ejemplares) o el plumbismo (intoxicación por plomo) o finalmente no saber realmente la causa de la muerte.  
Para poder liberar este número de ejemplares se parte de un gran proyecto a nivel europeo en el que colaboran unos 30 zoológicos, centros de cría especializados, Parques Nacionales y todo aquél que tenga una pareja de Quebrantahuesos en casa y les de por criar etc. De tal modo que los Quebrantas liberados en Andalucia son aves criadas en lugares tan variopintos cómo: Berlín o Nurenberg (Alemania), el Centro de Bargy (Francia), Ostrava y Lieberec (República Checa), Schombrunn (Austria) o el centro de Cría de Valcallent (Lérida) por poner algunos ejemplos. Aunque el 85% de las localizaciones de los Quebrantahuesos liberados se sitúan en el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas y sobre todo en los lugares donde existen nidos históricos, el 15 % restante, han llegado a hacer vuelos de más de 150 kilómetros del punto de suelta, habiendo visitado las provincias limítrofes a Jaén: Granada, Almería, Murcia, Albacete y Ciudad Real.
Pese a estos aparentes éxitos, siempre hay que guardar cautela y más con una especie tan singular, en un estado crítico y especialmente en un país como el español... por lo que cualquier éxito inmediato se puede ver ensombrecido por un fracaso posterior, por ejemplo:
Furtivo Andalucia tiros
Dicho lo cual (y sin más conocimiento o información que la aportada en estas líneas) parece que el proyecto de recuperación en Andalucia se puede decir que va por el momento (y entrecomillas) "por buen camino", dicho con boca pequeña pero es innegable que cuenta con una base sólida de estudio durante décadas atrás, y por tanto con unas buenas perspectivas en el futuro.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/07/21/andalucia/1342882298_724796.html
El Mundo
Si quereís más información sobre el tema "andaluz":
LIFE Andalucia
Otros acuerdos estatales

El caso de la Cordillera Cantábrica....
El caso de la Cordillera cantábrica y las comunidades autónomas que integran la reintroducción del Quebrantahuesos (Asturias, Cantabria y Castilla y León) tiene algunas similitudes y algunas diferencias respecto al ejemplo sureño de Andalucía. Dentro de esas similitudes está la firma de diferentes convenios entre diferentes entes (Gobiernos locales, Ministerio de Medio Ambiente, ONG´s etc.) o lo que es lo mismo: el trabajo de "corbata y despacho" que aunque siempre se mira con malos ojos es en definitiva (nos guste o no) quién realmente pone los medios, toma las decisiones y administra la pasta.... porque desde luego hay mucha pasta en juego, en concreto un "milloncejo" y pico de euros aportados.
Hacia el año 2.002 la Fundación para la Recuperación del Quebrantahuesos inicia los trámites para conseguir la aprobación de un proyecto LIFE europeo en colaboración con diferentes gobiernos (Asturias, Aragón, Cantabria, Castilla y León) y el estado central (Ministerio de Medio Ambiente) con la misión de recuperar la especie partiendo de la parte oriental del Parque Nacional de Picos de EuropaSi bien el Quebrantahuesos aquí desapareció como nidificante hace ya tiempo (año 1956), no es tampoco muy raro su presencia esporádica por la Cordillera de ejemplares solitarios (mayoritariamente juveniles) en dispersión de sus lugares de origen, pero siempre de paso por la zona y nunca fijando su "residencia" aquí.
Por eso quizás una de las primeras medidas fue la fijación de señuelos de resina que imitan a las aves en los lugares tradicionales de observación o que son óptimos, además de la instalación de comederos con la intención de llamar así la atención de estos ejemplares "viajeros" para intentar "fijarlos"y que se quedaran aquí. Los resultados de los estudios confirmaban una alta probabilidad de ocupación en los Picos de Europa, y dadas las características de orografía, alimento etc. de poder albergar entre 5 y 8 parejas de Quebrantahuesos. Por cierto, gracias a las nuevas tecnologías, se ha equipado con GPS a las aves liberadas, por lo que ahora sabemos mucho más de los movimientos exactos que realiza el "águila naranja que tira huesos".
Margalida, A., Carrete, M., Hegglin, D., Serrano, D., Arenas, R. y Donázar, J. A. 2013. Uneven large-scale movement patterns in wil and reintroduced pre-adult bearded vultures: conservation implications. PLoS ONE 8(6): e65857. doi:10.1371/journal.pone.0065857
Quizás con el primer mapa no os hayáis enterado de mucho, os comento a grandes rasgos  lo que yo he sacado en claro. En este estudio se analiza en concreto los movimientos que realizaron los ejemplares de tres poblaciones diferentes de Quebrantahuesos: en los Alpes (reintroducidos), Pirineos (población natural) y Sierra de Cazorla-Segura (reintroducidos).
La primera población (color verde en el mapa) vemos que se dispersa por la Cordillera de los Alpes , realiza movimientos esporádicos hacia el Norte de Italia (los Apeninos) y hacia las norteñas llanuras de Centroeuropa. En segundo lugar (y en rojo) vemos como la población de los Pirineos básicamente no se mueve de su lugares de origen, curiosamente son aves que su movilidad se restringe a la zona en la que nacen.
Por último, la población andaluza (en color azul) es con diferencia la que más se desplaza, con desplazaminetos hacia todo macizo montañoso que haya en la Península Ibérica, tanto hacia el Sur (Sistemas Béticos, Sierra Morena y sistema Central) como hacía el más lejano Norte (Picos de Europa, Sistema Ibérico Norte o Pirineos, especialmente en la parte occidental de los mismos).
Esto quiere decir que puede que no sea del todo cierta la idea general de que los ejemplares divagantes que vemos por aquí en el norte corresponden a ejemplares procedentes de los Pirineos, sino que en realidad lo que observamos son individuos pertenecientes más bien a la población andaluzaTodo esto es relativo, pero no deja de resultar curioso este hecho.
Cómo decía arriba, en la Cordillera Cantábrica todo comienza allá por el año 2.002, pero a partir de aquí nos pilla la crisis económica y queda todo paralizado y no es hasta seis años depués (año 2.008) cuando realmente se retoma el proyecto lleva a cabo la parte más vistosa del programa, la suelta de ejemplares.
Retraso Reintroducción Quebrantas Cordillera
Por ejemplo en el año 2.013 no hubo liberación de nuevos ejemplares:
No suelta este año
Así que superados estos "problemillas de perras", en junio del 2.010 llegaron Leoncia y Deva, las protagonistas aquí de este intento de revertir la Historia, aunque bien es verdad que a la primera de ellas poco le duraron los aires de libertad... puesto que apareció al poco tiempo muerta, sin que haya encontrado los motivos.
Posteriormente a Leoncia y Deva le sucedieron Atilano (macho) en el año 2012 y este mismo año llegaron (el 24 de junio 2014) tres ejemplares más: Chloe (macho), Güeña (hembra) y Biziele (macho).  A diferencia del programa andaluz, los ejemplares liberados aquí proceden exclusivamente de Aragón mediante un acuerdo de cesión/colaboración entre las Comunidades implicadas y la donante. Si bien una de las críticas más duras que ha recibido este proyecto es que los pollos proceden de huevos que han sido retirados de nidos naturales, es decir no proceden de zoológicos o de centros especializados que cuenten con alguna pareja reproductora en cautividad. El criterio que se ha seguido para ello es el de retirar las puestas de parejas que presentan altos índices de fracaso y que seguramente no llegarían a buen puerto de forma natural. Además los Quebrantahuesos ponen dos huevos, pero nacido el primer pollo de la puesta, al segundo en nacer posteriormente le quedan las horas contadas... Por lo que se procede a retirar ese segundo huevo/pollo y criarlos/incubarlos en La Alfranca (Zaragoza). Estos tres pollos permanecieron allí desde el 22 de abril hasta el 23 de junio.
Todo esto es discutible y personalmente entiendo las dos posturas enfrentadas, la que por un lado está a favor de esta retirada y así tener la posibilidad de sacar adelante pollos que de otra manera lo tendrían complicado por diferentes problemas, y por otro lado entiendo a los que dicen que esto es interferir en la naturaleza, que la población de los Pirineos (unas 130 parejas) tampoco es que vaya sobrada como para andar retirando huevos de nidos y las molestias que ello lleva consigo.
Para la reintroducción se utilizó la técnica del "hacking", es decir procurando el mínimo contacto humano, que no se interfiera de manera alguna con el joven pollo de quebrantahuesos y que éste piense que realmente se está criando en libertad.
En una zona estudiada previamente se establecieron unos jaulones en los que los jóvenes quebrantahuesos interactuan con otras especies del medio (cuervos, buitres etc.) y observaban continuamente el territorio. Todo ello con el mínimo contacto humano.
En el interior de las jaulas se reproduce con detalle el ambiente de una cueva, con lana de oveja, huesos de animales etc. Para alimentarlos se utilizan señuelos, especialmente en los primeros días de cautividad. A los 130 días de edad, con unos cuatro kilos de peso y unos asombrosos 2 metros de envergadura, los quebrantahuesos son liberados de los jaulones.
A los cuatro meses de edad los jóvenes quebrantahuesos comienzan sus ejercicios de vuelo dentro del jaulón, empiezan a mostrar manera de querer salir, agitar las alas para poder volar etc. A los ocho meses de comenzar a volar, el joven Quebranta ya quiere ampliar su zona de campeo, recorriendo cada vez más lejos y visitando los valles aledaños. Pero las primeras semanas en los jaulones han hecho en el joven ave una especie de filiación al territorio, por lo que por muy lejos que se vaya, en teoría regresará posteriormente al mismo territorio dónde fue liberado para criar. Cómo curiosidad (según los datos del GPS) Atilano, el joven macho liberado hace un par de años, en uno de esos vuelos exploratorios ha pasado por encima de Llanes villa y se ha internado 4 kilómetros mar adentro hasta que se ve que la vida marina no le contentado y ha dado la vuelta de nuevo montaña adentro.
Hablando de Atilano, este ejemplar ocupa un rango espacial mayor que los otros ejemplares, parte del año lo ha pasado en las montañas leonesas y palentinas, en el verano parece haber regresado a la vertiente asturiana del Parque Nacional, estableciendo en la zona del desfiladero de los Beyos o del río Dobra, esta es una zona de grandes paredes de caliza verticales con presencia de ganado menor. No se descarta que en el futuro y dado la movilidad que presenta este ejemplar, más tarde o más temprano pueda interaccionar con los ejemplares liberados este año.
Antes de liberarlas, a las aves se les anilla y se les coloca unas marcas alares con un color y número individual para su posterior identificación, y por último se les equipa una antena GPS y una antena de telemetría de seguimiento que al cabo de un tiempo se desprenderá de forma natural del ave. Vamos, que tienen más equipamiento que mi coche....
Las previsores desde la Fundación es que en un plazo de unos diez años haya pululando por aquí unos 40 ejemplares, pero de momento el primer reto es el de crear un núcleo fundador para que los Quebrantas que lleguen en dispersión desde otros lugares de forma natural, encuentren aquí alimento y otras aves de su misma especie y así no les compense regresar a lugares tan lejanos y por tanto, se queden aquí. Hasta el año 2018 se pretende además soltar cada año los ejemplares que se puedan. Parece que así se ha cumplido, puesto que desde hace una temporada un ejemplar "libre" adulto de unos ocho años (bautizado como "Casanova") se ha asociado a Deva (primer ejemplar reintroducido) por la zona del Cares, y han puesto todas las maneras para intentar criar, el problema es que Deva hasta que no cumpla los 6-7 años no será adulta.
Por tanto próximamente habrá que estar al tanto de lo que ocurra en la siguiente temporada de reproducción en la que Deva ya seguramente podrá reproducirse.
Primera pareja Quebrantahuesos
Por otro lado, ha sucedido un hecho inusual, los tres ejemplares liberados esta primavera han sido atacados presumiblemente por otro ave, causando la muerte a Chloe y casi le pone la X también a Güeña...
El hecho de que en la misma zona exista un territorio de Aguila real en teoría no es motivo para que haya algún problema con otras especies (incluyendo a los Quebrantahuesos), pues las reales suelen incluso interactuar con las carroñeras y convivir de forma pacifica o cuando hay "gresca", nunca la sangre suele llegar al río.
Aguila real vs Quebrantahuesos
Pero en este caso parece ser que el pollo que ha sacado adelante la pareja que ocupa el territorio ha querido dejar claro quién es el dueño del lugar, comportándose de forma agresiva con los Quebrantas y el animalejo será pollo, pero menudas garras se gasta ya.
Aguila Real vs Quebrantahuesos
Ante un contratiempo de este calibre (Aguila real, especie salvaje en peligro de extinción, matando Quebrantahuesos reintroducidos) se buscan soluciones que se resumen en dos opciones, por un lado disuadir"in extremis" al Aguila real utilizando voladores cuando se produzca una agresión o por otro lado, capturarla y trasladarla a otro lugar alejado.
Posibles soluciones ataque Aguila Real
Aquí lógicamente surge la polémica entre defensores del Aguila real y los que pretenden que no se repitan estos ataques a los Quebrantahuesos. Esto no hice sino complicarse aún más cuando el 25 de agosto tuvieron que rescatar a Chloe, la hembra liberada este año, puesto que al parecer también habría sido atacada por la real. Fruto de esas heridas y traumatismos fue recapturada y tratada en una clínica veterinaria para posteriormente una vez recuperada de las heridas (y del susto...) volver a ser puesta en libertad. Por el momento (a día de hoy) no ha habido más novedades en cuanto a este tema. Y es que no todo el mundo tiene la misma opinión, o no está de acuerdo con muchos de los puntos del programa de reintroducción, incluidos los principales grupos ecologistas.
Los principales problemas a los que se enfrentarán los Quebrantahuesos son:
- Veneno: los Quebrantahuesos pueden ingerir o bien cebos envenenados dirigidos a otros animales o bien consumir animales que han muerto por envenenamiento.
- Disparos: en fin... que hay mucho hijo de puta suelto, especialmente cuando no existe ningún ave cinegética que se asemeje a un Quebrantahuesos, y más aún cuando muchos de los ejemplares tiroteados estaban anillados, con marcas alares bien visibles etc.
- Pesticidas:pueden intoxicarse tras el consumo de restos con alto contenido en pesticidas. Los efectos pueden ser mortales o subletales: pérdida de la fertilidad, inmunodepresión, etc
- Pérdida de hábitat: la alteración de las condiciones naturales de los hábitats puede limitar la presencia de Quebrantahuesos en lugares donde eran comunes en otras épocas.
- Tendidos eléctricos: pueden electrocutarse o colisionar con los abundante tendidos que tenemos en la región.
- Parques eólicos: Los molinos de viento causan muchas muertes por colisión, no sólo de carroñeras, sino de muchas otras especies de aves.
- Molestias en zonas de cría.
- Disminución de la ganadería extensiva: El papel de esta práctica tradicional y ecológica es muy importante para el alimento de las aves carroñeras.

Si todo esto os ha sabido a poco, y para continuar con vuestras vidas necesitaís saber más:
LIFE Quebrantahuesos

Mi experiencia con los Quebrantahuesos....
Después de todos estos años leyendo articulos en Internet o en prensa y viendo por televisión todo lo relacionado con la reintroduccion del Quebrantahuesos en la Cordillera Cantábrica, reconozco que tenía verdadera curiosidad por conocer de primera mano el programa, su gestión, sus problemas y (cómo no) poder tener la oportunidad de observar a alguno de los ejemplares liberados. Con la ventaja de poder moverme desde mi "campamento base" llanisco, he aprovechado para ir a las zonas del oriente asturiano y occidente cántabro en las que en teoría se mueven estos bichos, y aunque suene raro: no ha sido fácil dar con ellos, pese a su silueta inconfundible y sus vistosas marcas alares.
Cargando con trípode, cámara + teleobjetivo, prismáticos, telescopio, ropa de agua y víveres, aún es de noche cuando pongo las botas de monte. Los días de octubre ya son cortos y refresca por la mañana pero tienen la ventaja de que te mueves por las estrechas y transitadas carreteras comarcales cómo pez en el agua, y por otro lado pese a ser sábado el número de humanos ha bajado ostensiblemente.
Camino a buen paso hacia las zonas "calientes", lugares que he preguntado, averiguado o que simplemente han aparecido en la prensa en dónde se puede observar al ave, bien es cierto que hoy será el primer día que me dedico exclusivamente a intentar observar a esta especie emblemática. Otras veces he ido a la zona del Cares, Bulnes o a las zonas cántabras de Tresviso, Fuente Dé etc. pero cómo se suele decir: "quien mucho abarca..
Y finalmente siempre (y más aún en época de invierno) echando siempre un ojo a mi vecina la Sierra del Cuera, pues en un ave de estas características (y en esas fechas) es probable que pueda andar "patrullando" la sierra, echando un ojo bien por su lado norte (desde el Mazucu o desde Purón) o bien por las zonas escarpadas de caliza en el sur (Alles, Bores etc.).
Parece increíble viendo todo lo que he visitado que no haya dado con ellos, pero hay que contar con que son muy pocos y es mucho terreno por el que se mueven y no siempre cómodo para los desplazamientos del que observa. Avanzada la mañana, abandonando pistas, caminando por las majadas ya apuradas de hierba y con la banda sonora de los "lloqueros" (cencerros) y los ladridos avisadores de los mastines que cuidan de los rebaños, voy llegando a una zona escarpada de roca que a su vez se abre más abajo a un valle formado por un río. Que sitio más cojonudo para ver los bichos!!, pienso.
Es llegar a una zona adecuada para "acampar", montar telescopio y lo primero que veo es un bonito señuelo a escala real bien plantado y expuesto en una pica y que han colocado para "atraer" a los Quebrantas salvajes que se pasen por aquí. Pero antes de caer en la cuenta de que el señuelo que veo por el telescopio tiene un plumaje con otros colores diferentes a los de un Quebrantahuesos adulto, a la vez el señuelo comienza a perder rigidez y a moverse hasta que se deja ver las marcas alares.... 02: es Biziele!!.   

Nacido el 27 de febrero de este año (2014) fue uno de los tres últimos ejemplares liberados (concretamente el 21 de julio 2014). Las marcas alares son: en su ala izquierda rojo, y en su ala derecha blanca. Las anillas que porta (más dificiles de observar de lejos) son: en su pata izquierda color plateada y en su pata derecha color amarilla (02).
Si le sumamos un radioemisor y un aparato GPS a este precioso y enorme macho de Quebrantahuesos verdaderamente está bien localizado y hasta señalizado...  Se da la singularidad de que de los dos quebrantahuesos supervivientes de la suelta de este año, el macho (Biziele) es más grande de lo que suelen ser generalmente los machos de esta edad y la hembra (Chloe) es más pequeña de lo que suelen ser otras Quebrantahuesos de su tiempo.
Observo que el bicho para ser un ave nacida hace solamente ocho meses ya tiene un tamaño imponente, es un pajarraco grande el jodido, pero de maneras lentas y reposadas cuando esta en tierra, se solea tranquilamente con los primeros rayos del día, pero no lo veo muy convencido por lo que al poco baja del expuesto risco y se acurruca contra la roca. Esta actitud me llama la atención, pues con su envergadura y sus 4-5 kilos de peso, a pocas aves le debe de temer este gran pajarraco, puede que sin embargo igual tiene el recuerdo del Aguila real y sus ataques, y por eso le hace ser precavido y resguardarse un poco y no estar tan expuesto.
Según pasa la mañana el Quebrantahuesos echado en la repisa parece ir espabilando y lo observa todo, aunque parece ajeno a los disparos de los cazadores en el valle de abajo, el ladrido insistente de los perros de caza etc. pero en un momento dado pasa por delante de él otro quebrantahuesos diferente... Un vistazo rápido con los prismáticos y por las marcas alares que observo veo a Chloe!!
Chloe es una hembra nacida el 8 de marzo de este año, fue liberada un poco más tarde (11 días) que el resto de sus compañeros de hornada, concretamente el 31 de julio del 2014, dado que presentaba algún problema gástrico o aún no estaba tan preparada para ser liberada. Sus marcas alares son: en su ala izquierda color blanco y en la derecha amarillo (04) y sus anillas son: plateada en la izquierda y amarillo en la derecha.
Me hace especial ilusión verla, pues el 25 de agosto fue también atacada presuntamente por el mismo pollo de águila real que días antes había matado a Güeña, y en este caso tuvo que ser recapturada al encontrase en estado de "shock":
quebrantahuesos-chloe-espera-soltada-nuevo
Ambos vuelan juntos y aquí es dónde mejor se aprecia por un lado la silueta característica y la manera de volar tan "extraña" para mí de los Quebrantahuesos respecto a las demás aves rapaces conocidas, mucho más ligera y rápida que las otras rapaces de ese porte, seguramente gracias a esas alas finas y alargadas y a esa larga cola en forma de rombo que le permite maniobrar con rapidez y precisión,  y por otro lado se observan perfectamente las diferencias entre ambos ejemplares, uno más grande y de vuelo curtido contrastando con Chloe, que aún o no está al 100%, está "más verde" que su compañero o aún no ha recuperado la confianza tras el ataque que sufrió. Finalmente se observa también a la perfección, los fuertes tarsos y el pico ganchudo acompasado por esas míticas barbas que le cuelgan a los lados del pico.
Hablando del ataque, pronto aparecen por allí patrullando su territorio la pareja de Aguila real, seguida del famoso pollo que presuntamente ataca a los Quebrantahuesos. Se mantienen altivas, ajenas a los Buitres que ciclean juntos sobrevolando una carroña y también de los Quebrantahuesos; avanzan impasibles y majestuosas pese a los ataques de las Chovas y de los valientes aviones roqueros que les salen al paso de las peñas cercanas. Que valientes son estos diminutas aves, verdaderos proyectiles, en ir directas frente a la reina de los cielos.
Por un momento me temo lo peor cuando se dirigen hacía los Quebrantahuesos, pero estos se hacen "los suecos" cuando las ven aproximarse y se unen al nutrido grupo de veintidós buitres leonados que ciclean en un punto determinado, mientras las águilas reales parecen estar más ocupadas en acechar de vez en cuando a su propio pollo; quizás vaya siendo el momento de echarlo de su territorio y que se vaya buscando la vida en otro lado, si esto es así seguramente los Quebrantas no lo echaran en falta...
Posteriormente tengo la oportunidad de ver cómo se alimentan los Quebrantahuesos en una montaña cercana, cómo sabéis es la única ave en el mundo osteófaga, es decir que come huesos, por eso quizás los adultos tienen ese diseño facial tan colorido y ese bigote tan característicos, pues (a diferencia del resto de carroñeras) no les hace falta meter la cabeza entre la carne podrida, sino que la extraen de los propios huesos bien directamente, usando su fuerte y ancho pico o a veces arrojando desde el aire los huesos contra las peñas (que es la imagen típica que todos tenemos en la mente) o simplemente (y lo más común) tragando el hueso entero, siempre y cuando este tenga un tamaño adecuado.... 
Así es como los observo durante un buen rato, primero sujetando la pata de la cabra con sus grandes patas, una vez que han extraído la carne con el pico, la va colocando con las patas y el pico de tal forma que pueda tragarla . La verdad es que hay que vivirlo en persona para poder explicarlo bien. Esto le siguen una serie de posturas y movimientos del cuello para poder acomodar lo mejor posible la pata dentro de su cuerpo.
Agazapado, arrastrándome despacio y liberándome previamente de la pesada mochila y del tripode, solamente avanzo con los justo, prismáticos al cuello y la cámara a un lado, consigo así acercarme al joven Quebrantahuesos, con solamente unas peñas de por medio y usando unas rocas como escondrijo, tengo la gran fortuna de tenerlos allí delante, manteniendo una distancia moderada puedo así observar y fotografiar los movimientos del ave lo suficientemente cerca para observar todos sus detalles y a la vez lo suficientemente lejos para que no se espante, o se altere ante mi presencia.
Aquí he de decir que las fotografías están sacadas o bien con el telescopio+iphone a una distancia cercana a un kilómetro de los pajarracos y las fotos "cercanas" son con el teleobjetivo a tope de zoom (500mm), más un potente recorte posterior de la fotografía.
Verlo de cerca posado es impresionante y más con el telón de fondo de los Picos de Europa, observo como se mueve con gestos lentos, cortos y majestuosos, y supongo que la emoción es aún mayor cuando nunca has tenido un contacto previo con esta especie, pero el mejor momento vivido es cuando por la espalda en un par de ocasiones me ha sobrevolado a un lado el otro ejemplar Chloe y posteriormente antes de irme el gran Biziele.
Después de todo esto solamente queda retirarse en silencio tras mis pasos anteriores, sin movimientos bruscos y ya a una distancia mayor para poder observar tranquilamente a los dos ejemplares posados casi juntos. 
Han sido solamente unos minutos pero creo que es la mejor despedida posible y desde luego no ha estado nada mal para ser la primera toma de contacto, me queda ahora un regreso al coche de un par de horas de suela y calcetín y unos cuantos metros de desnivel acumulado, pero verdaderamente ha merecido la pena.
El siguiente objetivo con esta especie será el de intentar observar a los otros ejemplares liberados anteriormente, especialmente "Deva" y el Quebranta adulto "salvaje" (Casanova) que han formado pareja y que espero que logren criar próximamente. 
He de aprovechar mis últimas líneas para agradecerle a Javier Gil todas las explicaciones que me ha ido dando estas semanas sobre el programa de reintroducción y sobre los Quebrantahuesos liberados y sus evoluciones y comportamientos; no en vano Javier actualmente está trabajando en el Proyecto y por tanto conoce de primera mano lo que sucede realmente. 
Le agradezco sobretodo sus detalladas respuestas sobre los temas más críticos o controvertidos de dicho Programa de Reintroducción y que han recibido más críticas (en los que yo me incluyo) cómo por ejemplo la retirada de huevos de ejemplares de la población pirenaíca, la aún habitual presencia de veneno en estas mismas montañas en dónde se han liberado los propios ejemplares, o finalmente la posible utilización de voladores en un hipotético ataque hacia los Quebrantahuesos del Aguila real o su posible captura.
Os dejo un vídeo de "cosecha propia":
Y si os habeís quedado con ganas os recomiendo este documental:
Documental TV2 Quebrantahuesos
Un saludo y cómo siempre: gracias por las visitas y lo comentarios.

