Quantcast
Channel: EL NIDO DEL XUAN
Viewing all 85 articles
Browse latest View live

EL TREPARRISCOS. (Tichodroma muraria)

$
0
0
Hola amigos y amigas!!

Hoy antes de celebrar las navidades le toca pasar por aquí al ave alpina seguramente más buscada y apreciada por todo aquél que le guste observar aves en el siempre difícil medio montañoso,por lo que toca hablar del Treparriscos!!!.  Lo primero debo de sincerarme y reconocer que si anteriormente no hubo publicada esta entrada en este blog no fue por falta de ganas o de tiempo, sino porque la calidad de las fotos que tengo de esta especie francamente: da pena, de tal manera que había que hacer un esfuerzo y echar mucha imaginación para intuir al inquieto Treparriscos en cada ínfima foto que tenía guardada en el archivo.
No penseís que es una de mis habituales exageraciones.. Ejemplos de lo dicho: 
Treparriscos "fantasma" en vuelo en acantilado marino gijonés:
Su réplica, esta vez posado con las alas desplegadas en le pared de la Mesa:
Viendo el nefasto resultado de las anteriores intentonas año tras año, y de lo que se me resistía el "bicho" a salir en las fotos de manera un poco "decente", no me quedó otra que crear la "operación Frenadol" y ponerla en marcha en el momento que tuviera en estas fechas un par de días de libre albedrío para dedicarme plenamente a ello.
NOTA: Lo de Frenadol es a posteriori, dado el número de sobres de la marca que llevo ingeridos tras ese par de días lluviosos y gélidos a la "caza" del Treparriscos.
Pero antes de nada cómo siempre lo primero subo un buen par de mapas (robados buenamente de la red) en el que primeramente veamos su distribución europea y en segundo lugar y más abajo lo mismo pero en la Península ibéricaYa aquí se intuye que el Treparriscos tiene un par de particularidades; la primera de ellas es que es un ave eminentemente rupícola, por lo que siempre debemos de salir a buscarla a las verticales paredes de roca, pues es en este mundo pétreo de altura por dónde se mueve y por dónde encuentra su alimento el "avecilla". Es algo que más o menos sabe todo el mundo pero no está de más decirlo.
En segundo lugar y relacionado con lo anterior, en la P.I. fundamentalmente cría en la Cordillera Cantábrica (Macizo central y occidental principalmente) y en el Pirineo central; si bien cuando llega el invierno es un ave que se desplaza hacía lugares más propicios climatológicamente hablando. Por lo tanto se distinguen dos zonas ocupadas: en la época de reproducción (primavera-verano) ocupando en esta época las altas zonas alpinas y más agrestes con especial querencia por la caliza, a unos 1.600- 2.000 metros de altitud, aunque a veces puede nidificar a más baja altura, cómo por ejemplo en Teverga-Asturias (a unos 700 metros).
Cueva Huerta (Teverga)
En cambio cuando llega el invierno este ave (cómo la mayoría de las alpinas) se dan el "piro" de allí arriba y que aguante el frío y la nieve Rita... Por lo que ahora ocupa un tipo de hábitat más variopinto, desde acantilados costeros, canteras e incluso monumentos, cortados fluviales o simplemente mantiene el mismo tipo de hábitat, pero con un descenso altitudinal significativo. Incluso se han llegado a observar ejemplares en edificios de ciudades o entre las casas de los pueblos buscando arañas en los aleros. De esto último recuerdo el caso de un pueblo cántabro en el que el Treparriscos andaba buscando arañas entre los cables pegados al alero de las casas.
Los ejemplares de los Pirineos, que deben de ser los más abundantes, en invierno pueden llegar incluso hasta Sierra Nevada, y los supuestamente más escasos ejemplares de la Cordillera cantábrica incluso se ha visto un ejemplar anillado aquí pasando el invierno en Cáceres (más de 400 kilómetros de distancia) por lo que a pesar de ser un ave sedentaria, queda demostrado que puede realizar viajes a grandes distancias en época invernal.
En verano siempre he tenido la "mala costumbre" de ir a buscarlo a la alta montaña, de acuerdo a lo dicho es precisamente en esta época cuando escoge los terrenos más altos, inaccesibles y agrestes, por lo que solamente gracias al telescopio hemos podido disfrutarlo a placer en un par de ocasiones, aunque siempre muy lejano para la cámara. Además en los días de sol, que es cuando los "mortales pisapraos" nos decidimos precisamente subir a la montaña, el Treparriscos parece entonces reducir su actividad y ocultarse en las partes más sombrías de la caliza, huyendo del sol y del calor veraniego. Que recuerde ahora mismo he podido observarlo este año tanto en la zona de los Lagos de Covadonga, cómo en las inmediaciones de La Mesa y la Tesa, Desfiladero de los Beyos, Los Fontanes (Tuiza) , la famosa "vueltona", Horcados Rojos y el Tesorero en la vecina Cantabria.
Por contra, en invierno a pesar de lo variopinto de los lugares que escoge para "invernar" y que lo hace a menor altura, he tenido más bien poca suerte en este sentido, poca suerte  buscándolo por ejemplo en: canteras abandonadas (Valmurián), acantilados marinos llaniscos, el propio Cabo Peñas o Cabo Torres (Gijón), en la propia Sierra de El Cuera (El Mazucu) e incluso no es raro verlo en el Santuario de Covadonga, pasando inadvertido ante cientos de "fieles" en la cueva, o alimentándose entre las piedras de la propia basílica... Aquí solamente he tenido oportunidad de verlo volar de la torre de la basílica a la Cueva.
Durante la invernada la altitud media en los Pirineos es de 900 m, en cambio en la Cordillera Cantábrica baja hasta los 640 m. En esta época se observa fundamentalmente en roquedos interiores no fluviales (más de la mitad de las observaciones) seguido de zonas idénticas pero con curso fluvial, en tercer lugar construcciones humanas y finalmente con solamente un 8% de observaciones: los acantilados costeros.
Habite dónde habite lo que está claro es que tampoco es un ave que sea muy abundante o fácil de ver, y además si algo nos sobra en Asturias precisamente es montaña...
Viendo que en verano se me hacía imposible acceder a los lugares por dónde se mueve el Treparriscos y fotografiarlo de cerca, decidí este fin de semana pasado probar suerte buscándolo en uno de los lugares más accesibles, con citas de la especie recientes, y a una altitud moderada para lo que es el pájaro.
Esta es parte de la pared que he estado observando durante dos días seguidos:
Y es que una de las pocas ventajas que te otorga este ave es que parece ser bastante fiel al territorio, a la pareja y al nido. Cuando se observa allí en la amplitud de la pared, lo primero que llama la atención es su pequeño tamaño en la inmensidad de la roca (apenas tiene el tamaño de un Agateador).
A mi personalmente siempre me ha parecido más grande visto en fotos que en cambio verlo ahora de cerca en vivo. Éste pequeño tamaño lo disimula con unas grandes y redondas alas que apenas dejan ver su cola. Además destaca por las rectrices con machas blancas redondas que se ven bien cuando vuela y sobretodo por el detalle que todo el mundo conoce: el rojo carmesí cuando despliega las alas.
Una vez estudiado los movimientos del bicho, el terreno, la pared y ver dónde podría haber más luz en un día frío y lluvioso dentro de aquel valle estrecho, solamente me quedaba esperar a que el Trepa decidiera ir hasta la parte más baja y abierta del extremo del desfiladero, allí dónde yo me podría acercar más a él camuflado detrás de una de las enormes rocas desprendidas del acantilado. Durante todas las horas de luz que hubo el primer día, el bicho no se dignó a bajar por allí y en cierta manera perdí muchas veces la esperanza y pensé cambiar 1.000 veces de táctica, pero al segundo día tuve la fortuna de que apareciera en el sitio preciso, aunque solamente fuera durante unos segundos....
Visto así de cerca cambia un poco la película, verdad?. Siguiendo con su plumaje, este contraste de colores negro, blanco y rojo se completa con un gris-azulado del resto del cuerpo, pico largo, negro y curvo que utiliza para extraer todo tipo de insectos de las grietas de las rocas y finalmente unas patas robustas también negras, con largas uñas que le ayudan perfectamente en la tarea de moverse en vertical por la piedra.
Al "arañero" le gustan los insectos, no en vano es su dieta fundamental durante todo el año, descartando casi por completo otro tipo de alimento, es difícil de detectar cuando está quieto en la pared ya que ofrece un camuflaje mimético.
Sin embargo cuando se mueve de manera espasmódica por la pared deja ver ese repertorio de colores, por lo que es fácil de ver y siempre se le compara con el vuelo de una mariposa, a mi personalmente más que al insecto lo definiría cómo el "agateador alpino", cambiando el tronco de madera por la roca de nuestras montañas.
De todas las alpinas ya tratadas y fotografiadas aquí, sin duda éste es el ave que más difícil me lo ha puesto, además es seguramente el ave de este medio a la que más tiempo he invertido en buscarla y más kilómetros he recorrido portando el equipo a las espaldas, pero la satisfacción de verla tan cerca ha servido claramente para compensar todo esto (y de regalo llevarme también un gripazo para casa...).
Aunque no he quedado satisfecho del todo con las fotos obtenidas (tiradas a pulso, a última hora del día y lloviendo) personalmente me saben a gloria, aunque solamente sea por los dos días y sus largas y frías horas de espera y los 350 kilómetros de coche recorridos en el  viaje de: ida-vuelta, ida-vuelta al mismo lugar.
Así se despidió antes de volver a la inmensidad de su pared:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, cómo siempre: gracias por las visitas y las letras. Y añado: FELIZ NAVIDAD!!

"CHARRANADA" (Charrán Patinegro)

$
0
0
Hola amig@s!!
Pienso que nada mejor para comenzar en el blog este año 2.015 que hablar de un ave que siempre que la observas sabes que inmediatamente después te va a proporcionar buenos momentos para la retina y también para la tarjeta de memoria de la cámara. Se trata del Charrán Patinegro (Thalasseus sandvicensis).
De todos los Charranes que visitan la Península Ibérica ,y por ende el estado asturiano, es con el que mejores momentos he pasado y del que más observaciones tengo, pues no es que sea yo especialmente hábil con esta familia y de momento solamente he podido fotografiar a éste y a su pariente el Charrán común (Sterna hirundo).
Sin embargo al que podemos ver de manera habitual por aquellos puertos, ensenadas, rías o playas que visitemos es al Charrán patinegro, con un tamaño cercano al de una gaviota reidora, el esbelto y ágil Charrán sobresale del resto de aves similares por sus alas puntiagudas y alargadas, su cola horquillada y sobretodo por el diseño y color de su cabeza, coronada por un pico largo negro con la punta amarilla. La cabeza es plana y alargada con un capirote negro bastante llamativo en las aves adultas. Las patas son de color negro.
Con una alimentación cuya dieta se compone a un 98% de pequeños peces de entre 9-15 centímetros (2% restante invertebrados marinos) excepcionalmente se alimenta de otra cosa que no sea esa (pollos de otras aves ?¿?), por lo que observarlo cómo pesca es un verdadero espectáculo. Aquí en el Cantábrico parece depender de la abundancia de sardina, la anchoa, los muiles o incluso la lubina, que parecen ser los platos habituales de su dieta.
Cuando llega la pleamar es el momento en el que el Charrán aparece volando a baja altura por los puertos y estuarios, utilizando para pescar una de las técnicas para mí más espectaculares de nuestras aves. 
En vuelo ágil, cabeza abajo, va volando a una altura de unos 10 metros sobre el agua fijándose detalladamente en los bancos de peces y sus movimientos, zambulléndose en el momento oportuno al modo Alcatraz (incluso a más altura que el Charrán común) e internándose con las alas pegadas al cuerpo en el medio acuático para capturar con su gran pico al pececillo seleccionado previamente, de seguido subir a la superficie y tras unos segundo "a lo pato" despegar del agua y coger vuelo de nuevo aún con el pez en el pico.
Normalmente el Charrán acompaña toda esta maniobra de pesca con dos cosas maravillosas para el observador; primero el bicho no se corta un pelo y puede realizar todo esto que acabo de explicar al lado tuyo, y en segundo lugar todo esto viene adornado por una serie de sonidos que produce de manera frecuente tanto pescando cómo "patrullando" la orilla. A pesar de no ser un ave rara de observar y que se presenta en la mayoría de los puertos con mayor o menor frecuencia y número, la población de patinegro es totalmente migradora. Los charranes invernan en la costa atlántica del oeste del África Tropical, llegando incluso hasta Sudáfrica, cruzan el Índico, otros sin embargo se acercan al Mediterráneo.
Durante esta migración de ida y vuelta es cuando los charranes se acercan a nuestras costas pues es un ave que actualmente solamente cría en la P.I. en un par de enclaves localizados en el Mediterráneo. Después de criar inicia una dispersión hacia las zonas de alimentación parece ser que para coger fuerzas, antes de la propia migración (septiembre-octubre).
En Asturias es un ave que creo que solamente ha nidificado solamente en un par de ocasiones, en la playa de Merón (en el año 2.007) cuando de forma casi anecdótica criaron 7 parejas en una zona baja de acantilado. Además de otro caso ocasional en la vecina Ría de Villaviciosa (año 1.975) criando 3 parejas de las que salió adelante un pollo, al parecer.
En aguas del Cantábrico parece que también ha criado o cría en aguas del Golfo de Vizcaya en la desembocadura del río Adour (Bayona gabacha), en otras partes de la P.I. esporádicamente en el Delta del Ebro (de manera irregular) o en las desembocaduras de los ríos Tajo-Sado (Portugal). Sin embargo en la Reserva Natural de Banc d´Arguin se encuentra la mayor colonia con unas 3.000 parejas reproductoras.  No obstante, el área de reproducción europea del "pajarraco" parece ser relativamente pequeña, ocupando las costas de Gran Bretaña, noroeste de Francia, Mar del norte y parte del Báltico.
Hasta casi los 4 años no alcanzan la madurez sexual y las aves de primer año acompañan a los adultos. Generalmente la mayoría de charranes inmaduros veranean en los propios lugares de invernada, especialmente allá por el Golfo de Guinea o Mauritania. La verdad es que pensándolo en frío: ¿para que salir de fiesta, lejos de casa y generando un esfuerzo y un gasto energético terrible, si sabes que no vas a mojar?. Para eso mejor te quedas gustito en casa...
Tampoco es raro es que justo al año antes de poder reproducirse aparezca por nuestras costas, me imagino que memorizando y adquiriendo la experiencia necesaria para volver al año siguiente, esta vez para formar familia y procrear. Y es que el charrán es un ave longeva, pidiendo vivir más de 13 años e incluso se han observado aves anilladas con casi 24 años de vida.
En el censo de aves reproductoras de la SEO del año 2.007 se estimaba unas casi 4.000 parejas en la Península, las cuales se distribuyen casi exclusivamente en 2 puntos, y los dos en el Mar Mediterráneo: Delta del Ebro y la Albufera valenciana, albergando estos dos sitios el 98,6% de la población total. 
Es un ave que anida en colonias y que con los datos en la mano, se ve que tiende a concentrarse en pocos puntos. Cómo ya he dicho anteriormente el resto de lugares de cría parecen ser más bien hechos puntuales de poblaciones totalmente aisladas.
Aqui en el Cantábrico por tanto es un ave que observamos mayoritariamente durante los famosos "pasos" y no en todos lo observamos bien, sino que es un ave que parece un tanto errática tanto en su nidificación cómo en dejarse ver por nuestras costas; aunque he podido observarlo en estos años en prácticamente casi todos los puertos y ensenadas astures. Si bien los lugares en los que mejor (y en más cantidad) he observado a estos bichos ha sido en la zona del Puerto de El Musel- Playa del Arbeyal en Gijón y sobretodo en la vecina Cantabria y su apreciada Santoña.
En este último lugar ,mejor o peor, en la época adecuada siempre me acabo relamiendo del gusto por el espectáculo que me ofrecen estas bellas aves, que aparecen aquí en buen número, de todas las edades, e incluso fijándose un poco te encuentras incluso aves anilladas.
Muchas veces he dejado de lado incluso buscar especies nuevas para mí que sabía que también estaban por allí, para centrarme exclusivamente en los charranes por muy vistos que los tenga o aunque los tenga a pocos kilómetros de casa. Sin embargo nunca me canso en observar cómo pescan en las aguas someras, o cómo alimentan a su pollo ya crecido.
Bueno, pues por hoy ya esta bien. Cómo siempre: gracias por las visitas y los comentarios
FELIZ AÑO NUEVO!!

LAS BARNACLAS

$
0
0
Hola amigos de lo ecológico!!
Tras el fin de los ágapes, fastos y festejos varios navideños hoy vamos a recuperar la normalidad hablando de uno de los grupos de aves que me gustan: las Barnaclas. De la familia de los anseriformes, las "branta" (cuya traducción literal sería: "percebe") viene representada en la Península de diferente manera por tres especies distintas: La Barnacla Cariblanca, la B. Carinegra, la gran B. Canadiense o por último la escasa y bonita: Barnacla Cuellirroja.
Las barnaclas son unas aves que actualmente no se reproducen en nuestras latitudes (y si lo han hecho ha sido de manera muy puntual), por lo que su presencia aquí es muchas veces esporádica (principalmente durante su invernada o en los "pasos" migratorios) y finalmente cuando aparecen por aquí, salvo la Barnacla carinegra, el resto de especies de la familia lo hacen con pocos efectivos o puntualmente.
Por otro lado, debe de ser un ave fácil de mantener en cautividad, pues es frecuente observarlas en parques y colecciones privadas, por lo que casi todas aquellas observaciones que hay en la "Patria Egpañola" de barnaclas (salvo la B. carinegra) se ponen siempre en duda de que sean realmente ejemplares salvajes, y no más bien escapes de estos parques y colecciones privadas, lo cuál es un problema añadido.
Porque aunque estos lugares deberían de tener a sus ejemplares debidamente controlados y anillados, la realidad es que (y especialmente con las anátidas) no es raro encontrarte aves exóticas pululando sin control por los enclaves naturales que solemos visitar.
Si os habéis quedado con la historia de asociar a las Barnaclas a los percebes del principio, esto viene porque al parecer al ser aves que no crían aquí y que solamente las vemos entrando de la mar, las gentes de antaño llegaron a la conclusión de que eran aves que directamente procedían de este rico y ahora apreciado crustáceo. No me digáis que fumaban de aquella, pero debía de ser de lo bueno....
Y es que las pequeñas ocas silvestres de plumaje negro y blanco crían en las frías latitudes norteñas, migrando parte o incluso su entera población a tierras más cálidas según se aproxima el invierno. A diferencia de otras especies de aves, las barnaclas se diferencian bien entre las especies y subespecies de la misma familia, bien por su color de cabeza/cuello, o por su gran o pequeño tamaño. 
La primera de la que voy a hablar hoy es de la Barnacla cariblanca (Branta leucopsis). Este pequeño ganso viene todos los inviernos a nuestras tierras, pero en pequeño número y de manera muy irregular.
Cabe destacar por ejemplo los 14 ejemplares observados en el año 2.010 en Salburua:
Salburua
La más reciente cariblanca aparecida en las Marismas de Santoña (cómo no...) junto a unos ánsares comunes hace unas semanas:
Santoña
O finalmente (y por hablar algo de la tierra) recuerdo las dos "asturianas" que muchos fuimos a observar durante una temporada cerca de Oviedo (Soto del Rey/Ribera de Arriba) allá por el ya lejano año 2.011.
Asturias
La barnacla cariblanca suele criar en zonas tipo el Ártico, Groenlandia o el occidente de Siberia, cómo veis: lugares cálidos y agradables en los que vivir... Las aves de Groenlandia se van a invernar fundamentalmente a las Islas Británicas. Sin embargo las más numerosas cariblancas siberianas se van a los más cercanos pólders de los Países Bajos
Al observar el mapa de arriba, vemos que nos quedamos un poco lejos de su tradicional límite sur de invernada, sin embargo si en estos lugares en donde han llegado para pasar los meses de invierno aprieta también el frío, se cree que desde allí bajan hasta nuestras tierras y por tanto los ejemplares que observamos aquí, proceden de estos lugares de invernada. 
Al margen de todos estos datos y mapas, siendo claro las barnaclas cariblancas son para mí sin duda las aves con más huevos del mundo (y no por cantidad, tamaño o número) y sino echad un ojo al cutre-vídeo de abajo para ilustraros un poco con tal rotunda afirmación:
Y es que cuando llega la hora de anidar, las cariblancas escogen los cortados rocosos y acantilados más verticales, y a una buena altura del suelo para anidar. A los pollos de barnacla no les queda otro remedio que lanzarse literalmente al vacío acantilado abajo cuando aún ni tan siquiera están totalmente emplumados para volar, sino que se limitan a planear lo mejor posible y reducir la velocidad de caida contra las piedras de los acantilados para asi poder seguir a los padres, pacer etc. Menudos "kamikazes"... 
Seguro que a partir de ahora cuando veáis una cariblanca descansando tranquila en un parque, os cambia el concepto que teniaís del bicho.
Las fotos que aparecen aquí de esta especie son tanto de los ejemplares que aparecieron por el río Caudal a la altura de Soto del Rey (Ribera de Arriba) hace un par de años, y de un ejemplar que hace una temporada se presentó por el Parque Isabel La Católica (Gijón) junto a los ejemplares "domésticos" de su misma especie. Y es que el caracter eminentemente gregario de las ocas hacen que muchas veces se asocien ejemplares salvajes junto con otros domésticos.
Estos tres ejemplares observados en estos dos lugares y entornos bien diferentes, ninguno de ellos portaba anillas, ni están alicortadas, y su procedencia se desconoce completamente.
Finalmente el amigo David Álvarez junto a Gilberto hace solamente unos días pudieron observar a otra pareja de Barnaclas cariblancas en el Occidente de Asturias:
despidiendo-el-ano-entre-eideres-
Cómo veís, de vez en cuando se dejan ver estas simpáticas aves por nuestros "terruños" más norteños, siempre con la duda de conocer realmente su procedencia, pero disfrutándolas cómo si vinieran a vernos de los lugares más inhóspitos de Siberia.
La Barnacla cuellirroja (Branta ruficollis) es la más pequeña y escasa de todas ellas, la única que actualmente su población está en regresión por diferentes motivos no muy claros.
Reducción población Barnacla cuellirroja:
Estos pequeños gansos tienen un peso aproximado de apenas kilo y medio en los machos adultos, pero al margen de todo esto a mi estéticamente me parecen los más bellos de toda la familia, con ese marrón cobrizo intenso tan característico en su bonito dibujo facial, ese pico corto, los bordes blancos etc. Se distribuye principalmente por las tundras costeras, pantanos y bordes de lagos de la Asia septentrional o la Europa oriental. Suele invernar alrededor del Mar Negro, por lo que su presencia aquí es más bien anecdótica cómo ave rara divagante.
Al igual que las otras barnaclas, es gregaria y durante la migración puede asociarse en estos viajes de miles de kilómetros a los bandos de otras especies de gansos (Ansar común o campestre, por ejemplo) lo cuál puede facilitar que asociándose a estos parientes  que por contra si vienen a invernar aquí, aparezca  de cuando en cuando algún ejemplar salvaje por nuestros humedales o campos, bastante lejos de sus lugares habituales de invernada.
Por ejemplo:
Considerada una rareza ocasional en España con solamente unas muy pocas citas (La Nava/Palencia, Huelva, Villafáfila/Zamora, Aragón...), incluso alguno de estos ejemplares pueden proceder de escapes, puesto que es una especie muy apreciada por los coleccionistas y no es raro verla en los listados de compra/venta en Internet.
En mi caso y pese a estar tentado a ir hasta las Lagunas de La Nava (Palencia) a intentar observar al último ejemplar presumiblemente salvaje observado en Iberia, de momento me he conformado con observar los ejemplares en cautividad pertenecientes a la colección del Parque Isabel La Católica (Gijón). 
Sé que no es lo mismo observar ejemplares salvajes en medios naturales que en mi caso ver aves alicortadas nadando en el sucio estanque de un parque urbano y comiendo pan, pero uno de los supuestos fines de estas aves de colección en los parques públicos de las ciudades es precisamente la de la divulgación didáctica, pues la gran mayoría de la gente en la vida podrán ver un bicho de estos en libertad. 
Así sin que sirva de precedente en este blog (y muy a mi pesar) las fotos de las cuellirrojas aquí subidas son evidentemente de estas aves cautivas, mientras espero la llegada de una de esas raras "salvajes" que aparecen por aquí cada "x" años.
Seguidamente me toca hablar de la mayor de las barnaclas: la Barnacla Canadiense(Branta canadiensis). El también llamado: Ganso del Canadá, cómo bien su nombre indica, procede originalmente del Norte de América, si bien actualmente alberga poblaciones naturalizadas en la Vieja Europa. 
Yo pensaba que había observaciones solamente de una sóla especie de esta gran oca, sin embargo también hay una observación en Extremadura (año 2.011) de la Barnacla canadiense chica (Branta hutchinsii).
gansos-raros-en-extremadura
Entre estas poblaciones "naturalizadas" y los frecuentes escapes de colecciones privadas, se estima que hay actualmente 200.000 Barnaclas canadienses en Reino Unido, 40.000 en Escandinavia o 12.000 ejemplares en los Países Bajos. En Francia se habla de que puede haber unas 5.000 Barnaclas y ya se ha confirmado su nidificación en el sur gabacho, apenas a unos kilómetros de la frontera con el Imperio. 
Y es que este ave parece que se ha adaptado fenomenal en los lugares en los que ha sido introducida y no parece tener mayor problema en criar en los nuevos lugares en los que aparece. De hecho puede que ya lo haya hecho en España..
Posible cría Barnacla canadiense España
Me imagino que la catalogación cómo una rareza en España se deberá más bien a los ejemplares salvajes que de cuando en cuando cruzan el charco. Cómo digo, al igual que la barnacla cariblanca a veces se deja ver algún ejemplar por nuestras costas, ríos o embalses:
Pareja en Bermeo
Avilés
Aunque siempre con la eterna duda de saber si es un ejemplar escapado de algún parque o si por el contrario estamos observando realmente un ave que ha migrado de una de estas poblaciones naturalizadas del norte de Europa.
El caso de la Barnacla que os voy a presentar a continuación tiene un par de singularidades que la hacen aún más rara. En primer lugar comienzo diciendo que el único ejemplar de esta especie que he observado ha sido (de nuevo) en el Parque Isabel La Católica (Gijón) pero a diferencia de la pareja de Barnacla cuellirroja residente, este ejemplar no solamente presenta todas las plumas y no esta alicortada, sino que además el cuidador del parque no tenía idea de su procedencia, simplemente apareció un día allí junto al resto de ocas.
En segundo lugar además presentaba una anilla metálica pero diferente a las conocidas o utilizadas por el parque, tirando de óptica se ve claramente el código: BTO BRITISH MUSEUM NAT HIS LONDON SW7 5212447.
Con lo cuál ya sabemos que el ave ha venido de forma natural desde aquellas islas que no son nuestras por culpa de una tormenta... es decir, es un ejemplar que pertenece a una de esas poblaciones naturalizadas de las que hablaba más arriba, concretamente anillada el 13 de diciembre del 2.012, y que meses después ya la observábamos tranquilamente por el parque gijonés.
No termina la historia aqui de esta hembra que decidió venir hasta aquí desde el Parque de Poole (Condado de Dorset, al sur de la isla) para quedarse a vivir en nuestro Parque, sino que además decidió criar, pero no con alguna otra de su misma especie que habitaba por el parque, sino que decidió formar una familia ni más ni menos que con un Ánsar indio (Anser indicus).
El indio, por su parte pese a que tenía un "harém" de varias hembras de su misma especie en el parque, decidió darles plantón, probar otras culturas y razas y finalmente marcharse con la canadiense forastera, y además formar una familia de una especie de mezcla de cuatro pollos "indios-canadienses" de aspecto un tanto "singular" y ciertamente con rasgos intermedios entre las dos especies. Al parecer que una Barnacla hibride con otro pariente de los gansos no es muy raro, pero la historia tiene miga.
A día de hoy y después de que la nutria haya pasado por allí y dejado las cosas claras, sobrevive uno de estos pollos híbridos, eso sí: anillado y alicortado perfectamente.
Rizando aún más el rizo, había también un Ánsar indio también de procedencia desconocida en el parque, tampoco porta ni anilla de identificación, ni esta alicortado (cómo los otros ánsares indios del parque) y por tanto éste vuela perfectamente.
Por lo que también cabe la posibilidad que pueda seguir la misma estrategia que la Barnacla canadiense inglesa del parque, puesto que el Ánsar indio también fue introducido por el hombre en algunos enclaves europeos y su población está actualmente naturalizada en Europa. Justo antes de la aparición de este individuo en el parque, creo recordar que se observó días antes un ejemplar de esta especie por el occidente ástur.
De todo esto se ha hablado ya largo y tendido, por ejemplo:
branta-canadensis-anillada-en-gran
la-extrana-familia
La última especie que me queda por tratar hoy aquí es la única de todas que viene aquí de manera más o menos regular a invernar, o que vemos por la costa en los pasos migratorios, se trata de la bonita Barnacla carinegra(Branta bernicla). 
Cuando observamos aquí a este pequeño y bonito ganso negro lo hacemos con toda la seguridad de que ,a diferencia de sus parientes arriba ya tratados, no se trata de escapes o de aves reintroducidas en el pasado y ahora naturalizadas, sino que son ocas silvestres que proceden de la migración desde sus colonias en la tundra ártica, islas circumpolares o en las costas septentrionales siberianas
Especie gregaria que vive y cría en colonias, siempre se ven en vuelo durante el paso migratorio, o alimentándose en los prados costeros o descansando en las rías alimentándose de la zostera marina. 
Sin duda de todas las barnaclas es la más fácil de observar por aquí en el norte y este invierno concretamente se ha dejado ver de maravilla en varios sitios diferentes y en un par de semanas de manera intensa:
barnacla-carinegra-en-xago
buen-lugar-el-arbeyal
cita-de-barnacla-carinegra-en-la-zona
Destacando en Asturias quizás el ejemplar aparecido en la rasa costera de Cabo Peñas que ha permanecido unos cuantos días por allí y que se ha dejado ver a distancia (pero a placer) en estos días de anticiclón, por lo tanto:buen sitio, buena visibilidad y buena luz.
A pesar de estas observaciones puntuales en Asturias, lo que está claro es que si alguien quiere ver Barnaclas carinegras en el invierno debe dirigirse sin duda a la vecina Santoña, en dónde año tras año se congregan más y más carinegras. 
Para que os hagáis una idea de lo que se mueve en la vecina Cantabria por ejemplo estos últimos días se han llegado a contar más de 280 ejemplares allí o los 150 ejemplares en el Estuario del Asón.
record-de-barnaclas-carinegras
He estado un par de veces allí observándolas y pese a la lejanía de este tipo de observaciones, ver tantos de estos "pajarracos" juntos en el agua, o en la orilla de la playa es sinceramente impresionante. Y parece que cada año va a más.
Sin embargo en la observación del ejemplar de Cabo Peñas reconozco que me he puesto las botas, fruto de varios factores a mi favor, por ejemplo la cercanía desde Gijón, he podido escaparme dos días casi seguidos, un buen tiempo reinante para la observación y más aún para lo que suele ser este sitio con mal tiempo y fuertes ráfagas de viento etc.
Al salir de trabajar a las 2 de la tarde me proporcionaba la ventaja de observar al ave de forma solitaria en las horas en las que normalmente los humanos están alimentándose o reposando lo ingerido, con lo cuál tanto la desconfiada ave (y las gaviotas que la acompañaban en el prao) cómo yo mismo, teníamos toda la tranquilidad del mundo para vigilarnos y seguir nuestras evoluciones sin sorpresas desagradables, ni grandes saraos .
Mi suerte no acaba aquí y es que ,en un momento dado del segundo día, un señor de las vecinas casas del pueblo decidió darse una vuelta tranquilamente por mitad del "sembrao". He de decir que lo hacía con toda la naturalidad y con un total desconocimiento del ave que se encontraba unas decenas de metros allí paciendo, sin maldad alguna por parte de este señor. A estirar un poco las patas después de comer y mientras la mujer ve Sálvame....
Lógicamente no pasó ni un minuto y la barnacla ya estaba estática cuello estirado arriba marcando al hombre, con toda la "chorra" del mundo de que cuando levantó vuelo fue a dar la típica par de vueltas en el aire en circulo para coger altura y velocidad justo por delante mío antes de posarse a otro lado.
La situación de ver que el ave venía volando directamente hacía a mi me dio la posibilidad de tirar unas buenas ráfagas que ni un soldado ucraniano...
Y así hasta unas 20-30 fotos que he resumido en las de arriba para que no resulten repetitivas. Al final acabó aterrizando en otro "sembrao" interior más lejano, pero para mí ya había sido suficiente, y no vi conveniente acercarme hasta allá andando a campo abierto, sin posibilidad de ocultarme y previsiblemente molestarla y que se fuera de nuevo. Abajo, en medio del grupo de gaviotas:
Cómo veis mejor o peor, de manera más constante o de forma puntual. con mejores números o en plan "megarareza", las diferentes barnaclas también nos visitan por la Península Ibérica y además de cuando en cuando, alguna de ellas también se deja caer por Asturias...
Un saludo y gracias por las visitas y los comentarios

LOS ESCRIBANOS

$
0
0
Hola amigos y amigas!!