EL ELANIO AZUL (Elanus caeruleus) EN ASTURIAS

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Hola amigos/as!!
Después de hablar de Quebrantahuesos sé que pocas especies pueden igualar el interés suscitado, pues es un ave del que todo el mundo ha oido hablar de ella, ha visto en televisión o tiene cierto interés en observar. En cambio cuando se habla de un Elanio ahora en cambio ya no todo el mundo sabrá de lo que hablo, porque no es lo mismo decir a la gente que vas a ir a ver Quebrantahuesos que en cambio ir a ver Elanios... La cuestión es que si nos ceñimos a la presencia o no en Asturias de la especies, actualmente y con los datos en la mano, se podría asegurar que hay el triple de Quebrantahuesos en Asturias que en cambio de Elanios... Y es que comienzo diciendo que este precioso pequeño halcón no se prodiga mucho por nuestras tierras, de hecho incluso hasta no hace muchos años era una especie poco abundante o incluso rara en otras partes de la Iberia, confirmándose en el año 1.975 su reproducción en suelo del glorioso imperio español.
Siempre observo que hay una tendencia a hablar de aves que desaparecen o se extinguen, de palpar ese ambiente de "este año se ven menos tal ave", de estudios que hablan de la progresiva desaparición de aves, o de aquella que ya no se observa o en números muy inferiores a aquellos maravillosos años. Sin embargo hoy voy a hablar de una especie que ,al igual que el famoso caso de la expansión de la Tórtola turca, ha comenzado una expansión natural que le hace ocupar tierras en las que en ese mismo pasado glorioso no se tenía noticias de ella. 
Cierto es que por el momento el pequeño Elanio común (o azul) no se prodiga por nuestra región ni tampoco mucho por el resto de las regiones cantábricas del norte peninsular, o siendo más concretos: no lo encontraremos en las zonas de orografía montañosa, de pastizales o de bosques etc., y a falta de más datos puede que el único sitio en dónde haya criado en todo el Norte (de forma segura) durante unos años sea una única pareja en la vecina Cantabria, desconociendo también si actualmente continuan allí criando, pues la última referencia encontrada fue del año 2012.
Elanios cántabros
Elanios cántabros II
Sigan o no criando actualmente esta pareja parece ser un hecho aislado y extraordinario para un sitio tan basto y bien observado como es todo el Norte peninsular, sin embargo en el resto de la Península parece que desde la década de los setenta le ha ido bien al Elanio, pues con una expansión sobretodo en la mitad suroccidental peninsular (especialmente el Alentejo de Portugal, Extremadura, Andalucía occidental y el sector oeste de Castilla La Mancha), su población y su abundancia al parecer se ve fuertemente influenciada por el hábitat que ocupa.
Cierto es que llevaba mucho tiempo con ganas de observar a este "pequeño roecida" por nuestras tierras, pero por circunstancias del trabajo, de la vida o de la mala fortuna hacían que aún no pudiera disfrutarlo dentro de nuestras fronteras astures. Y eso que aunque nuestra patria no sea muy propicia (o muy del gusto) del Elanio, poco a poco en éstos últimos años se dejan ver puntualmente algunos ejemplares por diversos puntos de la región, quizás algo más por el occidente de la región, dado que presenta un hábitat más adecuado para la especie.
Elanios Occidente astur
Aprovechando una visita a Luarca era buen momento para sacar el "kit del observador" que simepre llevo en el maletero del coche, y he de reconocer que una vez llegado al lugar ver al Elanio en esta ocasión no me supuso mucha complicación, debe ser por eso de compensar las anteriores veces que lo he intentado de manera infructuosa... Así que esta vez en compañía de la chavala, prismáticos en mano, telescopio plantado en mitad de los caminos que sirven para acceder a las parcelas, a los pocos minutos ya lo teníamos localizado y lo observábamos a placer posado en un poste (cómo no...) eso sí: a una distancia bastante considerable. Cuando observo a un ave desconocida procuro ser inicialmente bastante conservador, pues al no estar familiarizada con ella no sé cómo se comportará si me aproximo en exceso y corro el riesgo de molestarla, que se espante y finalmente se vaya del lugar; por lo que las primeras fotos que saco son a través del propio telescopio utilizando para ello incluso la propia cámara del teléfono.  

Reconozco que a falta de un adaptador para acoplar la cámara al telescopio que he pedido a los Reyes Magos la calidad es ínfima, pero al menos es un testimonio "decente" de la observación, sin molestar al ave y que además me sirve para fijarme en los primeros detalles del bichu.
Al Elanio la propia SEO (a la que le he "mangado" el gráfico y el mapa) hacía una estimación europea de unas 450-950 parejas en total, de 350-800 parejas en la P.I., unas 100-150 parejas en Portugal o una incipiente población en el suroeste de Francia (Las Landas) procedentes de la P.I. o incluso en Normandia. En "Egpaña" durante los años 90 la expansión se acentúa especialmente hacia el norte y el noreste desde el suroccidente peninsular, mientras tanto comienza a criar en: Madrid, Segovia, Palencia, Burgos, Álava, Huesca o Lérida.  
La influencia notable de su presencia se ve vinculada al tipo de terreno, teniendo predilección por los cultivos extensivos de secano con la presencia de algún árbol disperso (1-20 árboles por Ha.) Si bien la base de su éxito radica en que también se puede adaptar a otros hábitats abiertos con predominio de cultivos herbáceos y con diferentes especies arbóreas , pero éstas últimas en baja densidad (encinas, alcornoques, quejidos, robles, pinos, castaños, olivos, fresnos...). Ya que en esos árboles es en dónde se posa, caza, duerme o construye el nido.
Los campos de cereales (trigo, avena o cebada) de secano  parecen ser el hábitat ideal (89%) para encontrar a la especie, y fundamentalmente la encina y también el alcornoque parecen ser los árboles idóneos. En algunas ocasiones también han anidado en estructuras artificiales (pivotes de riego, torretas de líneas eléctricas). 
El motivo de la preferencia de esos suelos es porque el pequeño Elanio es un consumado predador especializado en la captura de micromamíferos de tal manera que además de un hábitat especifíco, también es importante la densidad, movimientos, fenología reproductiva y el éxito de cría de los roedores que habitan en estos campos.
Su "modus operandi" es similar al del Cernícalo con el que suele compartir espacios, cerniéndose en el aire durante segundos de forma espectacular, aunque también puede acechar desde los posaderos. Observarlo levantar vuelo desde su posadero y verlo suspendido en el aire oteando el suelo, con ese cuerpo de plumaje claro, puntas de alas negras, esa pose y esos ojos de color llamativo, para un roedor debe ser la viva imagen de conocer en persona al angel exterminador...
La clave de su expansión desde África puede estar relacionada con las nuevas prácticas agrarias de las últimas décadas, detrimento de los pastizales y formaciones arbóreas o arbustivas frente al aumento del superficie de los cultivos de cereales. Hay otros estudios que más bien lo relacionan con la expansión por la Meseta norte del Topillo campesino.
Dentro de su dieta básica de roedores, destaca por ejemplo el Ratón Moruno (Extremadura), Topillos, Musarañas, reptiles, pequeñas aves (passeriformes e incluso codornices) y raramente insectos.
El ave que llevamos observando toda la mañana está especialmente activa, a cada poco levanta vuelo del posadero de turno para aproximarse y cernirse sobre las parcelas recién cosechadas de maiz. Asimismo cualquier viandante, bicicleta o moto que se le aproxime lo pone en alerta rápidamente y le hace abandonar el lugar, observo que a diferencia de los vecinos cernícalos, no es un ave que tolere mucho la presencia humana. Hablando de Cernícalos, éstos igualmente no se muestran muy contentos ante la presencia del extraño pariente y aunque se limitan a observarse cada uno desde su percha, en un par de ocasiones vemos cómo inútilmente intentan expulsar al Elanio, aunque bien es cierto con poco éxito y una indiferencia evidente.
Durante el invierno el Elanio se marcha de su territorio habitual en la búsqueda de áreas con buena disponibilidad de presas, una alta densidad de roedores especialmente en zonas de cultivo húmedas. Destacan las zonas de los ríos Duero, Tajo, Guadiana o Guadalquivir, áreas cercanas a zonas de dehesas o regadíos. Asimismo en invierno puede dar lugar a concentraciones de dormideros de la misma especie o bien interespecifico con otras rapaces (Esmerejones, Cernícalos, Aguiluchos pálidos o laguneros....). 
En este caso concreto en el que nos encontramos hoy el territorio es ideal para este joven Elanio, campos abiertos con el maíz recién segado en las llanas parcelas y que dejan al descubierto la tierra desnuda de un suelo seguramente bien poblado de roedores, despreocupados mientras buscan los restos de los granos cosechados. Igualmente hay una buena colección de postes, cables y torretas que le sirven perfectamente de posaderos. Poco más necesita el bicho.
La población ibérica presenta un marcado comportamientosedentario aunque, tanto los individuos adultos como juveniles, realizan movimientos dispersivos en época invernal; su presencia invernalen zonas del Norte, valle del Ebro, o la parte oriental de la submeseta sur, pone de relieve que además es capaz de desplazarse a largas distancias.
La distancia máxima de dispersión puede estar fijada entorno a los 300-400 kms. En un estudio realizado, de 44 jóvenes marcados se observa que son las hembras las que presentan una mayor distancia de dispersión en comparación con los machos.
En el caso de Elanios reproductores se ha contrastado también que éstos pueden realizar movimientos dispersivos de larga distancia.
Después de comer, bocata en una mano prismáticos en la otra ("porsia"...) decidimos que si queremos sacarle unas fotos con la cámara a una distancia suficiente para posteriormente poder diferenciarlo de una Urraca en la pantalla del ordenador, debemos de utilizar la estrategia de quedarnos dentro del coche (técnica del "Car-Jay") en las proximidades de uno de los postes que lleva utilizando como posadero, pues más tarde o más temprano sabemos que si estamos dentro del coche a una distancia de seguridad suficiente, puede que se pose allí de nuevo. 
Seleccionado el lugar en dónde aparcar que no moleste a otros coches, que esté aparcado cerca de un poste y que éste además sea utilizado por la rapaz frecuentemente, encontramos uno que reune estos requisitos, además tiene una fuente/bebedero a un lado del camino que nos sirve perfectamente de parapeto.
A la media hora de "literalmente" cocernos dentro del coche con la humedad asturiana, esos 30 grados africanos a los que hemos estado sometidos en este "otoño" singular y una plaga de hormigas con alas, el Elanio ha aparecido en el poste señalado y además lo hace con premio: con un ratón entre las garras, por lo que estamos de suerte ya que presumiblemente se entretendrá más tiempo en comerlo y además inmerso en esta tarea relajará algo la guardia.
Al parecer y a pesar de los tendidos eléctricos, atropellos, escopeteros frustrados o el veneno que se siembra con gran alegría en el campo, la mayor tasa de mortalidad en los Elanios viene producida por causas naturales, cómo por ejemplo el ataque de depredadores, dentro por ejemplo de la dieta del Búho real, de primero siempre debe de estar el Elanio entre sus platos favoritos.
Las parejas se establecen en pequeños territorios, construyen el nido en la copa no muy alta de un árbol o incluso en un arbusto, defendido activamente por ambos miembros cuando se aproxima otro Elanio, Cernícalo u otras aves de presa e incluso "se engarra" con otras aves muy superiores en tamaño que pueden ser potencialmente competidoras.
El macho caza para la hembra durante la incubación (de 3 a 5 huevos) y después ceba a ésta y a los pollos. Las hembras reproductoras suelen abandonar el territorio después de que los jóvenes hayan volado del nido, el macho es el que se queda con los jovenzuelos, incluso durante varios meses después. Me doy cuenta de la que regreso por la autopista de lo importante que es (a veces) en este "mundillo" tener también la tranquilidad y el temple suficiente para no andar corriendo detrás de tal especie o de aquella otra que aleatoriamente pueden aparecer por la región, obsesionándome cómo si estuviera compitiendo contra alguien, rellenando una lista o quizás completando un albúm de cromos. 
El Elanio se me ha resistido durante años y en todas sus apariciones esporádicas por Asturias (Occidente, Oriente e incluso a pocos kilómetros de casa hubo un ave durante meses) lo cual no voy a negar que seguramente me dió mucha rabia en su momento, pero hoy años después sin embargo he podido verlo plácidamente a pocos metros y durante 4 horas, observación que me ha compensado con creces y que he saboreado por encima de todos estos fracasos anteriores.
No siempre se darán estas circunstancias y que en otras ocasiones con otros bichos (y en otras circunstancias) seguramente no me quedará otra que apresurarme para tener opción de observarlas antes de que se vayan sin saber cuando se volverá a ver aquí, pero desde luego no hay mejor manera y satisfacción que pasar de la terraza de un bar a seguidamente observar a un ave que llevas años intentando ver, tranquilamente y en buena compañía. ¿Qué más se puede pedir?
Un saludo y cómo es costumbre en esta casa: agradecer las visitas y las letras que juntaís y mandaís aquí.

FOTOTRAMPEO EN CASA

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En otras entradas anteriores ya os hablé de la vida, milagros y pequeñas satisfacciones que me proporciona la cámara de fototrampeo, ese pequeño artefacto tecnológico del tamaño de una lata de refresco cuyo funcionamiento autónomo es a base de pilas. 
Algunos vídeos los tengo subidos en Youtube, por si alguien tiene interés en profundizar en el tema:
Mi canal Youtube
La "trail-cam" nos permite observar a los más huidizos y nocturnos bichos de nuestra fauna en sus rutinas y quehaceres diarios, sin molestarlos y con la ventaja de que puede ser a cualquier hora del día sin que tengamos que estar para ello presentes. Esto supone una de las ventajas principales, además del hecho de que es colocarla en un lugar previamente escogido y "olvidarte" de ella durante días, lo cual requiere cierta labor de campo y observación previas.
La desventaja es que evidentemente las fotos y los vídeos obtenidos por este tipo de máquinas no son por el momento para ampliar, enmarcar y colgar de la pared de un salón, aunque he de reconocer que en calidad han mejorado muchísimo sobre aquellos primeros y caros modelos que salieron al mercado. Y en segundo lugar porque por muy estudiado e inaccesible que sea el lugar elegido para colocarla, sinceramente nunca quedas tranquilo cuando te vas y la dejas allí, porque no sabes si será la última vez que verás tu preciada cámara en el lugar en el que la has dejado días atrás.
A modo de desgraciado ejemplo añado abajo:
El factor Hijo Puta
Robo cámara
Finalmente lo que estoy observando en Internet es que muchas de estas cámaras se están vendiendo para fines totalmente opuestos a "lo nuestro", más bien con intenciones cinegéticas, para así supongo que controlar los sitios, horarios, el número y la calidad de los animales a los que luego "meter plomo" más fácilmente, y a veces incluso con prácticas y horarios que desprenden un tufillo a poco legal...
Centrándonos en mi caso este verano sinceramente no he tenido el mismo tiempo libre que en ocasiones anteriores, por lo que me he limitado a colocarla en sitios que me han funcionado anteriormente (básicamente he ido a lo seguro) y que sabría que la posibilidad del "Factor Hijo Puta" se reduciría notablemente colocándola en determinados sitios. Además a falta de tiempo y originalidad arriesgada, la principal novedad y la mayor parte de los logros alcanzados esta temporada han sido soprendentemente en la propia y afamada finca de casa, de aquí el titulo de la entrada de hoy.
En este "pequeño vergel" he procurado que los bichos además de alimento, tengan variedad de hábitat, seguridad y hasta un lugar en el que criar, lo cual no esta nada mal cuando a pocas decenas de metros se matan cada año corzos, jabalíes o todo lo que se mueva, o la sensibilización social de la zona es de -0 entre los "parroquianos". El hecho de ofrecer una serie de recursos que a mi no me suponen un desembolso económico considerable o mucho trabajo detrás de ellos, que la finca no este cerrada a cal y canto o que no haya trasiego continuo humano ya que no vivimos continuamente allí etc. tiene cómo resultado positivo que diferentes animales de vez en cuando se pasan por aquí, o incluso directamente que la finca forme parte de su territorio. Muchas veces esto de campar a sus anchas tiene sus pequeños inconvenientes y que ciertamente asumo con algo de martirio y pesadumbre interior; por ejemplo los jabalies hozan el suelo en busca de raices en el tierno y frondoso césped.
El macho de Corzo rasca sus cuernas contra los troncos y ramas tiernas de mis mimados frutales, y por si fuera poco se come los mejores y más verdes brotes.
El Tejón al ser paticorto tira las piedras de los muros para poder acceder a la finca por las noches y también a veces hoza en el suelo etc. 
En cambio el raposo suele ser bastante respetuoso con la propiedad, lo cual no quita que alguna vez se caliente excavando en busca de algún roedor.
Pero a pesar de estas desgracias, hasta el momento logro calmarme cada vez que hay alguna de estas tragedias y sinceramente los arreglos de estos pequeños incidentes no suelen suponer grandes esfuerzos. Caso aparte y de mención especial es que mi afamada caja nido para rapaces nocturnas y tan comentada por las gentes del lugar... este año ha sido finalmente ocupada, pero no por la especie que tenía en mente sino por otras bien diferentes...
Tener esto encima de mi cabeza cierto es que no me produce mucha gracia, y más cuando no sabía con certeza si se trataba de la famosa Avispa africana, lo cual complicaba aún más la situación. Por fortuna, gracias a las respuestas de los colegas se trata del Avispón (Vespa crabro) el autóctono y que normalmente suelen ocupar agujeros en los robles de los bosques. 
Se ve que les ha gustado mi obra, por lo que han decidido ocupar mi flamante caja-nido de 10 kilos de peso, pero reconozco que hasta el momento no ha habido ningún percance con ellas. Además por lo que tengo leído, una vez que terminen de criar aquí se irán por dónde han venido, y la próxima temporada ocuparán otro lugar diferente. Esperemos...
Con el zorro me ocurre que cada vez lo veo menos y los escasos ejemplares que observo tienen signos evidentes de tener sarna, lo cual cada "x" años parece diezmar bien sus poblaciones. Por eso siempre que en otros lugares diferentes observo a este precioso animal, me recuerdo con pena de mis zorretes llaniscos y lo putas que lo están pasando..
Siempre me llama la atención de que es el animal de los que menos aparece en los vídeos de la cámara, y que en cambio a veces lo veo dormir, buscar alimento subido en las piedras o campar tranquilamente por las fincas aledañas en dónde está situada la cámara.
Aparte de roedores, principalmente los bichos de pelo entran en la finca de noche en la época de maduración de fruta, primero vendrán a por las cerezas y ciruelas que son las primeras en madurar, de seguido le llegará el turno al avellano del muro para pasar casi de seguido a las nueces de los nogales. Todo esto se completará con las escasas manzanas que hay este año.  De sus ingestas frugales dejarán restos a la mañana siguiente...
Otros restos:
- Zorro:
- Marta:
En estas semanas se produce una especie de vacío en las visitas peludas a la finca y es que los bichos están más bien o arriba, concretamente en los montes y "castañeos" aprovechando la bellota del roble y la castaña, o por contra bajan a las pumaradas, dándole al diente con la rica manzana de sidra.
El jabalí suele pasar de vez en cuando por la finca, no siempre ni tampoco son los mismos ejemplares; hay semanas en las que viene prácticamente casi todas las noches y en cambio hay otras que desaparece. Por eso siempre que veo algún signo de su presencia en el prado o que acabo de llegar de la ciudad y aquello ha estado de su mano durante semanas o meses, es el mejor momento para ir cámara en mano a ver que te encuentras y a veces hay sorpresas, especialmente en horas crepusculares...
O por ejemplo cuando mi madre va a tender la ropa se encuentra con esto (foto tomada desde la puerta de casa):
O simplemente el animalillo viene de un lado y se dirige hacia otro atravesando para ello la finca:
Solamente en alguna ocasión que yo recuerde, han decidido incluso "encamar" la noche anterior, esto para mi es un halago pues el bicho suele escoger muy bien este emplazamiento y por tanto quiere decir que me da su aprobación a la finca cómo lugar tranquilo y seguro en el que descansar.
Este año han estado por aquí fundamentalmente dos bichos mientras ha durado la fruta en el suelo y cuando ésta se ha acabado con la misma se han ido. 
No son unos marranos de gran porte, pero me daban su alegría todas las noches pues controlando su rutina y sus horarios gracias a los vídeos de la cámara de fototrampeo de los primeros días, salía posteriormente a verlos por la noche a las horas señaladas, o lo que es lo mismo: levantarte del sofá, salir en zapatillas de andar por casa y observarlos al lado en silencio amparado por la oscuridad.
Sin querer ofenderlo, para mí el Jabalí no destaca por ser astuto en comparación a otros animales, sin embargo tiene los institntos a flor de piel, está dotado de una gran fortaleza, adaptabilidad y de unos buenos sentidos (oido y especialmente olfato), por lo que si lo pillas buscando comida (o comiendo) tendrá centrado su gran sentido del olfato en la búsqueda de alimento en el suelo, o metido de lleno en la tierra fresca, por lo bajará un poco la guardia y solamente tendrás que moverte haciendo poco ruido y pausadamente.
Cómo digo, uno de los factores de que por la finca de casa (llamada "llosa" o "huerta" aunque no se plante ya hortaliza alguna en ella) pasen los bichos es la variedad de alimento que pueden encontrar en ella, por ejemplo hay una parte de la finca que (muy a mi pesar) se siega al modo jardín urbanita inglés (cada 15 días y a ras) por lo que tras el paso de la máquina es buen momento para dejar a la luz toda clase de insecto, larva, gusano etc. muy apreciados por las aves. Además quedan a la luz las galerias y agujeros de entrada-salida de los topos y topillos que abundan en el tierno y abonado manto verde, por lo que también el zorro pasará por aquí para ver si cae algo...
Por contra en la zona de finca que se siega solamente cuando la hierba está a una altura adecuada (cómo se hacía antaño para guardar y alimentar al ganado) el raposo y otros animales encuentran multitud de ratones de campo entre la hierba, ya que aprovechan la cobertura vegetal espesa para poder alimentarse y refugiarse de los depredadores que provienen por tierra y por aire. 
Finalmente por las noches escucho desde casa "triscar" las pepitas de la fruta, las cáscaras de las avellanas etc..
 