Hoy toca hablar un poco más extensamente de "pajarinos" pequeños, concretamente de los representantes de la familia Emberiza que podemos encontrarnos por Asturias. Así que poneros cómodos (o tirar de largo hasta el siguiente blog) porque hoy toca "rollo" ya que la familia es en este caso es numerosa, con unos 40 escribanos diferentes por todo el mundo. Evidentemente no voy a hablar de todos ellos, sino de los 7 más conocidos, o de los que podemos ver por aquí normalmente son el: Escribano cerillo, soteño, montesino, hortelano, palustre o el más escaso Escribano nival. Terminando con el Triguero.
Si hablamos del ave lo primero que por lo menos a mi se me viene a la cabeza es la de un pequeño pájaro que generalmente encontramos pululando por el suelo, factor éste que a veces nos es útil a la hora de diferenciarlos de otros miembros de la gran familia passeriforme, cómo por ejemplo los fringilidos
Ya que a pesar de observarlos también posados en perchas, habitualmente andan por el medio terrestre, buscando semillas, brotes o incluso pequeños insectos (especialmente en época de cría). No es un ave que destaque por tener unos colores muy llamativos, salvo el amarillo fosfórito del E. cerillo o los restos de blancos que le quedan al E. nival en su plumaje cuando ya nos llegan aquí, ya que los colores pardos o discretos que presentan en sus plumajes la mayoría de escribanos, les ayudan a la hora de camuflarse perfectamente cuando andan por el suelo.
Aunque generalmente los Escribanos no suelen tener unos colores de plumaje muy destacados cómo digo, también es cierto que observados de cerca tienen toda una gama, matices o tonalidades bien diferentes. El rasgo distintivo más evidente,o al menos el que me sirve a mi a la hora de localizarlos en el campo y distinguirlos de otras aves, es la forma del pico tan especifica, presenta un pico cónico, corto y robusto, con una característica mandíbula superior mucho más pequeña que la inferior. 
Lo habitual en Asturias es poder ver (mejor o peor) a estas siete especies de Escribano que por otra parte, son las más habituales o comunes que se dejan ver en la P.I. Buscando por la red y por las guías información he encontrado citas homologadas de otros Escribanos muchomás raros de observar no solamente aqui o en España, y que aparentemente suelen ser aves que aparecen de forma accidental, lejos de su habitual límite de invernada. 
Quizás la escasez de citas se deba entre otros factores a que las rutas migratorias de este tipo de aves nos pillan un poco lejanas y se concentran más en la zona más oriental. Seguramente haya cada año Escribanos de esos raros y escasos que nos visiten sin que nos enteremos de su presencia, pero el hábitat y las costumbres del ave tampoco ayudan mucho a la hora de detectarlo y finalmente tampoco hay muchas personas dedicadas especificamente a esta labor.
Así que aparte de los "siete magnificos" que voy a pasar a describir más abajo, cabe también la posibilidad (aunque remota en algunos casos) de poder observar otro tipo de Escribanos en Asturias y en España, cómo por ejemplo: El Escribano cabecinegro (E. melanocephala) hay solamente nueve citas seguras entre 1984 y el 2004, principalmente en las costas este y sur de la P.I. (Cataluña, Baleares o Andalucia).
Por cierto las fotos que acompañan este texto no son de ninguna de estas especies raras.
El Escribano de Gmelin (E. leucocephalos) con tres registros (Barcelona, Castellón y Cuenca en 1986, 1989 y 1995 respectivamente. También el Escribano rústico (E. rústica) con tres citas (Sevilla, La Albufera o Algeciras). 
El Escribano de Brandt (E. cioides) con solamente un macho capturado en Santander en 1994. El Escribano aureolado (E. aureola) con tres citas: una cita en Chipiona años setenta, en Belchite 1987 o en la Isla de Cabrera en 1995. Ave divagante, si se puede encontrar en el noroeste de Europa (Escandinavia o Gran Bretaña), siendo muy raro en el resto.
Estos de arriba ya os digo son "jodidillos" y tal vez no veamos uno en la vida. Hay otro grupo que intencionadamente he dejado aparte, se trata del  Escribano Pigmeo (E. pusilla) con unas 30 citas homologadas en "Espaing" entre 1.984-2.004 y que en Asturias han aparecido dos ejemplares en el año 2.009 en el Sablón, Ría del Nalón (Soto del Barco) durante las jornadas de anillamiento que por allí realiza la gente del Grupo Torquilla.
Anteriormente se observó uno año antes en Valdoviño (El Ferrol) observado por Pablo Gutierrez:
hescribano-pigmeo
Y más recientemente en el año 2.011 en Cabo Quintres (Cantabria) un ejemplar descubierto por el gran Angel Ruiz Elizalde: 
sorpreson-en-cabo-quintres-escribano
O el precioso Escribano lapón (Calcarius lapponicus) cuya población invernante ya es de por sí escasa y además parece concentrarse en los litorales de Normandia y Bretaña cómo lugares más cercanos a nos. Sin embargo de vez en cuando puede verse algún ejemplar en paso otoñal. 
En el año 1.972 tiene lugar la primera cita en Iberia y hasta 1.994 hay 14 registros homologados, la buena noticia es que la mayoría de estas observaciones corresponden a Asturias y Galicia en fechas otoñales. Creo recordar que las últimas veces que se observaron por aquí fue en el mismo año 2.010, correspondiente por un lado a 8 (5+3) ejemplares en Cabo Peñas.
Fotos de David Alvarez:
escribanos-lapones
Y los 3 ejemplares visto por Luis Carrera en La Talá (Llanes), por cierto a escasos kilómetros de mi pueblo.

Vídeo de Luis Carrera:
Vídeo lapones
O por ejemplo en fechas más recientes (año 2.012) por Manuel Quintana o Daniel Lopez Velasco de nuevo en Cabo Peñas. Blog de Manuel Quintana:
afluencia-de-calcarius-lapponicus
Aviso de que estos datos pueden no ser precisos o no estar actualizados a fechas recientes, pues tampoco he querido profundizar demasiado en estas cuestiones, pero al menos sirven para hacernos una idea de la presencia o la abundancia o no de estas aves "raras" por aquí. 
Cómo veís especialmente en estas dos últimos escribanos "raros" de vez en cuando (y no todos los años) se deja ver alguno por aquí, especialmente en el Norte peninsular. Seguramente lleguen muchos más de los que se observan y que nos pasen desapercibidos y más teniendo en cuenta que su estancia aquí puede ser muy breve antes de proseguir viaje.
Así que una vez repasados un poco por encima todos estos parientes lejanos, "exóticos" y raros (o muy "raro raros") vamos centrarnos y a empezar a ver a continuación a aquellos Escribanos que más o menos se suelen dejar ver por aquí de forma habitual. Sin seguir un criterio o un orden determinado comienzo hablando del Escribano montesino (Emberiza cia) esta vez el nombre en castellano de esta especie a mi me parece más idóneo que pornerle "común", "europeo" cómo a muchas de nuestras aves. Abajo un mapa orientativo de su distribución, que no viene nunca nada mal para orientarnos:
Y es que este bello escribano lo podemos encontrar en nuestras montañas a partir de los 600 m. de altitud, salvo en invierno en el que suelen descender hacía lugares más climatológicamente benignos. Para mí y basándome solamente en apreciaciones personales, es el más abundante de todos y el que puedo ver casi todo el año aquí.
Así que su presencia habitual en laderas pedregosas bien soleadas suele acompañar y alegrar a cualquier "pisapraos" que se dirija de camino a la montaña, ya sea o bien posado en el matorral (Tojo o Brezo) parte importante de su hábitat, o en cambio "a lo ratón" comiendo inquieto por el suelo. Si no se quiere realizar el esfuerzo de "patear" y cargar con el equipo ladera arriba, os recomiendo que si teneís que pasar en coche cualquiera de nuestros puertos de montaña, os dentegaís en las cunetas de la carretera dado que suelen ser un buen sitio para observarlo:
A pesar de que generalmente las aves de medios montañosos no suelen ser muy agradecidas con la cámara, el E. montesino es por el contrario un ave poco arisca al "sapiens Quechua" y presenta un comportamiento confiado y cercano al estilo Colirrojo tizón o Acentor común/alpino por poner unos ejemplos similares, por lo que puedes acercarte a él sin que parezca inmutarse mucho, o incluso es él el que se acerque. 
Reconozco que con esta cercanía que demuestra muchas veces esta "avecilla"de antifaz negro me ha salvado de volver a casa de vacío tras darme la paliza de turno por la montaña al no encontrar la especie que buscaba mentalmente al salir previamente de casa. Por ejemplo es muy habitual en mi el caso de salir al monte a por Pardillas o Treparriscos y volver solamente con montesinos en la tarjeta de la cámara. Y ni tan malo...
Es sin duda nuestro escribano más común, cómo ya digo: el más confiado, el más sedentario (salvo esos cambios de altitud en el invierno) y el que se adapta mejor a los diferentes ambientes o hábitats.
El siguiente de la lista es el Escribano cerillo (E. citrinella) sin duda el ave más colorida de todos los escribanos conocidos, con ese amarillo intenso que lo hace inconfudible y lo asemeja a un canario. De nuestras aves, esta en mi Top-5 en cuanto a plumaje destacado por su colorido y dar el "cantazo" nada más verlo.
Por el contrario a su "primo" el montesino, el cerillo puede habitar en paisajes de mosaico, aunque escoge mejor su emplazamiento o área de distribución, limitándose a la estrecha franja norteña (especialmente en Cordillera cantábrica y Pirineos) y apareciendo en el resto de regiones de forma quizás más fragmentada. Además de su característico y bien visible amarillo brillante, destaca por tener un antifaz de tres bandas "escribanesco" casi inadvertido y por tener el obispillo o el pecho con colores marrones casi rojizos.
Ave que en Asturias también le gusta la altitud y lo podremos ver preferentemente a partir de los 1.000 m. de altitud, parece tener apego a los cursos de agua y las campas matarrolizadas, en dónde se percha, canta, vigila y se resguarda. 
Bajo mi humilde experiencia me parece un ave que depende más de este tipo de perchas, postes, matorral, árboles o incluso de los cables y alambres que el resto de compatriotas, que suelen pulular más bien por el suelo. 
Desde allí arriba es desde dónde el macho emite su característico trino que hace que lo veamos claramente. Particularmente me encanta cuando en primavera el macho no para de cantar desde lo alto de su posadero, con las alas caidas, cola subida y ese estrecho antifaz negro precioso que parte desde el pico hacía la cabeza y que solamente apreciamos bien cuando el ave nos mira de frente.
La dieta del cerillo se compone básicamente un 70% de materia de origen vegetal, semillas, hierbas, hojas o frutos carnosos. El otro 20% lo compone los gusanos y los insectos que atrapa (coleópteros, lepidópteros o dípteros).
El Escribano soteño (Emberiza cirlus) a diferencia de los dos primeros, es el miembro de la familia que se ocupa de las zonas más bajas formadas por valles con lindes, parques, jardines, setos, campos de cultivo o incluso frutales, aprecia las zonas con vegetación densa, arbolados etc. Evitando las zonas secas o de alta montaña.
Lo de soteño precisamente le viene por los sotos o riberas, ya que pasa el día entre las matas o cultivos de los prados. Cómo podeís ir viendo, cada especie de Escribano va ocupando más o menos un espacio o hábitat diferente al del anterior.
También cada tipo de Escribano tiene un plumaje diferente que se distingue bien del otro, en el caso del soteño destaca por el obispillo pardo oliva, con una cabeza rica en contrastes cromáticos con marcas laterales bien definidas y un cuello o antifaz de color negro. Es junto al E. cerillo uno de los más coloridos.
Su distribución es principalmente por la zona mediterránea o la mitad Norte peninsular, sin embargo no es que me parezca a mi un ave ni muy abundante, ni que encuentre en muchos lugares.
En el invierno la población de aquí puede hacer algún tipo de desplazamiento a zonas más acogedoras o bien agruparse en pequeños bandos, teniendo predilección por los campos labrados o barbechos. 
No tiene problema tampoco en asociarse a otro tipo de aves como pinzones o incluso E. cerillos. En este caso, este invierno puedo observar un pequeño grupo de ellos, tampoco de números muy elevados.
El Escribano palustre (E. schoeniclus) a diferencia del E. soteño y los otros dos, prefiere un hábitat completamente diferente, prefiriendo las zonas de humedales y carrizos/juncos. También tiene predilección por zonas pantanosas, prados húmedos y encharcados etc.
Se le puede considerar una especie invernante en Asturias, ya que no es un ave que actualmente parezca que críe en Asturias y además parece que está en regresión, a finales de los años 90 se estimaba una población total de solamente entre 4-10 parejas reproductoras y desde entonces la tendencia no es que sea positiva en Asturias, sino todo lo contrario. 
A principios de los 80 solamente criaba localmente en el Río Nalón, el Eo o en la Ría de Tinamayor. Actualmente se cree que solamente cría en la desembocadura del río Nalón (Soto del Barco o San Esteban de Pravia) de forma muy escasa (apenas tres parejas) y además de forma esporádica
Similar caso ocurriría en la Ría de Villaviciosa (una o dos parejas). A pesar de existir zonasóptimas de carrizal parece que actualmente no deben de criar en la Ría del Eo o por ejemplo en la del Navia.
En el censo específico de esta especie realizado en el año 2.005, se prospectaron 14 zonas óptimas para la vida y felicidad del bonito palustre, sin embargo su resultado fue negativo. Cómo digo si cría actualmente en Asturias lo hace en números muy bajos y no siempre. 
No en vano sorprende que pueda ser una de las aves reproductoras más amenazadas actualmente y que sin embargo esto no tenga una mínima relevancia institucional o incluso social, sin embargo por otro lado se destinan estudios, prensa y proyectos por miles de euros para otras aves "emblemáticas".
Además los escasos ejemplares que deben de anidar aún en España no pertenecen a una misma subespecie sino que son dos diferentes (witherbyi y lusitanica) siendo además las dos endémicas. A estas dos subespecies además (para rizar el rizo) en invierno se unirían los palustres invernantes ( schoeniclus) procedentes de diversos lugares de Europa central y en menor medida, de la Europa septentrional o meridional. Esta entrada de palustres "europeos" vienen a ser las aves que actualmente vemos en Asturias durante el invierno.
Se calcula que su población reproductra (ya de por sí fragmentada) puede albergar unas 278-414 parejas en toda España, su declive en los últimos veinte años ha debido de ser espectacular y desde luego el hombre tiene mucho que ver con la destrucción de las zonas húmedas o la intensificación agrícola o cambios en sus usos. 
Para entender un poco más esto y apreciar la dimensión del problema, nada mejor que ver dos ejemplos: en el Parque Natural de la Albufera (Mallorca) en 1.990 hacia entre 250-1.000 parejas nidificantes censadas, en 1.992 quedaban 400 y en el año 2.000 no superaban las 25. Esto supone una pérdida del 90% en sólo 10 años.
En el Delta del Ebro en 1.995 se estimaba una población repoductora de entre 321-485 parejas, en el 2.002 sin embargo quedaban 50-100 parejas. Esto es un retroceso por encima del 75% en menos de diez años.
Es por tanto junto con la Alondra de Dupont y el Alzacola los tres componentes del grupo de paseriformes que están catalogados cómo "en peligro de extinción", y que forman parte del Libro Rojo de las Aves de EspañaPese a esta situación límite en España contrasta con una amplia distribución paleártica, ya que podemos observar E. palustres desde aquí hasta China.
Aquí en Asturias he podido observar a estos invernantes en dos ambientes diferentes, por un lado en la desembocadura del río Nalón o en la Ría de Villaviciosa, zonas húmedas y con carrizales.
También en menor número he podido verlos en zonas amplias encharcadas de prados con lindes y algo de arbolado desde dónde establecen sus perchas.
El segundo espacio y que es una zona óptima de observación para este ave así cómo otras especies, son los amplios cultivos de maiz que han sido ya cosechados, en compañía de otras aves o bien en pequeños grupos.
El Escribano al ser un ave que la mayoría de las veces la encontramos en el suelo, le viene de perlas estos grandes espacios con restos aún del tallo cortado del maiz y algo fanganosos dado que durante meses no ha crecido otra hierba allí que no sea la propia planta del maiz y ahora ha quedado al descubierto. Eso sí, en todos estos espacios nunca lejos del agua.
Su comportamiento para mí es el más esquivo y tímido de todos los Escribanos, pues es un ave que  al detectar tu presencia emprenderá vuelo y se alejará nada más que comiences a intentar aproximarte a él. Cualquiera lo diría viendo el comportamiento totalmente diferente de por ejemplo su primo el E. montesino.. 
Pero en este caso intentar observarlo o fotografiarlo es una tarea de suerte, estar en el momento oportuno, o de tener mucha paciencia e intentarlo varias veces. Estos dos últimos meses lo he intentado, pero hasta el momento se me está resistiendo, o al menos no tengo la foto que está en mi mente.
El macho de esta especie, de plumaje más pardo que otros escribanos, destaca por su llamativo collar blanco que contrasta con la cabeza enteramente negra. La hembra es aún más parda y apagada. 
La mayoría de ejemplares invernantes que vemos por aquí presentan un plumaje más digamos "sucio", mantienen la garganta negra y la cabeza con muchas manchas y puntos en los extremos de las plumas de color pardorojizas, el collar antes blanco ahora esta muy manchado de color pardo. Normalmente pasan el día por el suelo buscando alimento, al llegar la noche suelen hacer dormideros, concentrándose especialmente en los carrizales de las zonas húmedas.
Es curioso verlo volar pues lo hace cómo a sacudidas y desplegando todas las plumas de la cola con las rectrices casi todas blancas, de tal manera que si lo levantamos por sorpresa del suelo, dado su camuflaje con los pardos suelos, al momento lo reconoceremos por ese vuelo tan característicos y especialmente por su cola. Es sin duda de todos los Escribanos al que más tiempo le he dedicado, aunque no por ello tenga las mejores fotografías.
Al Escribano hortelano (E. ) a diferencia del palustre (ave que puede considerarse aquí ya cómo invernante) es el único de los Escribanos que pisan suelo Patrio y que nos abandona para invernar en otros mundos. Todas las poblaciones son migradoras y además de larga distancia. Es por tanto un ave estival.
Su población, sin contar núcleos aislados o la población de Sierra Nevada, se restringe a la mitad Norte peninsular.
En Asturias, las zonas soleadas de las laderas alpinas bien orientadas son buen sitio para poder dedicarte a observar a este precioso Escribano, seguramente refugiado o perchado en algo así:
Especie propia de la montaña, en Asturias si quieres observarlo tienes que subir a los puertos de alta montaña, diría que hasta por encima del Escribano montesino, sin tener mucho aprecio por contra a las zonas llanas o costeras. Mismo caso ocurre con la población por ejemplo de Sierra Nevada, en dónde también se restringe a las zonas más elevadas.
Sin duda en su hábitat idóneo en la que exista un buen matorral de piorno, escoba, brezos, rosales silvestres o pequeños árboles, podemos ver a este "gran" escribano, el de color oliva y bigotera amarilla, cantando en una de sus habituales perchas. 
Eso sí, sin ser tampoco un ave nunca abundante o por lo menos en la actualidad, dado que la pérdida de hábitat y la terrible costumbre de cazarlos para comérselos hacen que su población se haya vista reducida considerablemente.
Ave a la que ya le he dedicado una entrada especifica en el blog para él sólo, para mí es sin duda es el componente de la familia más famoso y conocido. Quién más o quién menos en primavera- verano se ha parado alguna vez a intentar observarlo en la montaña.
El Escribano nival (Plectrophenax nivalis) es el de la familia "el deseado" por casi todos nosotros, si dejamos de lado las "rarezas" (o "mega-rarezas") comentadas al principio de la entrada, dado que su límite de invernada parece estar establecido aquí en el Norte.
Por llevarle la contraria a su pariente el E. hortelano, con el que no se habla por temas de herencia en la familia, el Nival solamente nos visita en invierno, dado que no se reproduce en la Península.
Todos los años en las costas recibimos algún ejemplar de esta bonita y apreciada especie, no es que sean muchos ejemplares pero si vienen de manera regular, aunque su número varía según el año. 
Ave procedente de la tundra, las montañas y las costas de Escandinavia o Siberia, como el resto de aves de allí cuando la cosa se pone cruda, se desplazan hacia el centro y oeste de la vieja Europa o hacía las Islas Británicas.
Si los Escribanos ya de por sí son aves que se identifican y se diferencian entre ellas bastante bien, con el nival no vamos a tener ninguna duda dado los restos de plumaje blanco sobre el color pardo-rojizo que presentará cuando arribe en nuestras costas en invierno. Incluso en vuelo en mitad de la amplia rasa costera, destacará por las plumas blancas de su cola. 
Los inmaduros o las hembras que llegan aquí tienen un plumaje menos blanco o más apagado, con un color marrón grisáceo. Ocupa zonas del litoral costero, playas, dunas, rasas o incluso roquedos. De manera excepcional lo podemos observar tambien en zonas interiores.
Escribano nival montaña
Un lugar habitual para buscar y observar a esta bonita ave es la zona del Cabo Peñas, en dónde este año tan flojo en cuanto a aves invernantes, al menos se han podido ver dos ejemplares juntos, tal vez una hembra junto con un macho aún no adulto.
Cuando he podido ir allá a observarlos solamente quedaba por la zona uno de ellos. Se ve que otros por allí han hecho bien su trabajo...
Y es que en una de nuestras visitas pudimos observar en directo una persecución de esta pequeña rapaz (también invernante) sobre el ejemplar de nival que quedaba por allá. En un momento de la persecución el Escribano decidió tomar la estrategia de volar hacía arriba todo lo que pudo hasta que incluso lo perdimos de vista por encima nuestro. Parece que la cosa le salió bien y la estrategia le funcionó.. (por el momento). 
He de reconocer que ,aunque es un ave normalmente con fama de mansa a la hora de fotografiar y observar, por el contrario este ejemplar en cuestión me dió que hacer bastante, dado que primeramente no era fácil detectarlo en el suelo de la rasa, por los caminos, matorral etc. 
Y una vez que lo localizaba en el suelo al verme iniciaba un largo vuelo de centenares de metros, e incluso salió volando hacia el propio acantilado.
Cuando pude observarlo bien, el ave hacía todo lo posible para no dejarse ver en campo abierto, o en mitad del camino o por las charcas que se han formado de manera temporal, sino que procuraba estar en estos espacios en las zonas ocultas de los bordes y siempre con un ojo puesto en el cielo.
Actualización 31/03/2015:
el-escribano-nival
El último que me queda es el Escribano Triguero (Miliaria calandra). 
El triguero que es cómo se le conoce realmente es de los Escribanos el que según mi apreciación ocupa los terrenos más abiertos y sin duda, el que tiene el canto más "machacón" de todos. Y es que al Triguero no se le busca, sino que se localiza mediante el oido.
Posado desde un cable, alambrada, poste o arbusto el trino de este ave es inconfudible y forma parte de nuestra memoria allá cuando llega la primavera y salimos al campo.
Es un ave que estéticamente es de plumaje discreto de tonos pardos, terrosos y listado, además dentro de la familia es el de los más voluminosos o robustos. Si no fuera por su cabeza característica de los emberícidos, podría pasarnos por otro tipo de especie, más bien similar a las Alondras por ejemplo.
Por lo que la bigotera blanca , con las listas superiores oscuras y sin duda: el pico caracteristico (aunque más grande que el de sus primos) sin duda nos hace encuadrarlo en el grupo.
A diferencia de las otras dos especies que acabamos de tratar, el triguero es un ave abundante y popular que ocupa los lugares óptimos de la especie en la Península. Quizás sea aquí en la Cornisa Cantábrica, algunos lugares de Galicia o zonas de los Pirineos dónde la especie se encuentra más fragmentada y parece huir de las zonas montañosas.
Según la zona en la que habite, la especie puede ser o residente o parcialmente migradora, aunque cuando migra no debe de irse muy lejos de sus lugares de reproducción (especialmente las aves centroeuropeas). La población hispana dice la guia que es residente en toda su distribución, si bien puedes moverse o agruparse en el invierno. 
Presenta una población estable en los censos, aunque desaparece o mengua en algunas zonas, parece que en otras regiones aumenta. El triguero es un ave característica de los medios abiertos y agrícolas de secano o incluso regadío, dehesas, pastizales etc siempre y cuando no haya mucho arbolado. Territorial en época de cría, lo normal es que veamos a los machos posados en una percha destacada, dado que las hembras son más tímidas y suelen estar refugiadas en la espesura del suelo, en dónde su color pardo lo hace casi indetectable.
Bueno amigos y amigas, de momento esto es todo por esta vez. Espero que os haya gustado la entrada de hoy y cómo siempre: gracias por las visitas y las palabras que dejas escritas.

PICO DORSIBLANCO (Dendrocopos leucotos)

$
0
0
Hola de nuevo amigos/as
Regreso de una etapa de mudanzas, nuevo hogar y finalmente unas merecidas vacaciones y con ello: llega la literal "desconexión" a la que gustosamente me someto tradicionalmente durante unas semanas. Espero que me disculpéis, pues no he tenido el suficiente tiempo ni los medios apropiados para mantener el blog todo lo actualizado que me gustaría. Tras esto vamos al lío: en Asturiastenemos la suerte de contar en nuestros bosques con casi todos los representantes de la familia de los pícidos:
- Contamos con el bello y verde Pito real (Picus viridis) el “reypícido” de las campiñas y de los parques urbanos más tranquilos; ave grande y de bellos colores que jamás me canso de observar y que en alguna ocasión he tenido incluso entre mis manos:
Visto de cerca sorprende la gama de tonos amarillos y verdes de su plumaje, las grandes uñas que tiene para sujetarse firmemente y las plumas duras de las rectrices de la cola, apoyo fundamental para poder sujetarse verticalmente al tronco.
- También con el “deseadoPicamaderos negro (Dryocopus martius) habitante de los mejores y últimos hayedos montanos. Ave que poco a poco a mi me parece que va recuperando terreno antaño perdido, e incluso a veces lo encontramos en hábitats que se presuponen no muy apropiados teóricamente para esta especie.
Pese a esto no quiere decir que sea fácil de observar dado que aún su número es escaso, su caracter tímido y silencioso tampoco ayudan mucho y se mueve por amplios territorios, a veces no muy accesibles.Fuera de la época de cría (o en invierno) puede cambiar de hábitat y bajar a valles, zonas de riberas de ríos etc.
Del tamaño de una corneja, impresiona ver de cerca su tamaño, su pico o las pedazo de patas que gasta:
- Tenemos el por todos conocido Pico Picapinos (Dendrocopos major) el más común y "todoterreno", incluso lo he visto en mitad de un yermo eucaliptal; mis cajas-nido lo suelen padecer de vez en cuando, pues es especialista en depredar nidadas de páridos.


- O con el escasísimo y bonito Pico Mediano (Dendrocopos medius) el cuál seguramente a corto/medio plazo esté a punto de extinguirse en Asturias, dicho así suena fuerte pero la realidad es tal cuál la cuento...
Es junto con el Pico dorsiblanco uno de los “especializados” de la familia, es decir: necesitan un hábitat muy característico y determinado, si por los motivos que sea no lo encuentra literalmente: desaparece y desde luego no vuelve a corto plazo…
Por desgracia en Asturiasno hemos sabido darle ese entorno dado que los intereses ganaderos (animales casi todo el año en régimen de semilibertad, pisando, rascando y comiendo los brotes de los bosques), cinegéticos (venados o batidas de caza, medias vedas...) y especialmente madereros (talas agresivas sin control/planificación, apertura de pistas, plantaciones de pino y sobretodo eucaliptos…) han ido acabando rápidamente con los espacios óptimos.
Sumado y combinado a otros factores (incendios, sobreexplotación de los recursos etc.) literalmente se han destrozado, fraccionado e incluso desaparecido los mejores ejemplares de árboles en nuestros hayedos y robledales asturianos, por lo que el ave ha quedado reducida a la mínima expresión o a lugares inaccesibles. Además de estos problemas hay un problema grave especialmente para la vida de un pícido: la ausencia de madera muerta en pie o en los suelos del bosque. Problema serio porque evidentemente esto no se recupera en un par de años plantando robles centenarios, repoblando con hayas maduras o dejando tocones podridos por los suelos de los bosques. 
Tienen que pasar muchas décadas para que el árbol envejezca y se pudra, para que el rayo caiga sobre él o quizás una gran nevada o temporal rompa y tronche sus ramas, dejar pasar el tiempo y pudrirse y que seguidamente todo un ejército de insectos y larvas lo colonicen, sirviendo de alimento a su vez al gran pícido.
- También quedaría hablar del diminuto Pico Menor (Dendrocopos minor) para mí el verdadero "fantasma" de la familia, pícido tímido y que pasa desapercibido en los lugares que habita. En estos años solamente he podido verlo fugazmente en una sola ocasión hace un par de años en uno de sus lugares clásicos en la zona central de Asturias, pero sin posibilidad de fotografía por lo que no puedo ilustraros (por el momento) a esta simpática especie por mucho que he intentado buscarla.
- Por último quedaría hablar del Torcecuello (Jynx torquilla) enigmática ave que por su espectacular plumaje y sus extrañas costumbres no deja indiferente a nadie.
Aparentemente es el menos carpintero de los pícidos, el más atípico dado que por ejemplo no taladra árboles con su pico, su plumaje críptico lo diferencia del resto de la familia (generalmente con partes del plumaje llamativas) o cuando el Torcecuello se sube a los árboles se posa como el resto de aves
Además de todo esto que ciertamente lo alejan un poco de las costumbres pícidas, es el único migrante de la familia, por lo que no reside aquí todo el año sino que nos visita ya sea para criar en primavera o por el contrario aparece durante los pasos migratorios.
Europa cuenta actualmente con once pájaros carpintero, en el país español hay siete de ellos y en Asturias contamos de momento con los seís que acabo de citar. Por lo que si queremos ver el que nos falta no queda otra que salir de la Patria e irse a España para terminar casi en Francia, hablamos del Pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos) que además se trata del más amenazado, escaso y localizado de los pícidos españoles con un último reducto en el que habita: el Pirineo navarro. Así que os presento al Pico dorsiblanco:
Ye broma, pero ya os anticipo que verlo vivo: lo vi. 
En el año 1.965 Vaurie estableció dos subespeciesdiferentes para el P. dorsiblanco, por un lado el Dendrocoposleucotosleucotos que habita en el oeste europeocontinental, siendo éste dorsiblanco el que realmente tiene eso: el obispillo blanco. Y por otro lado el Dendrocoposleucotoslilfordi, que es el propio de la Península IbéricaUno de los primeros estudiosos de los "lilfordi" pirenaicos fue Purroy, quién allá por los años 70 se dedicó a patear los grandes hayedos pirenaicos buscando dorsiblancos y estudiándolos detenidamente; en resumen de sus andanzas el hombre no parecía muy optimista pues hacía una estimación de solamente unas 15 parejas. 
Hay que tener en cuenta de que en aquellos tiempos no había los medios con los que contamos actualmente ni tampoco se prospectaron todos los lugares, sino solamente los sitios que ya de mano se sabía que habitaba la especie, por lo que en definitiva quedaría mucho terreno sin prospectar. En 1.994 (cómo quién dice hace cuatro días…) se comienzan a realizar censos específicos de la especie y finalmente en el año 2.002 se hace una estimación total de unas 78-95parejas en la PenínsulaIbérica.
El dorsiblanco se distribuye por la vertiente meridional del Pirineooccidental ocupando los mejores hayedos entre los Valles de Ansó (Huesca) y Bertizarana (Navarra). Por lo tanto se le asignan aproximadamente unos cinconúcleos importantes, destacando la Selva de Irati, Quinto Real o incluso una población aislada en el Señorío de Bértiz. Cómo se puede ver en el mapa en apenas 1.300 kilómetros cuadrados se distribuye toda la población ibérica de este ave, actuando cómo “efectorefugio” para el bicho. 
Mapa de la SEO:
Pese al escaso número de parejas la tendencia es que la población parece estar estabilizada en cuánto a efectivos, además parece ampliarsu territorio hacia el oeste, todo lo contrario que lo que sucede al otro lado ,en la parte de Huesca, en dónde se reduce la presencia del ave a una sola pareja, o mejor dicho ya quizás ninguna (en el anterior censo eran 3 las parejas y se pasó a una sola en el siguiente censo).La altituden la que se mueve el “pajarraco”varía desde los 400 metros (Bértiz) hasta los 1.700 mt. (Larra) aunque lo habitual es que los territorios estén situados entre los 800 y los 1.200 metros de altitud
Abajo foto resumen de un poco de estudio sobre el ave antes de salir de casa, para saber por dónde pisamos y conocer a la especie:
En los Pirineos el pico dorsiblanco habita bosquespuros de hayas o bosquesmixto de hayedo-abetal (hasta un 84% de presencia de la especie en algunas localidades) pero siendo el haya siempre el árbol dominante. También aparecen otras especies como el Pino Negro o el Pino Albar. En definitiva el biotopo másutilizado es el del hayedopuro (54%) seguido de hayas mezcladas con abetos (43%) y el 3% restante con presencia de robles.
Dentro del hayedo tienen preferencia por las laderaspendientes, pero al igual que sucede con otros pícidos, en realidad se debe más bien a que las mejoresmasasboscosas conservadas hoy en día son precisamente las que se han conservado gracias a estar incomunicadas, en laderas agrestes y empinadas, dado que al pájaro parece que le es indiferente si el hayedo está en llano o en pendiente. Lo que sí parece importarle es que exista una buena densidad de hayas de buen porte además de otrasespecies cómo por ejemplo los abetose incluso avellanos, pues como descubrió el propio Purroy por ejemplo las avellanas constituyen una fuente de alimento complementario.
La clave parece consistir en que la gestiónforestal del hayedo haya sido la adecuada, que no haya sido sobreexplotado y que contenga un factor determinante y que lo diferencia de los demás: la abundancia de maderamuerta tanto en el suelo cómo en árboles en pie podridos. El 90% de la población de la especie habita dentro de un espacio actualmente con alguna figura de protección y solamente una mínima parte (un 10%) de la población lo encontremos en zonas libres de protección.
Se estima que cada pareja de dorsiblancos necesita al menos 9-10 Ha. de bosqueóptimo para poder reproducirse, eso nos da la medida de lo complicado que debe de resultarle al pajarraco encontrar un hábitat apropiado incluso dentro de un basto hayedo bien conservado y de por qué es considerado un ave bioindicadora del estado de nuestros bosques.
El dorsiblanco por lo tanto necesita un entorno muy especifico, tan especifico que incluso en bosques cercanos a los que habita ,y que aparentemente reúnen unas condiciones apropiadas, sin embargo o no está el bicho allí o ya ha desaparecido sin conocer una causa aparente. Tal es así que por ejemplo en hayedos que hace más de 50 años que no han vuelto a ser explotados desde entonces aún no son aptos para volver a albergar a la especie. Cómo veis aquí los errores del pasado (y los que estamos cometiendo hoy en día) se pagan caros y además: a largo plazo. 
Puede decirse que cuando se marcha de un bosque es para no regresar nunca más. Durante siglos los bosques fueron uno de los recursos más utilizados por los pueblos, los señorios o incluso el propio Estado; todos ellos obtenían de ellos una gran variedad de recursos que iban desde la madera, caza, alimento, leña, refugio, carbón vegetal etc. Ellos mismos eran los encargados del cuidado y la proteccióncon severas leyes que hacían que su aprovechamiento se transmitiera de generación en generación y de hecho muchos de los pleitos y pequeños conflictos en la Edad Media eran a consecuencia de la privatización o privación del uso de los mismos.
Senosiain confirma lo que propone Purroy y es que las parejas de P. Dorsiblanco generalmente se desplazan juntas por su amplioterritorio, sin embargo se alimentan de manera diferente, los machos escogen la madera podrida y por tanto andan por los tocones o la madera podrida caída al suelo, las hembraspor el contrario suelen ser más discretasy se mueven por las partes altas del árbol, por lo que de esta manera no compiten por el alimento dentro de un mismo territorio. Bicho listo...
Después de todo lo dicho ir desde Asturiasencaliente” hasta los Pirineos a buscar un ave escasa dentro de la inmensidad del bosque y además en la peor época del año (Agosto) en medio de la última ola de calor de verano... Desde luego no parecía que fuera una empresa fácil la que me había propuesto en esta ocasión.Cualquier ser vivo con esa temperatura + humedad propia del bosque permanecía refugiada en el interior del bosque, sin apenas actividad ni movimiento:
Llegar hasta los hayedos de Nafarroa no es complicado dado que cuentan con buenas carreteras de montaña, buenos paneles indicadores y señales en buen estado de conservación etc. que sinceramente son la envidia de lo que tenemos montado nosotros en nuestro "Paraíso Natural". El problema viene cuando llegas al propio bosque porque: ¿por dónde empezar cuando estás fuera de tu hábitat, en un lugar desconocido que es de los bosques másgrandes de Europa buscando a una de las aves másescasas y que encima el ave sea un pícido?.
Reconozco que perdí muchas horas en el error de buscar estérilmente al ave dentro del gran hayedo, sudando la gota gorda para avanzar a través de las verticales laderas. La hoja de las hayas, abetos y demás especies tampoco ayudaban mucho a la hora de intentar observar lo poco que se movía por arriba en un mes de agosto. Pronto entendí que la mejor estrategia consistía en no buscar al ave dentro del hayedo (era cómo buscar una aguja en un pajar) sino que tal vez el éxito de la misión estaría en encontrar un buenentorno dentro del impresionante hayedo. 
Comienza a amanecer y la luz no es aún lo suficientemente buena cómo para distinguir bien las aves debajo de los árboles, desayuno sobre la marcha para no perder más tiempo y poder así entrar en calor rápidamente. Llevo "pateando" desde las 06.00h tras pasar una noche bastante “espartana” para alguien acostumbrado a dormir en un colchón, no llevo un rumbo concreto pues me muevo por las laderas buscando un lugar apropiado para albergar a los pícidos. Hace rato que ya he dejado atrás los senderos oficiales y abajo quedó todo lo prescindible (incluido el agua o la chaqueta) así que con la cámara a un lado y prismáticos en mano, avanzo alegremente en manga corta intentando eso sí hacer el mínimo ruido, fijándome lo máximo posible en todo lo que se mueva por los árboles.
A las 08.00h de la mañana encuentro un lugar diferente a lo ya visto anteriormente y que hace que me detenga, pues delante de mí se presenta una ladera bien orientada y lo suficientemente inclinada, poblada con erguidas hayas de buen porte, imposibles de abrazar, junto a ellas aparecen mezclados algunos espigados abetos blancos y también algunos desperdigados serbales. En el suelo intentan buscar la escasa luz que dejan las hojas de las hayas algunas matas de avellanoshelechos y hasta bojSobre este "atrezzo" aparecen los verdaderos protagonistas de esta película que me he montado: tres o cuatro troncos gigantes podridos, antiguas hayas que aún aguantan estoicamente en pie, pudriéndose poco a poco desafiando a los elementos y con fecha de caducidad. 
En los años que he "pateado" por casi todos los bosques de Asturias y parte de los Cantabria y alguno de Castilla y León, jamás he encontrado un lugar más apropiado para pícidos que este que tengo delante. En la maltrecha corteza de los viejos troncos se aprecian claramente las típicas marcas realizadas por los pícidos sobre ellos. Incluso aparece en uno de estos “tótems” abrasados a picotazos un viejo agujero realizado en el pasado por el Picamaderos negro. Desde luego los bichosse han empleado bien a fondo con estos troncos, perforándolos por todos sus lados, ya sea buscando alimento, realizando su nido o simplemente dejando un mensaje claro de quién manda allí. 
Mientras esperaba la aparición de cualquier ave asemejada a un pícido, los Agateadores y Trepadores se dedicaban a “jugármela" haciéndome saltar las revoluciones de la “patata” cada vez que se movían por entre las ramas, pero en un momento dado empecé a escuchar unos extraños y breves ruidos procedentes a mi espalda, concretamente de la parte intermedia de tres abetos que habían crecido mezclados juntos.
Para seguir aves en el bosque es importante tener fino el oído, esto es fundamental además de conocer de antemano los sonidos y reclamos que realizan los animales; con los pícidos esto se convierte en algo fundamental porque generalmente ,fuera de la época de celo, no realizan vuelos a campo abierto largos o muy vistosos, tampoco permanecen expuestos mucho tiempo a la vista y tienen preferencia por buscar las partes sombrías y ocultas de los árboles. Pasan por ser aves más bien discretas y que intentan pasar la jornada desapercibidas.
El sonido que procede de los abetos aunque no es claro, no me es familiar para mi oído y me pone en alerta rápidamente, tras unos minutos de incertidumbre sin poder poner la mano en el fuego el que fueran los dorsiblancos los que estaba viendo moverse entre las espesas ramas y las impermeables agujas de los abetos y con mucho miedo a que las aves se fueran volando lejos y no lograra confirmar su identificación, me fui moviendo de rodillas y despacio alrededor de los abetos procurando encontrar un hueco y una vista “limpia” y que me permitiera observarlos bien. Finalmente con paciencia y una cierta dosis de nervios pude lograr ver a la pareja y confirmar su identificación.
Simplemente con estas dos fotos de aquí arriba ya me habría conformado en aquel momento. Sinceramente lo primero que me llamó la atención fue su tamaño, me lo imaginaba más pequeño pero comparándolo con el picapinos el "dorsi" le saca centímetros, también al instante también me dio el cante su singular espalda:
Con ese barreado blanco tan característico de la especie y que incluso personalmente me parece más evidente de lo que pensaba o de lo que había visto en fotos o en las guías. 
También llama la atención lo largo y puntiagudo del pico, un verdadero arpón perforador de la madera, el bicho desde luego va bien “equipao”... 
Mientras la hembra literalmente a la hora desaparecía entre los abetos y no volvería a verla más en el resto del día, el machopor su parte comenzaba la jornada volando por delante de mío (eso ya para abrir boca y dar comienzo al espectáculo que me esperaba minutos después...) pasó volando tan cerca de mi lado dejándose caer ladera abajo que pude escuchar perfectamente el sonido de las alas batiendo el aire. 
Al escoger quedarme en ese sitio y no seguir caminando, había previamente examinado el suelo para evitar pisar ramas o piedras llegado el caso de tener que moverme. Aunque el ave evidentemente me había visto perfectamente desde el minuto uno, sin embargo no se asustaba por mi presencia, por mis movimientos con la cámara o por el sonido del obturador, sino que permanecía ajeno metido en su rutina: posarse en cada uno de los árboles elegidos, de cuando en cuando alimentándose, e incluso acicalándose el plumaje para dejarlo impecable. Lo había leído anteriormente, pero el bicho una vez superada la dificultad de encontrarlo, es confiado; muy del estilo del pico mediano, el otro "especialista" de la familia.
No siempre "murmura" (sin llegar a reclamar) sino que más bien permanece ensilencio la mayor parte de la jornada, casi nunca está inmóvil sino que se desplaza continuamente por los troncos de los árboles, fundamentalmente avanza en vertical apoyándose en las rectrices duras de su cola y sujeto a unas fuertes uñas. Me sorprende que se pose con tanta frecuencia sobre las ramas y que permanezca un tiempo en ellas como hacen el resto de aves no trepadoras, lo más parecido lo he visto en algunos Picapinos en zonas en donde no había árboles de buen porte o en el Torcecuello.. Una muestra:
Cómo digo normalmente es un avesilenciosa aunque de vez en cuando “murmura” algo de mala leche, esto a veces es casi inapreciable por ejemplo si hace viento en ese momento y se mueven las ramas o si el ave está en una zona muy alta. 
En un par de ocasiones mis oídos de repente escuchan melodía al escucharlo relinchar,quizás en respuesta a otro macho territorial de otra zona distinta del hayedo que haya hecho lo propio segundos antes, pero yo no lo alcanzo a escucharlo desde mi posición, pero el bicho a veces veo que "se putea". 
Abajo: pájaro puteao inmóvil escuchando:
El ave está un tanto “picada” o pendiente de este “rival” por lo que además de “relinchar” de cuando en cuando, en un par de ocasiones hace una cosa bastante curiosa: vuela hasta al haya más alta y delgada del lugar, y cuando llega a lo que queda de una rama seca la utiliza de yunque para comenzar a tamborilear.
 
Es un tamborileo bastante peculiar ya que agudizando el oído se nota que va de más a menos pero con el pedazo de pico que gasta el bicho se escucha perfectamente incluso a de decenas de metros del lugar. Os recomiendo ver este vídeo que refleja lo que os acabo de contar:
El dorsiblanco ,al igual que otras aves, le dedica su buen tiempo al día a limpiar y poner en orden su plumaje, por eso aprovecha las horas muertas de la mañana para repasarlo minuciosamente, siempre “clavado” en vertical al tronco.
Cuando llega el medio día la actividaddel ave baja considerablemente, ya no se mueve tan enérgicamente "a tirones" por los troncos, ni por ejemplo cambia de árbol con tanta frecuencia, ahora se queda quieto casi siempre en las partes no visibles y sombrías del árbol, pues el calor ya aprieta y la lista de enemigos debe de ser amplia para un ave de plumaje tan vistoso. Tampoco realiza ya ruido alguno, ni reclamos ni "murmullos".
Las hojas de los árboles no permiten seguirlo visualmente siempre, a veces desaparece y al rato vuelve a aparecer por alguna rama o por otro tronco cercano nunca muy lejano del anterior, pero ahora ya desaparece por espacios de cada vez más tiempo y si no fuera porque llevo observándolo continuamente desde las 08.00h de la mañana, juraría imposible que hubiera un Pico dorsiblanco encima de mi cabeza.
A veces aprovecha los rayos del sol que se filtran entre los árboles para "solearse" un poco primero por delante y luego por detrás. Mirar que cara de gusto pone el sinverguenza:
Llegado el momento me doy por satisfecho con lo vivido y me despido con cierta nostalgia de ver esta especie tan lejana de mi Asturias, deshago el camino hecho previamente al amanecer pero esta vez parando y saboreando los bellos rincones del bosque navarro, ya sin la presión de buscar y encontrar al ave, y con cierta envidia sana al comparar estos parajes con nuestros apreciados eucalitales asturianos. 
Abajo ya se escuchan las voces de los "sapiens" y sus crías, saludo a los primeros senderistas que me voy encontrando tras dos días internado en el hayedo mientras bajo por las laderas. Al dar la última curva, cuando se ve por última vez la amplitud del hayedo tras cruzar previamente el río, escucho del interior del hayedo el último relincho que además de servirme de despedida perfecta es de un ejemplar diferente al que he estado observando.
Finalmente me queda llegar al aparcamiento, reponer fuerzas y comer pensando en el feliz largo camino de regreso a mi país: Nafarroa, Vitoria, Bilbo, Santander y finalmente Asturies  pero con el objetivo gustosamente cumplido.
Espero que os haya gustado la entrada y resumen de mis vivencias con esta bonita ave. También espero no tardar tanto en actualizar esto y por cierto para la próxima toca hablar de pelo, que lo tengo un tanto abandonado.
Un saludo y gracias por los comentarios y visitas.

LA GOLONDRINA DAÚRICA. (Hirundo daurica)

$
0
0
Hola amigos/as!!
Hoy os traigo una entrada que fotograficamente hablando no es una maravilla sinceramente, pero sin duda a mi me parece bastante interesante dado el tipo de ave y el sitio en dónde están tomadas las fotografías. Así que hoy vamos a hablar (un poco) de la Golondrina daúrica ("Hirundo daurica" o tb. actúa en concierto bajo el nombre artístico de: "Cecropis daurica").
La pariente lejana de nuestra conocida Golondrina común cómo la mayoría sabreís es un ave que recientemente ha colonizado nuestras tierras procedente de África, aunque ya en el 1.921 se observó por primera vez en Cádiz. Poco a poco parece que ha ido llegando hacía el frío y montañoso Norte, zona que aparentemente nos puede parecerle no muy propicia ya sea por nuestro clima húmedo o nuestra complicada orografía
Sin embargo a la daúrica parece que nada se le ha ido resistido, quizás influenciada por el famoso cambio climático que estamos sufriendo; menguan las Golondrinas comunes (se habla de un descenso entorno a un 40%) sin embargo aumentan las observaciones de las dáuricas.
Tal vez en mi opinión sea uno de los mejores representantes alados para que el público general (no ornitólogo) comprenda que algo está cambiando en nuestro clima últimamente, pues a diferencia de otras aves desconocidas que tb. nos están colonizando, sin embargo todo el mundo conoce a las Golondrinas. No hay nada mejor que ver un mapa para comprender todo esto:
Golondrina común:
Golondrina daúrica:
Cómo veís desde abajo va colonizando poco a poco los territorios norteños, aunque su zona óptima se ve claramente que es el Sudoeste español (Andalucía occidental 67% de la población y Extremadura central 11%) Madrid o el Levante (7%). En Asturias, parece que la primera pareja se establece en el año 1.999, concretamente en el llamado "Puente del Estado" próximo al embalse de Doiras (Boal) en el "lejano"suroccidente astur
Llamparego
A partir de ese momento se inicia una búsqueda de nidos y avistamiento de parejas fundamentalmente en la Cuenca del Navia, en dónde se encontraron nidos antiguos de esta especie, se entiende por tanto que las daúricas ya habrían criado en años anteriores sin haber sido detectada. 
En el año 2.001 por ejemplo se observan en Proaza, año 2.004 Boal, Grandas de Salime, Ibias, Villaviciosa, Ribadesella y Valdés. Año 2.005 en Caso, año 2.006 Caravia, Pola de Laviana y Tineo. En el 2.008 Castrillón y Siero. En el 2.010 Coaña, El Llano, Grao Navia, Pesoz y Oviedo. Año 2.011 Allande o año 2.013 en Corvera.  
Por un lado esta reciente "colonización" parece venir en Asturias desde Occidente hacía el Oriente o utilizando algún tipo de corredor, cuenca fluvial etc. Por otro lado esta expansión también parece ligada en algunos casos a la construcción o finalización de los viaductos y puentes de la recién terminada (tras 25 años de obras...) Autovía del Cantábrico, pues es en aquellas estructuras hormigonadas que nos han ido también "colonizando", en dónde comienzan a verse los primeros nidos de la especie. 
Por último parece que en la mayoría de las ocasiones realizan un anidamiento errático, no siendo tan fiel como nuestra Golondrina común a un mismo nido/lugar que repite año tras año, de tal manera que la dáurica suele cambiar de emplazamiento con frecuencia siendo más errática que la común.
Con estos datos y viendo su cronología de observaciones era evidente que más tarde o más temprano llegaría a mi querido Oriente asturiano (en el año 2.004 ya se observó una pareja y nido en la cercana Ribadesella). Quizás el hecho de no tener terminada la autovía del cantábrico en este tramo hasta este mismo año hizo que las daúricas en años anteriores no tuvieran su estructura favorita para anidar y en esta zona pasaran de largo, dado que precisamente coincide inagurar este pasado invierno el tramo pendiente de autovía y un par de meses después ya estaba instalado el primer nido en un túnel.
El 27 de junio un buen ojo y la fortuna del perderse por los recién estrenados enlaces de Colombres-Unquera hizo que Gorka Artíguez observara la primera Golondrina daurica más oriental de Asturias, en el último concejo (Ribadedeva) dónde anteriormente no se había registrado aún y en el mismo límite provincial, dado que casi si saltas a pies juntos ya aterrizas en la vecina Cantabria. Se trata por tanto de la pareja más oriental de Asturias
En Cantabria parece que este año también ha comenzado a reproducirse en el viaducto de los Arroyos, en Molleda (centro de Cantabria) y ya en el 2.008 había una pareja anidando en la provincia de Burgos a apenas 500 mts de la "frontera".
Ilustración cortesia de la SEO:
A 15 minutos de mi "campamento base" veraniego no podía dejar pasar la ocasión de hacerles un par de visitas. Ya posicionado en la zona no me costó mucho encontrar el característico nido con forma de botella y su caracteristica entrada tubular, dado que ciertamente tampoco abundan en el lugar los viaductos o túneles. Es curioso observar el nido con detalle y ver cómo a base de bolitas de barro que transportan con el pico en solamente 8-15 días son capaces de terminarlos por completo.
También fijaros en el detalle de las diferentes tonalidades de barro que van utilizando en dicha construcción, me imagino que extraído de diferentes zonas y en diferentes tiempos, por lo que la composición y el color del barro al ir secándose son diferentes, pudiendo observarse perfectamente ,al igual que en una ruina antigua, las "fases" constructivas y su cronología. He leído que la puesta puede comenzar incluso sin haber terminado el nido, de tal modo que mientras un ejempar incuba dentro, el otro se dedica a ir tabicando.
Al poco de llegar allí aparecieron la pareja de susodichas golondrinas volando a ras de prao recién segado enfrente al viaducto. Para no ser un experto "pajarero" reconozco que nada más verlas "cantan" a la vista de que no estamos ante nuestras Golondrinas de siempre, además parece ser que no les hacían mucho caso a éstas, dado que volaban siempre juntas y separadas del resto de familiares alados. 
El escaso tiempo disponible y un día gris hicieron que las primeras fotografías no fueran gran cosa, pero conociendo cómo se las gastan esta familia tampoco esperaba gran cosa al ver las fotos en casa. En cambio sí iba ya mentalizado a pasar un buen dolor de cervicales y una pérdida de paciencia inmediata al ver que las fotos salían movidas, con medio pájaro fuera del encuadre o que simplemente era imposible fotografiarlas en vuelo y no me daba tiempo a disparar (ya digo: lo típico en esta familia...). 
Además el hecho de no verlas entrar o salir del nido en el tiempo que estuve por allí me sirvió de escusa perfecta para volver allá, aprovechando una visita al vecino y ya cántabro municipio de Val de San Vicente, con mejor luz, más tiempo e infinita paciencia.  
Al princio en esta segunda visita solamente veía a un ejemplar volando en solitario por el "prao" por lo que al acercarme al nido por la vía del tren y el consiguiente ruido de las piedras al caminar salió del nido la otra golondrina. Me sorprendió de que se asustara al oir mis pasos dado que el nido era inaccesible y estaba a cierta altura, tampoco es que yo hiciera un ruido exagerado (el típico de andar por las vías) y posteriormente observé que en cambio no se inmutaban por el paso ruidoso de vehículos por la autovia por encima y los trenes por debajo.
Vista en vuelo el ave destaca por el color azul oscuro "metálico" en contraste con el color ocre del obispillo, pecho y garganta. Además incluso para un novato como yo al verlas volar te llama la atención que lo hacen de manera más pausada que la Golondrinas comunes y de una forma quizás más parecida al vuelo de los Aviones. Parece que además otra de las diferencias es que no le deben de gustar mucho los humanos, cosa que comprobré en persona como os acabo de contar, así que decide anidar en zonas no muy humanizadas, prefiriendo por ejemplo zonas de campos abiertos. Abajo foto del entorno por el que se mueven las Golondrinas, que ciertamente es eso: un campo abierto.
Una hora después de observarlas te das cuenta de que más o menos realizan un mismo circuito, van y vienen por el mismo sitio, dan la vuelta en un punto concreto para posteriormente volver al mismo punto de inicio, así una y otra vez alternando un vuelo potente seguido de un planeo, momento este que aprovecho para darle caña a la ráfaga de la Nikon y ver si sale algo decente... cosa complicada con Aviones, Vencejos y Golondrinas varios.
Este ave se encuentra muy extendida en África especialmente en el Noroeste del continente (ver mapa de abajo), sin embargo en Europa se encuentra localmente en el Sudeste francés y Córcega, en Italia (Isla de Elba, Cerdeña), sur de los Balcanes y en Estado español. A partir del mes de marzo comienzan a llegar los primeros ejemplares, pero no es hasta abril cuando llega el grueso de la población reproductora
Tras reporducirse comienzan a marcharse en el mes de septiembre, siendo octubre cuando nos deja la mayoría de individuos. El lugar de destino invernal parece ser la zona de Senegal y Nigeria, llegando incluso hasta El Chad. No podemos olvidar que tb. tiene distribución asiática (India y el Sudeste asiático).
La golondrina dáurica se reproduce más tarde que la G. común, también tiene un carácter más disperso a la hora de anidar y cuando le da por formar colonias éstas no son muy numerosas. El primero de agosto allá estaba nuevamente el menda echando un ojo a la pareja cuando fijándome un poco vi que se asomaban por fuera del nido las puntas de la cola de una de las dauricas:
Esta vez fui caminando por el propio rail a modo de equilibrista sin hacer ruido; buena señal cuando ví al ave dentro, y más cuando afuera por los prados el otro componente de la familia trataba de reunir en su pico la mayor cantidad de insectos que iba barriendo:
Así que viendo el panorama me retiré del lugar rápidamente no sin antes dejar constancia de que efectivamente la pareja de Golondrina daúrica habían logrado criar con éxito. Abajo en la fotografía podemos apreciar como la golondrina extrae del interior del nido un saco fecal tras entrar a cebar:
Posteriormente viendo lo delicado del momento, la situación del nido y lo recelosas que se mostraban, no quise interferir en la crianza de esta pareja que se acababa de establecer en el concejo.A partir de ese momento los avistamientos fueron menos frecuentes y a distancia, sin entrar en el túnel. 
Al final la pareja logró sacar adelante al menos un pollo, seguramente fueran más pero yo ya no pude acercarme más al lugar. Esperemos que dado que los viaductos y túneles han proliferado en el Oriente como las setas, al menos sirvan de cobijo y lugar de anidamiento para este tipo de aves y en el futuro contemos con más parejas de esta bonita y por nosostros desconocida ave.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, cómo siempre: gracias por los comentarios y visitas.