Además de la finca de casa también he puesto la cámara esta temporada en la famosa charca o"bañera" que les ha dado por montar al jabalí desde hace un par de años en otra finca nuestra, y que por lo que veo poco a poco van ampliando. 
Es una zona más tranquila (si cabe) y más cercana a los bosques y a las zonas de monte bajo por dónde los "guarrillos" se mueven como peces en el agua, aquí es dóndeestán más tranquilos y despreocupados, ya que a la finca van solamente a alimentarse y siempre lo hacen alerta, a sabiendas de que están en un lugar portencialmente peligroso, entre las casas, perros, humanos etc.
Este "oasis" para los gochos me ha proporcionado vídeos y también observaciones de los marranos relajados, bueno: dentro de lo relajado que puede estar un jabalí..
El caso del Corzo es bastante diferente a los demás, pues no le hace falta venir aquí a comer fruta o alimentarse, si bien su presencia en la finca es esporádica cómo parte de un amplio territorio en el que este espacio es un sitio más de otros tantos que tiene bajo su dominio. 
A veces al segar o simplemente al caminar por mis dominios encuentro excrementos, huellas o pelos, pero la marca más evidente de su presencia en la finca es la que para mi desgracia dejan en los brotes, troncos y ramas de los frutales más jóvenes al rascar el marcho su cornamenta contra ello cómo marca territorial.  

Normalmente cuando llegamos a la casa para quedarnos de fin de semana, vacaciones etc. inmediatamente los corzos desaparecen de aquí, por lo que es raro encontrarlos salvo sorpresa al madrugar, o que por ejemplo en un momento puntual les de por cruzar de una finca a otra por aqui.
Pero con tanto control y tan a mano al lado de casa a veces he tenido la suerte de verlos incluso encamarse en el fondo de la finca cuando la hierba estaba alta o hay poco jaleo, también cruzar la finca de lado a lado, o incluso una vez vino una corza con su cría a comer las hojas de un avellano recién podado, cuyas ramas aún no había recogido del suelo.
En primavera-verano es una época buena para verlos por aquí, ya que los corcinos aún son pequeños y no recorren grandes distancia por lo que o suelen permanecer echados y la madre va y viene dónde ellos o la hembra procura no alejarse mucho de la zona. 
Además se le unen otros factores cómo que los machos están activos en busca de hembras o simplemente que al comenzar la época de siega, se espantan y se mueven más por zonas menos seguras.
 

Mis grandes amigos los Tejones no podían fallarme y también se han pasado por aquí, especialmente en las semanas de las cerezas y ciruelas, pues es un fruto que especialmente se ve que le gusta al bicho, despreciando mientras tanto otros frutos o menús alternativos que pueda haber incluso alrededor de la tejonea.
No es un bicho que el resto del año frecuente el lugar sino que solamente aparece en estas semanas del año, salvo otras apariciones esporádicas. 
Así que sin saber muy bien cómo lo hacen y moviéndose a una distancia considerable de la tejonera más próxima, el tasugo sabe exactamente cuando la fruta madura cae del árbol e inmediatamente se presenta esa misma noche en la finca.
No voy a contar mucho sobre esta especie, pues ya le he dedicado anteriormente unas cuantas líneas en el blog...
Anteriormente solía desplazarme de noche a las inmediaciones de las tejoneras al oscurecer/amanecer, o a las zonas de avellanos en las que se alimentaban por las noches, pues al crecer éstos en los muros,lindes de prados y caminos se localizan y se observan muy bien de noche; tampoco les ayuda mucho el ruido que hacen al morder las cáscaras de las avellanas con su poderosa dentadura.
Pero esta vez he jugado en casa y con un rastrillo he juntado toda la fruta caida en el suelo de los árboles durante el día y he puesto seguidamente la cámara, esperando a que llegada la noche fueran apareciendo los diferentes animalejos a este punto concreto.
El "Mekin-off" del asunto:
Además de poder grabarlos al lado de casa y ver posteriormente con el desayuno delante que había ocurrido durante la noche, también me he buscado un escondite en la finca para poder seguir observando a placer y cómodamente a un animal que no me dejará nunca de sorprender. 
Tenía cierto interés de saber que ocurriría si se juntaran varias especies a la vez a comer, suspendiendo la operación si viera algún tipo de conflicto entre ellas, pero revisando los vídeos ,y según pasan las semanas, te das cuenta de que cada especie tiene unas rutinas y horarios diferentes a las otras (y que aparentemente no tienen explicación) pero tras más de 120 vídeos observas que las diferentes especies se van alternando a la hora de venir a comer y que prácticamente no coinciden en el tiempo.
Las pocas veces que han coincidido por ejemplo los dos tejones y los dos jabalis, los primeros suelen escapar de los segundos, pero más bien por cautela que por amenaza directa o aviso del propio jabalí. Pero si tengo que hablar de sorpresa y de admiración tengo que hablar al instante de la Marta, ese pequeño mustélido que de seguro contaba con su presencia en el lugar sin haberla visto antes, por el tipo de hábitat y por algún "regalo" que me ha dejado de vez en cuando...
No obstante la sorpresa de verla "en vivo" en la finca ha sido mayúscula, pues apenas ha dejado alguna noche sin aparecer por aquí mientras ha durado la fruta. Tradicionalmente con los mustélidos te das cuenta de su presencia en la zona cuando para ellos desgraciadamente ya es tarde...
Marta atropellada
En esta época del año correspondiente al verano puede decirse que el bicho deja de ser carnívoro para dedicarse casi exclusivamente a comer fruta en los árboles. Asimismo también coincide esta época con la entrada en celo, por lo que se vuelve más activa, "diurna" e incluso deja de ser el animal solitario que es, para juntarse en pareja aunque sea solamente por unos días. Ninguno de los anteriores animales de los que he hablado ha mostrado tanta astucia, sigilo e inteligencia como la Marta, ni tan siquiera el afamado zorro.. Y es que en primer lugar la Marta siempre apareció de noche cerrada, cuando la oscuridad es completa.
También observo que la Marta evita en lo posible caminar por el prado, más bien utiliza el muro de piedras que limita el perímetro de la finca para desplazarte de lado a lado por encima de él, quizás para evitar la atención de las rapaces nocturnas o de sus propias presas, no dejar rastro de su olor en la hierba, simplemente no mojarse o dejar marcas de su paso, no hacer ruido etc. Este comportamiento también lo he observdo alguna vez en los zorros.
La Marta no come del mismo lugar en el que han comido otros bichos, por muy abundante, accesible o sabroso que sea el montón de fruta que he acumulado en el punto concreto, sino que el mustelido no come ni la fruta caída del suelo, ni tampoco desde el suelo, sino que se encarama al árbol para coger ella misma la fruta que aún pende de las ramas y la come alli arriba.
Comparada incluso con la mismísima ardilla, reina de los árboles y ramas, la Marta pese a su mayor tamaño y peso me parece en el árbol incluso más ágil que el roedor. Poco problema le causan los pequeños pinchos que cuenta el árbol o sus quebradizas ramas ya de por sí cargadas del peso del fruto. Se mueve tan agilmente que causa una inmediata sorpresa al que está observándola.
Ayudada de su cola ,que equilibra el resto de su alargado cuerpo, al coger la fruta vuelve inmediatamente al tronco con sigilo y pegada a él come rápidamente la fruta que ha cogido, a oscuras, protegida de las rapaces y otros peligros, sin movimientos bruscos y moviendo constantemente la cabeza oliendo en todas las direcciones. He de decir que más tarde o más temprano, muchos de los bichos acaban dándose cuenta de que yo estaba por allí, otras veces me volvía para casa sin que se percataran de mi presencia y los dejaba allá comiendo, pero la única que siempre sabía desde el primer momento que yo estaba allí era ella.
Daba igual que me escondiera que llegara antes que ella, que no me moviera ni un músculo, que no hiciera ruido alguno etc. siempre en todas las noches que apareció en la finca ella sabía que yo estaba allí, y sus brillantes ojos ya me enfocaban desde el principio.
En estas situaciones la estrategia de cualquiera de los otros "peludos" es la de huir de inmediato por dónde han entrado (como los tejones) o por dónde se les ocurra en esos momentos (jabalí), sin embargo la Marta no se mueve lo más mínimo al verte, permanece subida en el árbol, te observa quieta y si ya es demasiado tarde o estás muy cerca, empieza a bufarte-chillar de una manera que incluso te da escalofríos.
Si te alejas del sitio e inicias una falsa retirada, tampoco inmediatamente se moverá del sitio para huir (que sería lo lógico) sino que se toma un tiempo prudente que jamás he observado en otros animales. Puede que pase media hora o incluso una hora hasta que la Marta decide moverse de nuevo y casi siempre no es para volver a su rutina de alimentarse pensando que ya ha pasado el peligro, sino que siempre será para bajar del tronco y marcharse, aunque no haya ya peligro alguno, o se haya quedado a mitad de cena.
Otra de las curiosidades es que si los árboles están unidas las ramas unas con otras, sube por el tronco de un árbol y utiliza el árbol de al lado para bajar, de tal modo que nunca ha subido y bajado por el mismo tronco. Hablando de árboles, de toda la extensión de la finca parece que tiene cierto gusto por marcar siempre debajo del pino...
En resumen, viendo todo esto, no me extraña que hasta el momento mis encuentros en el pueblo con la Marta hayan sido meramente anecdóticos y tan breves como tan solo unos segundos. 
Cómo veis ya han pasado por aquí el zorro, el corzo, el jabalí, el tejón o la Marta... me quedan otros como por ejemplo las ardillas, los cada vez más escasos puercoespines o los más abundantes gatos asilvestrados..
De vez en cuando alguno de estos felinos sin dueño aparecen en los vídeos, es curioso como a pesar de que muchos nacen en casas y cuadras, después adoptan un comportamiento totalmente salvaje, moviéndose con sigilo, preferentemente de noche y huyendo ante la presencia de cualquier humano.
Siempre que los veo me recuerdo del estudio que leí hace ya un tiempo sobre la problematica en algunas localidades que traen consigo los gatos asilvestrados sobre el resto de fauna local.
Y para ir finalizando toca el turno de hablar de las aves (cómo no...) ya que cualquier fruto de cualquier árbol en cualquier época puede suponer alimento. Algunos de los pájaros del lugar son también protagonistas de algunos de los vídeos, especialmente al amanecer o al atardecer: Mirlos, Zorzales, Petirrojo o la familia al completo de Pinzones vulgares. 
También de vez en cuando, la cámara graba alguna sorpresa...
Con todo estos variados actores y protagonistas que os he mostrado hoy , comprenderéis ahora que no me ha hecho falta moverme o arriesgarme mucho en estas pasadas vacaciones, pues en un pequeño trozo de terreno sorprendentemente puede albergar tanta variedad de fauna ajena a nuestros ojos y sin más inversión que la de mantener un par de árboles frutales.

Un saludo y gracias por las visitas y los comentarios.

EL RABILARGO. (Cyanopica cyanus)

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Hola amigos/as!
Hoy volvemos a la senda marcada por los "páxaros" y toca turno de hablar brevemente de uno de los componentes de la familia de los córvidos, ese grupo por el que personalmente siento espacial devoción por su inteligencia, instinto, sociabilidad y además por ser tan perseguido por el "homo". Anteriormente hemos hablado aquí de las Chovas, tanto la Piquirroja como la alpina Piquigualda, de las archiconocidas Corneja negra y la Urraca, del forestal Arrendajo, de las leonesas Grajas y la bella Grajilla la de los ojos azules y hasta del rey de los córvido: el gran Cuervo. En un reciente viaje al Sur español no pude desaprovechar la ocasión de viajar hasta este país vecino para intentar observar a a la última representante que me quedaba por ver de los nueve córvidos que podemos encontrar en la Península, y que de otra manera por su distribución no se puede observar aquí en el Norte: el Rabilargo.
El Rabilargo cuenta con un par de singularidades que destacan sobremanera del resto de especies de aves y hasta incluso dentro de su propia familia; una de ellas es su distribución mundial y es que solamente lo encontraremos en el Este de Asia y a miles de kilómetros de distancia en la zona suroeste de la Península Ibérica; por lo que durante mucho tiempo surgieron teorías para intentar justificar esto, una de las más aceptadas venía a decir que en un momento puntual de nuestro reciente pasado los marineros que andaban por aquellos lares asiáticos los hubieran traído en barco de regreso y soltado aquí posteriormente, pero por un lado la aparición de restos de fósiles en yacimientos arqueológicos (Gibraltar) desmontan esta teoría y por otro (ya para rematar) los análisis científicos demuestran con que nos encontramos con dos subespecies totalmente diferentes entre sí.
Cómo digo su distribución peninsular se ciñe a la zona suroeste peninsular, ocupando masas forestales de pinos, encinas, alcornoques, robledales, olivares etc. no muy densos, con un límite de altitud de hasta 1.700 metros en las sierras del centro de España. Aparte de las masas forestales también se puede encontrar en ambientes desarbolados pero sólo cuando los matorrales están bien desarrollados, aunque aquí es un ave que se presenta escasa.También ocupa bosques de coníferas, pero en menor número que en los primeros.
Así que hablando desde la barra del bar podríamos decir que el Rabilargo es la "urraca del bosque de sur", lo mismo que el Arrendajo lo es en nuestra Cornisa cantábrica. Si bien es verdad que hay ciertas diferencias respecto a estos dos parientes, en primer lugar el Rabilargo es mucho más gregario, formando bandos de varias decenas de individuos , siempre y cuando haya un hábitat seleccionado, abundancia de alimento o de la estacionalidad.
El centro geográfico de la especie es la provincia de Cáceres, es dónde cuenta con mayor número y densidad de Rabilargo. Los estudiosos de la pluma no se ponen de acuerdo, unos vienen a decir que últimamente su tendencia es positiva y por contra otros dicen que es negativa, especialmente en las zonas limitrofes (zona septentrional y meridional), ambas posturas parecen tener razón. Si nos ceñimos a los números, Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha, Extremadura y Madrid son las autonomías que más "pajarracos de estos" aportan, por lo que se aprecia su predilección por el cuadrante suroccidental, aunque de forma discontinua. Tanto en España como en Portugal parece limitarse al Norte hasta el río Duero.
De silueta parecia al de la conocida Urraca, este pequeño córvido presenta una larga cola que lo hace tan característico que hasta su nombre en castellano hace referencia de ello. Dicha cola además de larga presenta un bonito color azul celeste. Las hembras son significativamente más pequeñas que los machos pero no parecen existir rasgos distintivos o de coloración entre ambos sexos. Es un ave sedentaria y el único desplazamiento reseñable lo realizan los jóvenes en dispersión a comienzos del verano, aunque nunca demasiado lejos (la mayor distancia registrada es de unos 45 kms, con una media habitual de 5-6 kms). Dentro de su dieta omnivora destacan los formícidos, presas capturadas durante todo el año excepto en primavera que son sustituidos por una gran variedad de dípteros y ortópetos. Las lombrices parecen ser una presa fundamental en su dieta durante todo el año, siendo los vertebrados una pequeña parte de su dieta.Y si bien es cierto que puede depredar sobre otros pajarillos o sus nidos, su mala fama sobre las poblaciones de especies cinegéticas o cultivos es cómo siempre más leyenda negra que otra cosa.
Ave oportunista no deja pasar los restos de comida en zonas recreativas, basureros etc. por lo que evidentemente también no desaprovechará un manjar suculento como una buena carroñaDentro de su dieta vegetal, destaca principalmente por consumir grano de cereal (38%), también algunos frutos como el higo en verano, en el invierno consume bellota o esporádicamente la aceituna o la uva más bien ya en invierno. Sin embargo los pollos son cebados casi exclusivamente con presas animales, siendo los coleópteros los insectos que aparecen mayoritariamente en las cebas con más de un 80% de capturas. También destacan las hormigas y arañas. Se observa por tanto una marcada distinción entre la dieta de los adultos y de los pollos, siendo éstos exclusivamente alimentados con presas animales, seleccionando para cebar los más blandos.
Construyen nidos abiertos en árboles de mediano porte, principalmente quercíneas y pinos. siendo los materiales recogidos en los alrededores del emplazamiento del nido. Especie monógama es de las pocas especies del Paleartico que aplica la táctica de cría cooperativa.  La pareja reproductora normalmente se mantiene de un año a otro, y la mayor parte de las rupturas se deben a la muerte de uno de ls miembros  aunque también hay casos de "divorcios". 
Las segundas puestas son escasas y se deben a un buen año en cuanto a clima y alimento, o por el contrario si la primera puesta ha fracasado. La incubación la gobierna exclusivamente la hembra, siendo vigilada por el macho, si bien al iniciar la incubación el macho aparece esporádicamente, solamente para cebar a la hembra.  Los Rabilargos suelen formar dormideros que agrupan varios bandos diferentes, los cuáles curiosamente (y pese a ser un ave gregaria) no se mezclan entre sí. Solamente a comienzos del verano es cuando se incorporan individuos jóvenes a estas pandillas cerradas, especialmente hembras de colonias cercanas. 
Acostumbrado a observar los dormideros de las Urracas en los parques urbanos o de las Cornejas en los valles, sinceramente pensaba que la observación de los Rabilargos solamente me sorprendería por la coloración de su bello plumaje y por el tamaño de sus grandes plumas azuladas de la cola, sin embargo nada más poner pie en el pinar pronto comenzaron a moverse por las copas de los pinos estas preciosas aves, al principio apenas 5 o 6 aves lejanas , desconfiadas y esquivas, pero poco a poco y con una serie de códigos sonoros que tan sólo ellos entenderán, estos pequeños córvidos se fueron acercando a nuestro punto unas 15 o 20 aves diferentes, seguramente acostumbradas a la espera de las sobras de una más que probable comida. 
Difíciles de retratar con la cámara entre las agujas de los grandes pinos, no se paran quietos un segundo y desconfían hasta del sonido del obturador. Tampoco parece fácil lograr meter al pájaro entero dentro del encuadre debido principalmente a su larga cola. Finalmente no ayuda nada intentar destacar ese ojo sobre un fondo de plumas totalmente negro.
Al poco rato ya no soy el centro de su atención y aunque me siguen observando por si acaso, comienzan a bajar de las ramas para buscar comida debajo de las agujas de pino que tapizan el suelo rojizo. Parecen bajar organizados en grupo, mientras unos vigilan desde la seguridad de las ramas e incluso agarrados a los troncos, otros mientras aprovechan para buscar comida. Cualquier gesto brusco les hace emitir sonidos de alarma y por ende subir inmediatamente a toda prisa a la seguridad de las ramas frondosas.
Dentro de este aparente anárquico grupo de aves parece existir cierta organización, se mueven en grupo por el pinar, se alternan para bajar a comer mientras otros vigilan arriba, cuando encuentran comida emiten ruidos para avisar a sus compañeros e incluso entre 15-20 aves, cada una parece emparejada y observo como unos a otros las diferentes parejas dentro del grupo se acicalan mutuamente las plumas. No en vano con mi mentalidad norteña me sorprende verme rodeado de cuervos en mitad de un bosque y que éstos sepan lo que se hacen. 
Es hora de irse pues no son días de muchas horas de luz solar y además a lo lejos ya se oye bien la llegada del típico grupo de "homo madrileñensis" dispuestos a comer lo que haga falta, para posterior regocijo de los Rabilargos.

Un saludo y gracias por las visitas y los comentarios

EL ESMEREJÓN (Falco columbarius)

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Hola amigos/as
Hoy voy a hablar de esta pequeña ave, de hecho es el más pequeño de la familia de los halcones que podemos encontrarnos en Europa, por lo que hoy toca hablar del Esmerejón.

Ave invernante en la Península Ibérica por tanto no se reproduce en estas tierras, sino que tiene un hábitat circumpolar, (Islas Británicas, Feroe, Islandia, Escandinavia y Rusia hasta Siberia) viniendo a nuestras latitudes a pasar buenamente el invierno. La mayor parte de la población de la tundra inverna en el Sur de la Europa central, pero también algunos cientos de miles lo hacen en zonas como por ejemplo nuestra Península, y lo hacen pronto ya que a partir del mes de septiembre e incluso de manera excepcional en agosto podemos observar a los primeros ejemplares. Regresando al Norte sobre el mes de marzo, o bien ya de manera escasa en abril vemos los últimos ejemplares.
Así que si queremos ver al Esmerejón aqui sin tener que coger un avión y plantarnos en el Norte a cagar cubitos de hielo, en primer lugar debemos de hacerlo en los meses de frío (otoño e invierno), que es cuando podremos ver en nuestros campos a estos pequeños halcones de forma generalmente solitaria, posados en perchas o cazando en lugares abiertos. Hay veces que incluso en una misma zona se pueden encontrar varios ejemplares como ha ocurrido este año, en el que se observan dos ejemplares diferentes, eso sí: juntos pero no revueltos. 
Las fechas más propicias para observarlos son entre la primera quincena de noviembre y la segunda de febreroEs curioso que la migración de los esmerejones parece tener relación con el paso simultáneo de los fringílidos y alaudidos (pinzones, pardillos, lúganos...), es decir: siguen a su despensa. Y es que su llegada parece coincidir con la llegada de los abundantes Bisbitas a nuestras praderas, ya que esta especie parece constituir el plato fundamental del menú del Esmerejón. 
En segundo lugar a pesar de su amplia invernada en la Península, las zonas más propicias para observarlo parecen ser en las provincias norteñas del Cantábrico, Navarra o Cataluña, aunque también por ejemplo destaca la zona de marisma y arrozales de Doñana. Destacan también la Meseta Norte y Sur o la depresión del EbroLa mayoría de los ejemplares que observamos en nuestros campos proceden de la Península Escandinava.
En tercer lugar debemos de movernos por un hábitat adecuado, ya que por ejemplo no lo encontraremos en zonas montañosas o paisajes forestales, sino que es un ave que principalmente ocupa la zona cerealista llana y amplia, seguido de las zonas húmedas y en último lugar las campiñas y cultivos de secano en mosaico.
Aunque puede cazar pequeños reptiles e insectos, el pequeño halcón esta especializado casi exclusivamente en la dieta ornitófaga, especialmente en los pequeños paseriformes y cómo digo, el 90% de su dieta la compone el Bisbita común. La táctica que le queda a estos pequeños pájaros cuando ven la presencia de la pequeña rapaz acecharles es, o bien refugiarse en el matorral o brezal si han tenido margen de maniobra, o por el contrario si ya es tarde simplemente les queda volar a gran altura. Esto lo hemos podido comprobar en vivo cuando uno de los Esmerejones invernantes ha perseguido en su zona de campeo habitual a un Escribano Nival y ambos han volado cogiendo tanta altura que casi no podíamos seguir las evoluciones de la rapaz en el cielo. El blanco del plumaje del Escribano tal vez tampoco le ayude mucho en mitad de la parda rasa costera ni entre los pardos y camuflados bisbitas.

Hoy he madrugado bastante para aprovechar la poca luz que nos queda y mientras el cielo nos daba tregua, nada más poner el telescopio desde uno de los postes que atraviesan la gran rasa costera levanta vuelo ágilmente la pequeña rapaz, parece claro al verla volar tan alegremente, con esos aleteos rápidos, de que es un ave que cuando tiene hambre no suele posarse de nuevo de vacío; me recuerda al vuelo de otro especialista: el gavilán El Esmerejón mientras coge velocidad va escudriñando a baja altura el matorral del suelo, buscando cualquier ave despistada que aún se esté desperezando.
De alas largas, puntiagudas y cola corta, es junto al Gavilán (éste en los bosques) una de las rapaces mejor especializadas en la difícil captura de "pajarillos", no en vano sus músculos pectorales ocupan el 30% de su peso. Por lo que parece no tener mucho problema en compartir incluso espacio aeréo y alimento con el propio Gavilán:
Cuando el Esmerejón se fija en un ave en particular es capaz de perseguirla incluso durante 8 minutos seguidos, por lo que muchas veces el ave termina en el suelo agotada o en una especie de estado de shock. 
Este desgaste hace que su metabolismo sea más acelerado que el de otras aves rapaces y que tenga que cazar un par de veces al día para subsistir, lo cuál para nosotros es muy interesante pues ,pese a su pequeño tamaño y la amplitud del terreno en el que lo buscamos, se detecta muy bien su presencia al estar en continuo movimiento en busca de más comida, casi siempre o acechando posado o bien volando a baja altura.
El esmerejón ya es adulto al año y aunque el ave más vieja registrada tenia 13 años, el promedio de vida se fija en unos 8 años. Cerca del 90% de los huevos que componen su puesta eclosionan, sin embargo el 70% de los pollos mueren antes del primer año de vidaDurante la Edad Media era un ave muy popular entre los cetreros.

Toda la mañana veo como ambos ejemplares constantemente buscan alimento volando a escasa altura cada uno en un sitio diferente y alejado el uno del otro salvo algún breve momento puntual. Si no encuentra lo que busca no duda en ir de un lado para otro cambiando el brezal por los campos recién cosechados de maíz, no descartando ni la multitud de Estorninos que ya se juntan en las antenas y cables o los alegres pardillos que ajenos al peligro se bañan tranquilamente e incluso cantan en un charco cercano. El tamaño no parece importarle al Esmerejón cuando en una de sus pasadas por ejemplo hace "levantarse" a un grupo de 3 ejemplares de Perdiz roja.
Espero poder seguir escapándome de cuando a cuando hasta la rasa costera, aunque sea solamente por la disculpa de ver a esta bella rapaz.

Esto es todo por hoy, gracias por las visitas y las letras
Un saludo 

MICROHISTORIAS

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La microhistoria es una rama de la historia social que entre otras cosas analiza cualquier tipo o clase de acontecimiento, personaje o fenómeno. En la naturaleza conscientemente aplico erróneamente este concepto cada vez que en vez de ir a páxaros"calzo" a la Nikon el objetivo macro, dejo el teleobjetivo en casa y me dedico a buscar con calma y en silencio las pequeñas historias que hay por el suelo.
No es que sea yo un experto en este difícil arte del macro, ni sinceramente le dedico mucho tiempo, sin embargo el "patear" al aire libre con frecuencia, echar horas esperando en un mismo sitio, o seguir los rastros y huellas de cualquier animal, te pone en contacto directo con todo tipo de minúsculos seres, flores, bichos, insectos y demás.
La sensibilidad, la captación del detalle o la agilidad en la observación que hemos adquirido a la hora de buscar, observa y fotografiar a un pájaro también posteriormente lo transmitimos a otros ámbitos de la vida y aunque el chiste vasco diga "o vas a setas o a Rolex", siempre es posible combinarlos, salir a observar aves y a la vez fijarse en esos "micromundos" que muchas veces nos pasan desapercibidos. 
Por tanto, el contacto con la naturaleza y la destreza en la observación hace que muchos "pajareros" sean también unos auténticos expertos en micro (o macro) fotografía, ya sea de flores, plantas, insectos o "animalejos" pequeños. 
Y es que el amor a la "natura" y ese afán de observar, de estudio, de adquirir nuevos conocimientos nos hacen a veces desviarnos de nuestro camino original y dedicarle nuestro tiempo también a otras áreas diferentes a la propia ornitología. 
Yo también he de reconocer que he hecho mis pinitos tocando varios palos, y es que además el ligero Tamron 90 DII pesa y ocupa poco, siendo su calidad-precio insuperable. Siempre que llega la primavera, el otoño o que durante la jornada hay que internarse por un hayedo, llevo preparado este objetivo en la mochila. 
En Otoño preferentemente (cómo no) toca revisar troncos y suelos en busca de las preciadas y vistosas setas. No es que tenga mucha idea del tema, pero tras revisar las fotos en casa y buscando en los libros y en Internet, pronto vas identificando las más fáciles y conocidas, o las que llaman la atención:
Por ejemplo la famosa "mano del diablo", especie de las antípodas que poco a poco va colonizando nuestras tierras, y que hasta los años 60 no teníamos ni idea de que existiera este vistoso hongo. Aquí arriba la vemos formándose y abajo vemos cómo se desarrolla:
O la archiconocida Amanita Muscaria buscando en este caso una foto diferente, y es que una de las ventajas de la foto macro es que no existe la prisa y puedes ensayar las veces que quieras, cambiar la composición etc. cosa que con animales ocurre todo lo contrario, por miedo a que el animal que estás enfocando desaparezca de la pantalla.
Y es que con los colores tan llamativos que presentan algunas especies de setas y hongos hace inevitable no detenerse a observar algo tan pequeño pero a la vez tan bello:
Aunque también hay otras especies que sin tener colores llamativos o sin ser tan conocidas,  poseen unas formas y texturas singulares:
 O que simplemente en una composición simple destaca sobremanera un individuo sobre los demás:
Si el otoño es una época buena para dedicarse a las setas, evidentemente la primavera nos ofrece grandes posibilidades,  cómo por ejemplo las mariposas:
O quizás otros insectos que aparecen en las flores de las plantas de nuestros floridos jardines:
O cómo no, ese gran grupo formado por las plantas y sus flores, tanto silvestres como ornamentales, autóctonas y alóctonas:
También el objetivo macro sirve para otros menesteres diferentes, tirando un poco de imaginación, y es que su pequeño tamaño, el 2,8f que da gran luminosidad y nitidez y su peso ligero, hacen que cargar con el macro no sea una complicación a la hora de ponerte en marcha:
Tampoco podemos olvidarnos de los animales, aunque no sea el mejor objetivo para retratar a las diferentes especies:
Bueno amigos y amigas, lo de salir a páxaros o a buscar cualquier tipo de animal a veces hace que vuelvas para casa de vacío y más en estas semanas de lluvia, frío y poca luz; pero llevar encima un simple objetivo macro hace que siempre tengas algo en el que entretenerte en el campo.
Un saludo y muchas gracias por las visitas y los comentarios

EL MOCHUELO. (Athene noctua)

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Hola amigos/as!!
Dentro de estas breves entradas que estoy publicando últimamente, dado la escasez de mi tiempo libre, hoy vamos a hablar un poco de esta pequeña y simpática ave rapaz nocturna que por su amplía distribución, pequeño y rechoncho tamaño y sobretodo por sus hábitos diurnos (o más bien: crepuscular) la hacen una de las más conocidas por el público general, aunque quizás por esto mismo quizás en el estado español no se encuentren muchos estudios o trabajos dedicados exclusivamente a esta bonita rapaz.
Los mochuelos europeos son una especie de ámbito exclusivamente Paleártico, sus poblaciones se distribuyen desde Marruecos y el extremo sudoccidental de Europa hasta los Urales y el Mar Caspio. De norte a sur, habitan desde Dinamarca y el sur del Báltico hasta la Península Ibérica y el noroeste y noreste de África. Cómo curiosidad, en Gran Bretaña fue reintroducida con éxito en el año 1842 y lo mismo sucedió en Nueva Zelanda..

Si observamos detenidamente el mapa vemos que en la Península Ibérica ocupa casi todas las cuadriculas del mapa, aunque se observa que no debe de "prestarle" mucho ni la  montaña ni los bosques, pues por ejemplo en la Cordillera Cantábrica, en Pirineos o sistemas motañosos elevados presenta en cambio una menor densidad. A pesar de ser la segunda rapaz nocturna másampliamente distribuida (por detrás del Autillo) parece variar su número de unos lugares a otros, teniendo especial preferencia por las campiñas o campos de cultivo abiertos. También podemos encontrarlo en cualquier terreno de labor, paisajes en mosaico, parques y zonas humanizadas e incluso en lugares costeros.
La dieta del animalillo parece estar condicionada a varios factores cómo por ejemplo la abundancia o no de alimento, su menú del día lo componen los invertebrados, reptiles, anfibios, micromamíferos y paseriformes, variando según la abundancia o la época del año. Destaca por ser la única que consume regularmente invertebrados (pueden suponer hasta el 80%) y sin embargo también por consumir más reptiles y pequeñas aves que por ejemplo el Búho chico o la Lechuza común. 
Por lo tanto es un ave generalista en cuanto a la hora de ponerse a "jalar" y no tan especializada como otros parientes de la familia, también destaca por consumir un mayor rango de presas que van desde coleópteros (de 0,01 gr.) hasta Calandrías (unos 65 gramos). Que no desprecia nada, vamos.
Por lo demás, la vida del mochuelo es bastante aburrida, vive en pareja todo el año, las diferencias entre sexos no son muy apreciables, la hembra es cómo en el caso de las rapaces algo mayor que el macho y suele pesar unos cuantos gramos más que el macho. Además tampoco realiza grandes movimientos migratorios, el mochuelo en definitiva: nace, vive y muere en el mismo territorio y con la misma parienta, puesto que los ejemplares jóvenes en dispersión no suelen desplazarse más de 30 kilómetros del lugar en el que nacieron.
A esta bonita rapaz le gusta utilizar el mismo nido año tras año, entre abril y mayo realiza la puesta, suelen utilizar oquedades de viejos edificios y construcciones, o troncos de árboles viejos. Precisamente este es uno de los múltiples problemas a los que se enfrenta el mochuelo en estos últimos años, la remodelación de las viejas estructuras y viviendas rurales para convertirlas en segundas residencias, hace que nos hayamos olvidado de dejarles un sitio en las mismas en el que resguardarse, criar etc..
Por eso es importante en todas las aves y especialmente más si cabe en las nocturnas, procurar algunos simples huecos o espacios (siempre que nos sea posible) en nuestras viviendas rurales, o si ésto no es posible al menos tirar de sierra de calar de vez en cuando:
http://elnidodelxuan.blogspot.com.es/2012/11/caja-nido-lechuza.html
La población se ha visto disminuida casi un 40% en las últimas décadas, por la utilización de pesticidas, el cambio en los usos del suelo, la iluminación de viejos árboles y de las importantes lindes, los atropellos y algún tiro que otro que suelen recibir.
Cuando vemos a un mochuelo en lo alto de un tejado, chimenea, posado en un alto, en un muro de piedra y éste nos detecta, suele permanecer agazapado. Al tener los ojos en el frente dispone de una preciosa visión estereoscópica, esto quiere decir que dado la comparación de los ángulos ofrecidos por estos dos puntos de vista diferentes de un mismo objeto, el mochuelo puede calcular la distancia a la que se encuentra el objeto que observa. 
Por eso muchas veces lo vemos que mueve la cabeza con movimientos cortos y rápidos, no es que no esté saludando, sino que al observarnos fijamente y mover la cabeza está buscando el mayor número posible de ángulos y calcular así la distancia a la que se encuentra el peligro que le acecha (nosotros).
Cómo curiosidad es el mochuelo el búho que aparece en las antiguas monedas griegas acuñadas en época clásica. Y es que en la mitología griega, el mochuelo es el ave que acompaña a Atenea, representante de la sabiduría, símbolo de la inteligencia y la perspicacia:
En Asturiasno es un ave que abunde, o por lo menos no tanto cómo en otros lados de la P.I. por lo anteriormente comentado, si bien aquí también tenemos algunos espacios abiertos en los que podemos encontrarlo o bien construcciones antiguas y lugares humanizados en los que siempre hay que echar un ojo. 

Por ejemplo, desde el 2.009 visito un par de veces al año a una pareja que utiliza la torre de una vieja casa palaciega, cercana a uno de los embalses de la Asturias central. Desde la seguridad que les otorga esta gran distancia desde el suelo, observo sus idas y venidas, cómo se desperezan entre las palomas que se posan en el tejado o bien en lo alto del hórreo que hay al lado.
Otros ejemplares los ecuentro diseminados por la amplia campiña costera, escondidos entre las edificaciones de los pequeños pueblos agrupados, con especial predilección incluso por las modernas chimeneas, las cuáles les proporcionan camuflaje, seguridad y una buena visión elevada. Me resulta curioso que en la Meseta puedas ver mochuelos posados en muros, elevaciones o postes muchas veces al descubierto, y sin embargo aquí en Asturias (siempre en este hábitat de campo abierto) los observo casi siempre escondidos en los tejados.
También he observado (o mejor dicho y para ser exactos: me han enseñado) algún ejemplar en la amplitud de los pastizales alpinos cercanos a los 1.000 metros de altitud, aprovechando los roqueros cómo lugar de refugio y acecho. No es que al mochuelo le guste precisamente ni la montaña ni la altitud, pero en estas praderas alpinas supongo que en la primavera puede hartarse de insectos y en el invierno le quedará o bien bajar a los valles o comer roedores
En último lugar, también veo de vez en cuando algún ejemplar en Llanes, dónde a mi me parece que es aún más raro ver en Asturias, quizás por el tipo de hábitat que aquí encuentra, ya que no hay grandes extensiones de cultivo ni espacios abiertos, llanuras...
 
En todos estos diversos ambientes (edificaciones antiguas, campiña o prados alpinos) salvo por el telescopio, nunca he tenido la oportunidad de verlo de cerca hasta el otro día en el que por casualidad ,revisando una edificación agraria antigua sin ninguna intención en la mente, me encontré con uno de ellos.
Seguramente mucho antes que yo, éste precioso búho ya me había detectado y se había puesto en guardia.Fueron solamente unos segundos antes de que el astuto mochuelo se refugiara en el interior de la edificación, pero lo suficiente para poder disfrutarlo al detalle.
Un saludo y muchas gracias por vuestras visitas y comentarios

EL TREPARRISCOS. (Tichodroma muraria)

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Hola amigos y amigas!!