ESCRIBANO LAPON. (Calcarius lapponicus)

$
0
0
Hola amigos
Hoy la entrada número 100 del blog (quién lo diría...) va dedica a una especie a la cual personalmente tenía muchas ganas de observar, y que por circunstancias o simplemente por mala suerte, siempre que le dió por presentarse por aquí yo no podía acercarme a verlo. Se trata de otro integrante más de la familia de los Emberícidos en este caso hoy vamos a hablar del escaso (por nuestras tierras) Escribano lapón (Calcarius lapponicus).
Anteriormente aquí ya habíamos hablado largo y tendido de los siete más conocidos de la familia o que al menos yo había logrado observar hasta el momento, algunos de manera cómoda al ser aves comunes o habituales cómo por ejemplo el E. montesino (Emberiza cia) o el E. cerillo (Emberiza citrinella) o también al esquivo  E. soteño (Emberiza cirlus).
Mientras tanto en el duro invierno pasado nos fuímos a la Ría para observar al invernante E. palustre (Emberiza schoeniclussiempre cercano a las zonas encharcadas, y en cambio durante el verano tocó subir al monte para observar al bello veraneante E. hortelano (Emberiza hortulana).
También a cada primavera-verano toca tirar alguna foto al robusto y cantarín Triguero (Emberiza calandrael verdadero "panzer" de la familia:
Finalmentedurante los meses fríos se dejó ver por nuestras costas algún ejemplar despistado del bonito y níveo Escribano nival (Plectrophenax nivalis), un ave que estéticamente no puede ser más guapo y eso que el nivel dentro de la familia es alto y variado...Casi todos los años se deja ver algún ave, fundamentalmente por nuestro litoral.
Así que viendo el historial confiaba en que más tarde que temprano podría tener la oportunidad de observar al Escribano lapón (Calcarius lapponicus) cuya población invernante ya es de por sí escasa en nuestras latitudes y cuyos ejemplares más cercanos invernan regularmente en Normandía o la Bretaña. 
Cómo decía en aquella entrada publicada sobre los Escribanos es en el año 1.972 cuando tiene lugar la primera cita en España del Escribano lapón y hasta 1.994 había solamente 14 registros homologados.
Desde entonces me imagino que el número de citas será bastante más numeroso, dado que también desde aquella somos muchos más los que dejamos los ojos en los bichos y los conocimientos en identificación de aves han también aumentado (especialmente los pajaros pequeños), por no mencionar el tema de las comunicaciones acerca de las citas (redes sociales, foros etc.), por lo que en definitiva hemos mejorado abismalmente desde aquella en algunos aspectos.
La parte positiva es que la mayoría de estas observaciones de E. lapones corresponden al litoral cantábrico y en fechas otoñales, por lo que me encontraba en el sitio perfecto, con los contactos adecuados y en las fechas propicias para la observación de esos ejemplares dispersos que se pasaron "de frenada" a la hora de dirigirse a sus cuarteles de invierno más habituales. 
Gracias al aviso del ornitologo local Luis Carrera pude observar a mis primeros lapones con un par de singularidades que hicieron que disfrutara doblemente de esta observación, ya de por sí esperada y deseada desde hace tiempo. Por un lado eran dos los ejemplares descubiertos ("cutrefoto" de las pocas veces que los pude ver juntos):
Además a los lapones les dio por parar cerca del pueblo en Llanes al cuál precisamente me dirigía ese mismo día y finalmente antes de ir hasta Llanes venía de pasar parte de la mañana por el Cabo Peñas intentando observar infructuosamente a otro lapón aparecido por allí dias atrás. Con lo cual los dioses se juntaron y decidieron darme una alegria, más cómodo y mejor planeado: imposible.
Gracias a las indicaciones precisas de Luis pude parar en el pueblo, saludar a la familia y con la misma dirigirme rápidamente al lugar. 
Nada más llegar en el mismo camino ya encontré al primero de ellos, junto a un grupillo de Alondras comunes (Alauda arvensis) las cuáles instintivamente aplicaban su táctica de quedarse inmóviles y dejándolo todo en manos del camuflaje de sus plumas, aunque bien es verdad que en los suelos verdes de Asturias el resultado no es el mismo que en mitad de una estepa castellana y ciertamente daban un poco el cante...
La impresión nada más ver un lapón por primera vez es la de observar un ave de cabeza robusta, con ese pico corto y grueso tan caracteristico propio de la familia. Ciertamente en vuelo se asemeja a la Alondra pero sin embargo el tamaño es mucho inferior, comparado con ellas y no tiene el borde blanco en las alas.
Si para las Alondras esto no es la Tierra de Campos para el lapón tampoco son estos los montes del norte de Laponia o las tundras finalndesas, por lo que aunque sea rodeado de alondras, bisbitas o pardillos, el ave destaca en el suelo sobremanera. 
Bien es verdad que siempre que queremos ver este tipo de aves escasas o raras nos acordamos (o vemos en las guías) el precioso plumaje que tienen cuando son adultos o el que lucen en época reproductora, y en cambio aquí se nos presentan aves juveniles o con plumajes descoloridos muy alejados estéticamente de los lucidos meses atrás. En fin, menos es nada y si siempre nos quedará la opción de viajar a los lugares de origen para poder verlos con sus mejores galas.
Al momento, con el paso de una pareja de andadores+perro por el mismo camino, ya descubro también que los lapones no son de la corriente confiada y cercana de la familia, sino que son más bien de la parte Escribana asustada, cautelosa y que no dejan aproximarse mucho. Supongo que también dependerá de si el ave está o no muy cansada o del contacto previo que hayan tenido con los humanos.
Si el peligro viene por tierra suele levantarse con facilidad y alejarse volando del lugar unos cientos de metros, si la amenaza viene por aire en cambio adopta la estrategia de sus compañeras de viaje: se queda inmovil agazado en el suelo o incluso busca una zona cercana de vegetación más alta en dónde ocultarse hasta que pase el peligro.
Abajo podeís observar en la fotografía el hábitat llanisco en dónde han decidido parar a descansar y reponer fuerzas, que ciertamente se puede asemejar a los lugares propicios en donde suele invernar habitualmente (sur de Rusia, Ucrania, litoral Báltico...) es decir lugares llanos, amplios, con hierba y preferentemente junto a la costa.
Puede ser que nuestros lapones incluso no vengan del viejo Continente y en cambio sean aves procedentes del lejano Canadá o de Groenlandia, llegando algunos de estos ejemplares en migración a nuestra Europa occidental, sobretodo a las islas de la Gran Bretaña, Noruega, Bretaña etc. y quizás aún más despistados a nuestro litoral cantábrico.
No podía dejar pasar esta oportunidad de tener a los lapones a diez minutos de casa, teniendo por delante todo el fin de semana libre, además en un lugar tranquilo para la observación y con buen tiempo climatológicamente hablando, por lo que durante el sabado y el domingo les dediqué unas horas, pues sé que no va a ser fácil tener otra oportunidad así.
Desde el propio coche o bien detrás de la rueda de un tractor aparcado (incluso debajo de él) pude ir observando y fotografiando a los lapones y en definitiva a toda la fauna de alrededor que se fue dejando acercar, al principio de forma más tímida y desconfiada y al final casi pasando por al lado de uno.
Destaca de ellos un par de singularidades que al menos a mí y bajo mi percepción me llamaron la atención, por un lado ese caracter esquivo y desconfiado que ya comenté arriba, que hacía que cualquier movimiento ajeno al de las alondras pletorianas que lo rodeaban hiciera que levantara vuelo a la mínima, por ejemplo: paseantes y ciclistas a 20 metros de la finca, vehículos transitando por el camino, un chorlito entrnado de la mar volando y reclamando etc. Por no decir cuando apareció un cernícalo o un ratonero.
Otra particularidad es la querencia a un punto determinado del basto terreno pues aunque en un momento dado se marchara volando y se alejase cientos de metros, con el tiempo volvía volando directamente al mismo sitio.
Sorprende también observar que los dos lapones andan por separado cada uno a su bola, y es más cuando se juntan se pelean entre ellos, por lo que verlos a la vez era algo complicado y breve. 
Se ve que durante el viaje tuvieron sus más y sus menos....pero no deja de sorprenderme teniendo en cuenta que además es una especie gregaria (y más en esta época) que están a miles de kilómetros de su zona habitual y que seguramente sean ahora mismo los dos únicos lapones que haya en todo el litoral cantábrico. De tal manera que uno de ellos se movía como una alondra más (de un grupo de unas 10-15) y por otra parte el otro lapón iba y venía con un pequeño grupo de pardillos (6) y bisbitas. 
Al margen de todo esto durante las horas que estuve en esos dos días los lapones además de desconfiados y esquivos parecían venir con bastante apetito, pues no paraban quietos un segundo alimentándose de lo que se iban encontrando por el suelo. 
En las horas centrales del día, en la que la actividad de las aves generalmente suele bajar considerablemente, era llamativo ver a casi todas las aves quietas y agazapadas en el suelo y mientras tanto los lapones dale que te pego a comer de aquí y de allí.
En definitiva, he disfrutado un montón de esta observación (gracias Luis!!). Os dejo un par de vídeos de la especie: 
Espero que os haya gustado la entrada de hoy. Cómo siempre: gracias por las visitas y comentarios recibidos.

ÁNSAR NIVAL. (Anser caerulescens)

$
0
0
Hola amigos
El pasado jueves 17 de diciembre el gran Manuel Quintana junto a Charo Fernández descubrieron en el Embalse de San Andrés (Gijón) dos ejemplares de Ánsar Nival (Anser caerulescens) asociados al Cisne cantor (Cynus cygnus) también descubierto por el propio Quintana (que está que parte la pana...) y que ya lleva un par de semanas por allí "instalado" (creo que desde el 4 de diciembre).
Al cantor ya me había escapado a echarle un ojo al embalse un par de veces, recordando mientras lo miraba a través del telescopio la anterior observación de la especie que tuvimos por aquí hace ya un par de años (año 2.012) por la Ría de Villaviciosa, con aquel grupo tan majo que dió tanto de sí...
CISNE CANTOR RIA DE VILLAVICIOSA AÑO 2012
Uno de los lugares más próximos y accesibles que servidor tiene viviendo en Gijón y visitando Oviedo frecuentemente, mi ciudad de origen, es el Embalse de San Andrés de los Tacones ya que está de camino entre ambas ciudades, a un lado de la famosa autopista "Y" y solamente a 15 minutos desde casa. 
Este embalse al igual que los de la zona centro asturiana (Tragona o La Granda) se construyeron en su momento con un fin eminentemente industrial, pero en la actualidad el de San Andrés parece no tener ninguna función/actividad concreta, o al menos eso me lo parece a mi. Incluso una de las compuertas parece tener una deficiencia y por no solucionarla el embalse bajó de nivel de agua y desde entonces así quedó, tal vez ese "abandono" o que mantenga el mismo nivel de agua sin grandes o repentinos desembalses haya producido a medio plazo un cierto factor favorable para la presencia de ciertas especies.
Anteriormente era un espacio frecuentado por piragüistas, pescadores, cazadores y un sinfín de molestias variopintas (creo que allí he visto prácticamente de todo...), pero bajo mi manera de ver las cosas, desde que en el 2.012 el Principado dejará de gastarse 6.000€ en soltar truchas para que posteriormente fueran pescadas, la afluencia de gente/molestias bajó considerablemente en este espacio tan frecuentando en el pasado dado su proximidad a las dos grandes ciudades de Asturias. Siempre que paso por allí (en 10 años de noviazgo distribuidos entre Oviedo y Gijón fue parada obligatoria y motivo de retraso en las citas con posterior bronca de la parienta....) pienso en las posibilidades que podría tener para las aves con una inversión mínima y dado su estado actual, además con el factor a favor de una buena accesibilidad y comodidad del emplazamiento.
El aviso de Manuel sobre la observación de los nivales ya era motivo de visita obligatoria al día siguiente de comunicarla, y más si encima coincidía con el inicio del fin de semana, por lo que el pasado viernes me escapé para allá según salí de trabajar, con la esperanza de que los nivales no se hubieran marchado ya. En la fotografía de abajo, enfrente al telescopio, se pueden observar un par de "bultos blancos" en la otra orilla:

Cómo veis la distancia (unos 320 metros) era considerable a pesar de que por tamaño y por color del plumaje los ánsares y especialmente el gran cisne daban el cante a distancia, demasiados metros para el "cascanueces" (Sigma 150-500) y que de él saliera algo decente en las fotos:
El ánsar nival es un ganso mediano que comparado con el Cisne cantor que los acompaña parecen patos diminutos. Las aves de esta especie presentan dos plumajes o morfos diferentes, unos son de color blanco níveo, salvo las primarias que son de color negro, lo que hace que cuando los observas con las plumas recogidas son aves enteramente blancas salvo las puntas negras de las alas. Más raros son los del morfo oscuro que por contra, solamente tienen blanco en la parte alta del cuello y la cabeza siendo el resto del cuerpo de un color gris oscuro. En ambos las patas y picos son de color rosa.
La importancia de la observación está en que son aves que no se suelen prodigar mucho por nuestras latitudes, pues son aves que crían en las regiones árticas de Norteamérica o al otro lado en Groenlandia o la isla de Wrangel (Siberia). Cómo veis a los bichos no les gusta mucho el calor pero cuando llega el invierno se desplazan a las costas y cultivos o a las zonas húmedas de los USA, llegando hasta el Norte de México.
Por tanto las escasas aves de esta especie que observamos en la Península Ibérica son de procedencia diversa: lo más común es que sean o bien escapes de colecciones, parques locales o zoológicos, por otro lado también pueden ser aves llegadas de otros países de Europa (Inglaterra, Holanda, Noruega...) de poblaciones ya asilvestradas que bajan hasta aquí siguiendo tal vez su instinto migrador o una repentina oleada de frío europeo. 
Finalmente ,y si no hay nada que demuestre lo contrario, evidentemente también existen posibilidades de que los ánsares nivales que estamos viendo sean realmente aves salvajes que hayan cruzado el charco. Esto último queda atestiguado por las citas en las Azores (3 observaciones de los 11 registros homologados en Españistan) o por la observaciones en Holanda de un ave anillada en el Canadá. 
Además comentan los expertos que la aparición de estos nivales en San Andrés coincide en el momento con la llegada de otros congéneres a otras zonas no habituales, lo cuál podría reforzar esta teoría.
¿Quién sabe de dónde han llegado estos dos?. La época de la observación es buena y a simple vista de telescopio se ve no están ni alicortadas ni portan anillas, lo cuál tampoco quiere decir mucho, pues no hace tanto tiempo por ejemplo en el vecino Parque Isabel La Católica de Gijón te podían sobrevolar Cisnes negros, Barnaclas, un Silbón chileno etc. 
En el par de horas que estuve viéndolos se ve también que presentan un comportamiento "salvaje", asustadizos ante cualquier posible amenaza, tímidos y manteniendo las distancias incluso con el resto de aves. Siempre atentos y vigilantes a cualquier movimiento, lo cuál ciertamente no suelen presentar aves de entornos humanizados. Aquí abajo escapando de una vaca que además pasaba completamente de ellos:
Puede que incluso la presencia del propio Cisne cantor haya ayudado (o ayudará) en un tipo "efecto llamada" a que otro tipo de aves en migración paren por allí al ver al gran cisne navegando por las aguas o paciendo tranquilamente en las orillas del embalse. En las fotos de abajo se aprecia como la inmensa bola blanca con patas del tamaño de la Bellota del número 6 intenta hacerse amigo de los nivales y como éstos se alejan de él:
Las anteriores observaciones de Ánsar nival en España son de enero y noviembre del año 2.012 tanto en el Pantano del Ebro (en la vecina Cantabria) así cómo en Cambados (Galiza) respectivamente. 
Ansar Nival en Galicia
Si bien el nival observado por el amigo Manuel Estébanez portaba una anilla verde de plástico, por lo que posiblemente el ave era un escape de origen holandés.
Ansar nival en Pantano del Ebro
Otros Nivales observados y además de la más rara fase oscura, fueron por ejemplo los de Villafáfila (Zamora) en enero del año 2.003 o en la Nava (Palencia) un año después en en enero del 2004.También en el año 2.003 se observó un ejemplar en las Saladas (Teruel) etc.
http://www.avesibericas.es/anscae.htm
Sea del origen que sea, fue un placer poder observar una especie en primer lugar nueva para mí y en segundo lugar que no suele dejarse ver habitualmente, todo ello pasando además un buen rato de charla y reencuentro con otros "paxareros" a los que hacía tiempo que no veía, dado que últimamente no me prodigo mucho en salir.
Finalmente os dejo un par de vídeos:
Espero que me perdonéis la calidad de las fotos y de los vídeos, la gran mayoría de lo que muestro hoy aquí están sacadas con el teléfono móvil pegado al telescopio, por lo que admito que esta vez la cutrez es máxima pero es lo que hay. 
Agradecerle a Manuel Quintana el descubrimiento y que lo haga público para el goce y disfrute de los mortales. 
Un saludo!!