Hoy antes de celebrar las navidades le toca pasar por aquí al ave alpina seguramente más buscada y apreciada por todo aquél que le guste observar aves en el siempre difícil medio montañoso,por lo que toca hablar del Treparriscos!!!.  Lo primero debo de sincerarme y reconocer que si anteriormente no hubo publicada esta entrada en este blog no fue por falta de ganas o de tiempo, sino porque la calidad de las fotos que tengo de esta especie francamente: da pena, de tal manera que había que hacer un esfuerzo y echar mucha imaginación para intuir al inquieto Treparriscos en cada ínfima foto que tenía guardada en el archivo.
No penseís que es una de mis habituales exageraciones.. Ejemplos de lo dicho: 
Treparriscos "fantasma" en vuelo en acantilado marino gijonés:
Su réplica, esta vez posado con las alas desplegadas en le pared de la Mesa:
Viendo el nefasto resultado de las anteriores intentonas año tras año, y de lo que se me resistía el "bicho" a salir en las fotos de manera un poco "decente", no me quedó otra que crear la "operación Frenadol" y ponerla en marcha en el momento que tuviera en estas fechas un par de días de libre albedrío para dedicarme plenamente a ello.
NOTA: Lo de Frenadol es a posteriori, dado el número de sobres de la marca que llevo ingeridos tras ese par de días lluviosos y gélidos a la "caza" del Treparriscos.
Pero antes de nada cómo siempre lo primero subo un buen par de mapas (robados buenamente de la red) en el que primeramente veamos su distribución europea y en segundo lugar y más abajo lo mismo pero en la Península ibéricaYa aquí se intuye que el Treparriscos tiene un par de particularidades; la primera de ellas es que es un ave eminentemente rupícola, por lo que siempre debemos de salir a buscarla a las verticales paredes de roca, pues es en este mundo pétreo de altura por dónde se mueve y por dónde encuentra su alimento el "avecilla". Es algo que más o menos sabe todo el mundo pero no está de más decirlo.
En segundo lugar y relacionado con lo anterior, en la P.I. fundamentalmente cría en la Cordillera Cantábrica (Macizo central y occidental principalmente) y en el Pirineo central; si bien cuando llega el invierno es un ave que se desplaza hacía lugares más propicios climatológicamente hablando. Por lo tanto se distinguen dos zonas ocupadas: en la época de reproducción (primavera-verano) ocupando en esta época las altas zonas alpinas y más agrestes con especial querencia por la caliza, a unos 1.600- 2.000 metros de altitud, aunque a veces puede nidificar a más baja altura, cómo por ejemplo en Teverga-Asturias (a unos 700 metros).
Cueva Huerta (Teverga)
En cambio cuando llega el invierno este ave (cómo la mayoría de las alpinas) se dan el "piro" de allí arriba y que aguante el frío y la nieve Rita... Por lo que ahora ocupa un tipo de hábitat más variopinto, desde acantilados costeros, canteras e incluso monumentos, cortados fluviales o simplemente mantiene el mismo tipo de hábitat, pero con un descenso altitudinal significativo. Incluso se han llegado a observar ejemplares en edificios de ciudades o entre las casas de los pueblos buscando arañas en los aleros. De esto último recuerdo el caso de un pueblo cántabro en el que el Treparriscos andaba buscando arañas entre los cables pegados al alero de las casas.
Los ejemplares de los Pirineos, que deben de ser los más abundantes, en invierno pueden llegar incluso hasta Sierra Nevada, y los supuestamente más escasos ejemplares de la Cordillera cantábrica incluso se ha visto un ejemplar anillado aquí pasando el invierno en Cáceres (más de 400 kilómetros de distancia) por lo que a pesar de ser un ave sedentaria, queda demostrado que puede realizar viajes a grandes distancias en época invernal.
En verano siempre he tenido la "mala costumbre" de ir a buscarlo a la alta montaña, de acuerdo a lo dicho es precisamente en esta época cuando escoge los terrenos más altos, inaccesibles y agrestes, por lo que solamente gracias al telescopio hemos podido disfrutarlo a placer en un par de ocasiones, aunque siempre muy lejano para la cámara. Además en los días de sol, que es cuando los "mortales pisapraos" nos decidimos precisamente subir a la montaña, el Treparriscos parece entonces reducir su actividad y ocultarse en las partes más sombrías de la caliza, huyendo del sol y del calor veraniego. Que recuerde ahora mismo he podido observarlo este año tanto en la zona de los Lagos de Covadonga, cómo en las inmediaciones de La Mesa y la Tesa, Desfiladero de los Beyos, Los Fontanes (Tuiza) , la famosa "vueltona", Horcados Rojos y el Tesorero en la vecina Cantabria.
Por contra, en invierno a pesar de lo variopinto de los lugares que escoge para "invernar" y que lo hace a menor altura, he tenido más bien poca suerte en este sentido, poca suerte  buscándolo por ejemplo en: canteras abandonadas (Valmurián), acantilados marinos llaniscos, el propio Cabo Peñas o Cabo Torres (Gijón), en la propia Sierra de El Cuera (El Mazucu) e incluso no es raro verlo en el Santuario de Covadonga, pasando inadvertido ante cientos de "fieles" en la cueva, o alimentándose entre las piedras de la propia basílica... Aquí solamente he tenido oportunidad de verlo volar de la torre de la basílica a la Cueva.
Durante la invernada la altitud media en los Pirineos es de 900 m, en cambio en la Cordillera Cantábrica baja hasta los 640 m. En esta época se observa fundamentalmente en roquedos interiores no fluviales (más de la mitad de las observaciones) seguido de zonas idénticas pero con curso fluvial, en tercer lugar construcciones humanas y finalmente con solamente un 8% de observaciones: los acantilados costeros.
Habite dónde habite lo que está claro es que tampoco es un ave que sea muy abundante o fácil de ver, y además si algo nos sobra en Asturias precisamente es montaña...
Viendo que en verano se me hacía imposible acceder a los lugares por dónde se mueve el Treparriscos y fotografiarlo de cerca, decidí este fin de semana pasado probar suerte buscándolo en uno de los lugares más accesibles, con citas de la especie recientes, y a una altitud moderada para lo que es el pájaro.
Esta es parte de la pared que he estado observando durante dos días seguidos:
Y es que una de las pocas ventajas que te otorga este ave es que parece ser bastante fiel al territorio, a la pareja y al nido. Cuando se observa allí en la amplitud de la pared, lo primero que llama la atención es su pequeño tamaño en la inmensidad de la roca (apenas tiene el tamaño de un Agateador).
A mi personalmente siempre me ha parecido más grande visto en fotos que en cambio verlo ahora de cerca en vivo. Éste pequeño tamaño lo disimula con unas grandes y redondas alas que apenas dejan ver su cola. Además destaca por las rectrices con machas blancas redondas que se ven bien cuando vuela y sobretodo por el detalle que todo el mundo conoce: el rojo carmesí cuando despliega las alas.
Una vez estudiado los movimientos del bicho, el terreno, la pared y ver dónde podría haber más luz en un día frío y lluvioso dentro de aquel valle estrecho, solamente me quedaba esperar a que el Trepa decidiera ir hasta la parte más baja y abierta del extremo del desfiladero, allí dónde yo me podría acercar más a él camuflado detrás de una de las enormes rocas desprendidas del acantilado. Durante todas las horas de luz que hubo el primer día, el bicho no se dignó a bajar por allí y en cierta manera perdí muchas veces la esperanza y pensé cambiar 1.000 veces de táctica, pero al segundo día tuve la fortuna de que apareciera en el sitio preciso, aunque solamente fuera durante unos segundos....
Visto así de cerca cambia un poco la película, verdad?. Siguiendo con su plumaje, este contraste de colores negro, blanco y rojo se completa con un gris-azulado del resto del cuerpo, pico largo, negro y curvo que utiliza para extraer todo tipo de insectos de las grietas de las rocas y finalmente unas patas robustas también negras, con largas uñas que le ayudan perfectamente en la tarea de moverse en vertical por la piedra.
Al "arañero" le gustan los insectos, no en vano es su dieta fundamental durante todo el año, descartando casi por completo otro tipo de alimento, es difícil de detectar cuando está quieto en la pared ya que ofrece un camuflaje mimético.
Sin embargo cuando se mueve de manera espasmódica por la pared deja ver ese repertorio de colores, por lo que es fácil de ver y siempre se le compara con el vuelo de una mariposa, a mi personalmente más que al insecto lo definiría cómo el "agateador alpino", cambiando el tronco de madera por la roca de nuestras montañas.
De todas las alpinas ya tratadas y fotografiadas aquí, sin duda éste es el ave que más difícil me lo ha puesto, además es seguramente el ave de este medio a la que más tiempo he invertido en buscarla y más kilómetros he recorrido portando el equipo a las espaldas, pero la satisfacción de verla tan cerca ha servido claramente para compensar todo esto (y de regalo llevarme también un gripazo para casa...).
Aunque no he quedado satisfecho del todo con las fotos obtenidas (tiradas a pulso, a última hora del día y lloviendo) personalmente me saben a gloria, aunque solamente sea por los dos días y sus largas y frías horas de espera y los 350 kilómetros de coche recorridos en el  viaje de: ida-vuelta, ida-vuelta al mismo lugar.
Así se despidió antes de volver a la inmensidad de su pared:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, cómo siempre: gracias por las visitas y las letras. Y añado: FELIZ NAVIDAD!!

CHARRANADA

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Hola amig@s!!
Pienso que nada mejor para comenzar en el blog este año 2.015 que hablar de un ave que siempre que la observas sabes que inmediatamente después te va a proporcionar buenos momentos para la retina y también para la tarjeta de memoria de la cámara. Se trata del Charrán Patinegro (Thalasseus sandvicensis).
De todos los Charranes que visitan la Península Ibérica ,y por ende el estado asturiano, es con el que mejores momentos he pasado y del que más observaciones tengo, pues no es que sea yo especialmente hábil con esta familia y de momento solamente he podido fotografiar a éste y a su pariente el Charrán común (Sterna hirundo).
Sin embargo al que podemos ver de manera habitual por aquellos puertos, ensenadas, rías o playas que visitemos es al Charrán patinegro, con un tamaño cercano al de una gaviota reidora, el esbelto y ágil Charrán sobresale del resto de aves similares por sus alas puntiagudas y alargadas, su cola horquillada y sobretodo por el diseño y color de su cabeza, coronada por un pico largo negro con la punta amarilla. La cabeza es plana y alargada con un capirote negro bastante llamativo en las aves adultas. Las patas son de color negro.
Con una alimentación cuya dieta se compone a un 98% de pequeños peces de entre 9-15 centímetros (2% restante invertebrados marinos) excepcionalmente se alimenta de otra cosa que no sea esa (pollos de otras aves ?¿?), por lo que observarlo cómo pesca es un verdadero espectáculo. Aquí en el Cantábrico parece depender de la abundancia de sardina, la anchoa, los muiles o incluso la lubina, que parecen ser los platos habituales de su dieta.
Cuando llega la pleamar es el momento en el que el Charrán aparece volando a baja altura por los puertos y estuarios, utilizando para pescar una de las técnicas para mí más espectaculares de nuestras aves. 
En vuelo ágil, cabeza abajo, va volando a una altura de unos 10 metros sobre el agua fijándose detalladamente en los bancos de peces y sus movimientos, zambulléndose en el momento oportuno al modo Alcatraz (incluso a más altura que el Charrán común) e internándose con las alas pegadas al cuerpo en el medio acuático para capturar con su gran pico al pececillo seleccionado previamente, de seguido subir a la superficie y tras unos segundo "a lo pato" despegar del agua y coger vuelo de nuevo aún con el pez en el pico.
Normalmente el Charrán acompaña toda esta maniobra de pesca con dos cosas maravillosas para el observador; primero el bicho no se corta un pelo y puede realizar todo esto que acabo de explicar al lado tuyo, y en segundo lugar todo esto viene adornado por una serie de sonidos que produce de manera frecuente tanto pescando cómo "patrullando" la orilla. A pesar de no ser un ave rara de observar y que se presenta en la mayoría de los puertos con mayor o menor frecuencia y número, la población de patinegro es totalmente migradora. Los charranes invernan en la costa atlántica del oeste del África Tropical, llegando incluso hasta Sudáfrica, cruzan el Índico, otros sin embargo se acercan al Mediterráneo.
Durante esta migración de ida y vuelta es cuando los charranes se acercan a nuestras costas pues es un ave que actualmente solamente cría en la P.I. en un par de enclaves localizados en el Mediterráneo. Después de criar inicia una dispersión hacia las zonas de alimentación parece ser que para coger fuerzas, antes de la propia migración (septiembre-octubre).
En Asturias es un ave que creo que solamente ha nidificado solamente en un par de ocasiones, en la playa de Merón (en el año 2.007) cuando de forma casi anecdótica criaron 7 parejas en una zona baja de acantilado. Además de otro caso ocasional en la vecina Ría de Villaviciosa (año 1.975) criando 3 parejas de las que salió adelante un pollo, al parecer.
En aguas del Cantábrico parece que también ha criado o cría en aguas del Golfo de Vizcaya en la desembocadura del río Adour (Bayona gabacha), en otras partes de la P.I. esporádicamente en el Delta del Ebro (de manera irregular) o en las desembocaduras de los ríos Tajo-Sado (Portugal). Sin embargo en la Reserva Natural de Banc d´Arguin se encuentra la mayor colonia europea con unas 3.000 parejas reproductoras.  No obstante, el área de reproducción europea del "pajarraco" parece ser relativamente pequeña, ocupando las costas de Gran Bretaña, noroeste de Francia, Mar del norte y parte del Báltico.
Hasta casi los 4 años no alcanzan la madurez sexual y las aves de primer año acompañan a los adultos. Generalmente la mayoría de charranes inmaduros veranean en los propios lugares de invernada, especialmente allá por el Golfo de Guinea o Mauritania. La verdad es que pensándolo en frío: ¿para que salir de fiesta, lejos de casa y generando un esfuerzo y un gasto energético terrible, si sabes que no vas a mojar?. Para eso mejor te quedas gustito en casa...
Tampoco es raro es que justo al año antes de poder reproducirse aparezca por nuestras costas, me imagino que memorizando y adquiriendo la experiencia necesaria para volver al año siguiente, esta vez para formar familia y procrear. Y es que el charrán es un ave longeva, pidiendo vivir más de 13 años e incluso se han observado aves anilladas con casi 24 años de vida.
En el censo de aves reproductoras de la SEO del año 2.007 se estimaba unas casi 4.000 parejas en la Península, las cuales se distribuyen casi exclusivamente en 2 puntos, y los dos en el Mar Mediterráneo: Delta del Ebro y la Albufera valenciana, albergando estos dos sitios el 98,6% de la población total. 
Es un ave que anida en colonias y que con los datos en la mano, se ve que tiende a concentrarse en pocos puntos. Cómo ya he dicho anteriormente el resto de lugares de cría parecen ser más bien hechos puntuales de poblaciones totalmente aisladas.
Aqui en el Cantábrico por tanto es un ave que observamos mayoritariamente durante los famosos "pasos" y no en todos lo observamos bien, sino que es un ave que parece un tanto errática tanto en su nidificación cómo en dejarse ver por nuestras costas; aunque he podido observarlo en estos años en prácticamente casi todos los puertos y ensenadas astures. Si bien los lugares en los que mejor (y en más cantidad) he observado a estos bichos ha sido en la zona del Puerto de El Musel- Playa del Arbeyal en Gijón y sobretodo en la vecina Cantabria y su apreciada Santoña.
En este último lugar ,mejor o peor, en la época adecuada siempre me acabo relamiendo del gusto por el espectáculo que me ofrecen estas bellas aves, que aparecen aquí en buen número, de todas las edades, e incluso fijándose un poco te encuentras incluso aves anilladas.
Muchas veces he dejado de lado incluso buscar especies nuevas para mí que sabía que también estaban por allí, para centrarme exclusivamente en los charranes por muy vistos que los tenga o aunque los tenga a pocos kilómetros de casa. Sin embargo nunca me canso en observar cómo pescan en las aguas someras, o cómo alimentan a su pollo ya crecido.
Bueno, pues por hoy ya esta bien. Cómo siempre: gracias por las visitas y los comentarios
FELIZ AÑO NUEVO!!

EL ESCRIBANO HORTELANO. (Emberiza hortulana)

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Aunque la casa del pueblo está a menos de un kilómetro en línea recta del Mar Cantábrico y las gaviotas costean por encima de mi tejado, me he considerado fundamentalmente "más de monte que de arena", esto es una contrariedad puesto que mi infancia básicamente ha transcurrido al lado de un bote de Nivea y un bocata lleno de arena en la orilla de cualquier playa llanisca. 
Vivir actualmente en una ciudad costera como Gijón y tener una novia "playera" tampoco me ha ayudado mucho a apaciguar este "instinto montuno", pues siempre que hay que planear una escapada, planificar un domingo libre etc. siempre la primera idea mía es marchar hacía la montaña. 
Que te guste la montaña (o que camines habitualmente por ella) no quiere decir que te convierta en un gran observador de aves alpinas, muchas veces subes y no ves nada y he de reconocer que a día de hoy hay especies que no he podido observar aún allá arriba, o que su observación ha sido lejana y mala (por no hablar ya de intentar fotografíar...). Esto lejos de desanimarme, me sirve para tener la disculpa perfecta para coger la mochila, salir de la ciudad y dirigirme al monte.
Y es que además de tener que "carretar" con el equipo hasta allá arriba, depender de la climatología cambiante y de la época del año en la que nos encontremos, toca muchas veces buscar pequeñas aves que se cobijan en la inmensidad de las praderas, laderas o montañas y además acceder a ellas muchas veces no es tan fácil cómo moverse por otros hábitats. A veces es lo más parecido a buscar una aguja en un pajar.
Continuando con el hilo de la entrada anterior, el principal objetivo fijado de aquél día gris y frío de alta montaña no era sino que el precioso Escribano hortelano, ave estival que solamente encontramos aquí en la primavera/verano y además en unos espacios característicos, además su número tampoco es que sea muy abundante.
Por lo tanto, si queremos observar a este ave no solamente debemos de procurar ir en unas fechas adecuadas en el año, sino que también hay que coger altitud y seguramente subir algún puerto o montaña. Aún haciendo todo esto, no tenemos asegurado su observación puesto que su número o su localización puede varíar de una temporada a otra.

Este año he ido a buscarlo en teoría a zonas idóneas, en su época justa y con observaciones anteriores de otros años en aquel mismo lugar, y en cambio no lo he visto. Por el contrario a pocos kilómetros (o incluso en la ladera de enfrente) es un ave que abunda, aunque ojo: nunca en grandes números.
Al escribano hortelano, al igual que a muchos parientes de la familia (Escribano montesino o el amarillo y precioso E. cerillo) le gusta el "matu":  matorral de escobales, piornal y pequeños árboles que le sirven de perchas, también espinos y arbustos que resisten el paso del tiempo y la mano del hombre o de la cuerna del rumiante.
Laderas bien orientadas, soleadas y con algo de inclinación, todo esta mezcla sea tal vez el lugar adecuado para buscar a este precioso ave. Una vez escogido el posible lugar en el que puede habitar y llegado a él, tocará tirar de prismáticos y con paciencia y suerte (y algún rayo de sol que anime la fiesta...) esperar a que por alguna percha de matorral o árbol, o quizás en una piedra destacable de aquella ladera, aparezca algún simpático y rechoncho hortelano cantor.
Lo bueno de la especie es que es un ave relativamente colorida y de buen porte si lo comparamos con otras especies, y bien parece que no se esconde ni vive oculto cómo otras aves del hábitat alpino. No difiere en exceso del comportamiento de los otros escribanos montanos, por lo que si estamos acostumbrados a observar a éstos, ahora tan sólo nos quedará amoldarnos a un ave de la misma familia, pero más escasa y estival.
Salvo en Sierra Nevada y quizás algún otro punto aislado, la especie habita más bien en la mitad del norte peninsular, esta distribución se debe a la selección de hábitats de montaña en los principales macizos montañosos (Cordillera cantábrica y Montes de León, Sistema Central, Pirineos, Sistema Ibérico o Sierra Nevada).
La población europea y asiatica de esta especie es migradora de largo recorrido, desplazándose a África a invernar (África oriental Sudán, Abisinia, Somalia, Eritrea, Nigeria y Senegal) durante este paso el ave es tristemente famosa por ser cazada para ser comida, sobretodo por nuestros apreciados vecinos franceses, tan gastrónomos ellos...
Escribano
Ave que puede habitar en diferentes ambientes, desde el nivel del mar hasta superar ampliamente los 2.000 mts. en teoría prefiere zonas de media montaña, con espacios abiertos y que tenga algún posadero. También podemos encontrarlo en los bordes de cultivos o huertos de pueblos de media montaña, que debe ser por ello lo de denominarlo  "hortelano", aunque yo eso de verlo por los huertos no lo veo claro hoy en día, tal vez cuando lo bautizaron sería una especie abundante en paso y aprovecharía el recurso de buscar alimento en las huertas de los pueblos.
El E. hortelano no pierde el tempo cuando llega aqui, ya que a finales de mayo ya está manos a la obra con el tema de perpetuar la especie y suele terminar a mediados de julio. El nido lo realiza en el suelo, protegido por las vegetación o incluso entre piedras. 
Cómo en muchas otras especies es la hembra la que básicamente se dedica a estos menesteres (unos 14 días de incubación) aunque en la alimentación de los pollos también participa el macho de manera secundaria. A los 10-14 días los pollos ya abandonan el nido y a la semana de volar ya suelen independizarse. Los juveniles son dificiles de distinguir de otros escribanos hasta que alcanzan el plumaje de adultos allá por el otoño. Si se han dado la suficiente prisa cabe la posibilidad de una segunda puesta.

Una vez localizado solamente quedará observarlo tranquilamente, pues no es ave de grandes vuelos o maniobras, sino que parece tener queherencia a un mismo espacio, sentarse y escuchar su bello trino en la inmensidad (y a veces en el silencio) de la gran montaña. 
Como es costumbre en esta casa os dejo un breve vídeo del bicho. (si lo veís en HD casi que mejor...)
Con este vídeo voy cerrando la entrada de hoy, en definitiva seleccionando las especies que me gustaría observar, esta primavera estoy teniendo buena suerte con las aves alpinas, pero la próxima entrada será un poco diferente.
Gracias por las visitas y los comentarios.
Un saludo!!

LAS BARNACLAS

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Hola amigos de lo ecológico!!
Tras el fin de los ágapes, fastos y festejos varios navideños hoy vamos a recuperar la normalidad hablando de uno de los grupos de aves que me gustan: las Barnaclas. De la familia de los anseriformes, las "branta" (cuya traducción literal sería: "percebe") viene representada en la Península de diferente manera por tres especies distintas: La Barnacla Cariblanca, la B. Carinegra, la gran B. Canadiense o por último la escasa y bonita: Barnacla Cuellirroja.
Las barnaclas son unas aves que actualmente no se reproducen en nuestras latitudes (y si lo han hecho ha sido de manera muy puntual), por lo que su presencia aquí es muchas veces esporádica (principalmente durante su invernada o en los "pasos" migratorios) y finalmente cuando aparecen por aquí, salvo la Barnacla carinegra, el resto de especies de la familia lo hacen con pocos efectivos o puntualmente.
Por otro lado, debe de ser un ave fácil de mantener en cautividad, pues es frecuente observarlas en parques y colecciones privadas, por lo que casi todas aquellas observaciones que hay en la "Patria Egpañola" de barnaclas (salvo la B. carinegra) se ponen siempre en duda de que sean realmente ejemplares salvajes, y no más bien escapes de estos parques y colecciones privadas, lo cuál es un problema añadido.
Porque aunque estos lugares deberían de tener a sus ejemplares debidamente controlados y anillados, la realidad es que (y especialmente con las anátidas) no es raro encontrarte aves exóticas pululando sin control por los enclaves naturales que solemos visitar.
Si os habéis quedado con la historia de asociar a las Barnaclas a los percebes del principio, esto viene porque al parecer al ser aves que no crían aquí y que solamente las vemos entrando de la mar, las gentes de antaño llegaron a la conclusión de que eran aves que directamente procedían de este rico y ahora apreciado crustáceo. No me digáis que fumaban de aquella, pero debía de ser de lo bueno....
Y es que las pequeñas ocas silvestres de plumaje negro y blanco crían en las frías latitudes norteñas, migrando parte o incluso su entera población a tierras más cálidas según se aproxima el invierno. A diferencia de otras especies de aves, las barnaclas se diferencian bien entre las especies y subespecies de la misma familia, bien por su color de cabeza/cuello, o por su gran o pequeño tamaño. 
La primera de la que voy a hablar hoy es de la Barnacla cariblanca (Branta leucopsis). Este pequeño ganso viene todos los inviernos a nuestras tierras, pero en pequeño número y de manera muy irregular.
Cabe destacar por ejemplo los 14 ejemplares observados en el año 2.010 en Salburua:
Salburua
La más reciente cariblanca aparecida en las Marismas de Santoña (cómo no...) junto a unos ánsares comunes hace unas semanas:
Santoña
O finalmente (y por hablar algo de la tierra) recuerdo las dos "asturianas" que muchos fuimos a observar durante una temporada cerca de Oviedo (Soto del Rey/Ribera de Arriba) allá por el ya lejano año 2.011.
Asturias
La barnacla cariblanca suele criar en zonas tipo el Ártico, Groenlandia o el occidente de Siberia, cómo veis: lugares cálidos y agradables en los que vivir... Las aves de Groenlandia se van a invernar fundamentalmente a las Islas Británicas. Sin embargo las más numerosas cariblancas siberianas se van a los más cercanos pólders de los Países Bajos
Al observar el mapa de arriba, vemos que nos quedamos un poco lejos de su tradicional límite sur de invernada, sin embargo si en estos lugares en donde han llegado para pasar los meses de invierno aprieta también el frío, se cree que desde allí bajan hasta nuestras tierras y por tanto los ejemplares que observamos aquí, proceden de estos lugares de invernada. 
Al margen de todos estos datos y mapas, siendo claro las barnaclas cariblancas son para mí sin duda las aves con más huevos del mundo (y no por cantidad, tamaño o número) y sino echad un ojo al cutre-vídeo de abajo para ilustraros un poco con tal rotunda afirmación:
Y es que cuando llega la hora de anidar, las cariblancas escogen los cortados rocosos y acantilados más verticales, y a una buena altura del suelo para anidar. A los pollos de barnacla no les queda otro remedio que lanzarse literalmente al vacío acantilado abajo cuando aún ni tan siquiera están totalmente emplumados para volar, sino que se limitan a planear lo mejor posible y reducir la velocidad de caida contra las piedras de los acantilados para asi poder seguir a los padres, pacer etc. Menudos "kamikazes"... 
Seguro que a partir de ahora cuando veáis una cariblanca descansando tranquila en un parque, os cambia el concepto que teniaís del bicho.
Las fotos que aparecen aquí de esta especie son tanto de los ejemplares que aparecieron por el río Caudal a la altura de Soto del Rey (Ribera de Arriba) hace un par de años, y de un ejemplar que hace una temporada se presentó por el Parque Isabel La Católica (Gijón) junto a los ejemplares "domésticos" de su misma especie. Y es que el caracter eminentemente gregario de las ocas hacen que muchas veces se asocien ejemplares salvajes junto con otros domésticos.
Estos tres ejemplares observados en estos dos lugares y entornos bien diferentes, ninguno de ellos portaba anillas, ni están alicortadas, y su procedencia se desconoce completamente.
Finalmente el amigo David Álvarez junto a Gilberto hace solamente unos días pudieron observar a otra pareja de Barnaclas cariblancas en el Occidente de Asturias:
despidiendo-el-ano-entre-eideres-
Cómo veís, de vez en cuando se dejan ver estas simpáticas aves por nuestros "terruños" más norteños, siempre con la duda de conocer realmente su procedencia, pero disfrutándolas cómo si vinieran a vernos de los lugares más inhóspitos de Siberia.
La Barnacla cuellirroja (Branta ruficollis) es la más pequeña y escasa de todas ellas, la única que actualmente su población está en regresión por diferentes motivos no muy claros.
Reducción población Barnacla cuellirroja:
Estos pequeños gansos tienen un peso aproximado de apenas kilo y medio en los machos adultos, pero al margen de todo esto a mi estéticamente me parecen los más bellos de toda la familia, con ese marrón cobrizo intenso tan característico en su bonito dibujo facial, ese pico corto, los bordes blancos etc. Se distribuye principalmente por las tundras costeras, pantanos y bordes de lagos de la Asia septentrional o la Europa oriental. Suele invernar alrededor del Mar Negro, por lo que su presencia aquí es más bien anecdótica cómo ave rara divagante.
Al igual que las otras barnaclas, es gregaria y durante la migración puede asociarse en estos viajes de miles de kilómetros a los bandos de otras especies de gansos (Ansar común o campestre, por ejemplo) lo cuál puede facilitar que asociándose a estos parientes  que por contra si vienen a invernar aquí, aparezca  de cuando en cuando algún ejemplar salvaje por nuestros humedales o campos, bastante lejos de sus lugares habituales de invernada.
Por ejemplo:
Considerada una rareza ocasional en España con solamente unas muy pocas citas (La Nava/Palencia, Huelva, Villafáfila/Zamora, Aragón...), incluso alguno de estos ejemplares pueden proceder de escapes, puesto que es una especie muy apreciada por los coleccionistas y no es raro verla en los listados de compra/venta en Internet.
En mi caso y pese a estar tentado a ir hasta las Lagunas de La Nava (Palencia) a intentar observar al último ejemplar presumiblemente salvaje observado en Iberia, de momento me he conformado con observar los ejemplares en cautividad pertenecientes a la colección del Parque Isabel La Católica (Gijón). 
Sé que no es lo mismo observar ejemplares salvajes en medios naturales que en mi caso ver aves alicortadas nadando en el sucio estanque de un parque urbano y comiendo pan, pero uno de los supuestos fines de estas aves de colección en los parques públicos de las ciudades es precisamente la de la divulgación didáctica, pues la gran mayoría de la gente en la vida podrán ver un bicho de estos en libertad. 
Así sin que sirva de precedente en este blog (y muy a mi pesar) las fotos de las cuellirrojas aquí subidas son evidentemente de estas aves cautivas, mientras espero la llegada de una de esas raras "salvajes" que aparecen por aquí cada "x" años.
Seguidamente me toca hablar de la mayor de las barnaclas: la Barnacla Canadiense(Branta canadiensis). El también llamado: Ganso del Canadá, cómo bien su nombre indica, procede originalmente del Norte de América, si bien actualmente alberga poblaciones naturalizadas en la Vieja Europa. 
Yo pensaba que había observaciones solamente de una sóla especie de esta gran oca, sin embargo también hay una observación en Extremadura (año 2.011) de la Barnacla canadiense chica (Branta hutchinsii).
gansos-raros-en-extremadura
Entre estas poblaciones "naturalizadas" y los frecuentes escapes de colecciones privadas, se estima que hay actualmente 200.000 Barnaclas canadienses en Reino Unido, 40.000 en Escandinavia o 12.000 ejemplares en los Países Bajos. En Francia se habla de que puede haber unas 5.000 Barnaclas y ya se ha confirmado su nidificación en el sur gabacho, apenas a unos kilómetros de la frontera con el Imperio. 
Y es que este ave parece que se ha adaptado fenomenal en los lugares en los que ha sido introducida y no parece tener mayor problema en criar en los nuevos lugares en los que aparece. De hecho puede que ya lo haya hecho en España..
Posible cría Barnacla canadiense España
Me imagino que la catalogación cómo una rareza en España se deberá más bien a los ejemplares salvajes que de cuando en cuando cruzan el charco. Cómo digo, al igual que la barnacla cariblanca a veces se deja ver algún ejemplar por nuestras costas, ríos o embalses:
Pareja en Bermeo
Avilés
Aunque siempre con la eterna duda de saber si es un ejemplar escapado de algún parque o si por el contrario estamos observando realmente un ave que ha migrado de una de estas poblaciones naturalizadas del norte de Europa.
El caso de la Barnacla que os voy a presentar a continuación tiene un par de singularidades que la hacen aún más rara. En primer lugar comienzo diciendo que el único ejemplar de esta especie que he observado ha sido (de nuevo) en el Parque Isabel La Católica (Gijón) pero a diferencia de la pareja de Barnacla cuellirroja residente, este ejemplar no solamente presenta todas las plumas y no esta alicortada, sino que además el cuidador del parque no tenía idea de su procedencia, simplemente apareció un día allí junto al resto de ocas.
En segundo lugar además presentaba una anilla metálica pero diferente a las conocidas o utilizadas por el parque, tirando de óptica se ve claramente el código: BTO BRITISH MUSEUM NAT HIS LONDON SW7 5212447.
Con lo cuál ya sabemos que el ave ha venido de forma natural desde aquellas islas que no son nuestras por culpa de una tormenta... es decir, es un ejemplar que pertenece a una de esas poblaciones naturalizadas de las que hablaba más arriba, concretamente anillada el 13 de diciembre del 2.012, y que meses después ya la observábamos tranquilamente por el parque gijonés.
No termina la historia aqui de esta hembra que decidió venir hasta aquí desde el Parque de Poole (Condado de Dorset, al sur de la isla) para quedarse a vivir en nuestro Parque, sino que además decidió criar, pero no con alguna otra de su misma especie que habitaba por el parque, sino que decidió formar una familia ni más ni menos que con un Ánsar indio (Anser indicus).
El indio, por su parte pese a que tenía un "harém" de varias hembras de su misma especie en el parque, decidió darles plantón, probar otras culturas y razas y finalmente marcharse con la canadiense forastera, y además formar una familia de una especie de mezcla de cuatro pollos "indios-canadienses" de aspecto un tanto "singular" y ciertamente con rasgos intermedios entre las dos especies. Al parecer que una Barnacla hibride con otro pariente de los gansos no es muy raro, pero la historia tiene miga.
A día de hoy y después de que la nutria haya pasado por allí y dejado las cosas claras, sobrevive uno de estos pollos híbridos, eso sí: anillado y alicortado perfectamente.
Rizando aún más el rizo, había también un Ánsar indio también de procedencia desconocida en el parque, tampoco porta ni anilla de identificación, ni esta alicortado (cómo los otros ánsares indios del parque) y por tanto éste vuela perfectamente.
Por lo que también cabe la posibilidad que pueda seguir la misma estrategia que la Barnacla canadiense inglesa del parque, puesto que el Ánsar indio también fue introducido por el hombre en algunos enclaves europeos y su población está actualmente naturalizada en Europa. Justo antes de la aparición de este individuo en el parque, creo recordar que se observó días antes un ejemplar de esta especie por el occidente ástur.
De todo esto se ha hablado ya largo y tendido, por ejemplo:
branta-canadensis-anillada-en-gran
la-extrana-familia
La última especie que me queda por tratar hoy aquí es la única de todas que viene aquí de manera más o menos regular a invernar, o que vemos por la costa en los pasos migratorios, se trata de la bonita Barnacla carinegra(Branta bernicla). 
Cuando observamos aquí a este pequeño y bonito ganso negro lo hacemos con toda la seguridad de que ,a diferencia de sus parientes arriba ya tratados, no se trata de escapes o de aves reintroducidas en el pasado y ahora naturalizadas, sino que son ocas silvestres que proceden de la migración desde sus colonias en la tundra ártica, islas circumpolares o en las costas septentrionales siberianas
Especie gregaria que vive y cría en colonias, siempre se ven en vuelo durante el paso migratorio, o alimentándose en los prados costeros o descansando en las rías alimentándose de la zostera marina. 
Sin duda de todas las barnaclas es la más fácil de observar por aquí en el norte y este invierno concretamente se ha dejado ver de maravilla en varios sitios diferentes y en un par de semanas de manera intensa:
barnacla-carinegra-en-xago
buen-lugar-el-arbeyal
cita-de-barnacla-carinegra-en-la-zona
Destacando en Asturias quizás el ejemplar aparecido en la rasa costera de Cabo Peñas que ha permanecido unos cuantos días por allí y que se ha dejado ver a distancia (pero a placer) en estos días de anticiclón, por lo tanto:buen sitio, buena visibilidad y buena luz.
A pesar de estas observaciones puntuales en Asturias, lo que está claro es que si alguien quiere ver Barnaclas carinegras en el invierno debe dirigirse sin duda a la vecina Santoña, en dónde año tras año se congregan más y más carinegras. 
Para que os hagáis una idea de lo que se mueve en la vecina Cantabria por ejemplo estos últimos días se han llegado a contar más de 280 ejemplares allí o los 150 ejemplares en el Estuario del Asón.
record-de-barnaclas-carinegras
He estado un par de veces allí observándolas y pese a la lejanía de este tipo de observaciones, ver tantos de estos "pajarracos" juntos en el agua, o en la orilla de la playa es sinceramente impresionante. Y parece que cada año va a más.
Sin embargo en la observación del ejemplar de Cabo Peñas reconozco que me he puesto las botas, fruto de varios factores a mi favor, por ejemplo la cercanía desde Gijón, he podido escaparme dos días casi seguidos, un buen tiempo reinante para la observación y más aún para lo que suele ser este sitio con mal tiempo y fuertes ráfagas de viento etc.
Al salir de trabajar a las 2 de la tarde me proporcionaba la ventaja de observar al ave de forma solitaria en las horas en las que normalmente los humanos están alimentándose o reposando lo ingerido, con lo cuál tanto la desconfiada ave (y las gaviotas que la acompañaban en el prao) cómo yo mismo, teníamos toda la tranquilidad del mundo para vigilarnos y seguir nuestras evoluciones sin sorpresas desagradables, ni grandes saraos .
Mi suerte no acaba aquí y es que ,en un momento dado del segundo día, un señor de las vecinas casas del pueblo decidió darse una vuelta tranquilamente por mitad del "sembrao". He de decir que lo hacía con toda la naturalidad y con un total desconocimiento del ave que se encontraba unas decenas de metros allí paciendo, sin maldad alguna por parte de este señor. A estirar un poco las patas después de comer y mientras la mujer ve Sálvame....
Lógicamente no pasó ni un minuto y la barnacla ya estaba estática cuello estirado arriba marcando al hombre, con toda la "chorra" del mundo de que cuando levantó vuelo fue a dar la típica par de vueltas en el aire en circulo para coger altura y velocidad justo por delante mío antes de posarse a otro lado.
La situación de ver que el ave venía volando directamente hacía a mi me dio la posibilidad de tirar unas buenas ráfagas que ni un soldado ucraniano...
Y así hasta unas 20-30 fotos que he resumido en las de arriba para que no resulten repetitivas. Al final acabó aterrizando en otro "sembrao" interior más lejano, pero para mí ya había sido suficiente, y no vi conveniente acercarme hasta allá andando a campo abierto, sin posibilidad de ocultarme y previsiblemente molestarla y que se fuera de nuevo. Abajo, en medio del grupo de gaviotas:
Cómo veis mejor o peor, de manera más constante o de forma puntual. con mejores números o en plan "megarareza", las diferentes barnaclas también nos visitan por la Península Ibérica y además de cuando en cuando, alguna de ellas también se deja caer por Asturias...
Un saludo y gracias por las visitas y los comentarios

LOS ESCRIBANOS

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Hola amigos y amigas!!