VACACIONES EN MURCIA

$
0
0
El pasado mes de noviembre agotamos la últimas vacaciones que nos quedaban y tras barajar varios destinos "apasionantes" que se resumían en: quedarse en casa o marchar de nuevo para el pueblo como en el pasado verano... Finalmente ante este fantástico panorama se nos apareció la Virgen cuando a última hora surgió la tercera opción: irse a Cartagena a ver a los suegros. 
He de confesar mi profunda ignorancia en cuanto al desconocimiento total de aquellas tierras lejanas y cayendo en todos los tópicos posibles, sin embargo también reconozco que en cuanto me puse manos a la obra buscando información y hablando con la gente, el semblante de la cara me fue cambiando y los lugares para "pajarear" por allí se multiplicaban e incluso ya era cuestión de descartar algunos por falta de tiempo.
Otra de las ventajas era que "la santa" me dio correa suelta por lo que pude hacer y deshacer a mi antojo durante aquella semana de vacaciones, cosa imposible si el destino hubiera sido otro, así que de esta manera pude visitar el 80% de los lugares a los que todo "pajarero" debería de acudir si se encuentra en la Región Murciana.
Si he de empezar esta crónicapor un sitio concreto nada mejor que hacerlo de una manera cronológica, ya que desde mi "campamento base" fijado en una urbanización cercana a La Manga, las Salinas de San Pedro del Pinataraparecen cómo el destino más importante. Tenerlas tan cerca fue uno de los mayores "subidones" de las vacaciones dado que incluso tuve oportunidad de escaparme en dos ocasiones diferentes hasta allí y así redimirme de todo aquello que no vi en la primera visita o que no tuve tiempo de ver.
Mi primera visita a las Salinas fue tan interesante y fructífera que nada más cruzar la rotonda de acceso a las mismas me quedé literalmente allí el resto del día, a un lado y al otro de la carretera, con las diferentes salinas a los lados.
Mis objetivos fijados para ese lugar eran: Flamenco, Avoceta, Cigüeñuela, Tarro blanco, Gaviota picofina, algún limícola etc. Increíble el acercamiento de la mayoría de las especies que pululaban por allí, impensable aquí en el Norte. Un ejemplo:
Fue una verdadera tentación nada más llegar y encontrarme con los jóvenes flamencos con ese aspecto de "atontados", tan confiados en la orilla de la carretera, sin ningún tipo de separación entre nosotros y con una buena luz... Aunque los adultos ya es otro cantar y se mantenían a distancia, aunque entre tanto bicho alguno siempre se despista y termina entrando dentro del visor a una distancia "aceptable":
Pero los verdaderos protagonistas eran sin duda los ejemplares jóvenes. NOTA: Debéis de comprender que para un asturiano observar este tipo de aves supone todo un acontecimiento, así que a continuación os toca "turra" de fotos de Flamencos...
Yo de verdad que en mis adentros quería seguir avanzando y conocer el resto de salinas, pero cuando me quería poner en marcha en la otra orilla me esperaba el Avetorillo oculto en el carrizal, ave mitad pájaro raro mitad carrizo, imposible de fotografiar incluso para el enfoque de una Nikon, encima de él y ajenos a su presencia un pequeño grupo de Escribano palustre y por el aire de cuando en cuando me sobrevolaban las Gaviotas piconas, para acabar aterrizando cerca de mi posición:
A cada paso que daba en cada nueva salina una nueva especie de ave me esperaba, por ejemplo en la siguiente salina estaban las ruidosas Cigüeñuelas y algún limícola que correteaba por la misma orilla de la carretera por la misma que transitaban coches y camiones continuamente. 
Y en la de más allá una legión de Avocetasse desperezaban y comenzaban a alimentarse incesantemente. No es que sean los bichos más mansos y confiados que haya visto pero entre tanta ave junta (y con un poco de paciencia) alguna despistada se fue acercando lo suficiente como para que saliera decente en las fotografías. Ya veis con lo que se conforma uno, pero una de las ilusiones que tenía en esta visita era poder ver una Avoceta cerca...
Cuando ya llevaba media mañana y unos 8 Gigas consumidos decidí dar una vuelta general por el resto de salinas y espacios. Me acerqué hasta los observatorios situados al lado de la carretera, en líneas generales no es que viera un gran número o diversidad de especies allí pero me hice a la idea de cómo debió de ser aquello meses atrás, cuando las aves criaron, veranearon o simplemente descansaron por allí. 
Observé los mismos posaderos y lugares antaño utilizados por Charranes o Pagazas pero ahora allí solamente, al margen de las gaviotas, me acompañaba un grupo muy cercano de Zampullín cuellinegro y algún pariente chico
Aquí hago un inciso: cuando salí de Gijón tenía una lista de unas 20 aves que pretendía observar en Murcia por primera vez, evidentemente todos cuando salimos de casa queremos ver lo que no tenemos por aquí, aves no presentes aquí en el Norte o que se ven de manera muy escasa o simplemente: no se ven, pero al margen de los "bimbos" también hice una lista paralela con unas 10-15 aves que ya había observado anteriormente, pero con intención de verlas ahora de una manera más cómoda, más cercana o en unmayor número de ejemplares. Dentro de esta lista de las "ya vistas" estaban por ejemplo los mencionados Flamencos, a los que pude observar en Doñana, pero al oscurecer y en casa Dios:
Observar aves nunca vistas emociona e ilusiona pero también lo es ver por ejemplo a las Avocetas, las cuáles solamente he visto en un par de ocasiones, por ejemplo en la Ría de Villaviciosa, pero siempre escasas, breves y muy lejanas...Envidiando la belleza de las fotos que veía de los colegas por Internet.
También mismo caso con los Zampullines, tanto el Z. común como especialmente el Z. cuellinegro, éstos últimos siempre les dedico alguna mañana cuando vienen a invernar en la Bahía de Gijón, pero generalmente (y salvo un golpe de suerte) lo hacen de manera lejana, en días de invierno de poca luz y en las intranquilas aguas marinas cantábricas. Nada que ver con el número y sobretodo: la cercanía de los ejemplares observados aquí en las Salinas.
 O los esquivos Zampullin común, a los cuáles todos los años les cae una visita, pero siempre con ejemplares aislados, lejanos y desconfiados.
El tercer caso es el de las Cigüeñuelas ya que por fortuna también en la Ría de Villaviciosa contamos con la única población reproductora de todo Norte (por cierto este año fue un auténtico desastre) pero nada comparable con observarlas aquí, al borde de una carretera y a tiro piedra.
Otros limícolas que fueron apareciendo ya eran familiares por servidor, como por ejemplo este cercano y confiado Combatiente:
Me quedé con ganas de recorrer el resto de las Salinas, pero el tiempo era limitado y tuve que marchar. Al siguiente día cambié radicalmente de hábitat, madrugué y me fui hasta Alhama de Murcia para visitar los Saladares del Guadalentín, es decir: unas 2.600 hectáreas en las que predomina la estepa salina. Espacio singular que fue declarado ZEPA en el año 2.001. 
El lugar en sí como tal impresiona por sus características singulares y su gran amplitud que en nada se parecen a las norteñas que piso normalmente, sin embargo el desconocimiento del lugar y especialmente mi declarada nulidad en este tipo de hábitats hicieron que ya de mano las expectativas y los objetivos "pajareros" del día no fueran muy altos. 
Por ejemplo me contentaba con ver alguna ave esteparia tipo Ortega, de los que pude observar malamente una pareja en la lejanía, perfectamente camuflada con esa pose de piedra o terrón de tierra inmóvil, con la fortuna de que un gran tractor las levantó y pude observarlas volar a placer. Aparece tumbado en el centro de la fotografía:
A la hora de llegar allí comprendí que tenía pocas opciones de ver algo de manera decente puesto que las aves parecían oler el coche a kilómetros de distancia y levantaban vuelo para perderse en la inmensidad sin dar opción ni a saber de qué especie se trataba. 
Por otro lado el calor reinante hacía que con el telescopio o con los prismáticos hubiera una gran e incómoda reverberación ya a media mañana, mala para la observación pero pésima para la fotografía. Así que por ejemplo la apreciada Terrera marismeña o los diferentes Aláudidosy demás colección de "pequeños pájaros pardos" fueron una auténtica tortura en cuanto a su localización, intento posterior de identificación y lo de la fotografía vamos a dejarlo para otra ocasión….Simplemente desesperante. Por aquí abajo en teoría en la foto se aprecia una Terrera marismeña:
Menos mal que siempre nos quedarán las cercanas Cogujadas...
Así que comprendiendo que por tierra lo tenía jodido, me dediqué a otro de los objetivos del día: las aves rapaces. Buen sitio este para ellas a juzgar por el número y la variedad que pude encontrar en unas tierras aparentemente yermas: Halcón peregrino cazando, el omnipresente  Cernícalo común, una hembra de Aguilucho pálido, Mochuelo en las piedras apiladas, un lejano Elanio o finalmente una impresionante Águila realcomiendo psada en un poste lo que interpreté como un conejo/liebre. Lástima que no coincidiéramos más cerca…
Con toda esta "artillería" con plumas buscando por arriba contínuamente víctimas en el suelo, empecé a entender que el resto de aves de los saladares fueran tan tímidas y tan esquivas. Solamente había que mirar la cara de esta preciosa Liebre, para saber que cualquiera que se mueva por el suelo corre un gran riesgo de formar parte del desayuno...
El segundo problema que me encontré fue el barro, las cuatro gotas que caen por allí hacen que los caminos se conviertan en barrizales, auténticas trampas para los coches. De esto fui convenientemente advertido por un par de autóctonos del lugar, que con toda la buena voluntad del mundo vinieron hasta mi posición para advertirme de que tuviera cuidado pues unos días antes tuvieron que remolcar a varios "pajareros" que se quedaron literalmente tirados en mitad de la nada. Este hándicap también lo encontré en otras salidas por la región, incluso me tocó empujar a alguna furgoneta atascada. 
Pero por fortuna (y con algo de pericia) salí del paso de las situaciones complicadas que me fui encontrando con el coche mientras recorría las llanuras, lo que no quita que esta circunstancia hiciera que estuviera más centrado en no quedarme tirado que propiamente en dedicarme a buscar aves. Fueron un par las veces que tuve que dar la vuelta a mitad de un camino, los aparentes charcos inofensivos que iban surgiendo no dejaban de ser una masa fina de barro que hacía que los neumáticos perdieran adherencia y te dejaran tirado de manera aparentemente absurda.
El último de los inconvenientes de la visita fue el propio desconocimiento del lugar, inmenso, con miles de metros cuadrados con caminos, senderos y pistas que lo atraviesan algunos aptos para un coche, otros que parecían serlo en un principio y que luego se convertían en impracticables o sólo aptos para tractores. En este medio complicado y sin tampoco conocer que puntos eran buenos y cuáles no para observar aves, encontrar bichos en definitiva era como buscar una aguja en un pajar, por lo que tampoco me lo tome muy en serio y me dediqué a conocer el lugar.
Uno de los objetivos (siempre teniendo en cuenta la fecha y las aves que nos podemos encontrar allí) era observar a las Currucas que normalmente no tenemos por el Norte, especialmente tenía interés en buscar a mi primera Curruca tomillera o simplemente a la más común Curruca carrasqueña, y si bien encontré bastante territorios de la primera de ellas, lo de acercarse o fotografiarlas como digo ya era otra historia completamente diferente por lo anteriormente comentado. 
Antes de irme tuve la inmensa fortuna de toparme con una pareja en las matas que crecían de una especie ruina de casa al lado de un camino, por lo que desde el coche y con mucha paciencia pude observarlas y fotografiarlas a placer mientras pululaban por las matas y entre las piedras. Sin duda lo del Águila real comiendo en el poste, el lance del Halcón peregrino hambriento y esto fue lo mejor de la visita a los Saladares.
También fue un gran momento cuando logré observar a simple ojo al Alcaudón real, posado en el que yo creo que era uno de los contados árboles del inmenso lugar. Normalmente los Alcaudones que he visto aquí en Asturias han sido pocos,esquivos y observados de manera muy lejana. No es que éste se me posara en el hombro ni fueran las mejores fotos de mi vida pero además de abundantes por estos lares, a mi me parecen que los alcaudones de aquí están más acostumbrados a la presencia humana y su trasiego
En definitiva si acudí a los Saladares de Guadalentín fue más bien por lo paisajístico y lo "exótico" del lugar a los ojos de un ástur, conocer un hábitat completamente diferente y desconocido de mi querida Asturias, que por las propias cifras o las especies de aves que me esperaba encontrar por allí en esta época. 
Ya en Gijón no me había hecho muchas ilusiones cuando programé esta visita en concreto, así que tampoco salí defraudado del lugar. Sitio totalmente recomendable si sabes por dónde moverte, tienes tiempo suficiente para conocerlo en más de una visita y finalmente: mejor ir en compañía hasta allí, pues uno solo pasa más tiempo conduciendo procurando no perderse (o quedarse tirado) que propiamente buscando bichos.
Cambiando nuevamente de hábitat la siguiente escapada fue para visitar el denominado Parque de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, muy cerca de mi "campamento base" en La Manga. Dado que en esta ocasión no tenía mucho tiempo libre, me concentré en ir a tiro fijo hacía las famosas Salinas de Rasall y sus inmediaciones. 
Las especies con las que contaba ver por aquí eran: la Gaviota de Audouin, Currucas varias, Chorlitejo patinegro, "pájaros pardos" varios, y por ser un poco ambicioso: Águila perdicera y Búho real. Nuevamente problemas en esta visita: el primero fue propiamente mío dado el escaso tiempo que tenía para esta visita y que a estas alturas del año las horas de luz son escasas. En mi caso concreto solamente tenía ese par de horas de después de la comida por lo que desde el principio llegar allá fue una auténtica batalla contrarreloj.
El segundo inconveniente fue que consultando Internet en casa se ve que el Parque está correctamente señalizado y no tiene pérdida llegar hasta él, pero en la práctica me encontré al llegar con la sorpresa de que el acceso principal cerrado por obras y el correspondiente desvío alternativo y sus señales fueron dignos de una película de Berlanga., siguiéndolos casi acabo de nuevo en Asturias y lo que fue peor: ya era de noche. Abajo foto de dónde fui a parar con el coche:
Buscando la famosa carretera alternativa para acceder al Parque, aparecí por ejemplo en las inmediaciones de una depuradora, también dentro de una finca privada (de la que amablemente me echaron), también rodeado de cientos de ovejas y cabras en un cercado dialogando con gentes de diferentes razas, etnias y credos intentando explicarme (a su manera) por dónde podría acceder al famoso Parque. 
Cuando finalmente logré llegar allá era de noche cerrada y no pude ver más que las vistas de la Manga y todas las poblaciones de alrededor iluminadas de noche. Aunque la vista era preciosa, viendo la hora y el sitio en el que me encontraba ya estaba más pendiente de lo que pudiera ver o mejor dicho: escuchar, de las colinas y barrancos cercanos, pues son tierras las del Búho real.
No todo fueron penalidades puesto que gracias a que llegué tarde y de noche pude disfrutar del sonido del protagonista de las noches murcianas: El búho real. Un verdadero subidón aunque imposible de observar ya a esas horas. Aquí he de recordar que esta zona de Murcia es la que presenta una mayor densidad de esta preciosa ave rapaz nocturna.Un motivo más para venir aquí...Pena no haberle dedicado más tiempo.
Con este aliciente y con la espina clavada de no poder llegar hasta las Salinas de Rasall con luz, volví por allí de nuevo al día siguiente con la senda derecha ya aprendida, en primer lugar intenté buscar "al Duque" en el mismo sitio en dónde lo escuché la noche anterior, pero esta vez sin resultado alguno y luego aproveché para una vez por todas llegar al Rasall.
Primero aparqué en una preciosa área acondicionada convenientemente para ello, luego atravesé un sistema dunar maravilloso (comparado con los restos que nos quedan aquí…) mediante una pasarela de madera que me llevó casi hasta un maravilloso acantilado y seguidamente fui a dar por una pista hasta unos pintorescos molinos que calculo que sean los encargados de meter agua marina en las salinas aledañas. Poco a poco y tras visualizar unas grandes palmeras llegué a las primeras salinas:
Mereció la pena todas las anteriores calamidades pasadas puesto que el paraje era incomparable en cuánto a belleza y a soledad (gracias en parte al acceso principal cerrado...) más teniendo en cuenta que a mis espaldas a una decena de kilómetros el hormigón y el turismo han acabado con prácticamente todo el litoral de la zona. Sin duda un lugar extraordinario que guardo en mi retina y que me sirvió para recargar las pilas hasta por lo menos las siguientes vacaciones, no en vano fue elegido el "Mejor Rincón del año".
Nuevamente la noche se me volvía a caer encima pero esta vez ya estaba en el lugar adecuado, por lo que solamente me quedó esperar a la noche sentado en silencio ante este paraje tan bello. Mientras tanto unas fotos testimoniales de las seis estáticas Gaviota de Audouin (las primeras que vi en el viaje) que descansaban en mitad de las salinas y de fondo se apreciaban los diminutos e inquietos Chorlitejo patinegro que pululaban incansables por las orillas, con esa manera de correr a tirones.
A la vuelta de noche ya cerrada viendo correr a los conejos por la pista volví a intentar escuchar por segunda vez al gran Búho, pero esta vez permaneció en silencio durante la hora que permanecí en el lugar sobrecogido por el silencio y la oscuridad. La ventaja de tener el acceso principal cerrado es que durante esta visita me encontré solamente con dos ciclistas y un pescador, por lo que la estampa fue idílica, seguramente irrepetible por esta circunstancia y maravillosa para todos mis sentidos, en un paraje que por lo que tengo entendido en otras fechas es imposible llegar y además está limitado (unas 1.500 personas y 450 coches por día a 4€).
En la tercera salida autorizada por la parienta cambié nuevamente de registro y me fui hasta el pueblo de Portmán y por aquellos lugares que me fui encontrando en la carretera que te lleva hasta este pueblo, destacando las ruinas industriales de las viejas minas y las escombreras en la Sierra de Cartagena-La Unión.
La visita a Portmán además de "pajarera", tenía también un sentido cultural y es que Portmán debe de ser el único pueblo pesquero del mundo que quedó sin mar por culpa del hombre y ahora es un pueblo de "interior" pero con un puerto pesquero propio eso sí: sin barcos ni agua y aún así conserva los amarres y tiene hasta un club marítimo...¿Cómo es posible todo esto?. Pues a las cabezas pensantes de este país decidieron darle manga ancha a las compañías mineras (¿os suena la historia?) por lo que los deshechos de las minas, escombros y demás, venenos fueron vertidos directamente al mar durante años por ahorrarse unos dinerillos en construir balsas, depuradoras etc. Esto tuvo una consecuencia (a pesar de que los estudios o negaban en principio, ¿os suena esto también?) y es que la bahía o el puerto quedaron literalmente colmatados por los sedimentos por lo que en definitiva: el puerto dejó de tener agua. Esto se ve en la foto de abajo: a la derecha el Mediterráneo, a la izda. las primeras casas del pueblo. En el medio: sedimentos.
Os recomiendo leer el artículo de abajo, sobretodo cuando venga una compañía extranjera por ejemplo a extraer oro a vuestra tierra bajo la promesa de daros mucho trabajo y jurando que no será perjudicial y finalmente con el gobierno de turno dándoles abrazos y besos. Si os queda mal sabor de boca con esta historia, no os preocupéis que ahora con 80 millones de la UE quedará "todo arreglado" (ironía: ON)
http://www.cnportman.com/index.php/portman
Si tenéis tiempo echarle un ojo al vídeo de abajo:
En cuanto al bicherio las especies que tenía previsto observar aquí eran esta vez fáciles y sin mucha complicación nada más que el hecho de encontrarlas y llegar hasta ellas: Roquero solitario y Collalba negraEl primero le tenía muchas ganas puesto que aquí parece que es común verlo en acantilados marinos, laderas de montañas o simplemente en las ruinas de algunas construcciones. 
En Asturias por el contrario los ejemplares que he podido ver siempre han sido o en desfiladeros de montaña inaccesibles, cortados o en canteras abandonadas (pero siempre y teniendo por norma común una gran distancia).
En una hora ya tenía localizado un ejemplar de la especie cerca del pueblo, con dos curiosidades que me llamaron poderosamente la atención: primero el lugar humanizado que ocupaba el bicho, volando y posándose incluso entre los muros y tejados de las casas habitadas.
Y en segundo lugar: primera y creo que última vez que veo un Roquero solitario (o azul como yo le llamo) posado en árbol y encima que sea un eucalipto!.No me los quito de encima ni en Murcia...
Bicho precioso aunque de conocido carácter esquivo y distante que me hizo recorrer las empinadas cuestas de las callejuelas para arriba y para abajo hasta dar por finalizado el juego del escondite al tenerlo a una distancia siempre moderada, posado en una vieja chimenea de una ruina abandonada.
Fue cuestión de subir hasta allá arriba, ocultarse y tener un poco de paciencia hasta que por fin el pájaro decidió posarse en la espigada chimenea. La verdad es que el posadero era ideal:
Pero el verdadero objetivo del día y del lugar era la Collalba negra, la cuál la encontré por casualidad mientras recorría unas ruinas de una mina abandonada en la sierra, a mitad de camino ya de vuelta. Fue una grata sorpresa encontrarme por primera vez con la especie y más con una cercana y bonita pareja de confiadas Collalbas.
Tenía muchas ganas de ver a esta especie además con la fortuna de que cuando las encontré pude esconderme entre las ruinas de una construcción lo cuál me permitió estar a casi un par de metros de esta bonita especie.
Al encontrarme además con una pareja pude observar al detalle las diferencias entre el negro macho y la más grisácea hembra, con los calores que tenemos el macho andaba un tanto despistado cantando a pleno pulmón ante la impasible hembra y desplegando esa bonita cola blanca en alguna ocasión.
El siguiente espacio que visité durante la semana de vacaciones seguramente no dejará indiferente a nadie; puesto que me fui hasta una depuradora (EDAR), concretamente a la Depuradora de Cabezo de Beaza en las inmediaciones de la ciudad de Cartagena
Se presenta ante nosotros un entorno a priori humano, artificial y además de tratamiento de aguas residuales... ¿Qué se puede observar aquí?. 
Pues hasta allá me fui entusiasmado para observar seguramente a la mayor concentración de la amenazada y bonita Malvasía cabeciblanca. Por cierto, evidentemente especie también nueva para servidor y observada por primera vez.
Dos puntualizaciones acerca de este sitio, evidentemente no es un lugar de acceso libre y para acceder a él requiere de un permisopertinente. Y en segundo lugar cuando hablamos de patos salvajes y además de una especie tan amenazada hay que extremar las precauciones para no asustarlos, por lo que decidí ocultarme entre los setos de cierre de la balsa, desplazándome por la parte oculta del talud y sin salir al camino salvo en los momentos imprescindibles. Por eso las fotos están sacadas con el telescopio y el teléfono a gran distancia, es un tanto "cutre" pero al menos los patos no se asustaron.
De esta manera los patos, garzas y cormoranes que se encontraban allí en esos momentos descansando no sintieron mi presencia como una amenaza, ¿me vieron? Seguro que sí, ¿se espantaron? No, simplemente se alejaron prudentemente al verme hasta el centro de la balsa, transcurrido el tiempo volvieron a acercarse despacio de nuevo a las orillas de la misma como si no hubiera pasado nada.
La pena fue que aunque ya fuera medio día me tocaba para la ocasión un día de espesa niebla que no se despegaba de la lámina de agua convirtiendo el día en gris, y además los patos ya sabemos que no son muy madrugadores y durante las primeras dos horas no levantaban la cabeza, ni hacían movimiento alguno, cómo mucho acicalarse el plumaje para seguidamente volver la cabeza atrás y a dormir.
Si nos olvidamos de que estamos en una depuradora, el sitio es cojonudo para estas aves dado que es amplio, tranquilo y apenas hay molestias. Por lo que las aves, ademas de las famosas Malvasías, conviven tranquilas en estas aguas, bañándose, alimentándose y descansando plácidamente.
Zampullines, Gaviotas, Focha, Pato cuchara, Ánade azulón, Porrón europeo etc. abundan por aquí. Sin duda estamos ante un punto de agua dulce estratégico y vital dado que alrededor no tiene pinta de haber un lugar parecido entre las amplias huertas murcianas, que en estos momentos estaban a tope en la recolección y plantación de hortalizas.
Para quién no sepa mucho de esta bonita anátida buceadora de gran cabeza y de larga y destacada cola, se trata de un ave que hasta hace bien poco estaba en peligro de extinción, llegando a la dramática situación en 1.977 de contar con solamente 22 ejemplares en el sur de Córdoba. Los peligros a los que se enfrentaban eran (y son) la destrucción del su hábitat, el plumbismo, la caza, las líneas de alta tensión, el botulismo o hasta la hibridación con la Malvasia canela.
La malvasia tiene su importancia puesto que España es la única que alberga la población europea, concentrándose el resto en la zona asiática. En España parece que nunca fue numerosa y en 1.950 se estimaban unos 400 ejemplares. La situación pasó a ser crítica como digo pero a partir de 1.990 parece que la situación se invirtió, colonizando las provincias andaluzas (salvo Granada) para pasar seguidamente a las vecinas Castilla La Mancha y Valencia. 
En el año 2.000 llegó el primer ejemplar invernante a Murcia (Embalse de Santomera). En el año 2.003 llegan por primera vez a este enclave, llegando a los 200 ejemplares en el año 2.004 y en este mismo año ya se observan ejemplares todo el año por ejemplo en las Lagunas de Campotear. En estas lagunas es dónde en el año 2.006 se confirma la primera reproducción de la especie en Murcia. A partir de entonces la tendencia parece positiva a pesar de que hay años que por diversas circunstancias la población se reduce, pero siempre de unos haremos ya menos preocupantes. No se puede bajar la guardia y el bicho cuenta con un programa LIFE propio (de los de verdad, no de los de chupar dinero...)
De la que me marchaba de regreso para La Manga de regreso en las huertas de alrededor tuve la fortuna de encontrarme con una especie que siempre se me escapaba aquí en el Norte, hablo de la bella y estilizada Abubilla. Mis observaciones de la especie siempre se habían limitado a aves en paso con observaciones breves y lejanas, en cambio aquí pude observar una pareja a placer desde el propio coche. Los bichos sin inmutarse....
Y es que en realidad se trataba de una pareja que descansaba de esta guisa tranquilamente. Desde el coche pude observarlas y fotografiarlas hasta el aburrimiento, cómo nunca lo había conseguido ni en Llanes, Gijón o Nafarroapor ejemplo.
La siguiente visita fue (de nuevo) otra vez a las Salinas de San Pedro del Pinatar, esta vez ya conocía más o menos el sitio, su extensión etc. Por lo que de nuevo primera parada en las salinas de la entrada para mejorar (en lo posible) las fotos de los Flamencosde la primera visita, vistazo de nuevo a las Avocetas y Cigüeñuelas y una novedad: los famosos Tarro blanco que días atrás por alguna extraña razón no pude ver.
A la hora de llegar allí esta vez no caí en la tentadora trampa de quedarme allá sino que me dirigí hacía el centro de información y su flamante parking recién asfaltado para hacer una ruta circular que ya llevaba en mente desde Gijón realizarla gracias a las indicaciones precisas de Iván en su visita veraniega y su magnífico blog:
http://fenixavisunica.blogspot.com.es/search/label/San%20Pedro%20del%20Pinatar
Gracias a sus explicaciones tuve la sensación de caminar por lugares que ya conocía previamente, cuando en realidad era la primera vez que ponía el pie por allí.
La ruta está señalizada convenientemente como: SL-MU 9 Sendero del Coterillo
SL_MU_9_Sendero_del_Coterillo_Salinas_de_San_Pedro
Cómo veis son solo 3 kilómetros y siempre llaneando, además en el mes de noviembre hace sol pero el calor ya no llega a apretar. Eso sí, lo primero que aprendí nada más llegar a Cartagena (novatada) es que si vas a estar cerca de una masa de agua, lo del repelente de mosquitos es algo necesario y de uso constante. Nada más comenzar la pasarela de madera, unas fotos a mis amigos los Flamencos (una vez más...), pero ésta vez de un precioso ejemplar adulto:
Y también a alguna de las lejanas Avocetas, otro bicho precioso:
Partiendo del parking del punto de información de la Charca de Coterillosolamente hay que seguir la famosa pasarela de madera, a nuestra izquierda nos quedará la charca que pasa por ser la única que no tiene un uso salinero y está más bien pensada para las aves y su descanso. 
En este espacio hay instalados dos observatorios, uno que es la clásica caseta y otro junto a la caseta de información y el parking. Bien cuidados y limpios (haber si tomamos ejemplo los demás...).
No me queda mucho más que comentar de este primer espacio dado que por la época en la que nos encontramos (mes de noviembre) sinceramente no es que hubiera mucho movimiento de aves en ella en los vistazos que le eché en esos dos días.
Más adelante dejamos a la derecha las piscinas de una piscifactoría y a su izquierda podemos observar la recuperación del extenso sistema dunar, con alguna zona inundada de agua en la que aparecía algún Ánade azulón camuflado y con pajarinos”del tipo: bandada de Jilgueros, Pardillos, pareja de Cogujada común, Tarabilla posadas en las estacas, algún Petirrojo etc.Destacando la presencia de la omnipresente Curruca cabecinegra.
El hecho de que hubiera tanto cierre y poste protegiendo el extenso cordón dunar hacía que fuera ideal para usarse como posadero, pero ojo también para los depredadores…
Siguiendo con el recorrido marcado, avanzando en dirección Norte alcanzamos seguidamente la Playa de la Torre derribada, estrecha pero extensa, de arena fina y que por las fechas pude disfrutar casi en soledad. 
NOTA MENTAL: Sé que tengo un recuerdo y unas imágenes un tanto distorsionadas de la realidad pues este espacio o por ejemplo Calblanque en época estival deben de ser un verdadero hormiguero de gente, de molestias y además con el calor apretando, pero madrugando en un noviembre atípico es lo que a mi me tocó vivir por fortuna.
Lo primero que me fijo es en el arribazón, con un tipo de restos de algas marrones, redondas que por su forma de pelota fibrosa no he visto por aquí, seguidamente un cartel me explica que en frente a mi posición hay una pradera submarina de Posidonia oceánica, planta autóctona del Mediterráneo. Ojo no es un alga, dado que tiene raíces, tallos, hojas, flores y frutos.
Giro a la izquierda y camino tranquilamente por la playa unos 800-1.000 metros hasta que vuelvo a enganchar otra pasarela de madera que me interna de nuevo por un sistema dunar, saladares y pinos carrasco retorcidos por la acción del viento y en general por las duras condiciones del hábitat (sal, escasa lluvia, suelo pobre etc.). 
A pesar de encontrarme este secarral es acojonante encontrarse con una buena abundancia y variedad de especies vegetales: tomillo, cuernecillo y lirio de mar, el cardo azul…
En las estacas y puntas destacadas de los maltrechos pinos el Alcaudón realotea tranquilo y busca su próxima víctima. Un par de ejemplares me encontré en este recorrido:
Tras atravesar las dunas y salinas secas me adentro en un pinar de Pino carrasco con algún ejemplar de Sabina, aquí se nota la acción de la dura naturaleza y de cómo las especies no sólo se han adaptado, sino que resisten.
Aparecí en el último observatorio, la Torre del Coto, en dónde me senté a descansar y observar el paisaje en total soledad, mientras miraba a las gaviotas bañarse en las charcas cercanas y a los zampullines cuellinegro arreglando disputas domésticas.
El penúltimo día de las vacaciones murcianas, "la jefa" tuvo el detalle de darme el día libre entero, así que con la misma emoción de aquel estudiante que va al instituto y descubre que ese día hay huelga, planifiqué el "free day" al milímetro puesto que sabe Dios cuando tendré la oportunidad de estar de nuevo por allí y en estas condiciones. El objetivo más o menos lo tenía claro y era el visitar el considerado tercer humedal más importante de la Península Ibérica y quizás puede que a la vez también tal vez sea extrañamente el más desconocidoParque Natural de El Hondo, perteneciente a los términos municipales de Elche y Crevillente.  
Una de las singularidades que tiene este enclaves es que junto a las Salinas de Santa Pola formaban parte de la antigua Albufera de Elche; pero ya incluso desde la Edad Media fue desecado y modificado por la mano del hombre hasta crear hoy en día este espacio. Además de los dos embalses, cuenta con numeroso canales (229) compuertas, sistemas de trasvase de agua, estaciones de bombeo (13) etc. En el año 1923 aprovechando una depresión natural se excava el embalse de Levante y en el 1940 se crea el de Poniente, ambos divididos por el famosocanal central con el fin de abastecer de agua a los campos de cultivos cercanos. Además tiene una serie de charcas estacionales circundantes (de aprovechamiento cinegético) y un conjunto de saladares  La parte principal de este enclave no deja de ser dos embalses separados por un canal principal:
La otra singularidad, al menos para una persona del Norte como servidor ajeno a este tipo de agricultura y leyes, es que la mayor parte de este gran humedal es privado, pertenece concretamente a la Comunidad de Riegos del Levante. A pesar de que el Parque cuenta con varias figuras de protección y catalogación (RAMSAR, ZEPA, LIC etc.) y en sus aguas habitan y crían unas 172 especies (146 aves) algunas en peligro de extinción como por ejemplo la Cerceta pardilla o la Malvasía cabeciblanca, también invernan hasta 5 Águilas moteadas diferentes, Águila pescadora etc. o cuenta con la presencia del farfet, un pez endémico del Mediterráneo,sin embargoeste espacio hoy en día depende (para bien o para mal) de unos señores que dependiendo del momento, de sus intereses particulares (legítimos) o del político de la Generalitat de turno, abren o cierran, embalsan o desembalsan agua, dejan pasar o no con la consiguiente repercusión fundamentalmente en la avifauna y en quiénes la observamos o quiénes la estudian.
Abajo os pongo un enlace a un vídeo de la TVE, en la que en unos 30-40 minutos os pone al día sobre este enclave y la problemática de su gestión. Merece la pena verlo:
El Hondo el humedal escondido
Llama la atención que visto sobre el plano o echando un ojo por Internet acceder al Hondo y visitar los diferentes puntos del mismo aparentemente no parezca un gran problema, sin embargo a pie de terreno y visitándolo por primera vez los accesos son limitadosy en muchas ocasiones el paso te lo encuentras cortado repentinamente por los múltiples azarbes (canales).
No obstante gracias a lo consejos del gran Roberto Menéndez  había previamente concertado visita para acceder a la denominada Ruta Ornitológica, que no deja de ser poder caminar por parte del canal principal que delimita los dos embalses y que divide en dos este espacio, por lo que teóricamente es el mejor punto de observción.  
Se accede a él desde la denominada Puerta Norte y ciertamente no tiene pérdida puesto que es un camino recto, que se ve desde cualquier puntoy con una larga fila de grandes eucaliptos plantados que lo identifican bien ya desde la lejanía. 
Cómo transcurre por la propiedad privada de Riegos de Levante hay que solicitarpermiso previamente, rendirles pleitesía por permitirme el paso no vaya a ser que se enfaden, echen el candado y se joda el invento (cómo así ocurrió durante unos años). Al parecer el acceso además de con cita previa es sólo de unos días concretosde la semana, en mi caso coincidió de Sábado, pero lo mejor es llamar para conocer los días y el horario exactos. 
Tuve la suerte de coincidir de la que iba con la chica del centro de interpretación (muy maja por cierto), por lo que entré allí directamente y "escoltado" sin mayor incidencia. Además había organizado para ese día un concurso fotográfico por lo que camuflado entre los participantes nos dejaron acceder atodos con el coche al interior del canal principal (un "hasta la cocina" en toda regla) lo cuál fue la hostia por dos motivos: uno por no tener que cargar con todo el equipo (cámara, telescopio, trípode...) durante toda la ruta y en segundo lugar por poder moverte de observatorio en observatorio rápidamente
No es que sea un vago pero es que además de pedir permiso previamente par poder acceder allí y que la visita sea un día concreto de la semana, además en tercer lugar el tiempo en este espacio está tambiénlimitado a un par de horas (¿?). Cómo os habréis dado cuenta las comodidades para hacer esta "Ruta ornitológica"no son muchas y más para una persona que acuda por primera vez sin conocer los lugares previamente y que llega desde fuera de la provincia.
La consecuencia de todo esto es que desde que traspasas la verja hasta que te tienes que ir estás más pendiente de mirar el reloj que de descubrir y disfrutar el entorno o las propias aves desde un lugar desde luego más que privilegiado, situado en el centro de los grandes embalses. 
Además las aves a primera hora de la mañana no es que estén especialmente activas, en resumen más que las observaciones de la "Ruta ornitológica" me quedo con el poder conocer el sitio y visitarlos diferentes observatorios; el primero es el "El Tollo", le sigue "El Calamón", tras atravesar la famosa y fotogénica pasarela de madera se llega al de "La Roseta" y el último el de "Peu Verd".
Cómo digo: deprisa y corriendo y con el guarda de la motocicleta camino arriba camino para abajo vigilándonos en corto (¿?), a primera hora de un día gris plomizo cantábrico sinceramente no es que fuera la reostia lo que me fui encontrando por los diferentes observatorios, pero me hizo especial ilusión ver mis primeros Calamones, un Pájaro moscón (imposible de fotografiar), grandes grupos de Pato colorado o Porrón común, ver los Aguilucho lagunero sobrevolando los observatorios, la cercana Gaceta grande etc.
El resto de gentes que teníamos acceso ese día parecían más bien en estar entretenidas en ver en el último observatorio a un Aguila pescadora posada pero muy lejana o estaban  centrados en el famoso concurso de fotografía.Tal era la abundancia de las aves a esas horas y tantas las prisas que fotografiar un Petirrojo era ya un logro para cualquiera de los concursantes..
Mientras tanto el finlandés ciclista errante y yo estábamos inmersos en una discusión en otro observatorio (el del"El Tollo") acerca de la identificación de un Águila oscura bastante rara que teníamos delante posada. Muy lejana, con el "cascanueces" a tope esto era lo más que conseguí sacarle...
El paisano nórdico venga a insistir en que era una Águila calzada y yo con mi inglés de mierda diciéndole que de "águila con botas" va a ser que no, que "el pajarraco era more big y más "black" que los "cuyons" de un "donkey zamorano". Así que tocaba sesión de "cutredisgiscoping" o lo que es lo mismo: el teléfono pegado al ocular del telescopio y aguantando la respiración:
Con un poco de paciencia y mirando la hora con el rabillo del ojo a la vez mientras el finlandés ojeaba una y otra vez la guía de aves, la enorme águila se dio la vuelta y ya me quedó claro comparándola con las fotos que había buscado en el móvil que aquella Águila era concretamente la famosa Águila moteada  (Aquila changa) que lleva invernando allí desde el 2.008 y que procede de la lejana Estonia. 
Una buena noticia puesto que personalmente era mi primera (y seguramente la última) Águila moteada observada. Un bicho sin duda fascinante cuando te clava los ojos y que incluso sin saber identificarla al principio o dudar de qué especie se trata ya te llama la atención al momento nada más verla. Echando un ojo a la foto in situ, me confirmaron posteriormente que se trataba de un ejemplar llamado Tonn.
La historia de Tonn además es interesante dado que en Estonia tampoco es que sea una especie muy abundante (puede que queden unas 30 parejas por allí), la segunda singularidad es que es un híbrido entre una hembra de Águila moteada y un macho de Águila pomerana., aunque por aspecto y por análisis genéticos se demostró que tiró más a la madre. 
Actualmente me he enterado de que este año se han visto varias Aguilas moteadas diferentes en el Hondo sin duda una noticia excelente y que le da un plus al enclave de poder contar con la presencia de un ave rapaz tan especial. Esto prácticamente fue lo más destacable de la visita "exclusiva" al Canal central, no había tiempo para observar a las aves con una mejor luz o ya desperezadas, especialmente las anátidas.
De cuando en cuando nos sobrevolaban los abundantes Aguilucho lagunero, buscando abajo ese ave herida, enferma o cansada. Aunque en un momento dado uno de ellos debió de cansar de no encontrar nada, así que intentó dar caza una Garceta común:
He de decir que a favor de esta experiencia está la gente del centro de interpretación que fueron muy amables y que tampoco hubo problema alguno en concertar la cita o acceder al propio canal e incluso como digo, una vez llegados allí nos dejaron pasar con el coche dentro (desconozco si esto es normahabitual allí o no).
Al salir sinceramente de allí me sentí aliviado, ahora ya tenía el resto del día para ir con calma sin mirar el reloj, parando el tiempo necesario, sin horarios, sin el guarda de la moto y disfrutando del entorno, así que me fuí hasta la otra punta del Parquea la búsqueda del Avefria sociable que habían descubierto por allí días atrás. 
Llegué al campo señalado en el mapa pero aquello era un solar, por lo que no vi ni a la  Avería sociable, sino más bien a la antisociable...En fin para otra vez y en otro lugar será.
Lo bueno es que al otro lado de la carretera y sorteando un canal de riego y unos tablones dispuestos a modo de puente, había un flamante observatorio en el que fui a dar directamente a la orilla opuesta del embalse. Al fondo a la izquierda se ven los famosos eucaliptos del anteriormente visitado canal central.
En ese justo momento había una pareja de Malvasía cabeciblanca a una decena de metros del observatorio, por lo que por fin pude observarlas cerca y tirarles unas fotos un poco más decentes que las de la depuradora de Cabezo de Beaza días atrás.
A lo lejos la colonia de Flamencos, excesivamente lejanos en comparación con los de San Pedro del Pinatar, también Porrones comunes, Pato Cuchara, Zampullines y en las orillas los preciosos Calamones se oían más que se veían. 
Era tal el movimiento constante de aves y tan variado que me quedé un par de horas allí dentro, parte de las cuáles compartidas con un paisano inglés. Así que cuando marché de allí al menos mi ingles "indio" quedó perfeccionado...
Después de comer algo dentro del observatorio y despedirme del anglosajón me dirigí hacia el Centro de información, en la otra punta del Parque. Allí estaba la chica de por la mañana que tuvo a bien darme los últimos folletos de los espacios naturales de la región.
Tras la charla de rigor habitual me dí una vuelta por los alrededores del Centro, atravesando la pasarela de madera de las charcas de alrededor, observando los campos de cultivo inmediatos, los saladares etc.  Esta época ciertamente no era la mejor para la visita, pero es lo que toca, y al menos conocí el sitio y me imaginé esas mismas charcas repletas de aves estivales, criando o simplemente descansando.
También estuve echándole un ojo a las Fochas morunas que tienen en una charca al lado del edificio, al parecer son los restos que quedan de un proyecto de reintrodución(entre 1.999 y 2.004 se soltaron en la Comunidad valenciana unos 500 ejemplares ) y que al parecer no tuvo mucho éxito al menos en este espacio, ya que al parecer esta especie solo ha criado allí en una ocasión y además previamente a este proyecto (año 1.993). Se ve que la caza y el mal estado de las aguas no le sientan muy bien.
Posteriormente seguí el itinerario circular  que me fue llevando por diferentes charcas y observatorios.
No es que hubiera gran variedad o números de aves, pero simplemente visitar un lugar así, tan bonito y a la vez distinto a lo que tenemos aquí en el Norte, merece la pena. Destacaría la llegada de unos 40 Tarro blanco, que pasaron del agua poco a poco al centro de la isla dónde seguramente pasarían la noche. 
Por el aire de vez en cuando ya al anochecer pasaban volando algún bando de Morito y de Flamenco. Fue el broche final a una grata y larga jornada en la que pude conocer este bonito espacio.
En resumende las vacaciones he de decir que me sorprendió gratamente Murcia, tanto la parte más conocida y turistica (La Manga, Cartagena, Murcia ciudad etc.) como la parte menos urbana y más desconocida.He de decir que la ventaja que tenía es que en Noviembre ni la temperatura apretaba en exceso y te permitia moverte por dónde quisieras y que evidentemente no había mucho barullo de gentes, cosa que se agradeció pues no me quiero ni imaginar como serán en verano estos mismos lugares...
En cuanto a laobservación de aves, sorpresa total por la variedad de hábitats y de especies, desdesaladares, estepas, barrancos, zonas costeras, playas, sierras e incluso balsas de riego y hasta depuradoras. Sin ir con una lista precisa creo que pude observar al 80% de las aves que pretendía ver desde un principio, bien por primera vez o bien simplemente mejorar las observaciones anteriores. 
No todo fueron alegrías y desde el momento que llegué allá tuve que renunciar a algunas especies, como por ejemplo el Camachuelo trompetero o la escasa Alondra de Dupond, aves que ni siquiera hice el intento de ir a buscarlas. Me hubiera gustado también haber podido fotografiar a ese Búho real escuchado tímidamente en aquél barranco o a la pareja de A. Perdicera por la zona en la que me moví y que sé que campean, pero no pudo ser y tampoco tuve mucho tiempo para dedicarles horas. 
Otras aves que no ví y que habitan la Región son el grupo de lasestivales y que evidentemente en Noviembre no se iban a quedar para verme a mi el careto..Y finalmente las dos rarezas o aves menos habituales que coincidimos en tiempo y lugar, por un lado el Falaropo de Wilson o tricolor(Phalaropus tricolor) en San Pedro del Pinatar y que no ví en mis dos visitas al lugar y por otro la Avefría sociable en el Hondo.
Me quedaron más espacios por visitar, las llanuras, barrancos y estepas del norte, las Sierras interiores, algún acantilado etc. pero eso creo que lo dejaré para una futura visita.  Si habéis llegado hasta aquí me queda por último los agradecimientos: especialmente a Conry por las indicaciones precisas y la ayuda que me proporcionó. También a Iván Diaz a Roberto Menéndez o Clemente Álvarez. Gentes con experiencia en aves y que antes que servidor pusieron el pie en la zona. GRACIAS AMIGOS!.