Hoy toca hablar un poco más extensamente de "pajarinos" pequeños, concretamente de los representantes de la familia Emberiza que podemos encontrarnos por Asturias. Así que poneros cómodos (o tirar de largo hasta el siguiente blog) porque hoy toca "rollo" ya que la familia es en este caso es numerosa, con unos 40 escribanos diferentes por todo el mundo. Evidentemente no voy a hablar de todos ellos, sino de los 7 más conocidos, o de los que podemos ver por aquí normalmente son el: Escribano cerillo, soteño, montesino, hortelano, palustre o el más escaso Escribano nival. Terminando con el Triguero.
Si hablamos del ave lo primero que por lo menos a mi se me viene a la cabeza es la de un pequeño pájaro que generalmente encontramos pululando por el suelo, factor éste que a veces nos es útil a la hora de diferenciarlos de otros miembros de la gran familia passeriforme, cómo por ejemplo los fringilidos
Ya que a pesar de observarlos también posados en perchas, habitualmente andan por el medio terrestre, buscando semillas, brotes o incluso pequeños insectos (especialmente en época de cría). No es un ave que destaque por tener unos colores muy llamativos, salvo el amarillo fosfórito del E. cerillo o los restos de blancos que le quedan al E. nival en su plumaje cuando ya nos llegan aquí, ya que los colores pardos o discretos que presentan en sus plumajes la mayoría de escribanos, les ayudan a la hora de camuflarse perfectamente cuando andan por el suelo.
Aunque generalmente los Escribanos no suelen tener unos colores de plumaje muy destacados cómo digo, también es cierto que observados de cerca tienen toda una gama, matices o tonalidades bien diferentes. El rasgo distintivo más evidente,o al menos el que me sirve a mi a la hora de localizarlos en el campo y distinguirlos de otras aves, es la forma del pico tan especifica, presenta un pico cónico, corto y robusto, con una característica mandíbula superior mucho más pequeña que la inferior. 
Lo habitual en Asturias es poder ver (mejor o peor) a estas siete especies de Escribano que por otra parte, son las más habituales o comunes que se dejan ver en la P.I. Buscando por la red y por las guías información he encontrado citas homologadas de otros Escribanos muchomás raros de observar no solamente aqui o en España, y que aparentemente suelen ser aves que aparecen de forma accidental, lejos de su habitual límite de invernada. 
Quizás la escasez de citas se deba entre otros factores a que las rutas migratorias de este tipo de aves nos pillan un poco lejanas y se concentran más en la zona más oriental. Seguramente haya cada año Escribanos de esos raros y escasos que nos visiten sin que nos enteremos de su presencia, pero el hábitat y las costumbres del ave tampoco ayudan mucho a la hora de detectarlo y finalmente tampoco hay muchas personas dedicadas especificamente a esta labor.
Así que aparte de los "siete magnificos" que voy a pasar a describir más abajo, cabe también la posibilidad (aunque remota en algunos casos) de poder observar otro tipo de Escribanos en Asturias y en España, cómo por ejemplo:El Escribano cabecinegro (E. melanocephala) hay solamente nueve citas seguras entre 1984 y el 2004, principalmente en las costas este y sur de la P.I. (Cataluña, Baleares o Andalucia).
Por cierto las fotos que acompañan este texto no son de ninguna de estas especies raras.
El Escribano de Gmelin (E. leucocephalos) con tres registros (Barcelona, Castellón y Cuenca en 1986, 1989 y 1995 respectivamente. También el Escribano rústico (E. rústica) con tres citas (Sevilla, La Albufera o Algeciras). 
El Escribano de Brandt (E. cioides) con solamente un macho capturado en Santander en 1994. El Escribano aureolado (E. aureola) con tres citas: una cita en Chipiona años setenta, en Belchite 1987 o en la Isla de Cabrera en 1995. Ave divagante, si se puede encontrar en el noroeste de Europa (Escandinavia o Gran Bretaña), siendo muy raro en el resto.
Estos de arriba ya os digo son "jodidillos" y tal vez no veamos uno en la vida. Hay otro grupo que intencionadamente he dejado aparte, se trata del  Escribano Pigmeo (E. pusilla) con unas 30 citas homologadas en "Espaing" entre 1.984-2.004 y que en Asturias han aparecido dos ejemplares en el año 2.009 en el Sablón, Ría del Nalón (Soto del Barco) durante las jornadas de anillamiento que por allí realiza la gente del Grupo Torquilla.
Anteriormente se observó uno año antes en Valdoviño (El Ferrol) observado por Pablo Gutierrez:
hescribano-pigmeo
Y más recientemente en el año 2.011 en Cabo Quintres (Cantabria) un ejemplar descubierto por el gran Angel Ruiz Elizalde: 
sorpreson-en-cabo-quintres-escribano
O el precioso Escribano lapón (Calcarius lapponicus) cuya población invernante ya es de por sí escasa y además parece concentrarse en los litorales de Normandia y Bretaña cómo lugares más cercanos a nos. Sin embargo de vez en cuando puede verse algún ejemplar en paso otoñal. 
En el año 1.972 tiene lugar la primera cita en Iberia y hasta 1.994 hay 14 registros homologados, la buena noticia es que la mayoría de estas observaciones corresponden a Asturias y Galicia en fechas otoñales. Creo recordar que las últimas veces que se observaron por aquí fue en el mismo año 2.010, correspondiente por un lado a 8 (5+3) ejemplares en Cabo Peñas.
Fotos de David Alvarez:
escribanos-lapones
Y los 3 ejemplares vistos por Fran Nieto y Luis Carrera en La Talá (Llanes), por cierto a escasos kilómetros de mi pueblo.
Foto de Fran Nieto:
Escribano lapón
Vídeo de Luis Carrera:
Vídeo lapones
O por ejemplo en fechas más recientes (año 2.012) por Manuel Quintana o Daniel Lopez Velasco de nuevo en Cabo Peñas. Blog de Manuel Quintana:
afluencia-de-calcarius-lapponicus
Aviso de que estos datos pueden no ser precisos o no estar actualizados a fechas recientes, pues tampoco he querido profundizar demasiado en estas cuestiones, pero al menos sirven para hacernos una idea de la presencia o la abundancia o no de estas aves "raras" por aquí. 
Cómo veís especialmente en estas dos últimos escribanos "raros" de vez en cuando (y no todos los años) se deja ver alguno por aquí, especialmente en el Norte peninsular. Seguramente lleguen muchos más de los que se observan y que nos pasen desapercibidos y más teniendo en cuenta que su estancia aquí puede ser muy breve antes de proseguir viaje.
Así que una vez repasados un poco por encima todos estos parientes lejanos, "exóticos" y raros (o muy "raro raros") vamos centrarnos y a empezar a ver a continuación a aquellos Escribanos que más o menos se suelen dejar ver por aquí de forma habitual. Sin seguir un criterio o un orden determinado comienzo hablando del Escribano montesino (Emberiza cia) esta vez el nombre en castellano de esta especie a mi me parece más idóneo que pornerle "común", "europeo" cómo a muchas de nuestras aves. Abajo un mapa orientativo de su distribución, que no viene nunca nada mal para orientarnos:
Y es que este bello escribano lo podemos encontrar en nuestras montañas a partir de los 600 m. de altitud, salvo en invierno en el que suelen descender hacía lugares más climatológicamente benignos. Para mí y basándome solamente en apreciaciones personales, es el más abundante de todos y el que puedo ver casi todo el año aquí.
Así que su presencia habitual en laderas pedregosas bien soleadas suele acompañar y alegrar a cualquier "pisapraos" que se dirija de camino a la montaña, ya sea o bien posado en el matorral (Tojo o Brezo) parte importante de su hábitat, o en cambio "a lo ratón" comiendo inquieto por el suelo. Si no se quiere realizar el esfuerzo de "patear" y cargar con el equipo ladera arriba, os recomiendo que si teneís que pasar en coche cualquiera de nuestros puertos de montaña, os dentegaís en las cunetas de la carretera dado que suelen ser un buen sitio para observarlo:
A pesar de que generalmente las aves de medios montañosos no suelen ser muy agradecidas con la cámara, el E. montesino es por el contrario un ave poco arisca al "sapiens Quechua" y presenta un comportamiento confiado y cercano al estilo Colirrojo tizón o Acentor común/alpino por poner unos ejemplos similares, por lo que puedes acercarte a él sin que parezca inmutarse mucho, o incluso es él el que se acerque. 
Reconozco que con esta cercanía que demuestra muchas veces esta "avecilla"de antifaz negro me ha salvado de volver a casa de vacío tras darme la paliza de turno por la montaña al no encontrar la especie que buscaba mentalmente al salir previamente de casa. Por ejemplo es muy habitual en mi el caso de salir al monte a por Pardillas o Treparriscos y volver solamente con montesinos en la tarjeta de la cámara. Y ni tan malo...
Es sin duda nuestro escribano más común, cómo ya digo: el más confiado, el más sedentario (salvo esos cambios de altitud en el invierno) y el que se adapta mejor a los diferentes ambientes o hábitats.
El siguiente de la lista es el Escribano cerillo (E. citrinella) sin duda el ave más colorida de todos los escribanos conocidos, con ese amarillo intenso que lo hace inconfudible y lo asemeja a un canario. De nuestras aves, esta en mi Top-5 en cuanto a plumaje destacado por su colorido y dar el "cantazo" nada más verlo.
Por el contrario a su "primo" el montesino, el cerillo puede habitar en paisajes de mosaico, aunque escoge mejor su emplazamiento o área de distribución, limitándose a la estrecha franja norteña (especialmente en Cordillera cantábrica y Pirineos) y apareciendo en el resto de regiones de forma quizás más fragmentada. Además de su característico y bien visible amarillo brillante, destaca por tener un antifaz de tres bandas "escribanesco" casi inadvertido y por tener el obispillo o el pecho con colores marrones casi rojizos.
Ave que en Asturias también le gusta la altitud y lo podremos ver preferentemente a partir de los 1.000 m. de altitud, parece tener apego a los cursos de agua y las campas matarrolizadas, en dónde se percha, canta, vigila y se resguarda. 
Bajo mi humilde experiencia me parece un ave que depende más de este tipo de perchas, postes, matorral, árboles o incluso de los cables y alambres que el resto de compatriotas, que suelen pulular más bien por el suelo. 
Desde allí arriba es desde dónde el macho emite su característico trino que hace que lo veamos claramente. Particularmente me encanta cuando en primavera el macho no para de cantar desde lo alto de su posadero, con las alas caidas, cola subida y ese estrecho antifaz negro precioso que parte desde el pico hacía la cabeza y que solamente apreciamos bien cuando el ave nos mira de frente.
La dieta del cerillo se compone básicamente un 70% de materia de origen vegetal, semillas, hierbas, hojas o frutos carnosos. El otro 20% lo compone los gusanos y los insectos que atrapa (coleópteros, lepidópteros o dípteros).
El Escribano soteño (Emberiza cirlus) a diferencia de los dos primeros, es el miembro de la familia que se ocupa de las zonas más bajas formadas por valles con lindes, parques, jardines, setos, campos de cultivo o incluso frutales, aprecia las zonas con vegetación densa, arbolados etc. Evitando las zonas secas o de alta montaña.
Lo de soteño precisamente le viene por los sotos o riberas, ya que pasa el día entre las matas o cultivos de los prados. Cómo podeís ir viendo, cada especie de Escribano va ocupando más o menos un espacio o hábitat diferente al del anterior.
También cada tipo de Escribano tiene un plumaje diferente que se distingue bien del otro, en el caso del soteño destaca por el obispillo pardo oliva, con una cabeza rica en contrastes cromáticos con marcas laterales bien definidas y un cuello o antifaz de color negro. Es junto al E. cerillo uno de los más coloridos.
Su distribución es principalmente por la zona mediterránea o la mitad Norte peninsular, sin embargo no es que me parezca a mi un ave ni muy abundante, ni que encuentre en muchos lugares.
En el invierno la población de aquí puede hacer algún tipo de desplazamiento a zonas más acogedoras o bien agruparse en pequeños bandos, teniendo predilección por los campos labrados o barbechos. 
No tiene problema tampoco en asociarse a otro tipo de aves como pinzones o incluso E. cerillos. En este caso, este invierno puedo observar un pequeño grupo de ellos, tampoco de números muy elevados.
El Escribano palustre (E. schoeniclus) a diferencia del E. soteño y los otros dos, prefiere un hábitat completamente diferente, prefiriendo las zonas de humedales y carrizos/juncos. También tiene predilección por zonas pantanosas, prados húmedos y encharcados etc.
Se le puede considerar una especie invernante en Asturias, ya que no es un ave que actualmente parezca que críe en Asturias y además parece que está en regresión, a finales de los años 90 se estimaba una población total de solamente entre 4-10 parejas reproductoras y desde entonces la tendencia no es que sea positiva en Asturias, sino todo lo contrario. 
A principios de los 80 solamente criaba localmente en el Río Nalón, el Eo o en la Ría de Tinamayor. Actualmente se cree que solamente cría en la desembocadura del río Nalón (Soto del Barco o San Esteban de Pravia) de forma muy escasa (apenas tres parejas) y además de forma esporádica
Similar caso ocurriría en la Ría de Villaviciosa (una o dos parejas). A pesar de existir zonasóptimas de carrizal parece que actualmente no deben de criar en la Ría del Eo o por ejemplo en la del Navia.
En el censo específico de esta especie realizado en el año 2.005, se prospectaron 14 zonas óptimas para la vida y felicidad del bonito palustre, sin embargo su resultado fue negativo. Cómo digo si cría actualmente en Asturias lo hace en números muy bajos y no siempre. 
No en vano sorprende que pueda ser una de las aves reproductoras más amenazadas actualmente y que sin embargo esto no tenga una mínima relevancia institucional o incluso social, sin embargo por otro lado se destinan estudios, prensa y proyectos por miles de euros para otras aves "emblemáticas".
Además los escasos ejemplares que deben de anidar aún en España no pertenecen a una misma subespecie sino que son dos diferentes (witherbyi y lusitanica) siendo además las dos endémicas. A estas dos subespecies además (para rizar el rizo) en invierno se unirían los palustres invernantes ( schoeniclus) procedentes de diversos lugares de Europa central y en menor medida, de la Europa septentrional o meridional. Esta entrada de palustres "europeos" vienen a ser las aves que actualmente vemos en Asturias durante el invierno.
Se calcula que su población reproductra (ya de por sí fragmentada) puede albergar unas 278-414 parejas en toda España, su declive en los últimos veinte años ha debido de ser espectacular y desde luego el hombre tiene mucho que ver con la destrucción de las zonas húmedas o la intensificación agrícola o cambios en sus usos. 
Para entender un poco más esto y apreciar la dimensión del problema, nada mejor que ver dos ejemplos: en el Parque Natural de la Albufera (Mallorca) en 1.990 hacia entre 250-1.000 parejas nidificantes censadas, en 1.992 quedaban 400 y en el año 2.000 no superaban las 25. Esto supone una pérdida del 90% en sólo 10 años.
En el Delta del Ebro en 1.995 se estimaba una población repoductora de entre 321-485 parejas, en el 2.002 sin embargo quedaban 50-100 parejas. Esto es un retroceso por encima del 75% en menos de diez años.
Es por tanto junto con la Alondra de Dupont y el Alzacola los tres componentes del grupo de paseriformes que están catalogados cómo "en peligro de extinción", y que forman parte del Libro Rojo de las Aves de EspañaPese a esta situación límite en España contrasta con una amplia distribución paleártica, ya que podemos observar E. palustres desde aquí hasta China.
Aquí en Asturias he podido observar a estos invernantes en dos ambientes diferentes, por un lado en la desembocadura del río Nalón o en la Ría de Villaviciosa, zonas húmedas y con carrizales.
También en menor número he podido verlos en zonas amplias encharcadas de prados con lindes y algo de arbolado desde dónde establecen sus perchas.
El segundo espacio y que es una zona óptima de observación para este ave así cómo otras especies, son los amplios cultivos de maiz que han sido ya cosechados, en compañía de otras aves o bien en pequeños grupos.
El Escribano al ser un ave que la mayoría de las veces la encontramos en el suelo, le viene de perlas estos grandes espacios con restos aún del tallo cortado del maiz y algo fanganosos dado que durante meses no ha crecido otra hierba allí que no sea la propia planta del maiz y ahora ha quedado al descubierto. Eso sí, en todos estos espacios nunca lejos del agua.
Su comportamiento para mí es el más esquivo y tímido de todos los Escribanos, pues es un ave que  al detectar tu presencia emprenderá vuelo y se alejará nada más que comiences a intentar aproximarte a él. Cualquiera lo diría viendo el comportamiento totalmente diferente de por ejemplo su primo el E. montesino.. 
Pero en este caso intentar observarlo o fotografiarlo es una tarea de suerte, estar en el momento oportuno, o de tener mucha paciencia e intentarlo varias veces. Estos dos últimos meses lo he intentado, pero hasta el momento se me está resistiendo, o al menos no tengo la foto que está en mi mente.
El macho de esta especie, de plumaje más pardo que otros escribanos, destaca por su llamativo collar blanco que contrasta con la cabeza enteramente negra. La hembra es aún más parda y apagada. 
La mayoría de ejemplares invernantes que vemos por aquí presentan un plumaje más digamos "sucio", mantienen la garganta negra y la cabeza con muchas manchas y puntos en los extremos de las plumas de color pardorojizas, el collar antes blanco ahora esta muy manchado de color pardo. Normalmente pasan el día por el suelo buscando alimento, al llegar la noche suelen hacer dormideros, concentrándose especialmente en los carrizales de las zonas húmedas.
Es curioso verlo volar pues lo hace cómo a sacudidas y desplegando todas las plumas de la cola con las rectrices casi todas blancas, de tal manera que si lo levantamos por sorpresa del suelo, dado su camuflaje con los pardos suelos, al momento lo reconoceremos por ese vuelo tan característicos y especialmente por su cola. Es sin duda de todos los Escribanos al que más tiempo le he dedicado, aunque no por ello tenga las mejores fotografías.
Al Escribano hortelano (E. ) a diferencia del palustre (ave que puede considerarse aquí ya cómo invernante) es el único de los Escribanos que pisan suelo Patrio y que nos abandona para invernar en otros mundos. Todas las poblaciones son migradoras y además de larga distancia. Es por tanto un ave estival.
Su población, sin contar núcleos aislados o la población de Sierra Nevada, se restringe a la mitad Norte peninsular.
En Asturias, las zonas soleadas de las laderas alpinas bien orientadas son buen sitio para poder dedicarte a observar a este precioso Escribano, seguramente refugiado o perchado en algo así:
Especie propia de la montaña, en Asturias si quieres observarlo tienes que subir a los puertos de alta montaña, diría que hasta por encima del Escribano montesino, sin tener mucho aprecio por contra a las zonas llanas o costeras. Mismo caso ocurre con la población por ejemplo de Sierra Nevada, en dónde también se restringe a las zonas más elevadas.
Sin duda en su hábitat idóneo en la que exista un buen matorral de piorno, escoba, brezos, rosales silvestres o pequeños árboles, podemos ver a este "gran" escribano, el de color oliva y bigotera amarilla, cantando en una de sus habituales perchas. 
Eso sí, sin ser tampoco un ave nunca abundante o por lo menos en la actualidad, dado que la pérdida de hábitat y la terrible costumbre de cazarlos para comérselos hacen que su población se haya vista reducida considerablemente.
Ave a la que ya le he dedicado una entrada especifica en el blog para él sólo, para mí es sin duda es el componente de la familia más famoso y conocido. Quién más o quién menos en primavera- verano se ha parado alguna vez a intentar observarlo en la montaña.
El Escribano nival (Plectrophenax nivalis) es el de la familia "el deseado" por casi todos nosotros, si dejamos de lado las "rarezas" (o "mega-rarezas") comentadas al principio de la entrada, dado que su límite de invernada parece estar establecido aquí en el Norte.
Por llevarle la contraria a su pariente el E. hortelano, con el que no se habla por temas de herencia en la familia, el Nival solamente nos visita en invierno, dado que no se reproduce en la Península.
Todos los años en las costas recibimos algún ejemplar de esta bonita y apreciada especie, no es que sean muchos ejemplares pero si vienen de manera regular, aunque su número varía según el año. 
Ave procedente de la tundra, las montañas y las costas de Escandinavia o Siberia, como el resto de aves de allí cuando la cosa se pone cruda, se desplazan hacia el centro y oeste de la vieja Europa o hacía las Islas Británicas.
Si los Escribanos ya de por sí son aves que se identifican y se diferencian entre ellas bastante bien, con el nival no vamos a tener ninguna duda dado los restos de plumaje blanco sobre el color pardo-rojizo que presentará cuando arribe en nuestras costas en invierno. Incluso en vuelo en mitad de la amplia rasa costera, destacará por las plumas blancas de su cola. 
Los inmaduros o las hembras que llegan aquí tienen un plumaje menos blanco o más apagado, con un color marrón grisáceo. Ocupa zonas del litoral costero, playas, dunas, rasas o incluso roquedos. De manera excepcional lo podemos observar tambien en zonas interiores.
Escribano nival montaña
Un lugar habitual para buscar y observar a esta bonita ave es la zona del Cabo Peñas, en dónde este año tan flojo en cuanto a aves invernantes, al menos se han podido ver dos ejemplares juntos, tal vez una hembra junto con un macho aún no adulto.
Cuando he podido ir allá a observarlos solamente quedaba por la zona uno de ellos. Se ve que otros por allí han hecho bien su trabajo...
Y es que en una de nuestras visitas pudimos observar en directo una persecución de esta pequeña rapaz (también invernante) sobre el ejemplar de nival que quedaba por allá. En un momento de la persecución el Escribano decidió tomar la estrategia de volar hacía arriba todo lo que pudo hasta que incluso lo perdimos de vista por encima nuestro. Parece que la cosa le salió bien y la estrategia le funcionó.. (por el momento). 
He de reconocer que ,aunque es un ave normalmente con fama de mansa a la hora de fotografiar y observar, por el contrario este ejemplar en cuestión me dió que hacer bastante, dado que primeramente no era fácil detectarlo en el suelo de la rasa, por los caminos, matorral etc. 
Y una vez que lo localizaba en el suelo al verme iniciaba un largo vuelo de centenares de metros, e incluso salió volando hacia el propio acantilado.
Cuando pude observarlo bien, el ave hacía todo lo posible para no dejarse ver en campo abierto, o en mitad del camino o por las charcas que se han formado de manera temporal, sino que procuraba estar en estos espacios en las zonas ocultas de los bordes y siempre con un ojo puesto en el cielo.
El último que me queda es el Escribano Triguero (Miliaria calandra). 
El triguero que es cómo se le conoce realmente es de los Escribanos el que según mi apreciación ocupa los terrenos más abiertos y sin duda, el que tiene el canto más "machacón" de todos. Y es que al Triguero no se le busca, sino que se localiza mediante el oido.
Posado desde un cable, alambrada, poste o arbusto el trino de este ave es inconfudible y forma parte de nuestra memoria allá cuando llega la primavera y salimos al campo.
Es un ave que estéticamente es de plumaje discreto de tonos pardos, terrosos y listado, además dentro de la familia es el de los más voluminosos o robustos. Si no fuera por su cabeza característica de los emberícidos, podría pasarnos por otro tipo de especie, más bien similar a las Alondras por ejemplo.
Por lo que la bigotera blanca , con las listas superiores oscuras y sin duda: el pico caracteristico (aunque más grande que el de sus primos) sin duda nos hace encuadrarlo en el grupo.
A diferencia de las otras dos especies que acabamos de tratar, el triguero es un ave abundante y popular que ocupa los lugares óptimos de la especie en la Península. Quizás sea aquí en la Cornisa Cantábrica, algunos lugares de Galicia o zonas de los Pirineos dónde la especie se encuentra más fragmentada y parece huir de las zonas montañosas.
Según la zona en la que habite, la especie puede ser o residente o parcialmente migradora, aunque cuando migra no debe de irse muy lejos de sus lugares de reproducción (especialmente las aves centroeuropeas). La población hispana dice la guia que es residente en toda su distribución, si bien puedes moverse o agruparse en el invierno. 
Presenta una población estable en los censos, aunque desaparece o mengua en algunas zonas, parece que en otras regiones aumenta. El triguero es un ave característica de los medios abiertos y agrícolas de secano o incluso regadío, dehesas, pastizales etc siempre y cuando no haya mucho arbolado. Territorial en época de cría, lo normal es que veamos a los machos posados en una percha destacada, dado que las hembras son más tímidas y suelen estar refugiadas en la espesura del suelo, en dónde su color pardo lo hace casi indetectable.
Bueno amigos y amigas, de momento esto es todo por esta vez. Espero que os haya gustado la entrada de hoy y cómo siempre: gracias por las visitas y las palabras que dejas escritas.

LAVANDERAS

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Hola compañeros/as.
Hoy vamos a tocar una especie que ,quién más o quién menos, conoce bien y es que si hablamos de las Lavanderas a todos seguramente se nos venga inmediatamente a la cabeza a algún "pajarín" de la familia con el que seguramente nos hayamos detenido en algún momento, ya sea por nuestros pueblos y ciudades (Lavandera blanca), caminando por los arroyos y ríos (Lavandera cascadeña) o finalmente en la primavera-verano paseando por los campos junto al ganado (Lavandera boyera).
Las Lavanderas son pequeñas aves que destacan de entre otras especies de aves por su esbeltez y una larga cola, son aves que cómo los escribanos de la anterior entrada en el blog, pasan la mayor parte del día caminando incansables por el sueloAunque a priori parezca sencillo hablar de las tres especies que podemos encontrarnos frecuentemente por aquí, en realidad es una familia bastante complicada si queremos "rizar el rizo" o profundizar en el tema, dado que se estima que hay unas 11 subespecies diferentes, aunque dependiendo del entendido o estudioso del tema puede crecer o menguar este número, según tengamos en cuenta algunos rasgos o incluso hibridaciones entre ellas. 
Normalmente la familia de las Lavanderas se la asocia a la de las Bisbitas y así aparecen juntas en las guías, pero por no extenderme demasiado hoy, voy a separarlas y centrarme solamente en las primeras. El primer miembro de la familia es la archiconocida Lavandera Blanca (Motacilla alba), pues es la más común y extendida de Iberia, especialmente aquí en el Norte peninsular
Es la especie de la familia que mejor se adapta a los diferentes hábitats, pues lo mismo la he podido encontrar en la alta montaña (mucho más arriba de los 1.000 metros) que en el borde de la playa, buscando comida entre los restos de la marea.
Siempre me sorprende la diferencia de comportamiento que presenta por ejemplo cuando es esquiva y huraña en los lugares más solitarios de la montaña, que sin embargo todo lo contrario en la ciudad, cuando la misma especie se ha acercado tanto que he tenido miedo hasta de pisarla, o se ha puesto a buscar insectos pegados en la defensa del coche. En la foto de abajo un ejemplar lejano y esquivo en el tejado una cuadra de la Braña de La Peral (Somiedo) a 1.300 metros de altitud y con fondo de nieve:
Y aquí abajo sin embargo la observamos confiada, cercana y mansa en un charco en mitad de la ciudad de Gijón:
Por tanto es capaz de ocupar diversos hábitats,desde los menos humanizados de la montaña hasta las propias calles de la ciudad, en dónde es un ave que actualmente podemos encontrar si la calle no es muy transitada y especialmente en invierno. Abajo un ejemplar comiendo grano de un saco roto de un almacén (Gijón):
Según el libro "Atlas de las aves nidificantes de Asturies" los valores de abundancia por hábitats son los siguientes: áreas suburbanas (64%), áreas urbanas (46%), playas y dunas (34%), campiña atlántica (22%), praderas (16%) etc. Ave generalmente sedentaria ocupa la mayor parte de la P. I. siendo muy abundante en el Norte pero según avanzamos hacía el Sur se vuelve menos abundante. En invierno además parece que recibimos un pequeño contingente de otras lavanderas invernantes procedentes de otros lugares de Europa
Foto con una de sus habituales cabriolas con la cola desplegada, en busca de cualquier tipo de insecto:
De entre este contigente de Lavandera "extranjeras", destaca la Lavandera blanca enlutada (M.A. yarrelli) de origen británico, la enlutada destaca por su plumaje negro. Las poblaciones del Norte, Centro y Este de Europa parecen invernar en la cuenca mediterráneo o en África. 
Ejemplar de esta subespecie en las proximidades del Cabo Peñas:
La población residente hispana parece que la migración es a corta o media distancia, especialmente en los erráticos individuos jóvenes, aunque no se descarta que una pequeña parte de la población nos deje en invierno y se vaya hasta el África Tropical OccidentalAunque se adapta a todo tipo de hábitats, no parece gustarle mucho ni los bosques densos o las zonas secas. 
Su dieta consiste en los insectos y sus larvas tanto terrestres cómo acuáticos, aunque la ausencia de los mismos en invierno le hace que tenga que alimentarse de cualquier otra cosa que pille. Normalmente los captura caminando incansablemente por el suelo, pero también la he visto cazar a ras de agua volando (al modo Mosquitero). Y es que la presencia de agua parece ser determinante para las Lavanderas. 
En Asturias está presente en casi toda la región, faltando solamente en las zonas interiores de alta montaña, y es que a mayor altitud, su abundancia se va reduciendo proporcionalmente. Cría desde nivel de mar hasta los 1.800 metros de altitud, por debajo de los 800 metros se encuentra su hábitat potencial. Por encima de los 1.500 metros se hace ya rara. En invierno es difícil encontrarla por encima de los 900 metros dado que los ejemplares que viven allí o bien emigran, o se van a cotas más bajas con una climatología y alimento más benignos.
En primavera el color del macho se intensifica y destaca por su plumaje gris, negro y blanco, destacando la cabeza, nuca y babero negros. En el otoño y en el invierno se apaga y desaparece el color negro del babero o el mentón, su píleo también pierde intensidad. Las hembras tienen un plumaje parecido pero menos destacado que el macho, por ejemplo el color negro de la cabeza o de la garganta desaparece y se convierte en color gris. Foto de un volantón en las inmediaciones del los Lagos de Saliencia (Somiedo) a unos 1.600 mt. dando sus primeros pasos tras salir del nido situado en una grieta de una roca:
Normalmente a la inquieta y ruidosa Lavandera blanca la vemos acompañada en pareja en la época reproductora o incluso formando grupos en el invierno antes de anochecer.  Y es que la Lavandera escoge para dormir a decenas o incluso cientos de individuos formando así grandes "dormideros". Pero en época de reproducción (o incluso en cualquier época) defiende tenazmente el territorio frente a otras lavanderas, y no duda en pelearse por mantener su posición.Los combates entre lavanderas no son raros, suelen ser breves y son espectaculares por la vistosidad del plumaje desplegado volando chocando la una contra la otra.
A pesar de estar vinculada al agua o a los espacios húmedos, salvo cuando se baña, es difícil ver metida en el agua a la Lavandera. Generalmente solamente la veremos moverse con el agua hasta las patas, pero nunca tocando su plumaje. También es poco habitual verla posada en cables o perchas, aunque cuando lo hace suele tener preferencia por sitios despejados (en ramas sin hojas, barandillas etc.).
A finales de este mes comenzarán a formarse ya las parejas, las hembras son perseguidas por dos o tres machos en vuelo. El macho dominante tiene interés en mostrarle a la hembra tanto su garganta negra como el resto de su plumaje.
Es una especie que tiene por gusto anidar en lugares humanizados incluso cuando no son ciudades, utilizando por ejemplo las grietas y agujeros de los muros de fincas, paredes de cuadras y cabañas etc. En el pueblo, la pareja que tradicionalmente anda por el barrio utilizan un viejo tejado y anidan todos los años entre las descolocadas tejas.
No tiene predilección por perder el tiempo en construir nidos muy elaborados, sino que utiliza otros abandonados o lo hace sencillamente en enredaderas, hiedras etc. La hembra es quien se encarga de construir el nido, que tampoco es que sea una obra de arte, los pollos son cebados por ambos hasta que a los 12-14 días abandonan el nido y se ocupará el macho de su cuidado puesto que la hembra lo mas seguro es que esté manos a la obra con una segunda puesta. En las malas fotos de abajo (hechas con el teléfono) se ve primero a la hembra de Lavandera en la jardinera de una vivienda de una amiga mía que vive en Avilés (se la ve de espaldas a la derecha con el dorso marrón).
Posteriormente apareció el nido en la tierra de la propia jardinera:
Luego, por consiguiente, los pollos.
Posteriormente tuvieron la oportunidad de ver a traves del cristal de la ventana cómo cebaban a los mismos, y al final lograron salir todos adelante sin mayor compicación.
Aprovecho la ocasión para comentar que evidentemente las ciudades no están hechas para las aves (y personalmente creo que ni para los humanos), por lo que es importante (en la medida de nuestras posibilidades) facilitarles un poco la vida a las aves con cualquier gesto o idea por pequeña o humilde que sea, pues la recompensa obtenida es infinitamente superior. Sigo con las fotos de mi amiga:
Dentro de la especie, hay hasta nueve subespecies diferentes en Europa, Asía e incluso en la Norteamérica: la alba, (M.A. alba) que es la que tenemos por aquí, la enlutada (M.A yarrellii) que es la de origen británico que se deja ver algún individuo por el invierno. Lavandera enlutada en Cabo Peñas (Asturias):
También las subespecies: subpersonatapersonata, ocularis, baicalensis, lugens, leucopsis y alboides.  