Un saludo y muchas gracias por las visitas y los comentarios.

A MAZCATOS (ALCATRAZ) POR EL MUSEL (GIJON)

$
0
0
Que pasa gente!! Pues aquí estamos de nuevo!
Si algo raro nos ha deparado este otoño e invierno tan atípicos en lo metereológico es que he visto a un gallego quejarse por televisión de que no llovía en Galicia... Sorprendente. En cuánto al tema "pajaril" que nos ocupa, estas anormales temperaturas se traducen en que los bichos que habitualmente nos visitan en este periodo invernal, en esta ocasión se ve que hasta el momento no han tenido la necesidad de gastar energía en realizar grandes viajes para huir del frío, para buscar calor y alimento en nuestro "terracho". Cualquiera que se de una vuelta puede observar esto: la ausencia de aves. 
El día de Reyes coincidiendo con el remate final de fiestas y fastos navideños a sabiendas de que uno de los escasos temporales vividos hasta la fecha estaba dando de lleno a nuestras costas me fui hasta el cercano puerto del Musel con la intención de ver qué especies habían encontrado refugio en las aguas interiores del puerto. 
Siempre que llegan los temporales los puertos, playas y ensenadas suelen ser un magnífico lugar en el que observar aves que hacen escala para recuperar fuerzas y alimentarse, más cuando las condiciones de la mar no permiten otra cosa.
Hasta el momento el número de ejemplares y su variedad eran para echarse a llorar esta temporada pues casi ver una gaviota este invierno se ha convertido en una proeza y a servidor ya le ha dado hasta por contar palomas...
Lugares y espacios en los que años atrás lo cotidiano era averiguar cuántos cientos de aves de tal especie descansaban, qué rarezas podríamos encontrarnos entre ellas o simplemente entretenerse en leer anillas para averiguar la procedencia (a veces sorprendente) de los bichos que observabas etc. se convertían en la tónica habitual de los fríos días de invierno.
En mi anterior visita al Puerto una semana antes la cosa había sido tan pobre que me contenté con mirar para los Gaviones invernantes en los mismos sitios dónde ,cómo digo, años atrás mirábamos por ejemplo para las Gaviotas polares, Hiperbóreas, Pardelas, Colimbos o Zampullines...
O incluso con un poco de suerte, se podía ver alguna foca....
En cambio en la visita del día de Reyes ya iba con la idea de que algo más se podría ver en esta ocasión, más cuando el listón no parecía muy alto visto lo visto días atrás. Nada más llegar lo primero que me llamó la atención fue encontrarme con los Alcatraces (Morus bassanus) dentro del puerto posados en el agua a lo "pato" entre los barcos de pesca amarrados. 
No es que esto sea un hecho excepcional puesto que yo recuerde hace un par de años también tuve la oportunidad de presenciar el mismo espectáculo y desde el mismo sitio. Con la novedad de que en esta ocasión el número de ejemplares y la variedad de plumajes que ante nuestros ojos tuviéramos a casi toda la guía completa del Alcatraz y su evolución por edades, en vivo y en directo. Desde luego no hay mejor guía o libro de aves que esta, que verlas en vivo y en directo. 
Destacaban por su plumaje negro con esos puntos moteados en blanco brillantes los enormes alcatraces de primer año. Incluso dentro de la misma edad, no todas las aves de primer año son iguales sino que hay diferencias en cuanto a tonalidades, por ejemplo este joven Alcatraz con el plumaje mas claro y mucho mas moteado en cuello y cabeza que el resto de jóvenes de su misma edad que había por el lugar:
 Unos verdaderos "pajarracos" al lado de los nada despreciables gaviones. 
Llama la atención el gran tamaño que tienen y especialmente su voracidad, no dudando en atacar a gaviotas, a los mencionados gaviones y hasta otros ejemplares adultos de su misma especie. Y es que el hambre debe de apretar y más cuando no puedes pescar. Os dejo a continuación algunas imágenes:
Y es con tal de conseguir alimento son capaces de ahogar y "afogar" por el cuello hasta que el otro contrincante vomite el pescado que acaba de ingerir. No hay piedad ni clemencia en cuánto a edades o tamaños, simplemente: es la ley del más fuerte. 
Somos testigos de un espectáculo de lucha, oportunismo, violencia , pillaje y ante todo: mera supervivencia. El poder comer ese trozo de tripa permitirá el aporte de energía suficiente para poder vivir unos días más.
Junto a estas negras aves de primer año también se encontraban cerca ejemplares de segundo y tercer año, en el que su plumaje en líneas generales ya se va tornando más claro, las plumas negras se van convirtiendo en blancas hasta convertirse en ese uniforme blanco níveo tan característico de los ejemplares ya adultos. Posados son mis favoritos, con todo un elenco de colores y matices en su plumaje. Un muestra:
Y en vuelo me quedo con los ejemplares de tercer y cuarto año, con el plumaje ya mayoritariamente blanco , más adulto que juvenil, pero aún conservando algunas plumas negras que los convierten en los "arlequines de la mar".Un verdadero contraste entre el blanco y el negro.
Ajenos a nosotros y al temporal de barra para afuera, los alcatraces se limitaban a descansar en las aguas tranquilas que les ofrece el interior del puerto, de cuando en cuando disputándose los descartes y las tripas del pescado capturado en las redes que los pescadores arrojaban por la borda de sus pequeñas embarcaciones o repasando su plumaje. 
Al verlos llegar desde el aire siempre hay que estar atento para ver la manera brusca con la que aterrizan en el agua, a veces con la cabeza por delante, buceando a ras de agua:
En vuelo son aves poderosas que destacan por su gran envergadura de alas y su dominio de las corrientes de aire, especialmente en la mar. Dentro del puerto con menos margen de maniobra se mueven de una manera más patosa entre los barcos de pesca, aún así imponentes cuando te pasan justo por encima: 
La parte negativa es observar cómo uno de los jóvenes arrastraba en el cuello los restos de un plástico, y es que somos unos auténticos guarros y el mar es nuestro mejor y más grande vertedero. A pesar de esto el bicho se comportaba y se alimentaba con toda normalidad. Alcatraz con "babero":
A esta comida de supervivencia se sumaban ejemplares de otras especies que venían volando desde otros puntos del puerto alertadas ante tanto movimiento y aleteos rápidos. Destacando la variedad des edades y tamaños de los Gavión atlántico (Larus marinus) invernantes. De esta especie destacaría en mis visitas al Puerto de este año de dos ejemplares: un precioso adulto de tamaño considerable que muestra su agresividad y siempre lo he observado sólo, no dejando que se le acerquen ni otras gaviotas. 
Y por otro lado un joven curiosamente de tamaño pequeño para lo que es la especie y que pasa por ser uno de los recientes gaviones nacidos en el Cantábrico. Esto es bastante significativo dado que es una especie en aparente expansión y que solamente ha anidado y criado con éxito en varios puntos de la costa cantábrica y no todos los años. Este ejemplar concretamente está anillado en Vizcaya   
Detalle de la anilla:
Entre el tumulto de gaviotas, gaviones y alcatraces aparecían mientras tanto a su bola y ritmo los bonitos Cormoranes:
Destacando de entre ellos un precioso Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelismo) un adulto con el plumaje verde metálico y su característico moño verde.
Ante esta algarabía se sumaban de cuando en cuando los bonitos Charrán patinegro(Thalasseus sandvicensis) que a pesar de que directamente no participan en este festín, de vez en cuando llegaban volando patrullando desde arriba en la búsqueda de cualquier pececillo que acuda a su vez al olor del pescado arrojado al agua. Este año parece que hay tres ejemplares invernando dentro del puerto. 
Siguiendo con las aves de menor tamaño metidas en la pitanza, apenas un par de Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus) hacían el amago de intentar pillar algo, aunque entre tanta bestia, parecían saber que sus posibilidades eran mínimas. Una de ellas ya con la capucha en la cabeza casi entera.
Finalmente y cuando ya me iba para casa de vuelta a cuidar mi medio gripazo tradicional de estas fechas, llegó la sorpresa del día y casi que del mes. Una preciosa Gaviota argéntea (Larus argentatus) de tercer invierno, ya casi adulta.
Además de llevar un par de inviernos buscando una Gaviota argéntea y concretamente con este plumaje se da la casualidad de que momentos antes hablábamos Pablo Fernández y yo de que hacía mucho que no veíamos alguna de esta especie en concreto y que si localizaba alguna (dado sus conocimientos sobre láridos y su control del Puerto) me avisara para poder tirarle unas fotos si localizaba alguna.
Fueron tan sólo unos segundos y desde el coche, dado que el bicho estaba alerta en una zona apartada y tranquila del puerto y al verme la muy desconfiada se marchó volando. Con esto daba por finalizado el día de Reyes, la cosa al final no se dio tan mal, verdad?
Un saludo y gracias por los comentarios y visitas!!

EL ESCRIBANO PALUSTRE EN LA RÍA DE VILLAVICIOSA (ASTURIAS)

$
0
0
Hola amigos y amigas
Toca presentaros una breve entrada un tanto diferente a lo habitual en la casa, ya que va a ser más visual que gráfica, así os evito el tostón de la lectura...Hoy tengo entre manos las fotografías que he podido sacarle en diciembre al escaso Escribano palustre (Emberiza schoeniclus) en la Ría de Villaviciosa (Asturias) uno de los sitios que más frecuento habitualmente.
Las fotografías fueron tomadas durante las mañanas de los días 12 y 16 de diciembre en una zona de la Ría propicia para la especie, concretamente cerca de una zona encharcada, con bastante carrizo. Aunque las imágenes técnicamente no son una maravilla y la famosa luz de invierno en esta ocasión no me ayudó al amanecer, para mí ienen un gran valor personal puesto que hasta ahora ya eran al menos dos los inviernos que llevaba detrás de ellos, con unos resultados en líneas generales bastante regulares.
Además pasa por ser una especie escasa como invernante en la zona y se puede afirmar que ya extinguida en Asturias como nidifante, apareciendo aquí durante el invierno en pequeños grupos (o incluso parejas) dispersos por toda la Ría, con un carácter desconfiado que no permite el acercamiento más mínimo, no en vano la lista de depredadores en estas fechas de penurias debe de ser bastante abundante. Sólo hay que fijarse como por ejemplo en un minuto esta ave gira la cabeza hacía arriba varias veces buscando algún peligro que venga desde el cielo:
Rara es la ocasión en la que en estos inviernos pasados los he podido descubrir posados expuestos en zonas abiertas, aunque también hay excepciones:
Generalmente el Escribano palustre lo encuentro o bien en zona de carrizo o con vegetación alta en la que pasar inadvertido con su plumaje pardo o también a veces posados en las ramas de los árboles:
El principal problema para fotografiarlos "decentemente" es que son pocos esquivos y solamente podemos disfrutarlos unos meses al año por aquí, meses además generalmente fríos, lluviosos y con escasa luz solar. Aunque parecen tener cierta querencia por un lugar concreto de invernada este suele ser un lugar bastante amplio en dónde se mueven en busca de refugio o alimento de manera dispersa y que finalmente por norma general no te permiten acercarte mucho a ellos o directamente es inaccesible. 
Los palustres son aves que prefieren ocupar zonas medias o bajas de la vegetación arbustiva no permaneciendo en lugares o perchas por ejemplo altas o muy expuestas y casi nunca aparecen en campo abierto. En definitiva para la fotografía es complicado conseguir sacarlos en las imágenes de una forma cercana y cuando finalmente lo logras se te presenta el reto de lograr que salgan de manera  "limpia", sin ramas de por medio o con el cuerpo cortado, siendo esta un ave además por normal general bastante inquieta:
La diferencia respecto a los inviernos pasados es que en esta ocasión he dejado la cámara de lado y me he centrado primeramente en buscar una localización que pueda abarcar y controlar con el escaso tiempo disponible, pues ni vivo en Villaviciosa ni actualmente puedo salir por semana, y que además ese lugar contenga el ingrediente principal: el ya de por sí escaso Escribano palustre. En segundo lugar, tras encontrar el sitio y al ave, poder obtener cómo digo el tiempo suficiente como para dedicarles un par de mañanas enteras de los sábados. 
En tercer lugar dentro del territorio escogido para invernar, buscar un sitio concreto en el que poder esconderme, que las aves no me vean y que sea además tranquilo para poder esperar que más tarde o más temprano aparezcan por allí y se posen, descubriendo un matorral el cuál parecía haberle cogido el gusto este año un grupito de Escribanos y cuyas ramas más sobresalientes les servían de posadero en ocasiones puntuales. Ramas perfectas para la foto:
En definitiva a pesar del frío, especialmente de la humedad y de la horas muertas esperando por ellos, estoy contento de por fin poder observarlos de manera cercana, con aves confiadas y tranquilas que además me permitieron tirarles alguna que otra foto a solamente unos metros de distancia. Ahora me quedan estos meses para poder mejorar lo anteriormente realizado y sobretodo seguir disfrutando de la especie antes de que se vayan a sus lugares de reproducción.
Si os gusta la especie o la familia de los Escribanos, os recomiendo una entrada anterior que publiqué en su momento.
Los escribanos
Por último os dejo dos vídeos:
Espero que os haya gustado esta breve entrada, y cómo siempre: gracias por las visitas y los comentarios.

EL SOMORMUJO CUELLIRROJO. (Podiceps grisegena)

$
0
0
Que tal mozos y mozas!!
Continuando con la temática que sigo últimamente en el blog de realizar entradas más breves que para vosotros son más amenas y a mi me permiten actualizar con más frecuencia este chisme, hoy toca hablar brevemente del famoso Somormujo Cuellirrojo (Podiceps grisegena) aparecido recientemente. 
Para poder ver a este "bicho" tan precioso me he desplazado recientemente hasta el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, ósea para que nos entendamos: me fuí hasta Santoña, en la vecina Comunidad cántabra.
Ir a hasta Santoña no supone ningún problema para un servidor, que parte con la pequeña ventaja de la comodidad de desplazarme desde la casa de Llanes, lo cuál acorta el viaje en una hora y veinte minutos y 120 kms por cómoda autopista, pero además uno va para allá con la ilusión y casi certeza de encontrarse allí con todos los bichos invernantes que pueda desear, y que aquí actualmente en estos últimos años brillan por su ausencia o en unos números que no podríamos ni soñar en Asturias.
En conclusión, si uno quiere ver aves acuáticas invernantes en el Cantábrico, para mí no hay mejor sitio que éste, por lo que todo "pajarero" que se precie debe de acudir un par de veces al año en peregrinación hasta Santoña, La Meca del Cantábrico en cuánto a aves invernantes.A mi ya me tocaba acudir allá así que estaba buscando la disculpa para hacer acto de presencia por la vecina Cantabria, por lo que la aparición del Somormujo cuellirrojo me vino perfecto para madrugar e ir hasta allá, sin duda una ocasión más para observar a esta especie en mi caso por primera vez, dado que la anterior ocasión en la que apareció esta especie fue en el año 2.013 (también por Santoña) no recuerdo ahora el motivo exacto, pero no fui a verlo. 
Gracias a la consulta de otros blogs de la zona que leo asiduamente ya tenía constancia de la actualidad y novedades del lugar:
Demencia ornitologica 
lapajareranovata 
el camperoinquieto 
faunacantabrica 
naturalezacantabrica
pajareandoporcantabria
y especialmente gracias a las explicaciones del gran Ernesto Villodas, descubridor además del ave junto a su hijo Daniel el 7 de enerotenía claros los lugares y las especies señaladas para esta visita "santoñil" de turno, pues no todo era ver al Somormujo ya que además había un montón de cosas interesantes para observar allí, por ejemplo: pareja de Garceta grande, cientos de silbones y Ánade rabudo, la famosa "barnaclada" de casi 400 ejemplares, Aguila pescadora, el Págalo acosador de reidoras, Morito, 17 Colimbo grande y el chico, Serreta mediana, Zampullin cuellirrojo, Alcas, dos cisne cantor etc. etc.
Así que antes de las 09.00h de la mañana ya estaba sentado en el coche aparcado al lado de la famosa Plaza de toros esperando a que terminara de amanecer, afuera del coche hacía un aire frío bastante desagradable y unos 4 grados de temperatura.
Lo primero que hice fue echar un ojo a la parte de afuera del puerto en dónde suelen posarse los Cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis) preciosos con el moño ya por todo lo alto y con ese color verde metálico que los hace tan atractivos para la fotografía:
A su lado un par de Alca común (Alca torda) buscaban refugio y alimento en las tranquilas aguas interiores del puerto, nada que ver con el movimiento de olas que había fuera del refugio. Es reseñable como seguramente después de los grandes temporales del año pasado han podido mermar (aún más) las ya maltrechas poblaciones de estas bonitas aves, unido a otras causas como por ejemplo los aparejos de pesca, la sobreexplotacion de los caladeros o los vertidos de petróleo en alta mar. 
Ni que decir ya de los parientes Arao común (Uria aalge) nuestro "pingüino" europeo, que este año de momento ni uno he podido ver y hoy (19 de enero) creo que se ha visto el primero en el Puerto del Musel (Gijón). Aún recuerdo cuando después de aquellos temporales terribles aparecían Araos por todas partes, aunque bien es verdad que muchos de ellos en un estado lamentable. Así que si es en estas condiciones, prefiero más no verlos.
Mientras echaba un ojo a los Cormoranes y Alcas con el otro ojo estaba controlando a la vez a otros dos fotógrafos que estaban en la otra punta de este coqueto puerto, por su posición ya me daban también la posición del ave y por la utilización de prismáticos ya me dejaban caer también que el bicho estaba en esos momentos muy lejano y además la luz aún era más bien penumbra. Abajo en la foto el Somormujo a la izquierda escoltado por los Cormoranes en el interior del puerto y "marcado en corto" por los compañeros, muy majos por cierto:
Así que sin prisa pero sin pausa, esperando que se hiciera de día y el bicho se acercara más, me dirigí hasta los amarres del puerto buscando entre los pantanales del interior la silueta de esta escasa y rara ave, ciertamente más tamaño y maneras de Zampullín que propiamente de Somormujo.
Al llegar al lugar indicado el ave estaba tranquila en el centro del puerto, rodeada de más Cormoranes hambrientos, algún Alca más y una bonita pareja de Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) con la que me pude entretener, hacer tiempo y probar configuraciones de la máquina de retratar hasta que la luz y sobretodo el bicho pusiera algo de su parte. 
Así que era cuestión de tener paciencia y esperar a que se moviera, después de una hora de observación ya se veía claramente que ,salvo un peligro mayúsculo, en esta ocasión el ave no iba a salir del interior del puerto hacia aguas abiertas (cómo sí hizo en cambio al día siguiente) ni tampoco mostraba mucha intención de echar a volar repentinamente.
Primero desde lejos y luego desde más cerca tuve la oportunidad de observar a placer a esta bonita y rara ave mientras pescaba, con ese característico "saltito" que pega antes de bucear, pescando peces de entre las algas del fondo del puerto o simplemente se acicalaba el plumaje, pues se ve que no recela mucho de los humanos y de manera confiada se arrimaba a las orillas de cuando en cuando, el caso en definitiva era estar en el lugar concreto cuando esto sucediera.
Las poblaciones de esta especie invernan en la costa atlántica siendo en la Península un ave invernantemuy escaso con años en los que incluso ni siquiera aparece, por eso es una buena oportunidad acercarse a verlo, dado que además el sitio por dónde acostumbra estar el ave no puede ser más cómodo y tranquilo.
A pesar de verlo en estas fechas en las marismas generalmente el resto del año ocupa aguas interiores o con lagos de Finlandia, Dinamarca, Suecia, Polonia, Rusia (alberga la mitad de la población) Hungría o Alemania, sin importarle que estos sean muy extensos, profundos etc. Sin embargo en invierno cambia de hábitat y se dirige preferentemente hacia marismas, estuarios etc. En el mapa de abajo de la Wikipedia se ve claramente: amarillo lugar de residencia, azul lugar de invernada:
Tras la reproducción y esas cosas, los bichos se "dan el piro" y suelen irse hasta el Mar Báltico o Mar del Norte llegando hasta Holanda, escaseando por ejemplo ya en el Norte de Francia o en el Golfo de Vizcaya.
Desde las 09.00h de la mañana hasta que me marché a las 12.00h buscando nuevos objetivos por el resto de espacios que ofrece la bella Santoña y alrededores, tuve la oportunidad de que el Somormujo se acercara lo suficiente como para observarlo incluso sin prismáticos a simple vista sentado en el suelo, una oportunidad única para tirarle un par de fotos desde cerca. Secuencia de inmersión:
Durante este tiempo fueron muchas personas las que se acercaron a ver al bicho, es bastante grato ver cómo otra gente venida seguramente de fuera ,después de madrugar y darse la paliza en coche, se alegraban al llegar y encontrarse con el Somormujo de manera tan fácil y rápida, y además poder observarlo de manera tan cómoda. 
La nota negativa está también en esa otra gente (los que menos) que llegan y arrasan, sacan la foto sin importarles todo lo demás (incluido el propio ave) para luego una vez conseguido el trofeo marcharse por dónde vinieron cargando con sus aparatos caros y mostrando un nulo interés por el comportamiento del ave, sus características etc. dado que sólo se les escuchaba nombres y numeraciones de máquinas y objetivos mientras el ave estaba tranquilamente a apenas una decena de metros.
Por hoy vamos a terminar aquí puesto que próximamente tengo que hablaros de la otra escapada del día por Santoña, en este caso hacía la vecina Laredo, en la búsqueda del también famoso y cercano Zampullín cuellirrojo (va de cuellos rojos la historia...).
Un saludo y gracias por los comentarios y las visitas.