Lavandera cascadeña(Motacilla cinerea), a pesar de que generalmente a las lavanderas las asociamos a las zonas húmedas, es precisamente la cascadeña la que ocupa las zonas más acuáticas
Ave ligada a los cursos de agua dulce, arroyos y regatos, no por ello tampoco le gustan mucho los cursos muy rápidos o muy pendientes, sino que prefiere más bien zonas estancadas, someras y en menor medida hasta los cultivos de regadío.
No hace falta que los cursos fluviales sean cristalinos o limpios, sino que parece tamnién tolerar las aguas turbias bastante bien. Sin embargo, parece que no le gustan las zonas húmedas con presencia de plantaciones de eucaliptos o de pinos cerca.
Generalmente en España es un ave sedentaria, realiza movimientos de corto alcance sobretodo en aves inmaduras, de las aves estudiadas la media de desplazamiento fue de 17,5 kilómetros. Superada esta media las aves se desplazan de media unos 114 km. y la máxima distancia que se ha obtenido en aves anilladas es de 811 km.  
En Asturias también su población reproductora es sedentaria, sin embargo la población montana es estival, dado que en el invierno no solemos encontrar a la especie por encima de los 800 metros de altitud. La Lavandera cascadeña es estrictamente insectívora durante todo el año, principalmente dípteros, tricópteros o coleópteros, también formas larvas acuáticas. En invierno predominan las larvas acuáticas (71% de su dieta). Ejemplar cuyo horrible posadero escogido es un contenedor de mercancía en el Puerto de El Musel (Gijón):
La población reproductora rondará las 100.000 parejas,en Asturias nidifica desde nivel de mar hasta los 1.600 metros de altitud. Generalmente efectuar dos puestas e incluso tres. El nido es construido por ambos sexos y lo realizan en un hueco, taludes, puentes, edificios, muros, raíces de árboles etc. pero siempre a poca altura y cerca del agua, por lo que su depredación y destrucción debe ser bastante frecuente entre depredadores naturales y pescadores.
Pese a ser un ave abundante y presente en la mayoría de las zonas acuáticas, la mayor parte de la población la encontramos aquí en el Norte, dado el mayor número de estos espacios fluviales. 
En los meses de invierno parece que recibimos un contingente del centro de Europa, preferentemente de Francia o Bélgica que viene aquí a invernar. En Asturias ,tras la Lavandera blanca, es la que mayor distribución presenta.
Para mí es la más bella y estilizada de las Lavanderas, pero también la más esquiva y la menos "social"de la familia. La diferencia entre el plumaje de invierno y el de "presumir" en época reproductora es básicamente que en invierno la garganta y la parte de la zona inferior son blancas, además de presentar un plumaje generalmente más apagado al igual que la mayoría de las aves. 
La hembra es parecida al macho pero nunca presenta la garganta negra y es generalmente menos amarilla. Destaca por la larga cola negra con plumas externas blancas que no deja de balancear en todo momento. En España y Baleares contamos con la subespecie "cinerea", sin embargo en Canarias se encuentra la subespecie endémica "canariensis".
Normalmente es un ave que observo de forma solitaria o en pareja, siempre en cursos de agua cómo por ejemplo ríos, las orillas de los embalses e incluso en invierno con la llegada del grupo de aves invernantes incluso la podemos observar en los estanques de los parques. No es un ave que le guste mucho la presencia de los humanos, y al mínimo movimiento extraño levantará vuelo y se irá a la orilla más alejada.
Se distinguen varias subespecies de la Lavandera cascadeña, por ejemplo la mencionada M. cinerea canariensis (Islas Canarias), la M. cinerea cinerea (N. de África y Euroasia), M. cinerea patriciae (Islas Azores) y la M. Cinerea schmitzi (Madeira).
Lavandera boyera (Motacilla flava). De las tres especies de Lavandera que tenemos en la Península la boyera es la única con presencia estival aquí invernando en África.  
También es la Lavandera que más variabilidad en el plumaje puede presentar. La boyera, junto con el Chochin y la Polla, forman parte de ese trío de aves que vale más no identificar o mencionar su nombre delante de los profanos, si no quieres tener cachondeo para rato...
A mitad o finales de Marzo comienzan a llegar las primeras boyeras, y ya en los primeros quince días del mes de Abril se han hecho dueñas de su territorio (primero los machos) y se han formado las parejas, anidando en el suelo bien oculto entre las hierbas.  
Cómo en muchas aves, el macho "pasa del tema" y es la hembra la que se encarga de construir el nido e incubar los huevos, el macho mientras tanto se limita a escoltarla y permanecer cerca del nido. Las lavanderas muestras una gran fidelidad al lugar anidado el año anterior y suelen regresar al año siguiente.
Aquí en Asturias el "paso" de Lavanderas en la primavera se nota porque empiezan a aparecer aves de forma abundante en zonas en dónde antes o no había, o solamente era ocupado el territorio por una pareja. El "paso" se nota sobretodo en las zonas costeras.
En época de cría podemos encontrarla en la Cuenca del Duero, en la costa cántabro-gallega, la zona del Bajo Guadalquivir-Golfo de Cádiz o por la costa Mediterráneo/Balear. En el resto de zonas de España, su presencia es más irregular o disperso. Se estima su población reproductora en solamente unas 100.000 parejas aunque con una tendencia estable. En Asturias se distribuye de forma continua por toda la franja costera y de manera irregular por algunos valles interiores inmediatos. Es un ave que en sus zonas óptimas podemos encontrarla en buenas densidades.
Ejemplar bañándose en la Ría de Villaviciosa:
La lavandera boyera vive en biotopos húmedos abiertos con carrizo, junqueras o vegetación acuática, así cómo praderas con hierba alta, campos cultivados, pastos, llanuras o valles fluviales. También tiene preferencia por márgenes de rías o terrenos inundables o zonas pantanosas. No siempre tiene que ser una zona húmeda, pero no le gustan demasiado las áreas montañosas o secas. 
Nidifica desde el nivel del mar hasta los 800 metros, siendo rara observarla a más de 1.000 metros de altitud. Según el "Atlas de las aves nidificantes de Asturias" la abundancia por hábitat es la siguiente en las estaciones con una frecuencia de: playas y dunas (65%), marismas y estuarios (63%) y praderías (51%).
Su cola es larga pero no tanto como la cascadeña y además no la despliega tanto como las otras parientes, aunque sí comparte con ellas el movimiento de la misma continuamente. Asimismo es más compacta que el resto. Podemos confundirnos entre ambas especies, pero se diferencia primero por el tipo de hábitat y la estación en la que nos encontramos, dado que una es sedentaria y la otra es estival. La boyera es de color amarillo/verde oliváceo en dorso y el obispillo y su cabeza es gris azulada con garganta y cejas blancas. La cola, cómo digo, es mucho más corta.
Cómo el resto de lavanderas pasa más tiempo en el suelo que en el aire o posada, sin embargo la boyera con frecuencia se lanza en cortos vuelos para capturar insectos; también se la observa en posaderos en donde pace el ganado. Para mí de las tres especies es la que con más frecuencia veo posada en perchas, alambres, postes...El vuelo es potente y ondulado. Durante la migración y el invierno es gregaria pudiéndose concentrarse en centenares de aves en los carrizales.
Ave ruidosa se alimenta de insectos, también de pequeños moluscos cómo caracolillos o incluso gusanos. En primavera cuando empiezan a segarse los prados es interesante observar a estas aves persiguiendo a todo tipo de insectos que quedan al descubierto, cazándolos desde el suelo o desde su estaca favorita.
Entre el mes de agosto y mediados de septiembre comienza su viaje para invernar a África, parece ser que los jóvenes son los primeros en irse. La Motacilla flava iberiaeinverna en una zona no muy extensa delÁfrica Occidental (Senegal, Malí, Gambia o el Norte de Nigeria). Cómo invernante es una especie muy rara aquí (un sólo caso en Asturias en el año 1.975). Durante su migración, además de la propia de aquí, hay al menos otras cinco subespecies de boyeras que nos visitan y que podemos ver en "paso", especialmente las subespecies "flava" y "flavisima".  
Parece ser que entra en la Península por los Pirineos occidentales, pasan por Euskalerría y van costeando por la zona Cantábrica hasta el Oeste y descendiendo por Portugal. Cómo ejemplo abajo fotografía de un precioso ejemplar de "flavissima" descansando en la orilla de uno de nuestros embalses de la Asturias central. Su procedencia puede ser de Inglaterra, Gales o Sur de Escocia. También es propia de los litorales franceses, holandés o belga.
No me direís que es un un páxaro precioso. Y es que la familia dentro de esta bonita ave estival es amplía y compleja, por ejemplo las principales subespecies son: Iberiae, Flava, Flavissima, Cinereocapilla, Thunbergi, Lutea, Feldegg, Beema, Macronyx, Taivana, Tshutschensis (al lorito con el nombrecillo...) y finalmente las Pygmaea. Pero además de estas doce también nos encontramos con las integradas entre dos subespecies: "Xanthophyrs" (ejemplares procedentes de entre las feldegg y lutea o las feldegg y las flava) o las "Dombrowskii" (entre las feldegg flava o las beema). Finalmente nos quedarían los híbridos...
Ya hemos hablado de la Lavandera blanca, la cascadeña y finalmente la boyera, que son las especies que nos podemos encontrar por aquí de manera habitual y con frecuencia. Sin embargo para cerrar el círculo tendríamos que hablar de otro componente de la familia: la Lavandera cetrina (M. citreola) especie que es muy migradora y suele invernar en la lejana India o Indochina. 



La especie va apareciendo progresivamente en la zona del oeste europeo llegando incluso a Gran Bretaña o Francia. Sin embargo en España no se citó por primera vez hasta 1.987 y desde entonces hay 20 registros homologados, aunque casi todos en la lejana Cataluña y su Delta del Ebro (14 citas de las 20 recogidas hasta el año 2.004) o las Islas Baleares (3 citas) preferentemente en el paso otoñal (16 de las 20 citas) siendo aves jóvenes de primer año. Quizás en un futuro no muy lejano comiencen a aparecer incluso por aquí..
Bueno amigos y amigas hasta aquí la entrada de hoy, si quereís saber algo más sobre las Lavanderas y las diversas subespecies con las que cuenta la familia y que solamente he mencionado su nombre por aquí, os recomiendo este interesantísimo blog dedicado exclusivamente a ellas:
Blog Motacilla
Un saludo y gracias por las visitas y los comentarios

TARABILLADA (Tarabilla común y Tarabilla norteña)

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Si el otro día hablábamos de las Lavanderas hoy le toca el turno a otro grupo de aves que más o menos también conocemos todos, hoy le toca el turno de pasar por aquí a las dos Tarabillas que tenemos presentes en Asturias: la abundante y sedentaria Tarabilla común, y la estival y más escasa Tarabilla norteña.
A la primera de ellas, la Tarabilla común (Saxicola torquatus)  la conocemos más que de sobra pero no por ser un ave afortunadamente abundante y común en nuestros campos dejará de tener su protagonismo propio en este sitio. 
Y es que a pesar de parecernos un pajaro típico y cómo digo: común, la Tarabilla europea presenta unas aproximadamente 25subespecies diferentes (varía el número dependiendo del estudioso de turno o los resultados genéticos), distribuyéndose por toda Europa, África y Asia. En España no me queda claro si cohabitan dos subespecies diferentes ("hibernans" en el N.O. peninsular y "rubicola"en el resto de la península y Baleares) o sí por el contrario solamente hay una sola subespecie. 
De todas maneras ,sean una o dos, es una especie ampliamente distribuida, dado que su hábitat típico es de zonas abiertas con matorral, bordes de sotos o caminos, claros de bosques o pastizales y sus lindes con arbustos, los cuáles son abundantes en toda la Península. Podemos observarla desde la rasa costera a nivel de mar hasta los 2.100m de Sierra Nevada.
De caracter sedentario, es una de las aves que podemos ver en cualquier salida que realicemos en Asturias y ,al igual que el otro día decía que el Escribano montesino (junto con los Acentores) me ha salvado muchas veces de volver a casa con la tarjeta de memoria de la cámara vacía, pues el mismo caso se podría aplicar con la Tarabilla en mis salidas a las rasas costeras, pastizales etc.
Las parejas de Tarabilla al parecer son fieles así mismas y al territorio que ocupan, aunque las parejas que lo hacen en territorios a mayor altitud descienden en invierno a lugares más apropiados y benignos. En época de migración asimismo nos llega un buen contigente de aves procedentes del oeste de Europa. En Galicia, Castilla y León o Eukalerría son las regiones en dónde parece más abundar el bicho, también algunas zonas cómo Cádiz o Málaga.
La Tarabilla es el ave por excelencia de los posaderos, desde estos lugares escogidos  controla su territorio, canta con su inconfundible "chac-chac" y mueve la cola incesantemente. Todos en general ,y en especial los agricultores, deberían de hacerle un monumento a este especie y a todas en general, pues la Tarabilla se encarga gratuitamente de limpiar el campo de pequeños insectos y gusanos incesantemente, no desperdiando tampoco algunos frutos o semillas.
Según un estudio publicado en el Ardeola, en el contenido del estómago de 60 aves estudiadas, aparecen tres fracciones diferentes: la parte animal, la vegetal e incluso una pequeña parte mineral. La primera de ellas es la mayoritaria (87,6%) basada especialmente en Coleópteros y sin embargo la mineral ocupa solamente un 2,5% (gastrolitos). 
Las presas las obtiene mayoritariamente en el suelo, casi todas ellas en la superficie directamente sobre la tierra (75%) o sobre la vegetación y casi nunca enterradas (0,5%). Tambien sobre los excrementos de los animales (2,6%) o finalmente en vuelo (7,2%).
Nidifica en el suelo, la época de reproducción abarca desde (incluso ya) febrero hasta julio, por tanto pudiendo realizar hasta tres puestas anuales. De dos a siete huevos por puesta podemos pensar que tiene que haber muchos ejemplares al final del año, sin embargo la Tarabilla ,por su hábitat y su predilección por utilizar posarse al descubierto en lugares visibles, es el blanco y menú perfecto de todo áquel depredador, por lo que su reproducción es numerosa cierto, pero también deben serlo sus bajas.
Existe un acentuado dimorfismo sexual en la especie, además hay una diferenciación de coloración en el plumaje entre los individuos del mismo sexo. En primavera-verano los colores suelen ser más intensos, siendo en invierno más apagados o parduzcos.
Vista a una distancia normal, dado que es un ave que generalmente permite el acercamiento, solamente podemos confundirnos de especie con la pariente Tarabilla norteña, de la que hablaremos más abajo, pero podremos separarla de ésta por carecer de la línea superciliar ancha y nítida que nace de la base del pico, sobre los ojos.
La Tarabilla europea no es muy exigente con los posaderos de su territorios, inquieta por naturaleza, se puede posar en postes, ramas altas, alambres y cables, vallas, muros postes de teléfono/luz etc. Incluso en piedras que sobresalgan del terreno o ramas de árboles, siempre que no sean de gran tamaño. Es un espectáculo verla cazar desde el posadero, con ese efecto "boomerang" característico.
Cómo curiosidad si uno de los miembros de la pareja decide cambiar de lugar, el/la otro/a le seguirá, incluso en invierno nunca permanecerán más alejados de 50 metros, cuando otras especies o bien se separan, o divagan por un amplio territorio buscando alimento. 
Sin embargo los ejemplares que vienen aquí a invernar procedentes de otros lugares sí que se mueven ampliamente por la campiña, lo cuál este comportamiento nos puede dar indicios de si el ave que estamos observando es residente o viene a invernar.
No sé si alguna vez os habeís fijado en el tamaño del ojo en comparación a la cabeza, gracias a su gran ojo le permite capturar insectos de pequeño tamaño incluso cuando la luz solar ya escasea, asimismo es de las primeras aves en comenzar a cazar nada más amanecer. 
El "ñeru" (cómo en muchas otras aves) es construido solamente por la hembra mientras es "escoltada" por el macho, lo cuál es un fiel reflejo de nuestra sociadad. Lo oculta bastante bien en el suelo y suele tener cómo característica que para acceder a él hay que pasar por una especie de túnel entre las hierbas. A pesar de ello, debe de tener una depredación bastante alta por parte de mustélidos, roedores, reptiles etc. 
Lo habitual es que el macho aporte presas al nido y sea la hembra quién literalmente se las arrebate para cebar a los pollos, éstos a los 12-14 días abandonan el nido y se pasan sus primeros días fuera del nido escondidos entre las altas hierbas o matorral. 
Sin embargo, a los 4-5 días ya podemos encontrarlos en lo alto de los posaderos cómo si fueran los adultos, al mes ya son completamente independientes.
Algo típico de la campiña costera en los meses veraniegos es encontrarte varios de estos jóvenes independizados relativamente juntos los unos junto a los otros, o incluso en fila en los cierres y postes de las fincas.
Al ser un ave tan común y conocida tiene una multitud de vernáculos o nombres en cada región, destaco el de "cagamangos" o (Murcia) "cagaestacas", dado su costumbre en utilizar los mismos posaderos hace que estos se encuentren literalmente llenos de excrementos. Lo habitual es que crie dos veces al año, pero también puede realizar tres puestas, la útima en agosto.
La Tarabilla norteña (Saxicola rubetra) por el contrario tiene un par de diferencias respecto a la Tarabilla común o europea. Y es que en primer lugar cambia su distribución dado que los ejemplares reproductores se concentran en el tercio norte peninsular, ocupando terrenos abiertos, pastizales y prados húmedos con algo de matorral. 
Ademas a esta Tarabilla parece que le gusta la montaña, los mejores territorios quizás los encontremos en la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, Norte de Castilla y León y en los Pirineos orientales...
Sin embargo al ser una especie estival durante su migración transahariana (inverna desde Nigeria hasta Gambia) se la puede observar por toda la Península.Es curioso cómo en el viaje de ida escoge en primavera una ruta migratoria diferente (más oriental) al del viaje de vuelta en otoño (más occidental). 
En el norte peninsular alcanza su límite sur de expansión, aquí en Asturias he tenido la oportunidad de observar al ave en dos hábitats completamente diferentes; por un lado los ejemplares "en paso" en los acantilados y rasas costeras
Estos ejemplares migradores varían en fecha y en número dependiendo del año, este último por ejemplo yo lo considero bueno respecto a los años anteriores, pues he podido observar bastantes ejemplares (ojo, nunca abundantes) en diferentes semanas y lugares. Destacando la rasa y los acantilados llaniscos. Ejemplar en vuelo:
Por otro lado, en primavera-verano es buena época para subir entorno a los 800 mt. a la Cordillera, a las laderas mejor soleadas de las montañas, pastos o páramos en busca de esta bonita ave que, además estará metida de lleno en "faena", con los machos cantores con sus mejores galas, posados en los posaderos más expuestos y las hembras escondidas entre la vegetación, mucho más discretas que los primeros. 
A diferencia de la otra Tarabilla, ésta presenta una garganta, ceja y cola blancas. Los machos son mucho más vistosos que las hembras, siendo éstas de coloración más apagada.
Inverna en el África tropical, aunque también puede recortar el viaje un par de cientos de kilómetros y hacerlo en el norte deÁfrica e incluso en el sur de la Península. Entre marzo y junio se produce el paso prenupcial, el posnupcial lo realizan entre agosto y octubre, destacando el mes de septiembre. 
Cómo veís, aquí para lo justo para críar y poco más. Habreís observado que tiene mucho margen de tiempo para realizar el viaje (casi 4 meses) y esto parece estar condicionado a la situación climatológica del momento, por lo que dependiendo del año podemos encontrarla aqui en unas fechas u otras con bastante diferencia.
Con una sola puesta (a veces dos) el periodo de reproducción se extiende de abril a julio. Tanto en la montaña cómo en el acantilado, la Tarabilla norteña es mucho más arisca en cuanto a la relación con los humanos, y también se me hace raro observar varios ejemlares juntos, incluso la pareja cuando cría suele permanecer bastante separada en comparación con su pariente la T. común. Lo mismo ocurre durante el paso migratorio, ya que solemos observar a los ejemplares de la misma especie posados a bastante distancia los unos de los otros.
En los nidos que elabora la hembra y que han sido estudiados la media es de 5-6 huevos, empezando la incubación en los primeros días de junio. Es una especie casi exclusivamente insectívora, alimentándose de todo tipo de bichos, incluidos pequeños moluscos o lombrices de tierra.
Eso es todo por hoy, espero que os haya gustado la entrada, gracias por las letras y las visitas.
Un saludo
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