EL ZAMPULLÍN CUELLIRROJO. (Podiceps auritus)

$
0
0
Hola de nuevo compañeros/as
El otro día hablábamos de la visita a las Marismas de Santoña y de la estrella del lugar en estos momentos, el famoso Somormujo cuellirrojo, pues hoy toca hablar del otro de los "objetivos" del viaje a Cantabria, que no era otro que visitar la cercana y bonita Laredo y a su Zampullín cuellirrojo (Podiceps auritus) que pulula por el interior de su gran puerto deportivo. Las presentaciones:
Siguiendo con el relato del día anterior después de dejar en Santoña al Somormujo cuellirrojo bien acompañado por media docena de fotógrafos, a eso de las 12.00 del mediodía puse rumbo a la vecina Laredo parando antes brevemente primero por Cícero y después por la zona del Monasterio de Montehano ya que quedaban de camino, ambos lugares desde donde pude observar todo lo que hay en estos momentos por allá (y que no es poco) Cisne cantor, Garceta grande, grandes grupos de anátidas (destacando la "silbonada"), las famosas Barnaclas carnearas (más de 300), Serreta mediana, Colimbo grande (unos 15 ejemplares diferentes) Colimbo chico...etc. Cícero:
Lo único que me quedó pendiente de ver fueron al Águila pescadora , los dos Moritos y el Págalo parásito"acosador de reidoras", pero por falta de tiempo tampoco les dediqué sinceramente mucho tiempo. Hay que tener en cuenta que incluso comiendo mientras conducía ,por no perder tiempo en este menester, las horas de luz son las que son y el tiempo es efímero (no lo desaproveches: sé feliz). Zona del Monasterio:
Llegar hasta la vecina Laredo no tiene mayor problema o inconveniente, una vez aparcado el coche al lado del puerto quedaba lo más difícil: buscar al pequeño Zampullín entre tanto amarre, pantalán, barcos etc. dado que el "puertito" se las trae en cuanto a tamaño y ciertamente nada más llegar allí pequé un poco de:
y justo me puse a caminar por el lado contrario de dónde se encontraba el ave, por lo que me tocó "patear" y dar toda la vuelta completa al puerto. Por suerte, una vez más había gente observándolo antes que yo, por lo que di con el ave gracias a ellos, en este caso además se trataba de mis viejos amigos Cántabros Belén y Jesús junto a Álvaro Bustamante y un señor no identificado.
He de decir que al escaso y bello Zampullín cuellirrojo ya lo tenía observado previamente aquí en Asturias, dado que casi todos los inviernos se deja ver algún ejemplar por la Bahía de Gijón, pese a que es una de las aves que se va enrareciendo cada invierno que pasa. Casi siempre ejemplares solitarios que suelen asociarse a sus parientes los Zampullines cuellinegros, mucho más abundantes y cercanos.
Todas mis observaciones previas a Laredo eran de aves lejanas, con una meteorología de perros y aves que generalmente no permanecían mucho tiempo en el lugar, por lo que en definitiva tenía especial interés en poder observar a un ejemplar de esta especie de cerca. Es quizás el Zampullín Cuellirrojo el más norteño de los tres, siendo Finlandia el país que alberga el 68% de la población total europea y es también el más escaso de la familia.
En el caso concreto del Zampullín de Laredo, al llegar al sitio adecuado con la lengua afuera ya parecía que ese día no estaba muy dispuesto a posar para las cámaras tal y cómo había hecho días atrás, la cosa no tenía buena pinta y no estaba por la labor cuando después de casi dos horas de espera, ni la luz del día, ni la amplitud del puerto y sobretodo el bicho colaboraban en lograr mi objetivo de verlo de cerca. 
Se ve claramente que el ruido o las ondas producidas por las embarcaciones que entraban al puerto le hacían desconfiar (antes incluso de que el barco entrara) y por eso se alejaba y se mantenía en el centro cada vez que llegaba un barco, en una posición y distancia de seguridad
Calculando con el Sigpac en casa el ave estaba exactamente a unos 170 metros de distancia de nuestra posición, unido a su pequeño tamaño, hacían imposible sacarle una foto decente con el "cascanueces". La verdad es que en esos momentos ya casi lo daba por perdido y nos dedicábamos mientras a mirar las gaviotas, Martin pescador, Correlimos oscuro etc. pues cada vez que parecía que el ave se iba acercando llegaba un nuevo barco y vuelta a empezar...
Cuando ya casi arrojaba la toalla con Laredo y su Zampullín pues aún además me quedaba un tercer objetivo por intentar en mi escapada a Cantabria y las horas de luz ya escasean, al Zampu le dio por relajarse justo pegado a la orilla, pero en la contraria a la nuestra!! (a unos 260 metros de distancia para que nos entendamos) por lo que tocó por segunda vez dar toda la vuelta completa al puerto con todos los bártulos encima.
No os tomes a coña lo del puerto y las distancias, no en vano y según me explicaba el gran Jesús a pie de terreno, asemejándose a los famosos aeropuertos "fantasma" esta fue una obra de 90 millones de euros con 1.200 amarres para embarcaciones pero el problema es que no tiene barcos y el Gobierno Cántabro va a tener que rescatar la obra al fracasar su gestión privada...
Cómo el día estaba saliendo redondo y tenía la suerte de cara, nada más llegar a la otra orilla el bicho comenzó a confiarse y ver que no éramos una amenaza para él, por lo que poco a poco fue acercándose a nuestro lado. Cómo en este lado no entraban barcos el Zampullín estaba tranquilo sin apenas moverse del lugar.
La guinda del pastel fue a las 16.30h de la tarde cuando el dueño de uno de los dos barcos atracados en el gran pantalán amablemente dejó pasar y bajar a todos los fotógrafos reunidos allí, la estampa de ver a media docena de fotógrafos arrastrándose por el suelo desde luego era curiosa...
No es por dármelas de listo pero conociendo a la especie y tras tres horas observando al bicho y su comportamiento poco sociable, nuestra estrategia fue toda la contraria al resto de fotógrafos quedándonos arriba, pues el Zampullín evidentemente al ver tanto movimiento por los pantanales (y eso que la gente fue respetuosa, procurando moverse despacio y no asustar al ave) lo que hizo fue lo mismo que llevaba haciendo toda la mañana al ver un barco llegar, instintivamente alejarse de todos ellos hacía al lado contrario, lado en el que justamente estábamos nosotros ya preparados, por lo que las fotografías fueron a placer.
He de decir que en ningún momento el ave ni se asustó o fue molestada, ya que a los cinco minutos el Zampullín comenzó a confiarse y acercarse a ellos, para delicia del pueblo.
Mi cita con el Zampullín y con Laredo se había alargado más de lo previsto así que si quería cumplir con el tercer objetivo del día antes de que anocheciera, debía de irme ya, por lo que allí dejé a la gente y el ruido de los obturadores a todo trapo, dándole las gracias al patrón del barco por ser tan amable y dejar bajar a la gente. Antes de irme y viendo que no suponía ningún problema para la tranquilidad del bicho, no pude resistirme y también bajé a tirarle unas fotos a ras de agua.
Un saludo y muchas gracias por las visitas y los comentarios y nuevamente darle las gracias a Ernesto por su ayuda y consejos y a Belén y jesús por pasar una agradables horas.

EL PÁJARO MOSCÓN EUROPEO. (Remiz pendulinus)

$
0
0
Hola compañeros/as!!
La escapada a Cantabria dió para mucho por ello vamos con esta tercera y última (por el momento) entrega de la salida. Cómo ya os comenté en anteriores capítulos, el primer objetivo del día fue en Santoña y el famoso y cercano Somormujo cuellirrojo.  
Después de estar gustosamente unas horas con el bicho pasamos a la vecina Laredo y su fotogénico Zampullín cuellirrojo, el cuál se hizo de rogar bastante ese día, por lo que finalmente acudía a mi tercer objetivo del día un tanto mal de tiempo sobre la hora prevista y sin comer... 
Y es que para mi regreso a la Patria había programado parar antes a buscar el último objetivo de día: conocer a la población invernante de Pájaro moscón europeoCuando llegué al lugar indicado ya estaba un tanto desfondado de cumplir con los otros dos objetivos, pero lo que es peor: ya estaba anocheciendo, así que sin más preámbulosme dirigí directamente a la "zona caliente" por dónde deberían de moverse las aves de esta simpática especie.

Si os sincero hasta hace poco tiempo desconocía totalmente que esta especie estuviera presente de manera constante cada invierno y con un buen número de ejemplares en la vecina Cantabria , tan cerca de casa. Dado que por ejemplo en Asturias no aparece ni como reproductor ni como invernante, y que yo recuerde me suena el registro en el año 2.012 de un par de aves capturadas para anillamiento en la Ría de Villaviciosa, poco más.
Al pájaro moscón todos lo asociamos a lo singular de la construcción de su extraño nido colgante pero evidentemente aquí en el norte de momento nos tenemos que contentar con que comiencen a invernar aves procedentes de Europa (Italia, Francia, Dinamarca, Austria, Alemania, Polonia, Balcanes...). 
En invierno parece frecuentar las zonas pantanosas, marismas y sobretodo con abundante carrizo, en dónde forma dormideros, también parece asociarse en grupos a partir de la llegada del otoño, que es cuando comienza a dispersarse a otras zonas, por ejemplo los Moscones del centro y este de Europa se desplazan hasta el sur, llegando algunos de estos ejemplares a la Península Ibérica.
En la Península cría en algunas zonas tradiciones como por ejemplo el valle del Ebro o en algunas zonas del Levante, sin embargo parece que es una de las aves en expansión, especialmente en los últimos 20 años fundamentalmente hacia el Oeste y Sudeste peninsular, apareciendo ya en casi todas las cuencas fluviales importantes. 
Sea dónde sea lo que parece necesario para tener su presencia es una masa de agua y sobretodo un buen carrizal, acompañado de unos buenos álamos, sauces etc. en donde el ave pueda refugiarse, alimentarse y especialmente construirse su singular nido colgante:
Aquí por el momento en la Cornisa cantábrica y parte de Galicia sin embargo parece resistirse dado que quizás ni el clima ni la orografía le son especialmente propicios a esta singular especie, además que tampoco es que andemos sobrados de carrizal en un estado óptimo...
Lo complicado del asunto no fue localizarlos en la zona que ya llevaba bien apuntada y aprendida desde casa, sino que a la hora que llegué ya oscureciendo casi todas las aves que localicé estaban reagrupadas en el interior del denso carrizal, por lo que intentar observarlas allí dentro metidas se hacía muy complicado.Ya no digo fotografiarlos...
Ya desde el principio comprendí que los Moscones no utilizan posaderos ni perchas visibles cómo por ejemplo las puntas del carrizo, sino que prefieren estar ocultos y moverse por la parte baja-media del carrizo, por lo que puedes escucharlos y verlos moverse entre las ramas al lado tuyo y sin embargo no llegar a verlos, a esto se le suma a que el ave tiene un carácter tímido.
A punto de abandonar la misión de fotografiarlos y dejarla para otro día con más calma decidí darme una vuelta por el resto de este bonito espacio antes de regresar para la Patria, con toda la suerte del mundo de que caminando por el sendero en el árbol más cercano al carrizo, estaban posados en sus tupidas ramas un par de ejemplares de esta especie junto a una pareja de Herrerillo y un Mosquitero que curiosamente se empeñaba en darles cera. 
Yo no podía creérmelo después de anteriormente volver loco al sistema de enfoque de la Nikon en el carrizo intentando sacar algo decente y sin cañas de por medio, pero sin embargo allí estaban ahora tan tranquilos soleándose, o pienso que esperando reunirse para bajar al barrizal a dormir, ajenos completamente al paso de personas, bicicletas, perros. 
Al pájaro de la máscara negra destaca nada más verlo de primeras y no se le puede confundir con ninguna otra especie, este singular antifaz es más ancho en los machos que en las hembras. Si os fijas el pájaro moscón no destaca sólo por la máscara de color negro sino que también tiene toda una gama de tonalidades y matices en su plumaje que van desde los bordes marrones en la frente, el dorso de castaño rojizo, el obispillo pardo claro, cabeza blanco grisácea y una cola larga de color gris con bordes blancos en las recreces. 
Destaco dos cosas que me han llamado la atención al observarlo por primera vez aunque sea brevemente y con escasa luz, primero el color acastañado rojizo tan singular que presenta en el dorso de su plumaje. Sin duda precioso, sinceramente para nada me imaginaba un ave con tantas tonalidades:
Por otro lado me sorprendió también encontrarme con un ave con unas patas negras robustas con dedos desproporcionados y que doy por seguro que le serán muy útiles a la hora de agarrarse a los largos y estrechos troncos del carrizo. Fijaros en la fotografía de abajo:
Ya sin apenas luz y dejando la tarea de la fotografía de los Moscones decentemente y con buenas condiciones para otro día, ya de noche me dirigí para casa con la satisfacción de haber cumplido con todas las metas del día. Un día sin duda completo y redondo.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy, cómo siempre: gracias por los vistazos y las palabras.

EL BISBITA PRATENSE (O COMÚN)

$
0
0
Hola mozos y mozas!!
Hoy vamos a charlar un poco de una de las aves que ciertamente pasa por ser una de las más abundantes y conocidas de nuestros campos. Falamos de la Bisbita común (o ahora denominada: pratense). Ave ya digo por todo el mundo conocida pero que también se merece su espacio.
A pesar de que El Corte Inglés ya nos hace el favor de avisarnos (incluso semanas antes) de que el Otoño/Invierno/Primavera/Verano es inminente, no hay nada mejor que observar qué indicios nos proporciona la propia naturaleza para decirnos de que algo está cambiando en el campo.
En cuanto a la flora para mi personalmente no hay nada mejor indicador natural de la llegada del otoño que el Crocus, el cuál en el momento que lo veo florecer en la finca (además lo hace de un día para otro) ya sé desde ese mismo momento que me ponga como me ponga: el verano ha terminado. 
Uno de sus múltiples nombres es precisamente el de "flor de otoño" o también "roba meriendas".
En cuanto a la fauna para mí no hay mejor indicador otoñal que caminar por los praos e ir levantando pájaros pardos del suelo con un característico trinar, pues aunque la Bisbita pratense puede criar en la Península (citado por primera vez como reproductor en 1.972) debe de hacerlo en número muy bajo de parejas.
En definitiva estamos ante el sonido que escucharemos en los siguientes meses fríos, bien sea procedente de aves en paso o seguramente invernantes que finalizada la época reproductora se bajan hasta aquí desde Europa y más arriba para pasar los meses fríos y duros del invierno.
Cómo buen ave parda dependiendo del tipo de la observación puede producir verdaderos quebraderos de cabeza a los observadores en cuanto a su correcta identificación, pues además este ave es bastante sociable y gregaria por lo que en ocasiones puede verse acompañada de otros pájaros pardos no tan comunes. 
De aspecto generalmente pardo con estrías oscuras, presenta un vientre blanco muy rayado. No es por tanto un ave que intente destacar en cuanto a tamaño o colores, dado que tiene que sobrevivir a los también abundantes depredadores que se alimentarán de esta especie durante todo el otoño/invierno.

De cola larga destaca en vuelo por dos singularidades: el reclamo característico que emite al levantar vuelo y que muchas veces nos sirve para identificarlo y descartarlo al momento de otras posibles especies y además porque al volar desplega las plumas de la cola de un color blanco.
Salvo excepciones puntuales, el Bisbita pratense cría en el centro y norte de Europa; existen dos subespecies y aquí tanto la que subespecie que cría (Cordillera cantábrica,Galicia y Castilla y León) como la que acude a invernar entre los meses de octubre y marzo es la pratensisTambién entre la pratensis llegan algunas aves de la otra subespecie: la whistleri, que son originarias de Escocia o Irlanda. Estas se diferencian de las primeras por un tono más verdoso en su plumaje.
Aunque a finales de septiembre podemos encontrarnos con los primeros invernantes no es hasta Octubre cuando de repente en pocos días notamos en nuestros campos como llega el grueso de la población migrando durante la noche, sin embargo cuando llega la primavera el regreso a sus lugares de crianza se produce de manera más lenta y escalonada en el tiempo. 
Parece tener cierta querencia a la zona en la que nació pero también en la que inverna, regresando a uno y otro lugar, ambos separados por miles de kilómetros, año tras año.
El hábitat que suele ocupar es al menos aquí en el Norte, cualquier medio abierto, con preferencia a las campiñas costeras, prados húmedos, sembrados y pastizales etc. Allí podremos encontrarlo siempre caminando por el suelo incansable buscando insectos y picoteando todo tipo de semillas.
Muchas veces es complicado de observar dado el color de su plumaje, su pequeño tamaño, su carácter inquieto y su afición de andar siempre por el suelo, por lo que salvo que levanten vuelo a la vez (por causas naturales o no) es bastante difícil calcular cuántas aves tenemos delante.
Si la observación es lejana, tampoco es fácil separar de sus parientes.También destaca su larga uña posterior, que se puede apreciar bien sobretodo cuando no pisa sobre hierba:
Paso a repasar brevemente al resto de los parientes de la familia que nos podemos encontrar aquí, con aves invernantes, estivales o residentes todo el año. En otra ocasión iré desgranando una a una cada especie por separado.
Bisbita arbóreo en un robledal cántabro de la zona de Potes en el verano pasado:
La misma especie esta vez en un bosque a las afueras de Gijón: en el mes de junio
Después pasamos a las dos especies de patas oscuras. Primero el Bisbita alpino (Anthus spinoletta) en un campo de maíz recolectado, en la rasa costera del Llanes de este pasado ya Otoño:
Abajo la misma especie pero esta vez en verano y con su plumaje de gala, cambiando totalmente de hábitat, en este caso en una pradera alpina de la Montaña Central asturiana. Es el único de la familia que permanece con nosotros todo el año:
Además de estos dos podemos también encontrarnos en invierno con el Bisbita costero (Anthus petrosus), ave que llega con pocos efectivos a la zona costera cantábrica, cómo límite de su invernada. Por ejemplo este ejemplar que se ve mal entre las algas de la Playa de Bañugues (Asturias). A mi me llama la atención por su "plumaje sucio":
O en cambio con el Bisbita campestre (Anthus campestris) durante el periodo estival. Este ave me encanta particularmente por su tamaño y sus rasgos estilizados de cabeza alargada. A cada primavera le reservo siempre unas horas durante mis escapadas a la montaña:
Finalizando las aves de la familia Bisbita que podemos encontrarnos por aquí, quedarían los más raros o escasos, cómo el Bisbisa gorgirrojo(Anthus cervinus), el cuál no he tenido aúnel placer de observar aún, y por último el Bisbita patilargo o más conocido como de Richard (Anthus richardi), el cuál aparece por aquí en el Norte de manera escasa pero que no falla a cada invierno:
Lo de patilargo no le viene nada mal dado la longitud de sus extremidades inferiores, que se aprecia bien cuando lo vemos posado:
Espero que os haya gustado la entrada de hoy del conocido Bisbista pratense no por ello no deja de ser un ave interesante y que siempre nos alegra nuestros paseos campestres.

Un saludo!!

EL LÚGANO. (Spinus spinus)

$
0
0
Hace quince días tuve la suerte de pasar una fría mañana en compañía del gran José Antonio García, un clásico de la ornitología asturiana; ambos nos encontramos cuando buscábamos por separado al famoso Escribano pigmeo y ,aunque finalmente no encontramos a la susodicha ave, al menos pasamos un rato de charla entretenido (incluido pincho y café caliente por cortesia del amigo José).
Dando una vuelta juntos por la amplia zona en la que teóricamente se movía el bonito Pigmeo, José Antonio paró en seco mientras hablábamos de la actualidad medioambiental cuando llegamos a la altura de un bonito y solitario Aliso, el cuál cargado hasta los topes de semillas se erguía en mitad de lo que hace meses fue un basto maizal, cerca del río. Comentaba mi compañero de fortuna que había visto días atrás un par de Lúganos en él y ambos comentamos lo caros que se han vuelto esteinvierno, escaseando en casi todas las zonas en las que todos los inviernos se dejan ver, siguiendo por otro lado la tendencia general del resto de aves invernantes que nos han visitado este año. 
Al Lúgano que por cierto no sé si ahora se le llama así o tal vez habría que decir más correctamente: Jilguero lugano, cuando no me da por cambiarle el acento y llamarlo Lugano...Aunque sinceramente yo lo de: Jilguero personalmente no termino de verlo muy similar (al menos en colores):
Lo conozco de las tres formas descritas que aparecen habitualmente en las guías: la primera (que es lo más normal)su presencia habitual en el invierno formando pequeños grupos divagando por nuestros campos, lo conozco tambien cuando de formaexcepcional en primavera les da a alguna pareja por criaraquí, y por últimocuando parece que a cada ciertos años irrumpe masivamente (el famoso "influx") en nuestros campos durante los fríos inviernos en númerosmuy superiores al de las invernadas anteriores.
Aún recuerdo por ejemplo la del año 2.006 (creo) en la que una bandada de Luganos me despertaba todas las frías mañanas en la casa de Llanes, con ese trino fino tan singular que se escucha sin embargo bien incluso a distancia, pues el Lugano es un ave que primero se le escucha y luego se le observa. Yo con aquellos conocimientos primarios de fotografía y con un equipo más modesto, hacía lo que podía en aquellos lentos amaneceres del invierno llaniscos:
Las ventanas aún eran las antiguas que dejaban pasar todo el ruido (y el frío...) del exterior y las avecillas tenían por costumbre posarse en los arbustos de delante de casa a cada amanecer. Después de esto nunca más volví a ver por allí un caso parecido con esta especie por allí.
Las poblaciones de Lugano son migratorias y suelen llegar a nuestras tierras a lo largo del mes de Octubre, esto parece depender de la disponibilidad de alimento o de las condiciones climatológicas, por lo que si además la temporada de crianza ha sido exitosa podemos encontrarnos con que a cada X años pueden darse las condiciones favorables para la llegada masiva de esas famosas oleadas de Luganos de manera repentina.  
Pero habitualmente si queremos dar con ellos debemos de esperar a los meses de invierno cuando las aves procedentes del resto de Europa se juntan formando bandos y divagan durante todo el invierno por nuestros campos, en busca de la rica y nutritiva semilla, con preferencia por las de los Alisos, árboles que abundan en las orillas de nuestros ríos, así como también otras especies arbóreas como por ejemplo los Abedules. Para poder verlos, al menos aquí en Asturias, no hay nada mejor que irse a las orillas de un río en la que sepamos de la presencia de esta especie de árbol.
A pesar de que no son aves asustadizas, que acuden en grupo y que además no rehuyen de los parques urbanos o la presencia humana, fotografiar Luganos no es tarea nada fácil, dado que normalmente suelen ocupar las partes altas de las ramas de los árboles y se comportan como verdaderos equilibristas, alimentándose con su pico especializado en semillas en todas las posturasinverosilimes que nos podamos imaginar. También hay veces en las que les da por bajar del árbol y andar por el suelo a la búsqueda de semillas maduras ya caídas de los árboles.
Ave muy activa, a veces boca abajo, moviéndose incansablemente de rama en rama y con ese color amarillode su plumaje tan parecido a las propias semillas del árbol hacen que las cervicales, el foco de la cámara y especialmente la paciencia se acaben enseguida, además de que no siempre los árboles de las orillas del río son tan accesibles o también suele darse el caso de que vayas a verlos a una orilla y se encuentren en la otra contraria, con el rio de por medio.
Pero lo que sí es más difícil es encontrarlos en la última forma en la que se presenta aquí, fuera de la época invernal y además criando. Si anteriormente era en invierno un ave gregaria, social y mansa, formando amplios bandos, divagante y que habitaba nuestros campos, campiñas y orillas de ríos, ahora en cambio durante la primavera se vuelve un ave territorial que cría en la montaña, de carácter tímido y con preferencia por nuestros pinares y si son pinos maduros con algo de mezcla de otras especies cerca: mejor.
Además no suele ser abundante criando puesto que se estimaban en el año 2.003 unas 300 parejas para toda la Península, siendo los Pirineos su principal bastión. He leído que uno de los nombres que recibe es precisamente el de: "jilguero de los pinos". En esta ocasión no pongo mapa de distribución puesto que dependiendo del año puede haber zonas que ocupe y otras en cambio en las que no aparezca.
Buscando el año pasado al escaso Verderón serrano ,con el cuál podemos llevarnos algún susto dado su parecido tamaño y colores del plumaje, además de que en época de cría pueden compartir hábitat:
Sin embargo encontré una pareja de Lugano en medio de amplios pinares en las altas Sierras Occidentales astures. Mirando las fechas puede ser que aún fueran invernantes rezagados algo vagos a la hora de marcharse a sus lugares de cría, pero no es extraño que por la manera de trinar, por estar ya emparejados y por el lugar en el que me encontraba, posiblemente formaran parte de esas escasas parejas nidificaresque ,de cuando en cuando, crían aqui en Asturias.
Siguiendo con los parecidostambién si la observación no es buena o es lejana podemos confundirlo con otros parientes alados, como por ejemplo se me ocurre el Verdecillo o también el Verderón:
A mi juicio los Luganos son de las aves más erráticas que nos podemos encontrar con una ausencia de filopatria total y esta es para mí su principal característica, dado que de un año a otro pueden cambiar tanto su lugar de cría, de alimentación o incluso de invernada. Por si no fuera poco, fijaros si es errático que incluso en los años en los que la climatología y el alimento le son propicios y pueden permitirse realizar dos nidadas diferentes, pero eso sí: cambiando de lugar.
Otra singularidad es que es de las pocas aves que realizan el "allofeeding", esto que suena tan anglosajón no es ni más ni menos que en los grupos de lugano que observarmos habitualmente hay en realidad una invisible estructura muy jerarquizada en la que los subordinados literalmente alimentan a los líderes del grupo, ¿Cómo lo hacen? regurgitándoles las semillas. Curioso, verdad?.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, aún por fechas estáis a tiempo de salir a la búsqueda de los Luganos, pero daros prisa que enseguida se irán hasta el año que viene, o tal vez no...

Un saludo y gracias por las visitas y los comentarios.





LOS COLIMBOS (GRANDE, CHICO Y ÁRTICO).

$
0
0
Hoy vamos a hablar de la parte de los representantes de la familia Gaviidae que podemos encontrarnos aquí en el Norte Cantábrico. Los Colimbo son aves acuáticas habitantes del Hemisferio Norte allá donde cagan cubitos de hielo, por lo que a cada invierno la población de esta y muchas otras aves emigran hacia el Sur, en dónde las condiciones climatológicas y el alimento les son más favorables, para luego regresar de vuelta con la llegada de la primavera. 
Algunos ejemplares llegan hasta aquí y en las costas del Norte para invernar a refugio en sus bahías y puertos en dónde podemos encontrarnos con un poco de fortuna con los tres representantes: El Colimbo grande, el chico y finalmente el Ártico. Cómo curiosidad durante años se agrupaba en la misma familia a los Colimbos y a los Somormujos.
Quién ha visto de cerca a un Colimbo o se ha detenido a observarlos durante un tiempo sabe que es una de las aves más especializadas para la vida acuática, con unas patas situadas en la parte posterior de su cuerpo, muy atrás del tronco que hace que si alguna rara vez tenemos oportunidad de verlos fuera del agua, observaremos entonces a un ave muy patosa que se mueve casi a rastras o dando pequeños saltos sin poder mantener el equilibrio. 
Para poder volar, a pesar de que en el aire tienen un vuelo fuerte, necesitan batir las alas constantemente y correr sobre el agua una larga distancia para poder lograr despegar, salvo el Colimbo chico que parece que es el único que puede despegar desde tierra. Es el precio de su especialización, que fuera del agua son un desastre.
Para poder sobrevivir en este medio además cuentan con los tres dedos delanteros unidos por la famosa membrana interdigital, por lo que realmente no son patas: son remos, lo que les hace poder moverse fácilmente entre las olas, desplazarse de un lugar a otro rápidamente y sobretodo poder bucear sin esfuerzo para lograr capturar su alimento debajo del agua. Cuentan además con un cuello alargado que termina con una cabeza provista de un pico que es un verdadero arpón
Lo que más me llama la atención al verlos de cerca es su ojo rojo y su gran pico, un cuchillo en toda regla. Aves zambullidoras se dice que pueden bajar hasta los 60 metros de profundidad, pudiendo mantenerse debajo del agua hasta 90 segundos. A mi lo que me soprende es el poco agua que levantan cada vez que se sumergen, por ejemplo este Colimbo ártico:
O este Colimbo grande:
A menudo mientras se desplazan en el agua pueden tener la cabeza sumergida buscando su próxima presa mientras avanzan por el agua. Es un comportamiento un tanto curioso que sorprende mientras lo observas pescar. Deben de tener una vista bastante buena para poder encontrar alimento de esta manera en el fondo marino. Cómo por ejemplo este precioso Colimbo chico:
Lo habitual es que con las presas grandes que capturan, especialmente cangrejos, salgan a la superficie del agua a despedazarlos para seguidamente engullirlos, como es el caso de este Colimbo ártico:
Tienen otra peculiaridad y es en época de cría habitan lagos, estanques y zonas tranquilas de los ríos de agua dulce, en cambio cuando llega el invierno emigran a las aguas saladas marinas. Son aves monógamas con una gran longevidad pudiendo vivir hasta 20 años y alcanzando la madurez a los dos años de vida.
Para comenzar a hablar de los tres Colimbos presentes durante el invierno en nuestras costas empezaré por el más común de ellos, teniendo en cuenta que tampoco es que yo sea un experto en este tipo de aves. El Colimbo grande (Gavia immer) es de los tres Colimbos el que aparece con más frecuencia y en mayor número por nuestras costa Cantábrica, sus estuarios, bahías y rías, especialmente en Galicia y Asturias. 
Las aves que observamos proceden del Hemisferio Norte, tanto de Groenlandia, Islandia etc. Generalmente inverna en la costa del Pacífico y del Atlántico llegando a las costas británicas o al noroeste gabacho y algunos ejemplares llegan hasta nuestro litoral, siendo ya más raro que lleguen al Mediterráneo o el Norte de Marruecos.
Es el más grande de los tres y destaca también por su frente abultada y cuello ancho que lo distinguen bien de los otros dos colimbos que podemos encontrarnos; los Colimbos mantienen la línea de flotación baja por lo que muchas veces solamente les vemos sobresalir del agua poco más que la cabeza, el cuello y una parte del dorso.
También destaca por su gran pico, recto, ancho y con forma de puñal, con el que puede capturar todo tipo de peces y cangrejos, los cuáles despedaza fuera del agua con un par de movimientos de cuello, sin embargo habitualmente los peces o pequeños crustáceos que captura hábilmente los come debajo del agua. Secuencia de lo dicho:
Este robusto colimbo durante años fue un invernante habitual de nuestras costas llegando aquí sobre el mes de octubre/noviembre, sin embargo hasta yo (que llevo cuatro días en esto..) he notado un bajón considerable, a cada invierno que pasa veo menos ejemplares de esta especie en los mismos sitios en dónde hace unos años se veían frecuentemente.
En el año 2.004 la SEO hacía una estimación de unos 270 a 340 ejemplares en nuestras costas, cifra que hoy en día a mi personalmente se me hace muy generosa y tal vez excesiva, más teniendo en cuenta que el lugar en el queactualmente podemos encontrarnos mayor número de ejemplares de esta especie son las Marismas de Santoña, en cuyas aguas se llegaron a contar entre 15 y 17 ejemplares diferentes, siendo la mayor cifra de todo el Cantábrico.
En el resto de zonas habituales de invernada de esta bonita especie, ya nos alegramos si este año observamos un par de ejemplares juntos, así que no sé de dónde pueden aparecer ya no digo 270 ejemplares invernando que aarecen en el censo, sino tan siquiera 100 de ellos.
El siguiente de la lista es el Colimbo chico (Gavia stellata). Si acabamos de hablar del más grande de los tres ahora en cambio toca hablar ahora del más pequeño de los Colimbos. 
Cómo veis en poner nombres a las aves no nos solemos romper mucho la cabeza...
Abajo: Mapa "chorizado" de la Wiki, en amarillo: zona de cría, en azul: zona de invernada.
Aunque generalmente no sea un ave invernante muy numerosa por aquí, es el colimbo más abundante en las regiones en dónde vive el resto del año y aparece con una mayor distribución
Para los que nos somos "duchos"en la materia (y menos aún en aves marinas) la diferencia entre este Colimbo y el C. Grande queda claro en cuánto a la comparación entre el tamaño desigual de ambos, también en cuanto al grosor del pico y cuello y aspecto general.
En cambio puede causar cierta confusión con el otro Colimbo, el Ártico, del cuál se diferencia por tener éste una mancha blanca en el costado muy visible y el típico dorso escama. 
El cuello alargado de color blanco y la línea de flotación más baja lo distinguen tambien de otras especies como por ejemplo el Cormorán o el Somormujo.
Personalmente yo al Colimbo chico lo diferencio bien evidentemente por su menor tamaño, pero también ayudan su cuello y cara blanca hasta el ojo. Además el cuello es del mismo grosor que la cabeza lo que le da un aspecto singular junto a su pecho plano, la cabeza es más pequeña y redondeada, con un pico delgado, de punta redondeada y ciertamente si lo observamos de cerca vemos que está ligeramentecurvado hacía arriba.
El Colimbo chico nidifica en Escandinavia, Siberia y Norte de Rusia o también el Norte de las islas británicas, Islandia, Finlandia (en el 2.013 apareció uno en El Abra anillado en este país), Groenlandia, Alaska o Norte del Canadá. En invierno lo podemos encontrar en nuestra costa, en la Atlántica llegando incluso a Huelva. Siendo ya escaso en el Mediterráneo.En las Marismas de Santoña en Enero de este año se han localizado un máximo de hasta 5 ejemplares diferentes de esta especie.
En Asturias por el momento este año no he visto ninguno y me temo que viendo la fecha en la que nos encontramos no creo que aparezca ya ninguno. Sin embargo recuerdo los dos ejemplares del año 2.012 que aparecieron en Luanco y que se observaron muy bien, eran un joven y un adulto.
Isocero
También el ejemplar que apareció en el  2.011 en la Playa del Arbeyal (Gijón), por otro lado buen lugar para observar aves marinas en invierno y fotografiarlas a una distancia buena, siempre con un poco de fortuna de nuestro lado.
En último lugar tenemos al bonito Colimbo ártico (Gavia arcaica) que se diferencia del Colimbo chico por un tamaño algo mayor y un cuello más grueso. El pico es recto y si el del Colimbo grande era un puñal, el del ártico es una pequeña daga afilada. 
A largas distancias se diferencia bien por la mancha blanca en el costado, situada casi al final del cuerpo y pegada a la cola. Tiene además un poco más de pecho y de frente que el Colimbo chico (si el Colimbo grande gasta una 120 de pecho y el Colimbo chico está plano, éste en cambio gasta una 90).  
Para mí es el más esbelto de los tres. Os pongo abajo tres cutre fotos para que veaís la diferencia entre el Colimbo grande y el artico. Podeís observar en primer lugar una foto tomada desde lejos en la que la silueta de ambos ya canta
En las fotos de abajo más cercanas se observa ya una evidente diferencia en cuanto a cuello, cabeza y pico, así como de color del plumaje:
En Europa se reproduce en Escocia, Finlandia, Suecia, Noruega o en la zona oriental del Mar del Báltico. De los tres Colimbos que invernan por aquí es el que nos visita más  escasamente y en menor número de ejemplares. 
En las Marismas de Santoña (cómo veis es el lugar de referencia que utilizo en la costa cantábrica) este año cuentan solamente con un ave invernante de esta especie.
Al igual que los otros dos, cuando la cosa comienza a ponerse fea y los lagos comienzan a congelarse abandona su territorio bajando hacia otras latitudes más beneplácitas en lo metereológico, por ejemplo inverna en nuestras costas cantábricas y atlántica o en menor media en la costa catalana.
En Asturias este año he podido localizar un ejemplar en el Puerto de El Musel (Gijón), puede que sea el mismo ejemplar que Clemente observó el pasado Sábado 7 de febrero en la aledaña Playa del Arbeyal:
Un bicho sin duda guapo y escasoal que tuve la oportunidad de poder observarlo en algún momento bastante cerca, deleitándome con sus típicos estiramientos:
Cómo el aviso de Clemente me pillaba de regreso a casa, no desperdicié la oportunidad de acercarme a la playa y tirarle unas fotos antes de la entrada del temporal. Sin duda el ave se mueve incansablemente por toda la zona, pues en un momento dado lo tenías en la orilla de la playa y a los 5 minutos en cambio ya le perdías de vista alejándose fuera de la Bahía:
Que yo recuerde el último año moderadamente bueno para Colimbos fue en el 2.010, desde entonces parece que a cada año menguan, cada vez de una manera alarmante y no será descartable que siguiendo esta tendencia en un futuro próximo ya incluso el Colimbo ártico sea catalogado como Rareza.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, cómo siempre: gracias por las visitas y los comentarios.


BÚHO CAMPESTRE. (Asio flammeus)

$
0
0
Hola amigos
Cambiamos radicalmente de especie y también de hábitat respecto a la anterior entrada publicada en este humilde blog, hoy vamos a hablar de un ave que cuenta de una gran simpatía admiración parte no sólo del público generalsino también del especializado porque si nos paramos a pensar sinceramente: ¿A quién no le gustan los búhos?. 
Toca hablar por tanto de la anteriormente mal bautizada: Lechuza campestre y ahora denominada (más acertadamente para mi gusto) cómo: Búho campestre (Asio flammeus).Partiendo de la base que en estos diez años de pajareo "más intenso" ni personalmente cuento con grandes observaciones de esta especie, ni por tanto tampoco hay en el disco duro grandes fotografías de estos avistamientos. 
A diferencia de los otros miembros de la familia, el Búho campestre es el que manifiesta unos hábitos diurnos; todos alguna vez hemos visto o mejor dicho: escuchado a algún Cárabo despistado a mitad de la mañana reclamar en la inmensidad del bosque o algún Mochuelo especialmente activo al mediodia cambiando de posadero o de tejado etc. 
Pero generalmente son situaciones un tanto atípicas para estas especies nocturnas, dado que cuando realmente están activas es durante la noche o bien en las horas crepusculares. Sin embargo al Búho campestre aunque si bien también tiene preferencia por moverse en las primeras oúltimas horas del día, bajando su actividad en las horas centrales (por otro lado, como la mayoría de especies) es la única que podemos observar activa a cualquier hora del día.
Otra de las cualidadesque destacaría de esta especie es quetiene un comportamiento gregario, pudiendo reagruparse para formar dormideros durante el invierno. En este sentido siempre recordaré ir caminando por las tierras zamoranas en compañia de la Santa y del gran Roberto Menéndez e ir observando Búhos posados juntos en todo aquél promontorio que levantara o destacara un par de palmos sobre el suelo, llegando a contar varias decenas de ellos sólamente en una tierra recién arada. 
Finalmente, cuando llega la época de crianza cambia de tercio y se comporta como una especie territorial e incluso agresiva con otras especies o incluso con sus mismos congéneres con los que antes compartía dormidero amistosamente.

Otra de las diferencias con el resto de nocturnas es que junto al Autillo oal Búho chico es un ave netamente migradora, errática y nómada. Hasta hace unos años la presencia de esta especie se ceñía a los ejemplares que llegaban en invierno procedentes del Norte y Centro europeo y que venían aquí a pasar lo mejor buenamente posible los meses más fríos y más escasos en cuanto alimento, si bien en la década de los 90 parece claro que hay también asentada una población reproductora peninsular propia, especialmente en Aragón, Castilla y León, La Mancha, Extremadura.. 
La zona más interesante para la especie en la Península parece ser que es la Tierra de Campos (Valladolid, Zamora, León y Palencia) con un hábitat apropiado para la especie: zonas abiertas, sin apenas vegetación y sólamente con algunos matorrales y árboles combinadas con áreas cultivadas junto a otras de barbechos y rastrojeras.
En cambio los ejemplares migradores del Nortey Centroeuropa parecen escoger también otros lugaresde la Península para invernar que a priori no tienen nada en que parecerse a las llanuras de la Meseta, cómo por ejemplo mi amada Cornisa cantábrica o el litoral Levantino y Andaluz, Valle del Ebro o incluso las Islas Baleares, Canarias...
En Asturias contamos casi todos los inviernos con la presencia regular de algún ejemplar, este invierno por ejemplo en la rasa costera del Occidente ástur, así como también en la otra punta, concretamente en la Ría de Villaviciosa. De ambas observaciones contamos con las fotografías impresionantes de otros compañeros como son Gilberto Jardón o Miguel Puente.
Llamparego
Cuaderno del Migue
El aumento de su poblaciónparece tener relación a varias causas entre las que destacala disponibilidad de su alimento predilecto, generalmente el Topillo campesino (Microtus arvalis) que tan famoso se hace cada ciertos años en los medios de (des)comunicación por arruinar las cosechas de los maltrechos agricultores cuando les da por reproducirse a lo bestia y convertirse en plaga, como por ejemplo la del año 2.007. 
Su Protección frente a la caza y especialmente su valoración en estos últimos años por las gentes del campo como el mejor (y gratuito) aliado frente a los roedores(el Topillo supone el 70% de la dieta estudiada en el contenido de las egagrópilas), hacen que los números de Búho campestre parece que hayan mejoradoúltimamente, eso sí siempre pendiente del filo de una alteración de los usos del campo y de su alimento y de cuánto raticida esté aliñado.
En cuánto a mis observacionesde la especie en estos años he tenido la suerte de observar en inviernotanto a los escasos ejemplares aquí en Asturias, cómo a los abundantes Búhos invernantes en Villafáfila (Zamora) dónde se han llegado a contar grupos de 20-30 y cerca de 40 ejemplares, también algún ejemplar en paso otoñal o finalmente en primaverahe podido ver a los escasos búhos nidificantes en la Tierra de Campos. Cómo veis: hay un poco de todo.
Me quedo con varios momentos gratificantes de todas estas observaciones obtenidas como por ejemplo el que os comentaba antes de ir caminando al oscurecer e ir viendo un bicho posado y otro y otro más casi juntos en las tierras recién aradas de la fría llanura zamorana en el invierno del año 2.014 que por otro lado pareció ser un año bastante prolífico para la especie.
También otro "momentazo" fue en el otoño en Llanes (Asturias) mientras miraba para la mar en La Talá y ví como desde la lejanía iba avanzando directamente desde la mar hacia mi posición un ejemplar completamente agotado, con ese aleteo tan característico.
Desde finales de septiembre podemos observar con un poco de suerte el paso migratorio de estas bonitas aves, seguramente procedentes de Europa que bajan para pasar el invierno, en este caso el ejemplar que llegó a sobrevolarme por encima sin que yo me moviera (hay que tener suerte con todos los kms de litoral que tenemos..) estaba completamente exhausto, por lo que al llegar tierra literalmente se tiró al primer matorral que encontró superado el acantilado.
Con el ave totalmente inmóvil agotada recuperando fuerzas a pocos metros míos, podría haberme aprovechado de la situación y haberle sacado las mejores fotos que uno pudiera pensar de esta especie tan escasa en Asturias, pero las circunstancias eran las que eran y decidí ante todo respetar al ave y no intentar meterme entre el matorral para poder fotografiarla, así que el ave perfectamente camuflada en el suelo finalmente pudo descansar a pocos metros del paso de caminantes, perros y bicicletas ajenos al ave que tenían a solamente unos metros escondida.
Finalmente el tercer momento vivido con esta especie es sin duda cuando se ponen en plan de caza. El búho campestre puede cazar o desde un posadero lanzándose en picado sobre su víctima o en cambio cazar en vuelo, generalmente utiliza esta segunda táctica, pues es raro verlo posado por ejemplo en un árbol. 
Quién ha contemplado esta acción sabrá lo que digo cuando literalmente quedas embobado mirando como el Búho comienza a volar a campo abierto inspeccionando desde el aire el suelo, realizando quiebros y picados al momento que observa una presa en el suelo, pues caza con la vista y no con el oído, despliega las largas alas extendidas y las mueve de manera lenta, ondulada.
Otra singularidad es que es el único búho que construye nido, concretamente en el suelo perfectamente camuflado entre los rastrojos o lindes. Ciertamente el mismo no es una maravilla de la ingenieria ni deben de perder mucho tiempo en la construcción del mismo sino que se limita a arrimar las hierbas más cercanas al mismo, pero algo es algo. 
Voy cerrando el chiringuito por hoy con el recuerdo de mi última observación de la especie hace una semana en el occidente asturiano, casi al anochecer con un búho tirándose continuamente en vuelo sobre aquellos pajarillos insensatos que buscaban refugio en el suelo. Me sirvió como terapia contra el estrés equivalente a dos días de balneario...
Espero que os haya gustado la entrada. Un saludo!

Un Pechiazul en la ciudad (Luscinia svecica)

$
0
0
Hola amigos!
La gran ventaja de las redes sociales y de la comunicación actuales es que te permiten conocer y compartir las observaciones casi en el mismo instante en el que se producen las mismas, esto (aunque con matices y sus cosas negativas, que también las tiene...) supone un gran avance dentro de este "mundillo": una variedad de observaciones y observadores, rapidez, comodidad, fluidez e información al momento, dado que además también al avistamiento de una especie le podemos adjuntar fotografías, vídeos, precisar el punto concreto de la observación etc.
Atrás quedan tiempos "prehistóricos" en los que las citas eran información privilegiada que se comunicaba casi siempre a posteriori, cuando el ave seguramente ya no estaría presenteo tal vez tuvieras suerte si cayeras en gracia al observador y se acordara de tí en esos momentos.En último lugar el acceso a la tecnología hace que el público general también participe, especialmente con fotos de bichos que se encuentran, esa práctica de fotografiar todo lo que les llame la atención, o que aparezcan publicados en redes sociales etc. En definitiva: todo suma.
Todo este rollo inicial viene dado por el curioso descubrimiento de un Pechiazul (Luscinia svecica) hace unos días en el mismo centro de Oviedo, en un lugar humanizado en el que ver un gorrión, una paloma o como mucho una lavandera ya es algo significativo
Y en verdad no es que seOviedo una ciudad especialmente acogedora para las aves (ojo dicho por un "carbayón" de pro exiliado en Gijón). Gracias a Alipio y su foto del móvil y el posterior aviso de Xuan Cortés creo que una gran cantidad de aficionados podremos disfrutar de un ave especial, en un lugar digamos: atípico.
Los animales no dejarán nunca de sorprendernos y más en este caso concreto con una especie escasa y ya de por sí poco común, cuyo hábitat es además el de las montañas allá donde cría (por encima de los 1.000 mt.) o por el contrario en lasmarismas/humedales durante los periodos de migración o de paso.
Personalmente al Pechiazul lo tengo bien observado además en los dos ambientes (tan dispares) por los que se mueve en Asturias y en las dos épocas en la que lo podemos ver. Entrada publicada anteriormente en el blog:
el-pechiazul-luscinia-svecica
Bien en la Ría de Villaviciosa (Asturias) especialmente en el entorno del Cierrón en dónde cada año se deja ver algún ejemplar en un ambiente típico de marisma en esa época o en cambio todos los años durante la primavera-verano le reservo un par de días en las montañas de la Cordillera cantábrica, en los últimos bastiones en dónde cría.
Verlo ahora aquíproduce una grata sorpresa, por un lado por lo ya comentado del lugar peculiar elegido por el ave para descansar, seguro que en un momento dado decidió parar su migración durante su vuelo nocturno para reponer fuerzas o se encontró de frente con unaclimatología adversa de estos días. 
Pero también resulta especialmente curioso verlo tan confiado y comportándose como un ave mansa, aguantando sin moverse la proximidad de coches, perros y paseantes por encima incluso del nivel de aguante de los propios gorriones urbanos.
Para nada hablo de utilizar las"tácticas ninja" aprendidas para lograr finalmenteacercarte arrastrándote, haciendo el camaleón, el muerto, la croqueta, la estatua, el árbol, el perezoso, el bicho-bola etc. logres con ello aproximarte, sino que incluso es el ave la que se acerca a tí, sin que pongas empeño alguno de mostrarte inofensivo o invisible.
Así nos ocurrió al gran David Álvarez y a mí que pasando olímpicamente del ave tras estar un rato observándola, hablando de lo divino y lo humano, el ave mientras tanto voló del seto elegido como guarida hasta el banco que ocupabamos ambos, apenas a 2 metros de mi espalda.  
Yo en principio visto lo visto le daba la "tabarra" a David de que si el ave tenía mala pinta, que si estaba encogido, que si volaría o no bien, que si el comportamient era raro...pero a los pocos minutos parece que el bicho "resucitó" y desde ese momento se comportó a lo ratón buscando incansable por el suelo cualquier tipo de alimento, ya fuera entre las hojas caidas del interior del seto.
Entre el bordillo y el asfalto caminando bien por la misma carretera o por la acera:
Cruzando hasta el cesped del pequeño jardín aledaño, con los parterres de fondo: y que tanto le gusta al amigo David esta composición bucólica, debe ser que se ha vuelto un "blando"...
O incluso sacando merucos porlos bordes de lasalcantarillas:
El plato fuerte vino cuando de repente le dió por meterse dentro de la propia alcantarilla, traspasando la reja sin problemas como si fuera un ratón:  
En ese momento fuímos hasta allá asustados para ver si le había pasado algo o si lograría salir de la alcantarilla, pero el ave salió con toda la tranquilidad del mundo y sin ayuda, colándose entre los barrotes de nuevo para salir a la calle de nuevo
Sé que hay grandes estudios, trabajoscientificos y publicaciones de esta bonita especie pero no creo que abunden las observaciones de Pechiazules que sean tan dóciles, urbanos y además "alcantarilleros".
El día no era lo más propicio para la observación de avesy el bicho, por cierto de la subespecie "azurensis", por momentos se encojia y quedaba inmóvil posado en el bordillo y yo mientrashaciendo lo mismo en el de enfrente, así uno frente al otro con la acera de por medio pasamos el resto de tarde.
Me alegré de que más gente se fuera acercando a observarlo gracias a la llamada de las redes sociales que os comentaba, especialmente por las personas que no lo habían observado nunca y se les resistía (un saludo Inma!!). Yo me dí por satisfecho, así que debajo del seto dejé al ave tranquila.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy, cómo siempre: gracias por las visitas y los comentarios!!

CÁRABO COMÚN. (Strix aluco)

$
0
0
Hola gentes!!

Sé que no tengo esto últimamente muy actualizado pero las obligaciones laborales y familiares me mantienen alejado de la pantalla del ordenador, unido a que en primavera hay que aprovechar el escaso tiempo libre para salir y observar, hace que en definitiva no me dé mucho por actualizar esto de manera muy frecuente. 
Por ejemplo en estas últimas semanas, buena parte de este escaso tiempo libre la he dedicado casi por entero a la observación de las evoluciones de una familia de Cárabos (Strix aluco) en plena campiña asturiana. Pocas ocasiones se me van a presentar tan buenas como ésta...
Particularmente no es que sea un ave desconocida para mí, dado que en el pueblo de Llanes, desde hace años, tengo la fortuna de tener una pareja de Cárabos asentada casi delante de casa, sin embargo los hábitos nocturnos propios de la especie y la densa masa arbolada en la que se guarecen hacen que la observación sea muy difícil o casi imposible si ya hablamos de horas diurnas.
Pero en este caso concreto,ahora cuento con innumerables ventajascómo por ejemplo: estar relativamente cerca de mi trabajo, observarlos de una manera muy cómoda, hasta completar algo más de 10 horas de observación, en un lugar relativamente tranquilo y con una densidad de arbolado bastante baja y con una sola especie: robles centenarios, bien separados entre sí y que han sido previamente desmochados, podados etc. Por lo que en definitiva se puede ver entre las ramas y las incipientes y verdes hojas.
En numerosas ocasiones he podido observar a estas rapaces directamente, sin hojas o ramas de por medio y a una altura relativamente moderada del suelo. Por último, la oportunidad de que otra gente pudiera también observarlos y así compartir la experiencia, anécdotas o cosas curiosas observadas. 
También he de ser sincero y reconocer que a veces costaba encontrarlos, dado que es un ave que durante el día procura no moverse y su plumaje le hacen confundirse con un tronco o una rama:
Y es que el Cárabo es seguramente en Asturias la rapaz nocturna más abundante que tenemos. Abajo mapa del Estado español en el que podemos observar como su distribución va de la mano de aquellas superficie o regiones con gran densidad de especies arbóreas: 
Una de las grandes ventajas que tiene es su perfecta adaptacion al medio ,por otro lado medio constantemente alterado por el hombre, y también una variabilidad en el alimento, quizás con una dieta no tan especializada como su compañera la Lechuza.
Ave eminentemente nocturna, sedentaria y forestal, muy raro es verlo activo de día fuera de la época de cría, raros son también los desplazamientos largos (quizás los jóvenes realicen trayectos de dispersión en la búsqueda de nuevos territorios no superiores a los 20kms.) y finalmente la densidad de aves disminuye proporcionalmente a la escasez de arbolado o la aridez del terreno.
Cómo digo el Cárabo parece adaptarse a una variedad de ambientes, aunque el preeminente sea evidentemente el bosque maduro, pero también podemos observarlo en campiñas (cómo en este caso), sotos ribereños o incluso parques urbanos. 
Siempre cuento la anécdota de estar en mi época estudiantil en una academia y por la ventana del patio de luces escuchar a un cárabo reclamando en mitad de Oviedo y sin un parque o arboles alrededor.
Poco exigente a la hora de comer, se adapta a lo que hay en el lugar y a la época del año en la que se encuentre, aunque el plato principal evidentemente son los micromamiferos (ratones, ratas, topillos, incluso lirones...) no duda en completar la dieta con todo tipo de insectos (ciervos voladores, mariposas nocturnas atraidas por la luz de una farola...), otras aves pequeñas, gusanos, babosas o toda clase de reptiles, anfibios etc. Cómo curiosidad, se ha documentado encontrado en sus egagrópilas restos de trucha o de Comadreja.
Hablando de egagrópilas las que yo he encontrado durante estos días ,sumadas a las recogidas por otra gente (Nacho, Iván...), dan como resultado una dieta eminentemente basada en roedores, pequeños insectos e incluso aparecieron restos de plumas en una de ellas. Hay que tener en cuenta que en esta época ya hay pollos de otras especies, confiados, temerarios e inexpertos, en definitiva alimento fácil para un depredador.
Una de los mejores métodos para detectar la presencia de una rapaz en un bosque es ver cóm se comportan el resto de aves que comparte espacio, dado que si el Cárabo es descubierto por ellas, el resto de aves se ponen a reclamar nerviosamente en señal de alarma, incluso observo estos días como las Urracas (hasta 4 diferentes) no dudan en acercarse hasta su posadero e inclusopicarle las plumas, ante la impasibidad de éste por cierto, aunque cuando estira el cuello todas se echan a un lado. 
También es curioso como el relativamente pequeño Mirlo común (en comparación con el Búho) se atreve a "marcarle" de cerca.En definitiva si es descubierto por otras aves, éstas no pararan de piar en señal de alarma. Arrendajos, Urracas, Mirlos, Carboneros o Herrerillos...
Si no es exigente buscando territorio o comiendo, tampoco lo es buscando un sitio para reproducirse, dado que o suele utilizar un simple agujero en un tronco de un árbol viejo o puede utilizar un antiguo nido de otra ave de similar tamaño (Urracas, Ratoneros etc.). En el caso de que el arbolado viejo no abunde, puede en cambio utilizar oquedades, construcciones humanas o incluso llega a anidar en el propio suelo.
Las tareas de búsqueda de nido e incubación recaen por entero en la hembra, con un celo temprano entorno a los meses frios de invierno, y tras 28-30 días comienzan a nacer los pollos, generalmente son el resultado de 3-4 huevos depositados en el nido. 
Al par de semanas los pollos ya abandonan el nido pero no las inmediaciones del mismo, es bastante habitual que en estos primeros pasos algunos terminen en el suelo, incapaces aún evidentemente de volar para volver a posarse en las ramas de arriba, por lo que en estos casos permanecerán agazapados en el suelo esperando a que la madre baje por la noche a cebarlos, todo ello mediante lastimero chillido, muy característico y a veces imperceptible al vago oido humano.
Al mes de vida ya comienzan a volar torpemente de árbol en árbol, casi siempre los hermanos permanecen juntos, en estas fechas ya están casi emplumados en cuanto a las alas.
Sin embargo mantienen el plumón blanco de pollo en cara, disco facial y pecho, por lo que también es habitual verlos rascarse para intentar desprenderse del mismo y su aspecto en general dista mucho de la estética bella de los adultos: desgarbados, mal emplumados....
Al igual que el resto de aves rapaces, los comienzos son duros para todos, pero especialmente para estas aves. Una mala racha de mal tiempo unida a una escasez de alimento o el uso de raticidas o las líneas de alta tensión, atropellos etc. hacen que la mitad de estos jóvenes no superen su primer año de vida. Por ejemplo abajo uno de los juveniles del pueblo:
Sorprende al verlos de cerca la "pachorra" que tienen durante el día, adormilados y todos apiñados para mantener el calor con ese aspecto un tanto desaliñado, o quizás cómo estrategia de defensa:
Sin embargo cualquier movimiento raro especialmente por abajo del árbol o ante nuestra presencia, enseguida los tendrás activos, mirándote con cara de sorpresa con esos grandes ojos negros o girando el cuello de manera que nos parezca inverosímil. Por ejemplo: "a lo niña del exorcista":
Mucha gente piensa que estas aves tienen una visión superdesarrollada, sin embargo su retina realmente es más bien parecida a la retina humana, lo que nos diferencia es un excepcional oído, por cierto las orejas están situadas de manera asimétrica, por lo que cualquier mal paso o crujir de rama o bellota, hace que al volver a mirarlos tras el inoportuno chasquido, ya te estén clavándote la mirada.
Sin embargo cuando un Milano negro los sobrevuela por arriba de las copas de los árboles o un astuto Arrendajo da con su posición en el viejo árbol, los Cárabos pasan olímpicamente de ambos, confiando en su quietud y mimetismo camuflados entre las ramas y las hojas.
De los jóvenes pollos destaco la pedazo de enorme boca que tienen, preparada para engullir cualquier tipo de cosa con la que venga la madre a cebarlos ya que ingieren la presa entera sin miramientos.
También destacaría sus fuertes patas que ya tienen bien desarrolladas a tan tierna edad, y a pesar de que aún no están enseñadospara el dificil arte de la caza. Y es que son animales bien dotados para cazar.
Siempre a cargo de ellos, posada cerca, se mantiene la hembra, mientras que el otro mienbro de la pareja suele posarse en un lugar también próximo, pero más alejado del grupo. 
Su labor será la de proporcionar alimento a los pollos llegada la noche, pero no lo hará directamente, sino que le entrega las presas recién capturadas a la hembra y ésta se las da a los jovenzuelos.El macho ,que es más pequeño y ágil, es un consumado cazador.
Viendo de cerca los tarsos fuertes emplumados y las garras afiladas que se gastan, no es extraño que ninguna presa se les resista en el momento que comienza su actividad a cada anochecer.
En este caso concreto, algo raro pasa con el otro Cárabo adulto, pues primeramente yo no tuve oportunidad de verlo ningún día, por más que lo busqué estos días por los alrededores, además algo comentaban los vecinos de que apareció un ejemplar atropellado (puede que el otro adulto de la pareja).
Finalmente la hembra adulta ciertamente manifiesta un comportamiento a veces raro o nervioso para lo que es la especie, dado que incluso tengo vídeos grabados en el que se pone a reclamar al anochecer pero aún con luz, cosa que jamás había visto (o más bien oído) en cualquier otro ejemplar o lugar.
También en dos días diferentes, y casi al oscurecer, se ha marcado un par de vuelos rasantes de punta a punta del bosque que me han alegrado la vida, pues nunca los habia visto volar así. Pena de luz y de no estar preparado con la cámara, pero algo se puede ver de esta singular acción:
Sea lo que fuere, a los bichos por otro lado no les debe de faltar alimento a cada noche, puesto que he encontrado restos de alimento, egagrópilas y multitud de deyecciones debajo de los árboles en los que se posan. 
Además viendo las fotos se puede ver incluso diferencia de tamaño en los pollos en tan sólo una semana de diferencia.
Finalmente ,dado lo singular de este acontecimiento, no he querido mostrar estas fotos  tomadas hace ya un par de semanas, hasta ahora ni dar mucho "el cante" por la zona, pero actualmente las aves vuelan casi perfectamente y cada día que pasa hay un porcentaje menos de riesgo para ellos. 
Para despedirme, unos vídeos para ilustrar todo lo visto, si los pones en la máxima resolución: mejor que mejor
Un saludo y gracias por las visitas y los comentarios.
Viewing all 85 articles
Browse latest View live